El Papa Benedicto XVI no es tan peregrino, carismático ni popular como lo fue Juan Pablo II. Pero lejos de ser el pasivo “Pontífice en transición” que se preveía, el ex cardenal Joseph Ratzinger sorprende por su presencia dinámica y constante en los medios de comunicación y en el internet.
Benedicto XVI no se priva de la polémica ni de criticar a los medios por su trivialidad y la promoción de la violencia. Sin embargo, su postura conserva claramente distancia de la Segunda Conferencia Episcopal de Medellín, en la que hace 42 años algunos obispos latinoamericanos cercanos a la “doctrina de la liberación”, crucificaron a los medios, acusándolos por todos los pecados del capitalismo, el subdesarrollo y la dominación de los oprimidos.
En sintonía con Paulo VI y Juan Pablo II que calificaban a los medios de “dones de Dios”, el Papa actual entiende que es mejor no alterarse ante los medios y las nuevas tecnologías, sino adaptarse a ellas y aprovecharlas como herramientas para crear comunidad (aunque sean virtuales), frenar la emigración de feligreses a religiones más modernas o permisivas y combatir lo que escasea: espiritualidad, vocaciones sacerdotales y multitudes en misas.
En el espíritu de esta e-volución e-vangelizadora, para el Día Mundial de las Comunicaciones a fines de enero, el Sumo Pontífice desafió a los sacerdotes a extender su dominio sobre las nuevas tecnologías. Les pidió que usen “este regalo para la humanidad” que es el internet y que participen en blogs y en redes sociales, dando como ejemplo su propia tarea misionera, desplegada en podcasts, en su canal de YouTube y en www.pope2you.com, donde se muestra sermoneando en catedrales, igual que visitando mezquitas y sinagogas.
Pero al mismo tiempo, a este Pontífice de 82 años y de carácter moderno y ecuménico no le tiembla el pulso ni se amilana cuando tiene que defender doctrinas conservadoras y polémicas hasta para la propia Iglesia, como cuando supervisaba la fe católica desde la Congregación para la Doctrina de la Fe. Se opone a la consagración sacerdotal de las mujeres, favorece el celibato y rechaza con determinación otras conductas, como los matrimonios gays, las relaciones extramaritales o la manipulación de las células madres.
Su mayor acierto es haber asumido la tarea de exorcizar el funesto problema de los curas pedófilos, un tema que perseguirá a la Iglesia por generaciones y que también acaba de explotar en Alemania en colegios regentados por jesuitas. También en Irlanda, el Vaticano pidió que la justicia ordinaria sea la que deba castigar a los pederastas, lo que provocó la renuncia de cuatro obispos por el delito de encubrimiento.
Además, pese a sus esfuerzos a favor de la unión ecuménica, este Papa critica con firmeza la persecución de las minorías cristianas en países musulmanes, enoja a los judíos por motivar la beatificación del Papa Pío XII a quien se le cuestiona un prolongado silencio frente al Holocausto o provoca a los anglicanos facilitando la conversión al catolicismo a aquellos sacerdotes de la Iglesia de Inglaterra que rechazan la tolerancia a la ordenación de mujeres y homosexuales.
Y en cuestiones más terrenales, ni siquiera se amedrenta ante lo que sea más popular o aparenta intocable. A la película más taquillera de la historia, Avatar, a la que ni los críticos sueñan con augurarle fracasos en la noche de los Oscar, Benedicto, desde L’Obsservatore Romano le cuestiona su mensaje simplista “inundado de un espiritualismo vinculado al culto a la naturaleza… que convierten a la ecología en la religión del milenio”.
Ante este nuevo desafío e-vangelizador seguramente se multiplicará el uso del internet por parte de los religiosos, así como hace 40 años distintas congregaciones de católicos crearon sus propios medios incentivados por el mandato de Communio et Progressio (Comunión y Progreso) e Inter Mirifica (Entre las cosas Maravillosas) que surgió del Concilio Vaticano II, documentos pastorales sobre el buen uso de los “dones de Dios”.
Con este llamado a usar las nuevas tecnologías, el Papa Benedicto XVI aleja de la tentación a muchos religiosos que podrían adjudicarle al internet pecados y conspiraciones que otrora se le achacaban a los medios tradicionales. Adoptar innovación y creatividad, así sean del profano Silicon Valley, muestra una sabia e-volución.
Publiqué hace poco mi novela futurística en Amazon: "Robots con Alma: atrapados entre la verdad y la libertad". En este blog trato de temas de actualidad referidos a los valores de la verdad y la libertad. Blog por Ricardo Trotti
febrero 12, 2010
febrero 11, 2010
La verdadera revolución
La verdadera revolución no es la egoísta socialista de Hugo Chávez. Tampoco la putrefacta y añeja al estilo cubano de los hermanos Castro, ni la ciudadana de Rafael Correa, ni la de los oprimidos de Evo Morales, ni la renovada que celebró hoy el gobierno de Irán, ni la cultural china o tantas otras que siempre se las ingeniaron para quitarles libertad individual a los hombres a cambio del beneficio social.
La verdadera revolución no pertenece a gobierno alguno. La verdadera revolución actual, de hoy, está en el sector privado, es la que anunció Google, la que realmente afectará a todos los ciudadanos por igual y mejor.
Google anunció que se lanza al mundo de las telecomunicaciones, ya como proveedor, no solo como un buscador que usaba a otros proveedores, pero con la novedad que competirá con una banda ancha para las telecomunicaciones, cien veces más veloz que las que usamos actualmente. Una revolución cuyos efectos y beneficios son incuantificables todavía, pero que no solo alentarán la economía por los empleos que las nuevas tecnologías crean, sino por los beneficios que acarrean a todas las disciplinas de la vida científica, del entretenimiento, de la información de la informática, de la banca, de las relaciones interpersonales.
El mundo está cambiando y a pasos agigantados, y mientras son los gobiernos los que tratan de regular y poner frenos a ciertos adelantos por temor a lo desconocido (léase aquí censura y regulaciones al internet y las redes sociales) es el sector privado el que está empujando con innovación y creatividad.
Lo más destacado del anuncio fue que el gobierno de Estados Unidos, lejos de temerle a la nueva iniciativa o imponer varios peros, salió decidido a felicitar al gigante de la informática. Una actitud que poco se observa en las revoluciones que menciono en el primer párrafo.
Lejos de comportarse como un régimen como la Conatel venezolana, la Comisión de Comunicaciones estadounidense dijo que aprovechará la iniciativa de Google para incluirla en el Plan Nacional de Banda Ancha y así acelerar el proceso del sector privado para que siga contribuyendo con inversiones, empleos y competitividad.
La verdadera revolución no pertenece a gobierno alguno. La verdadera revolución actual, de hoy, está en el sector privado, es la que anunció Google, la que realmente afectará a todos los ciudadanos por igual y mejor.
Google anunció que se lanza al mundo de las telecomunicaciones, ya como proveedor, no solo como un buscador que usaba a otros proveedores, pero con la novedad que competirá con una banda ancha para las telecomunicaciones, cien veces más veloz que las que usamos actualmente. Una revolución cuyos efectos y beneficios son incuantificables todavía, pero que no solo alentarán la economía por los empleos que las nuevas tecnologías crean, sino por los beneficios que acarrean a todas las disciplinas de la vida científica, del entretenimiento, de la información de la informática, de la banca, de las relaciones interpersonales.
El mundo está cambiando y a pasos agigantados, y mientras son los gobiernos los que tratan de regular y poner frenos a ciertos adelantos por temor a lo desconocido (léase aquí censura y regulaciones al internet y las redes sociales) es el sector privado el que está empujando con innovación y creatividad.
Lo más destacado del anuncio fue que el gobierno de Estados Unidos, lejos de temerle a la nueva iniciativa o imponer varios peros, salió decidido a felicitar al gigante de la informática. Una actitud que poco se observa en las revoluciones que menciono en el primer párrafo.
Lejos de comportarse como un régimen como la Conatel venezolana, la Comisión de Comunicaciones estadounidense dijo que aprovechará la iniciativa de Google para incluirla en el Plan Nacional de Banda Ancha y así acelerar el proceso del sector privado para que siga contribuyendo con inversiones, empleos y competitividad.
febrero 10, 2010
Chávez y la saturación
Imagino que los venezolanos ya deben estar cansados de ver a Hugo Chávez hasta en la sopa. No hay presidente alguno que se le parezca. Aparece en cualquier lado y a toda hora. Muchos se preguntan, claro: ¿Cómo hace para gobernar alguien que habla y habla?
La estrategia es inteligente desde su punto de vista. Chávez siempre incrementó su presencia en los medios y en sus impuestas cadenas y sus Aló Presidentes en años con elecciones. Pues claro, con setiembre 2010 en su objetivo, no es raro que esté experimentando con otras formas de presencia mediática. Esta vez lo hizo con “De repente con Chávez”, título que muestra el carácter de periódico y sorpresivo que tendrán sus alocuciones radiales por Radio Nacional y YVKE Mundial.
Chávez anunció que este nuevo programa aparecerá cuando él quiera y a la hora que quiera. Amo y Señor; ya que cierra el espectro de todos los medios, con su Aló Presidente en la TV, con sus columnas en la prensa ``Las líneas de Chávez'', además de todos los programas y páginas de internet donde su batallón de mercenarios y propagadores están al pie del cañón.
Lo que sus consejeros no parecen decirle o él no escucha, es que en comunicación, más no significa mejor. En cuestiones de propaganda se puede pasar muy rápido de la persuasión a la saturación. Y Chávez parece ya entrar en este estadio.
La estrategia es inteligente desde su punto de vista. Chávez siempre incrementó su presencia en los medios y en sus impuestas cadenas y sus Aló Presidentes en años con elecciones. Pues claro, con setiembre 2010 en su objetivo, no es raro que esté experimentando con otras formas de presencia mediática. Esta vez lo hizo con “De repente con Chávez”, título que muestra el carácter de periódico y sorpresivo que tendrán sus alocuciones radiales por Radio Nacional y YVKE Mundial.
Chávez anunció que este nuevo programa aparecerá cuando él quiera y a la hora que quiera. Amo y Señor; ya que cierra el espectro de todos los medios, con su Aló Presidente en la TV, con sus columnas en la prensa ``Las líneas de Chávez'', además de todos los programas y páginas de internet donde su batallón de mercenarios y propagadores están al pie del cañón.
Lo que sus consejeros no parecen decirle o él no escucha, es que en comunicación, más no significa mejor. En cuestiones de propaganda se puede pasar muy rápido de la persuasión a la saturación. Y Chávez parece ya entrar en este estadio.
febrero 09, 2010
Resurge Sarah
Sarah Palin, a pesar de las críticas que recibió como candidata de la fórmula con John McCain y luego cuando renunció como gobernadora de Alaska, reapareció sin problemas en el momento adecuado; justo cuando muchos cuestionan el liderazgo de los demócratas con Barack Obama y su caída de popularidad.
Tanto Sarah como Scott Brown, el senador republicano por Massachusetts que birló las aspiraciones de Obama de continuar el legado de Ted Kennedy con otro senador demócrata, ya han insinuado ante las reiteradas preguntas de los medios que ambos son “presidenciables”. Claro que falta mucho tiempo para una próxima elección, pero como hacía tres o cuatro meses atrás los republicanos no tenían a nadie con pinta de líder, los nombres de Sarah y Scott se hicieron notar.
Pero Sarah no parece tener las intenciones de correr por los republicanos, a los que debió sufrir con su mofa por su falta de pericia sobre cuestiones internacionales. Sarah va mucho más y se ha tomado de la mano de los medios – los mismos que la sepultaron – para resurgir con un libro, como comentarista en la cadena conservadora Fox, con discursos que cobra a 100 mil dólares cada uno; y lo que no consiguió con los medios tradicionales, lo encontró en las redes sociales, donde su crecimiento de imagen es sostenido.
Sarah está midiendo sus fuerzas y a sus audiencias. Mucho depende de su imagen y sus discursos conservadores y de lo bien o mal que le vaya a los liberales y a Obama, para que una postulación como republicana o independiente sea más que una insinuación para el 2012.
Tanto Sarah como Scott Brown, el senador republicano por Massachusetts que birló las aspiraciones de Obama de continuar el legado de Ted Kennedy con otro senador demócrata, ya han insinuado ante las reiteradas preguntas de los medios que ambos son “presidenciables”. Claro que falta mucho tiempo para una próxima elección, pero como hacía tres o cuatro meses atrás los republicanos no tenían a nadie con pinta de líder, los nombres de Sarah y Scott se hicieron notar.
Pero Sarah no parece tener las intenciones de correr por los republicanos, a los que debió sufrir con su mofa por su falta de pericia sobre cuestiones internacionales. Sarah va mucho más y se ha tomado de la mano de los medios – los mismos que la sepultaron – para resurgir con un libro, como comentarista en la cadena conservadora Fox, con discursos que cobra a 100 mil dólares cada uno; y lo que no consiguió con los medios tradicionales, lo encontró en las redes sociales, donde su crecimiento de imagen es sostenido.
Sarah está midiendo sus fuerzas y a sus audiencias. Mucho depende de su imagen y sus discursos conservadores y de lo bien o mal que le vaya a los liberales y a Obama, para que una postulación como republicana o independiente sea más que una insinuación para el 2012.
febrero 08, 2010
Correa y la excusa perfecta
El presidente Rafael Correa de Ecuador tiene un látigo por lengua y siempre encuentra la excusa perfecta para atacar la libertad de prensa, a los “mentirosos” medios y periodistas, con tal de seguir argumentando a favor de un emporio de medios estatales que está creando con el dinero de los contribuyentes para aumentar su capacidad de propaganda estatal.
Este fin de semana atacó a El Universo de Guayaquil (por denuncias sobre maquinarias de la industria petrolera que afectarían la ecología) y al diario Hoy de Quito (por denuncias sobre irregularidades en la compra de turbinas para generar energía eléctrica) quejándose que ambos diarios publican información falsa y mentirosa, y que estarían boicoteando al gobierno.
Correa aprovecha sus programas sabatinos para dedicar gran parte de los mismos a criticar a los periódicos y cualquier medio que haga denuncias sobre corrupción, considerando que es una fórmula para desprestigiar y desestabilizar a su gobierno. Obviamente, nunca se le ocurre agradecer a la prensa, y plantear que le pedirá a las autoridades competentes que investigará las irregularidades, lo que debiera hacer un gobierno normal y sensato de acuerdo al mandato que tiene en una democracia: administrar en forma eficiente el dinero de los ciudadanos.
Pero lo de Correa va más allá. En sus programas no solo hace propaganda de los medios que el su gobierno mantiene, expropió y creó, sino que además plantea que seguirá aumentando su capacidad de comunicación con una línea de medios oficiales, que por más que él los llame público, con la forma que maneja su gobierno, no caben dudas de que los usará para la propaganda oficial.
Este es un párrafo textual de su alocución del sábado pasado, que habla por sí mismo: “Gracias a Dios – dijo Correa – es que tenemos estos enlaces los sábados para poder aclararlo, sino se quedan con esta mentira. Como conclusión, no compren estos periódicos, infórmense un poco con la televisión, los canales públicos, compren El Telégrafo, estamos preparando un diario más popular que informe objetivamente, porque diario El Telégrafo está posicionado por un diario editorial, de cosas más profundas, pero tendremos un diario de consumo más popular para no ser víctimas de los que nos quieren engañar, engañar y engañar, para hacerle daño al Gobierno, para tratar de abortar la revolución ciudadana, un proyecto político inédito y volver a los privilegios de siempre, pero no pasarán nunca más al pasado”.
Este fin de semana atacó a El Universo de Guayaquil (por denuncias sobre maquinarias de la industria petrolera que afectarían la ecología) y al diario Hoy de Quito (por denuncias sobre irregularidades en la compra de turbinas para generar energía eléctrica) quejándose que ambos diarios publican información falsa y mentirosa, y que estarían boicoteando al gobierno.
Correa aprovecha sus programas sabatinos para dedicar gran parte de los mismos a criticar a los periódicos y cualquier medio que haga denuncias sobre corrupción, considerando que es una fórmula para desprestigiar y desestabilizar a su gobierno. Obviamente, nunca se le ocurre agradecer a la prensa, y plantear que le pedirá a las autoridades competentes que investigará las irregularidades, lo que debiera hacer un gobierno normal y sensato de acuerdo al mandato que tiene en una democracia: administrar en forma eficiente el dinero de los ciudadanos.
Pero lo de Correa va más allá. En sus programas no solo hace propaganda de los medios que el su gobierno mantiene, expropió y creó, sino que además plantea que seguirá aumentando su capacidad de comunicación con una línea de medios oficiales, que por más que él los llame público, con la forma que maneja su gobierno, no caben dudas de que los usará para la propaganda oficial.
Este es un párrafo textual de su alocución del sábado pasado, que habla por sí mismo: “Gracias a Dios – dijo Correa – es que tenemos estos enlaces los sábados para poder aclararlo, sino se quedan con esta mentira. Como conclusión, no compren estos periódicos, infórmense un poco con la televisión, los canales públicos, compren El Telégrafo, estamos preparando un diario más popular que informe objetivamente, porque diario El Telégrafo está posicionado por un diario editorial, de cosas más profundas, pero tendremos un diario de consumo más popular para no ser víctimas de los que nos quieren engañar, engañar y engañar, para hacerle daño al Gobierno, para tratar de abortar la revolución ciudadana, un proyecto político inédito y volver a los privilegios de siempre, pero no pasarán nunca más al pasado”.
febrero 07, 2010
Mardi Gras por adelantado
Faltan ocho días para que empiecen los carnavales de Mardi Gras en la Bourbon Street de New Orleans, pero los festejos empezaron por adelantado esta noche como muchos soñaban, con un trofeo de Super Bowl que sirve para cerrar un ciclo atroz y una lenta recuperación después del devastador huracán Katrina.
Los Saints no eran los favoritos deportivamente hablando, pero el sufrimiento por Katrina atraía todas las simpatías. Creo que ni los fanáticos de los Colts se sintieron tan mal por la derrota como por la intercepción que los Saints le hicieron al super quarterback, Peyton Manning. Es que los quarterbacks de esta estatura no deberían perder nunca; siempre se necesitan esos ídolos inalcanzables que ponen las varas cada vez más altas.
Pero a Manning le sucedió lo mismo que a Bret Favre de los Vikings hace quince días. En el momento en que se disponía a ganar el partido, los Saints sacaron fuerzas invisibles – esa fortaleza que deviene de los momentos difíciles – y con un par de intercepciones lo sacaron cabizbajo.
El Super Bowl fue de mayor a menor este año. El primer tiempo fue medido y aburrido como dos boxeadores en el primer round. El entretiempo fue peor. Nunca disfruté The Who y menos ahora, tan cerca de los Grammy, cuando tenía el oído preparado para Beyoncé, Rihanna, Taylor Swift. Incluso hubieran podido dejar que siga cantando Kerry Underwood después de su emocionante Star Spangled Banner.
El segundo despertó con buen fútbol y estrategia y los Saints dominaron desde que dieron el zarpazo en los primero segundos con un onside kick que por lo general se guarda para los últimos minutos.
Los esperados comerciales fueron mejores que el año pasado ya que recobraron el humor que perdieron durante la peor parte de la crisis económica; pero no estuvieron a la altura de los anteriores. El humor prevaleció, me gustaron los de Bud Light y de Doritos por sobre otros como de McDonals, Coca Cola, E-trade y Snickers; o los de establecimiento de marca como Audi y Hyundai; aunque pensé que Toyota aprovecharía el espacio para pedir perdón o calmar a sus clientes u orientarlos para arreglar sus autos. No apareció. Otro mal paso para su deteriorada calidad.
Pero el más genial me pareció el de Google, una linda historia sobre viajar y conseguir trabajo en Paris, y hasta esperar la cigüeña en la ciudad luz. Me pareció genial porque no usó imágenes, sino texto, un contrasentido en la televisión. Pero la cajita del buscador es en realidad una imagen asociativa, algo a lo que estamos familiarizados y que usamos más de cien veces al día en busca de información, orientación o soluciones. ¿Quién podría vivir sin Google?
Los Saints no eran los favoritos deportivamente hablando, pero el sufrimiento por Katrina atraía todas las simpatías. Creo que ni los fanáticos de los Colts se sintieron tan mal por la derrota como por la intercepción que los Saints le hicieron al super quarterback, Peyton Manning. Es que los quarterbacks de esta estatura no deberían perder nunca; siempre se necesitan esos ídolos inalcanzables que ponen las varas cada vez más altas.
Pero a Manning le sucedió lo mismo que a Bret Favre de los Vikings hace quince días. En el momento en que se disponía a ganar el partido, los Saints sacaron fuerzas invisibles – esa fortaleza que deviene de los momentos difíciles – y con un par de intercepciones lo sacaron cabizbajo.
El Super Bowl fue de mayor a menor este año. El primer tiempo fue medido y aburrido como dos boxeadores en el primer round. El entretiempo fue peor. Nunca disfruté The Who y menos ahora, tan cerca de los Grammy, cuando tenía el oído preparado para Beyoncé, Rihanna, Taylor Swift. Incluso hubieran podido dejar que siga cantando Kerry Underwood después de su emocionante Star Spangled Banner.
El segundo despertó con buen fútbol y estrategia y los Saints dominaron desde que dieron el zarpazo en los primero segundos con un onside kick que por lo general se guarda para los últimos minutos.
Los esperados comerciales fueron mejores que el año pasado ya que recobraron el humor que perdieron durante la peor parte de la crisis económica; pero no estuvieron a la altura de los anteriores. El humor prevaleció, me gustaron los de Bud Light y de Doritos por sobre otros como de McDonals, Coca Cola, E-trade y Snickers; o los de establecimiento de marca como Audi y Hyundai; aunque pensé que Toyota aprovecharía el espacio para pedir perdón o calmar a sus clientes u orientarlos para arreglar sus autos. No apareció. Otro mal paso para su deteriorada calidad.
Pero el más genial me pareció el de Google, una linda historia sobre viajar y conseguir trabajo en Paris, y hasta esperar la cigüeña en la ciudad luz. Me pareció genial porque no usó imágenes, sino texto, un contrasentido en la televisión. Pero la cajita del buscador es en realidad una imagen asociativa, algo a lo que estamos familiarizados y que usamos más de cien veces al día en busca de información, orientación o soluciones. ¿Quién podría vivir sin Google?
febrero 06, 2010
Magnates nuevos en la prensa
Dirigentes políticos latinoamericanos con vocación de magnates de la prensa, desde hace años vienen amasando un conglomerado de medios de comunicación con el que soñarían Silvio Berlusconi, Rupert Murdoch y Ted Turner, juntos.
Pero a diferencia de esos “tycoons”, y del presidente electo chileno Sebastián Piñera, quien mantiene su televisora con bolsillo propio, rating y competencia, los nuevos jerarcas de la prensa tienen mayores facilidades y peores intenciones: compran o crean medios con dinero de los contribuyentes y, cuando no pueden con esa táctica, simplemente se los auto asignan o se apropian de ellos tras escandalosas expropiaciones.
Se trata de una camada de presidentes latinoamericanos - incitados por Hugo Chávez - convencidos que con medios y propaganda bajo su ala pueden consolidar o perpetuar su poder. Para conseguirlo, las estrategias parecen sacadas del mismo manual de instrucción: acogotan a los medios privados a los que le achacan una vocación golpista y conspirativa; dictan leyes de prensa “correctivas” que siempre son restrictivas; y sus testaferros y operadores, con billetera estatal, compran espacios o controlan medios privados desde donde tejen su ofensiva ideológica y electoral.
Esta estrategia corrupta y corrosiva, que antes tuvo afectos entre Fujimori y Menem, o siempre la practicaron los Castro y todos los “ismos” que ideologizaron el planeta, es ahora práctica común en los gobiernos de Argentina, Bolivia, Ecuador, Nicaragua y Venezuela que, no satisfechos con crear y manipular medios oficiales, se abalanzan contra la propiedad privada.
Esta semana, el periodista Carlos Fernando Chamorro renunció a su popular programa de opinión en Canal 8 de Nicaragua, denunciando que no podría trabajar con su nuevo patrón, el presidente Daniel Ortega, quien habría adquirido la mayoría de la televisora con recursos públicos, sacados de un fondo de ayuda nacional aportado por el chavismo venezolano.
Con otros canales y radios en su haber, Ortega podría estar imitando a Chávez, quien además de las agencias de propaganda Telesur y la Bolivariana de Noticias, dispone de 238 emisoras, 28 estaciones de televisión, 340 impresos y más de 125 sitios en internet. Eso sin considerar que cerró radios, persigue periódicos y promete una ofensiva contra internet, redes sociales y mensajes de texto por incitar el terrorismo.
Chávez no construye su hegemonía mediática solo creando, sino destruyendo. Excusándose en una ley mordaza, la misma que esta semana anunció Evo Morales en Bolivia para controlar que los medios privados “no mientan” y “luchen contra el capitalismo”, Chávez sacudió a la opinión pública cerrando canales de cable, entre ellos RCTV, a cuya versión abierta no sólo clausuró en el 2007, sino que le robó sus equipos de trasmisión para operar su propia televisora.
Ese tipo de hurto oficial también es frecuente en Ecuador. El gobierno sigue manejando y resistiéndose a entregar en licitación pública los canales que confiscó, TC Televisión, Gama TV, Americavisión y Cablevisión; además, controla El Telégrafo, diario del que se apropió tras larga disputa, Ecuador TV, Radio Pública y el portal El Ciudadano. En diciembre lanzó la agencia de noticias Andes cuya meta, según la Presidencia, “es potenciar la imagen del país”, lo que denota el mero carácter propagandístico del nuevo órgano.
La ley de Comunicación que se pretende sancionar en Ecuador, es casi un calco de la vengativa legislación que se alcanzó con los Kirchner en Argentina. No solo sirvió para castigar a medios privados como Clarín, sino como plataforma para que el gobierno limite las licencias o se las auto asigne para conformar su anhelado “multimedio kirchnerista”. Las previsiones no eran falsas. Este año el gobierno operará diez nuevas televisoras estatales, que se sumarán a una grilla importante de medios oficiales y a una fastuosa intervención de testaferros y amigotes en el sector privado, con lo que quedará conformado un temerario sistema de propaganda con el fin de construir el continuismo hacia el 2011.
Nunca antes se había visto en América Latina una estrategia comunicacional tan grande y entrelazada, como hipócrita. Porque mientras a Piñera se le exige la venta de su televisora para evitar conflictos de interés desde el sillón presidencial, los nuevos magnates usan la Presidencia para meter sus manos en nuestros bolsillos y así edificar sus propias y privadas maquinarias de propaganda.
Pero a diferencia de esos “tycoons”, y del presidente electo chileno Sebastián Piñera, quien mantiene su televisora con bolsillo propio, rating y competencia, los nuevos jerarcas de la prensa tienen mayores facilidades y peores intenciones: compran o crean medios con dinero de los contribuyentes y, cuando no pueden con esa táctica, simplemente se los auto asignan o se apropian de ellos tras escandalosas expropiaciones.
Se trata de una camada de presidentes latinoamericanos - incitados por Hugo Chávez - convencidos que con medios y propaganda bajo su ala pueden consolidar o perpetuar su poder. Para conseguirlo, las estrategias parecen sacadas del mismo manual de instrucción: acogotan a los medios privados a los que le achacan una vocación golpista y conspirativa; dictan leyes de prensa “correctivas” que siempre son restrictivas; y sus testaferros y operadores, con billetera estatal, compran espacios o controlan medios privados desde donde tejen su ofensiva ideológica y electoral.
Esta estrategia corrupta y corrosiva, que antes tuvo afectos entre Fujimori y Menem, o siempre la practicaron los Castro y todos los “ismos” que ideologizaron el planeta, es ahora práctica común en los gobiernos de Argentina, Bolivia, Ecuador, Nicaragua y Venezuela que, no satisfechos con crear y manipular medios oficiales, se abalanzan contra la propiedad privada.
Esta semana, el periodista Carlos Fernando Chamorro renunció a su popular programa de opinión en Canal 8 de Nicaragua, denunciando que no podría trabajar con su nuevo patrón, el presidente Daniel Ortega, quien habría adquirido la mayoría de la televisora con recursos públicos, sacados de un fondo de ayuda nacional aportado por el chavismo venezolano.
Con otros canales y radios en su haber, Ortega podría estar imitando a Chávez, quien además de las agencias de propaganda Telesur y la Bolivariana de Noticias, dispone de 238 emisoras, 28 estaciones de televisión, 340 impresos y más de 125 sitios en internet. Eso sin considerar que cerró radios, persigue periódicos y promete una ofensiva contra internet, redes sociales y mensajes de texto por incitar el terrorismo.
Chávez no construye su hegemonía mediática solo creando, sino destruyendo. Excusándose en una ley mordaza, la misma que esta semana anunció Evo Morales en Bolivia para controlar que los medios privados “no mientan” y “luchen contra el capitalismo”, Chávez sacudió a la opinión pública cerrando canales de cable, entre ellos RCTV, a cuya versión abierta no sólo clausuró en el 2007, sino que le robó sus equipos de trasmisión para operar su propia televisora.
Ese tipo de hurto oficial también es frecuente en Ecuador. El gobierno sigue manejando y resistiéndose a entregar en licitación pública los canales que confiscó, TC Televisión, Gama TV, Americavisión y Cablevisión; además, controla El Telégrafo, diario del que se apropió tras larga disputa, Ecuador TV, Radio Pública y el portal El Ciudadano. En diciembre lanzó la agencia de noticias Andes cuya meta, según la Presidencia, “es potenciar la imagen del país”, lo que denota el mero carácter propagandístico del nuevo órgano.
La ley de Comunicación que se pretende sancionar en Ecuador, es casi un calco de la vengativa legislación que se alcanzó con los Kirchner en Argentina. No solo sirvió para castigar a medios privados como Clarín, sino como plataforma para que el gobierno limite las licencias o se las auto asigne para conformar su anhelado “multimedio kirchnerista”. Las previsiones no eran falsas. Este año el gobierno operará diez nuevas televisoras estatales, que se sumarán a una grilla importante de medios oficiales y a una fastuosa intervención de testaferros y amigotes en el sector privado, con lo que quedará conformado un temerario sistema de propaganda con el fin de construir el continuismo hacia el 2011.
Nunca antes se había visto en América Latina una estrategia comunicacional tan grande y entrelazada, como hipócrita. Porque mientras a Piñera se le exige la venta de su televisora para evitar conflictos de interés desde el sillón presidencial, los nuevos magnates usan la Presidencia para meter sus manos en nuestros bolsillos y así edificar sus propias y privadas maquinarias de propaganda.
febrero 05, 2010
"Venezuela de moda"
Ayer los tweets de los estudiantes venezolanos volaban con nuevas alas. Facebook se transformaba en un hervidero de mensajes y campañas. Así como las redes sociales, la televisión y la radio internacionales desplegaron amplia cobertura al tema del día. La fuerte represión que sufrieron los estudiantes universitarios cuando se manifestaban para protestar las algarabías del régimen por condecorar a militares que acompañaron a Hugo Chávez en la intentona de golpe de Estado hace ya 18 años.
Quizás cubriéndose la cara por los gases lacrimógenos, un universitario mandó un tweet irónico, Venezuela está de moda, nos pegan con goma, pero regalan balas a las FARC, un mensaje que reaccionaba al informe de inteligencia de Estados Unidos que denuncia a Hugo Chávez de seguir apoyando a la narco guerrilla colombiana, y combatir la influencia estadounidense en la región.
El gobierno venezolano reaccionó contra Estados Unidos advirtiendo que trata de “criminalizarlo”, con el informe del director de Inteligencia Nacional, Dennis Blair. Venezuela contraatacó diciendo que el gobierno estadounidense está alentando a la oposición, al poner a Venezuela en una lista de naciones donde peligra la democracia, sobre todo por restricciones a la libertad de expresión, de prensa y libertad de asociación.
Aunque últimamente los informes de inteligencia estadounidense no gozaron de credibilidad ni de simpatías a nivel nacional ni internacional, lo cierto es que en Venezuela no se puede tapar el sol con la mano ante las realidades cotidianas impuestas por Chávez, alguien poco creíble, que reacciona siempre desafiante como el presidente de Irán, cada vez que se le critica su mano dura contra estudiantes y opositores, acusando a Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia, por alentar a la oposición que ha salido atípicamente a las calles después de las elecciones fraudulentas del año pasado.
Ojala que la prensa internacional mantenga en el candelero a Chávez. Que Venezuela esté de moda es bueno, ya que permite mayor transparencia sobre un régimen que jamás respetó la libertad en sus primeros 11 años de gobierno y que promete 11 funestos más.
Quizás cubriéndose la cara por los gases lacrimógenos, un universitario mandó un tweet irónico, Venezuela está de moda, nos pegan con goma, pero regalan balas a las FARC, un mensaje que reaccionaba al informe de inteligencia de Estados Unidos que denuncia a Hugo Chávez de seguir apoyando a la narco guerrilla colombiana, y combatir la influencia estadounidense en la región.
El gobierno venezolano reaccionó contra Estados Unidos advirtiendo que trata de “criminalizarlo”, con el informe del director de Inteligencia Nacional, Dennis Blair. Venezuela contraatacó diciendo que el gobierno estadounidense está alentando a la oposición, al poner a Venezuela en una lista de naciones donde peligra la democracia, sobre todo por restricciones a la libertad de expresión, de prensa y libertad de asociación.
Aunque últimamente los informes de inteligencia estadounidense no gozaron de credibilidad ni de simpatías a nivel nacional ni internacional, lo cierto es que en Venezuela no se puede tapar el sol con la mano ante las realidades cotidianas impuestas por Chávez, alguien poco creíble, que reacciona siempre desafiante como el presidente de Irán, cada vez que se le critica su mano dura contra estudiantes y opositores, acusando a Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia, por alentar a la oposición que ha salido atípicamente a las calles después de las elecciones fraudulentas del año pasado.
Ojala que la prensa internacional mantenga en el candelero a Chávez. Que Venezuela esté de moda es bueno, ya que permite mayor transparencia sobre un régimen que jamás respetó la libertad en sus primeros 11 años de gobierno y que promete 11 funestos más.
febrero 04, 2010
Chávez y la oscuridad cubana
Mientras Hugo Chávez dice que convocó al ministro cubano de Informática, Ramiro Valdés, para ayudarle a crear estrategias que puedan sacar a Venezuela de su profunda crisis energética, sus opositores creen que lo que se acerca es una época de mayores restricciones, ya que el ministro es reconocido por haber armado en Cuba un sofisticado aparato de censura y filtros para el internet.
No es para menos. Chávez hace poco se quejó de las movilizaciones de estudiantes universitarios y sabe que las dificultades del régimen no están en el control físico de los manifestantes, sino en las expresiones y las cadenas de comunicación a través de Twitter, Facebook y otras herramientas sociales del internet.
Es que nadie cree que un ministro que viene de un país en el que no se habla ya de “apagones”, sino de “alumbrones”, porque la novedad es cuando viene la luz, no cuando se va, pueda ser tan inteligente y estratega para llevar sabiduría a una Venezuela que se apaga a pedacitos.
Aunque no hubiera querido llevar a ingenieros de los “imperios” estadounidense como europeo, Chávez hubiera podido por lo menos mirar hacia el sur y convocar a ingenieros brasileños o paraguayos que han invertido en obras hidroeléctricas y que tienen muchas otras proyectadas.
Esta nueva retórica sobre los beneficios de la “electricidad” a la cubana, hacen que Chávez se esté apagando de a poco, algo que las recientes encuestas no han tardado en arrojar luz: índices sostenidos de impopularidad.
No es para menos. Chávez hace poco se quejó de las movilizaciones de estudiantes universitarios y sabe que las dificultades del régimen no están en el control físico de los manifestantes, sino en las expresiones y las cadenas de comunicación a través de Twitter, Facebook y otras herramientas sociales del internet.
Es que nadie cree que un ministro que viene de un país en el que no se habla ya de “apagones”, sino de “alumbrones”, porque la novedad es cuando viene la luz, no cuando se va, pueda ser tan inteligente y estratega para llevar sabiduría a una Venezuela que se apaga a pedacitos.
Aunque no hubiera querido llevar a ingenieros de los “imperios” estadounidense como europeo, Chávez hubiera podido por lo menos mirar hacia el sur y convocar a ingenieros brasileños o paraguayos que han invertido en obras hidroeléctricas y que tienen muchas otras proyectadas.
Esta nueva retórica sobre los beneficios de la “electricidad” a la cubana, hacen que Chávez se esté apagando de a poco, algo que las recientes encuestas no han tardado en arrojar luz: índices sostenidos de impopularidad.
febrero 03, 2010
Autorregulación ¿obligatoria?
Los políticos, achacándole a los medios de comunicación agendas conspirativas, piensan que deben regularlos a como dé lugar. E inventan cuestiones como proyectos de ley para que la autorregulación de los medios - cuya palabra se auto define como la acción autónoma, propia, que le corresponde a sí mismo - sea un ejercicio obligatorio y punible por ley en caso de que no sea acatado. La verdad es que no se entiende que puede haber una figura como la autorregulación obligatoria.
La sorpresa ocurrió en estos días en Panamá, después de que el presidente Ricardo Martinelli se descocó atribuyéndole a los medios la responsabilidad por la ola de violencia… es decir por reflejarla o, según él, por aumentarla al reproducirla. Seguramente hay razones para criticar a los medios especialmente a la televisión, que vive y se retroalimenta de las imágenes violentas. Pero de ahí a obligarla a auto regularse por ley hay un largo trecho. La autorregulación no tiene sentido, es un eufemismo, mejor hablar lisa y llanamente de una regulación. Pero parece que la autorregulación suena más democrático, más a una acción voluntaria que impuesta.
Como siempre sucede que hay más papistas que el Papa, a Martinelli le siguió la diputada de su partido, Dalia Bernal, quien no solo presentó un proyecto de ley para crear una Junta que administre esta “autorregulación”, sino que además pidió que vaya más allá de las televisoras haciéndola extensiva a los periódicos.
La diferencia que no advierte la legisladora, es que los medios electrónicos y los escritos no son iguales en carácter. Mientras los primeros son finitos y el Estado tiene la obligación de determinarles pautas de funcionamiento, otorgándoles las licencias y administrándolas, los escritos escapan a cualquier interferencia, ya que su espacio es infinito y no se requiere de licencias para poder operarlos.
La necia figura de la autorregulación obligatoria no es patrimonio de esta legisladora panameña, sino también de varios diputados ecuatorianos que la quieren imponer en su próxima Ley de Comunicación.
La sorpresa ocurrió en estos días en Panamá, después de que el presidente Ricardo Martinelli se descocó atribuyéndole a los medios la responsabilidad por la ola de violencia… es decir por reflejarla o, según él, por aumentarla al reproducirla. Seguramente hay razones para criticar a los medios especialmente a la televisión, que vive y se retroalimenta de las imágenes violentas. Pero de ahí a obligarla a auto regularse por ley hay un largo trecho. La autorregulación no tiene sentido, es un eufemismo, mejor hablar lisa y llanamente de una regulación. Pero parece que la autorregulación suena más democrático, más a una acción voluntaria que impuesta.
Como siempre sucede que hay más papistas que el Papa, a Martinelli le siguió la diputada de su partido, Dalia Bernal, quien no solo presentó un proyecto de ley para crear una Junta que administre esta “autorregulación”, sino que además pidió que vaya más allá de las televisoras haciéndola extensiva a los periódicos.
La diferencia que no advierte la legisladora, es que los medios electrónicos y los escritos no son iguales en carácter. Mientras los primeros son finitos y el Estado tiene la obligación de determinarles pautas de funcionamiento, otorgándoles las licencias y administrándolas, los escritos escapan a cualquier interferencia, ya que su espacio es infinito y no se requiere de licencias para poder operarlos.
La necia figura de la autorregulación obligatoria no es patrimonio de esta legisladora panameña, sino también de varios diputados ecuatorianos que la quieren imponer en su próxima Ley de Comunicación.
febrero 02, 2010
"Mahatma" Chávez
Es tan loco, desafiante y burlón, que esta vez a Hugo Chávez se le ocurrió disfrazarse de Mahatma Gandhi con un discurso sobre la no violencia que ni él se lo cree y que jamás practicó. En mensaje a los estudiantes universitarios que se manifestaron en las calles por la falta de libertad de expresión y la opresión contra RCTV y al “imperio” yanqui, al que responsabilizó del golpe de Estado en Honduras (¿?), dirigiéndose a sus correligionarios, les dijo que “nosotros estamos obligados al contraataque en todo el frente, con inteligencia, con prudencia, con altura'', pero "no responderemos con más violencia. Allá ellos los violentos y su desespero''.
Obviamente, como dice tantas sandeces juntas, a las 24 horas, esta noche al celebrar el aniversario 11 de su presidencia se desdijo de mucha cosas, se sacó el traje de “Mahatma”, y como en cualquiera fiesta de disfraces del carnaval de Río, se disfrazó de lobo de nuevo para atacar a los “hijos de la oligarquía”, y burlonamente hablar de que seguirá por 11 años más.
No sé si serán 11 años más, lo que sí es seguro es que su mandato termina en el 2013 y quedan todavía tres largos años de sufrimiento.
Obviamente, como dice tantas sandeces juntas, a las 24 horas, esta noche al celebrar el aniversario 11 de su presidencia se desdijo de mucha cosas, se sacó el traje de “Mahatma”, y como en cualquiera fiesta de disfraces del carnaval de Río, se disfrazó de lobo de nuevo para atacar a los “hijos de la oligarquía”, y burlonamente hablar de que seguirá por 11 años más.
No sé si serán 11 años más, lo que sí es seguro es que su mandato termina en el 2013 y quedan todavía tres largos años de sufrimiento.
Por un puñado de dólares
No se trata de un “remake” con Clint Eastwood, aquella formidable película de 1964, sino de algo más contemporáneo, el uso de información privilegiada por parte del presidente Néstor Kirchner, cuando en el 2008 compró dos millones de dólares, mes que el dólar subió 25 centavos en Argentina.
Obviamente que el gobierno argentino actual, el mismo que estaba durante el uso de “un puñado de dólares”, es decir su esposa, atribuye que no hubo ilegalidad ante un hombre que presenta sus declaraciones juradas y tiene transparencia a la hora de dar a conocer sus ganancias.
Pero hay una gran diferencia entre la legalidad y la legitimidad, mientras a la primera la justifica la ley – así sea mala, inconstitucional o impráctica – a la segunda la guía la moral, es decir que no necesariamente cumplir con la ley implica que está bien o que no sea condenable desde la moralidad.
Se sospecha y con debida razonabilidad - especialmente por las denuncias de enriquecimiento ilícito en que ha incurrido la pareja presidencial y por los dólares que como gobernador el ex presidente había sacado del país en la época del “corralito” - que Kirchner debe haber usado información de “primera mano” para saber cuando tenía que apostar al dólar.
Con ese puñado de dólares no le fue mal a los Kirchner, que según su declaración jurada, devengaron intereses por casi 650 mil dólares por sus 29 plazos fijos en la moneda estadounidense.
El caso plantea, además, otro problema ético: ¿Puede un presidente apostar en lo personal a una moneda extranjera, es decir a no confiar en la propia? Es la misma pregunta que flota en el ambiente educativo: ¿Puede un presiente desconfiar de la educación pública y mandar a sus hijos a la escuela privada?
Obviamente que el gobierno argentino actual, el mismo que estaba durante el uso de “un puñado de dólares”, es decir su esposa, atribuye que no hubo ilegalidad ante un hombre que presenta sus declaraciones juradas y tiene transparencia a la hora de dar a conocer sus ganancias.
Pero hay una gran diferencia entre la legalidad y la legitimidad, mientras a la primera la justifica la ley – así sea mala, inconstitucional o impráctica – a la segunda la guía la moral, es decir que no necesariamente cumplir con la ley implica que está bien o que no sea condenable desde la moralidad.
Se sospecha y con debida razonabilidad - especialmente por las denuncias de enriquecimiento ilícito en que ha incurrido la pareja presidencial y por los dólares que como gobernador el ex presidente había sacado del país en la época del “corralito” - que Kirchner debe haber usado información de “primera mano” para saber cuando tenía que apostar al dólar.
Con ese puñado de dólares no le fue mal a los Kirchner, que según su declaración jurada, devengaron intereses por casi 650 mil dólares por sus 29 plazos fijos en la moneda estadounidense.
El caso plantea, además, otro problema ético: ¿Puede un presidente apostar en lo personal a una moneda extranjera, es decir a no confiar en la propia? Es la misma pregunta que flota en el ambiente educativo: ¿Puede un presiente desconfiar de la educación pública y mandar a sus hijos a la escuela privada?
febrero 01, 2010
Chávez y sus facturas
Hugo Chávez está cosechando lo que sembró por tantos años: discordia y odio. Todos le están pasando factura. Hasta sus propios compañeros de “batalla” le están dando la espalda y pidiendo que renuncie porque no ha cumplido con lo que prometió cuando asumió en 1999.
Los gremios de prensa, con el eufemismo sobre la catástrofe reciente de Haití, declararon al país “zona de desastre” en materia de libertad de prensa. A Chávez no le importa, él sigue acusando a todos de burgueses, pide combatir las ideas “dándole batalla” a los estudiantes universitarios a los que considera están manejados por la oposición.
Mientras tanto, toda su valiente alharaca de fin de semana contrasta con la realidad: un país con menos libertades, mayor corrupción pública y un Estado que sobrevive gracias a las exportaciones de petróleo a su aliado comercial, Estados Unidos, país al que califica hipócritamente de “imperio”, pero gracias al cual sobrevive y puede malgastar el dinero público en obras ideológicas como el Alba.
Chávez podrá seguir sobreviviendo a base de embustes, elecciones empujadas, pero es obvio que su gobierno se está degradando y ya no tiene la imagen ni los seguidores de otrora. Siembra tanto odio y rencor – y lo hace a diario - que ya no puede ni medir ni dominar los efectos.
Los gremios de prensa, con el eufemismo sobre la catástrofe reciente de Haití, declararon al país “zona de desastre” en materia de libertad de prensa. A Chávez no le importa, él sigue acusando a todos de burgueses, pide combatir las ideas “dándole batalla” a los estudiantes universitarios a los que considera están manejados por la oposición.
Mientras tanto, toda su valiente alharaca de fin de semana contrasta con la realidad: un país con menos libertades, mayor corrupción pública y un Estado que sobrevive gracias a las exportaciones de petróleo a su aliado comercial, Estados Unidos, país al que califica hipócritamente de “imperio”, pero gracias al cual sobrevive y puede malgastar el dinero público en obras ideológicas como el Alba.
Chávez podrá seguir sobreviviendo a base de embustes, elecciones empujadas, pero es obvio que su gobierno se está degradando y ya no tiene la imagen ni los seguidores de otrora. Siembra tanto odio y rencor – y lo hace a diario - que ya no puede ni medir ni dominar los efectos.
enero 31, 2010
Evo y su "revolución moral"
Ante tanta corrupción y robo al que están sometidos los gobiernos latinoamericanos en general, como lo demostraron los presidentes Daniel Ortega y Hugo Chávez al usar dineros públicos como propios, como expliqué en el post anterior, Evo Morales nos dio un buen regalo este fin de semana.
Evo convocó a sus seguidores, especialmente a aquellos que disputarán puestos de gobernadores y alcaldes en las próximas elecciones del 4 de abril en Bolivia a que deben tener en mente que al entrar a la función pública deberán estar escogiendo un puesto para empobrecerse. Su “revolución moral” pide acabar con la época de la corrupción y que cada alcalde o gobernador, cuando abandone su puesto, debe hacerlo más pobre que cuando entró.
Ojalá que la buena prédica de Morales no quede solo en intenciones ni sea ahora un artilugio propagandístico para vender a sus candidatos. A las palabras – más en la política – se las lleva el viento, por ello más que declamar sus buenas intenciones debería sancionar varias leyes en ese sentido. Por ejemplo, obligando declaraciones juradas, controles estrictos de rendición de cuentas y reglas precisas de transparencia.
Son pocos los políticos que han dejado sus puestos sin haberse aprovechado antes de los abusos de privilegio que el poder permite o tienta. En Argentina, el ex presidente Raúl Alfonsín es quizás el ejemplo más palpable de esa austeridad. Salió, vivió luego y murió el año pasado con menos de lo que tenía cuando rescató la democracia en 1983.
Evo convocó a sus seguidores, especialmente a aquellos que disputarán puestos de gobernadores y alcaldes en las próximas elecciones del 4 de abril en Bolivia a que deben tener en mente que al entrar a la función pública deberán estar escogiendo un puesto para empobrecerse. Su “revolución moral” pide acabar con la época de la corrupción y que cada alcalde o gobernador, cuando abandone su puesto, debe hacerlo más pobre que cuando entró.
Ojalá que la buena prédica de Morales no quede solo en intenciones ni sea ahora un artilugio propagandístico para vender a sus candidatos. A las palabras – más en la política – se las lleva el viento, por ello más que declamar sus buenas intenciones debería sancionar varias leyes en ese sentido. Por ejemplo, obligando declaraciones juradas, controles estrictos de rendición de cuentas y reglas precisas de transparencia.
Son pocos los políticos que han dejado sus puestos sin haberse aprovechado antes de los abusos de privilegio que el poder permite o tienta. En Argentina, el ex presidente Raúl Alfonsín es quizás el ejemplo más palpable de esa austeridad. Salió, vivió luego y murió el año pasado con menos de lo que tenía cuando rescató la democracia en 1983.
enero 30, 2010
Chávez y Ortega: los magnates de la prensa
Se confirmó la noticia que el periodista Carlos Fernando Chamorro venía denunciando desde hace un mes, y por la que abandonó su trabajo en Telenica Canal 8 de Nicaragua.
Hugo Chávez y Daniel Ortega son ahora los dueños del canal que hasta hace unas semanas era privado e independiente. Resultó que el gerente de la firma ALBA de Nicaragua S.A. (o Albanisa), Rafael Paniagua, confirmó que se utilizaron 10 millones de dineros públicos de esa sociedad para la adquisición.
Albanisa es una sociedad creada entre Ortega y Chávez dentro del programa del ALBA del chavismo venezolano.
Paniagua no sólo informó sino que en una entrevista con El Nuevo Diario de Managua. Dijo que “es cierto que compramos Canal 8 y qué tiene de extraño que aparezca ALBA-TV, y qué tendría de extraño más adelante apareciera ALBA-Ferrocarril, y luego ALBA-Líneas Aéreas; qué tendría de extraño que aparezca ALBA-Salud, yo no le vería nada de extraño”.
¿Es decir que un presidente o un funcionario pueden comprar medios con los dineros que no les pertenecen? ¿No es eso robo? La verdad que el nombre de corrupción suena a muy abstracto. Robo es la palabra más acertada.
Todos sabemos cómo está estructurada la estrategia comunicacional del ALBA. Si no crean medios propios con dineros públicos, o los cierran o los persiguen o los confiscan y expropian, simplemente los compran.
Hugo Chávez y Daniel Ortega son ahora los dueños del canal que hasta hace unas semanas era privado e independiente. Resultó que el gerente de la firma ALBA de Nicaragua S.A. (o Albanisa), Rafael Paniagua, confirmó que se utilizaron 10 millones de dineros públicos de esa sociedad para la adquisición.
Albanisa es una sociedad creada entre Ortega y Chávez dentro del programa del ALBA del chavismo venezolano.
Paniagua no sólo informó sino que en una entrevista con El Nuevo Diario de Managua. Dijo que “es cierto que compramos Canal 8 y qué tiene de extraño que aparezca ALBA-TV, y qué tendría de extraño más adelante apareciera ALBA-Ferrocarril, y luego ALBA-Líneas Aéreas; qué tendría de extraño que aparezca ALBA-Salud, yo no le vería nada de extraño”.
¿Es decir que un presidente o un funcionario pueden comprar medios con los dineros que no les pertenecen? ¿No es eso robo? La verdad que el nombre de corrupción suena a muy abstracto. Robo es la palabra más acertada.
Todos sabemos cómo está estructurada la estrategia comunicacional del ALBA. Si no crean medios propios con dineros públicos, o los cierran o los persiguen o los confiscan y expropian, simplemente los compran.
enero 29, 2010
Haití y las conspiraciones
Las teorías conspirativas basadas en la distorsión o exageración de los hechos, suelen acompañar a los acontecimientos históricos, adjudicándoseles la intervención de poderes ocultos, fuerzas malignas y misteriosas.
La catástrofe de Haití, con profundas implicaciones sociales y políticas, no escapa a las confabulaciones que se tejen al margen de la verdad, como las intrigas que acompañan a otros hechos que han conmovido al mundo como la llegada a la Luna, el atentado a Juan Pablo II, los ataques terroristas de Setiembre 11 o el asesinato de la Princesa Diana.
Quienes maquinan estas tramas que luego se van alimentando de cuentos y ritos populares, están relevados de presentar evidencias, solo plantean hipótesis rotundas, como si fueran los únicos que conocen el contenido de la “caja negra”, pero a la que nunca abren ni encuentran.
Así sorprendió el polémico predicador estadounidense Pat Robertson, adjudicando la causa del terremoto a una añeja conspiración entre el diablo y los haitianos para erradicar su esclavitud, que dado el arraigo de la religiosidad popular del país antillano, pudiera luego convertirse en leyenda, así como se inventó la atracción del Triángulo de las Bermudas o la ficción recurrente y universal del “chupacabras”.
Si bien las intrigas no se desarrollan en los medios de comunicación tradicionales por sus filtros para detener la información no contrastada, la radio y televisión oficial de Venezuela fueron la excepción. Divulgaron esta semana supuestos informes sobre complots planteados por académicos estadounidenses y confirmados por la marina rusa, sobre que EEUU provocó el sismo en Haití. En esta alucinatoria conjura científica, se habría utilizado el proyecto Haarp, una serie de antenas de emisión de ondas del Departamento de Defensa emplazadas en Alaska, que secretamente se usan para la guerra o, en este caso, para producir vibraciones submarinas contra Haití, antes usadas para provocar el Tsunami en Asia.
Pero como Haití es irrelevante botín, habría sido solo una práctica para medir su letalidad y así ajustar la tecnología para aplicarla contra Irán, cuyo presidente, Mahmoud Ahmadinejad, debe ser castigado por negar el holocausto y por desenmascarar la conspiración judeo-estadounidense que domina al mundo.
Más allá de las fábulas que se afianzan o no independientes a la realidad, esta semana los presidentes Hugo Chávez, Evo Morales y Daniel Ortega, aprovecharon para seguir denunciando conspiraciones, apuntando sus cañones contra el “imperio” por justificarse en el sufrimiento del pueblo haitiano para intervenirlo militarmente, con la intención posterior de usar esa plataforma, quizás, para tomar Cuba y derrocar a otros gobiernos izquierdistas.
Al convocar una reunión de emergencia de la ONU, Morales dio toda veracidad al complot estadounidense atrayendo imágenes reales de la historia reciente, como las invasiones militares estadounidenses en Grenada (1983), Panamá (1989) y la intervención de Haití (2004), aunque escondiendo los verdaderos fines actuales, invocados por las autoridades haitianas para que EEUU apoye tareas humanitarias y de seguridad, como tuvo que aclarar públicamente Barack Obama.
Las conspiraciones militares hace rato que resurgen en el tapete latinoamericano, ya sea como parte del conflicto ideológico con Alvaro Uribe por el acceso que tendrán los militares estadounidenses a siete bases colombianas, o por la nueva versión chavista sobre el complot entre EEUU y Holanda cuyo fin es invadir Venezuela, pero por la retaguardia, desde las Antillas Holandesas de Curazao, Aruba y Bon Aire.
Esta paranoia es el arma que se utiliza para desprestigiar a la autoridad constituida. Como el supuesto plan macabro del gobierno de EEUU para auto infligirse el atentado terrorista de Setiembre 11, que luego devino en la búsqueda infructuosa de armas de destrucción masiva y la invasión de Irak. O la elucubración de un plan secreto de rusos y turcos que justificó Ali Agca para atentar contra Juan Pablo II, desmentido por él mismo esta semana al salir de la cárcel, al confesar su locura de “nuevo mesías”, como los conspiradores que combatió Tom Hanks en la saga del Código da Vinci.
Los complots, que suelen propagarse con eficacia de boca en boca, encuentran ahora en el internet el lugar apropiado donde retroalimentarse. Por eso vemos a gobiernos como el chino y el cubano que, temerosos de esas libertades, censuran y controlan. Es que el conspirador cree que todos conspiran.
La catástrofe de Haití, con profundas implicaciones sociales y políticas, no escapa a las confabulaciones que se tejen al margen de la verdad, como las intrigas que acompañan a otros hechos que han conmovido al mundo como la llegada a la Luna, el atentado a Juan Pablo II, los ataques terroristas de Setiembre 11 o el asesinato de la Princesa Diana.
Quienes maquinan estas tramas que luego se van alimentando de cuentos y ritos populares, están relevados de presentar evidencias, solo plantean hipótesis rotundas, como si fueran los únicos que conocen el contenido de la “caja negra”, pero a la que nunca abren ni encuentran.
Así sorprendió el polémico predicador estadounidense Pat Robertson, adjudicando la causa del terremoto a una añeja conspiración entre el diablo y los haitianos para erradicar su esclavitud, que dado el arraigo de la religiosidad popular del país antillano, pudiera luego convertirse en leyenda, así como se inventó la atracción del Triángulo de las Bermudas o la ficción recurrente y universal del “chupacabras”.
Si bien las intrigas no se desarrollan en los medios de comunicación tradicionales por sus filtros para detener la información no contrastada, la radio y televisión oficial de Venezuela fueron la excepción. Divulgaron esta semana supuestos informes sobre complots planteados por académicos estadounidenses y confirmados por la marina rusa, sobre que EEUU provocó el sismo en Haití. En esta alucinatoria conjura científica, se habría utilizado el proyecto Haarp, una serie de antenas de emisión de ondas del Departamento de Defensa emplazadas en Alaska, que secretamente se usan para la guerra o, en este caso, para producir vibraciones submarinas contra Haití, antes usadas para provocar el Tsunami en Asia.
Pero como Haití es irrelevante botín, habría sido solo una práctica para medir su letalidad y así ajustar la tecnología para aplicarla contra Irán, cuyo presidente, Mahmoud Ahmadinejad, debe ser castigado por negar el holocausto y por desenmascarar la conspiración judeo-estadounidense que domina al mundo.
Más allá de las fábulas que se afianzan o no independientes a la realidad, esta semana los presidentes Hugo Chávez, Evo Morales y Daniel Ortega, aprovecharon para seguir denunciando conspiraciones, apuntando sus cañones contra el “imperio” por justificarse en el sufrimiento del pueblo haitiano para intervenirlo militarmente, con la intención posterior de usar esa plataforma, quizás, para tomar Cuba y derrocar a otros gobiernos izquierdistas.
Al convocar una reunión de emergencia de la ONU, Morales dio toda veracidad al complot estadounidense atrayendo imágenes reales de la historia reciente, como las invasiones militares estadounidenses en Grenada (1983), Panamá (1989) y la intervención de Haití (2004), aunque escondiendo los verdaderos fines actuales, invocados por las autoridades haitianas para que EEUU apoye tareas humanitarias y de seguridad, como tuvo que aclarar públicamente Barack Obama.
Las conspiraciones militares hace rato que resurgen en el tapete latinoamericano, ya sea como parte del conflicto ideológico con Alvaro Uribe por el acceso que tendrán los militares estadounidenses a siete bases colombianas, o por la nueva versión chavista sobre el complot entre EEUU y Holanda cuyo fin es invadir Venezuela, pero por la retaguardia, desde las Antillas Holandesas de Curazao, Aruba y Bon Aire.
Esta paranoia es el arma que se utiliza para desprestigiar a la autoridad constituida. Como el supuesto plan macabro del gobierno de EEUU para auto infligirse el atentado terrorista de Setiembre 11, que luego devino en la búsqueda infructuosa de armas de destrucción masiva y la invasión de Irak. O la elucubración de un plan secreto de rusos y turcos que justificó Ali Agca para atentar contra Juan Pablo II, desmentido por él mismo esta semana al salir de la cárcel, al confesar su locura de “nuevo mesías”, como los conspiradores que combatió Tom Hanks en la saga del Código da Vinci.
Los complots, que suelen propagarse con eficacia de boca en boca, encuentran ahora en el internet el lugar apropiado donde retroalimentarse. Por eso vemos a gobiernos como el chino y el cubano que, temerosos de esas libertades, censuran y controlan. Es que el conspirador cree que todos conspiran.
enero 28, 2010
Renovando la OEA
A la OEA no le hace falta solamente una renovación de su liderazgo, como casi seguramente sucederá con José Miguel Insulza, su secretario general, sino también un replanteo sobre sus funciones y sobre su misión.
Con la elección de su connacional derechista Sebastián Piñera, Insulza perderá seguramente el respaldo de su gobierno para la reelección de mayo en la OEA, dado que apoyó al centroizquierdista Eduardo Frei. Peor aún, Insulza tendría el apoyo de quien lo calló tildándolo de “pendejo”, es decir Hugo Chávez, y los demás países satélites al venezolano que buscaron – con el liderazgo de Insulza – la reinserción de Cuba a la organización. Obviamente, se trata de una asociación no muy prestigiosa que digamos.
En el tema de Cuba, Insulza mostró un liderazgo inhabitual, así como el que erigió en contra de Honduras buscando su aislamiento en represalia por el golpe del 28 de junio. Pero todos saben que se trataron de causas muy allegadas a su ideología, ya que no tuvo la misma predisposición para reclamar a gobiernos electos que gobiernan en forma anti democrática, como el de Chávez, actitud por la que Barack Obama le mostrará su espalda, un voto que tiene peso, dado que EEUU aporta el 37% del presupuesto de la organización.
Más allá de la ideología de Insulza que permea en su trabajo, lo que se viene notando con mayor rigor, es que la OEA no está cumpliendo una buena labor, ya sea porque tiene las manos atadas o su misión es difusa.
Un informe conocido esta semana, preparado por la oficina del senador republicano Richard Lugar, tiene un balance bastante mixto sobre el papel de la OEA. Por un lado, alaba que haya tenido un buen papel en el golpe de estado del 2002 contra Hugo Chávez y el de 2009 contra Manuel Zelaya, además de supervisar elecciones, cooperar en la lucha contra el narcotráfico y terrorismo proteger los derechos humanos. Sin embargo, por otro lado, critica lo poco que ha hecho en contra de Chávez y Zelaya por sus actividades anti democráticas que devinieron en los intentos por derrocarlos.
En realidad, la OEA tiene una fantástica Carta Democrática Interamericana que es una lista de buenos deseos que no puede aplicar y por otro, sus organismos autónomos como la Comisión y la Corte Interamericana de Derechos Humanos, son prohibidos en países como Venezuela, y nada puede hacer.
Con la elección de su connacional derechista Sebastián Piñera, Insulza perderá seguramente el respaldo de su gobierno para la reelección de mayo en la OEA, dado que apoyó al centroizquierdista Eduardo Frei. Peor aún, Insulza tendría el apoyo de quien lo calló tildándolo de “pendejo”, es decir Hugo Chávez, y los demás países satélites al venezolano que buscaron – con el liderazgo de Insulza – la reinserción de Cuba a la organización. Obviamente, se trata de una asociación no muy prestigiosa que digamos.
En el tema de Cuba, Insulza mostró un liderazgo inhabitual, así como el que erigió en contra de Honduras buscando su aislamiento en represalia por el golpe del 28 de junio. Pero todos saben que se trataron de causas muy allegadas a su ideología, ya que no tuvo la misma predisposición para reclamar a gobiernos electos que gobiernan en forma anti democrática, como el de Chávez, actitud por la que Barack Obama le mostrará su espalda, un voto que tiene peso, dado que EEUU aporta el 37% del presupuesto de la organización.
Más allá de la ideología de Insulza que permea en su trabajo, lo que se viene notando con mayor rigor, es que la OEA no está cumpliendo una buena labor, ya sea porque tiene las manos atadas o su misión es difusa.
Un informe conocido esta semana, preparado por la oficina del senador republicano Richard Lugar, tiene un balance bastante mixto sobre el papel de la OEA. Por un lado, alaba que haya tenido un buen papel en el golpe de estado del 2002 contra Hugo Chávez y el de 2009 contra Manuel Zelaya, además de supervisar elecciones, cooperar en la lucha contra el narcotráfico y terrorismo proteger los derechos humanos. Sin embargo, por otro lado, critica lo poco que ha hecho en contra de Chávez y Zelaya por sus actividades anti democráticas que devinieron en los intentos por derrocarlos.
En realidad, la OEA tiene una fantástica Carta Democrática Interamericana que es una lista de buenos deseos que no puede aplicar y por otro, sus organismos autónomos como la Comisión y la Corte Interamericana de Derechos Humanos, son prohibidos en países como Venezuela, y nada puede hacer.
enero 27, 2010
Obama en campaña
Miré el discurso de Barack Obama ën el Congreso esta noche y me pareció escuchar más a un candidato en campaña electoral que a un presidente. Mucha demagogia, muchas palabras buscando aplausos y bastante sarcasmo.
Habló de muchas cosas que se necesitan, más empleos, más educación, menos déficit, menos guerra, pero todo para después, olvidándose que esas mismas cosas las prometió hacer durante su primer año de presidencia, así como el cierre de Guantánamo y terminar con las guerras en Irak y Afganist’na, a las que terminó enviando 30 mil soldados adicionales.
En momentos que su popularidad está desgastada porque la recesión no cesa, habló de crear más empleos (los republicanos también aplaudieron) reducir el déficit (los republicanos no le creyeron) diciendo que por tres años después de 2011, congelará los programas federales más allá de las cuestiones de seguridad nacional y salud; en insistió en su reforma de salud (los republicanos lo abuchearon) que difícilmente podrá ser aprobada como él quiere.
En lo positivo, diría que bregó por mayor educación como metodología para acabar con la pobreza, promovió leyes para energías renovables por más que los congresistas no creyeran en la evidencia científica sobre el cambio climático y dijo que continuará con su promesa de “Change” (cambio) en la política de Washington, algo que no pudo hacer en sus primeros doce meses. La política “washintoniana” sigue siendo poco transparente, obstruccionista entre los particos políticos y llena de lobistas que meten mucho dinero a favor de sus intereses.
En realidad hasta que no haga lo que dijo en la campaña y que ahora repitió casi como un candidato de que restablecerá la confianza de los ciudadanos reduciendo el gasto público, seguiré desconfiando de Obama y pensando que es por lejos, mejor orador que hacedor.
Habló de muchas cosas que se necesitan, más empleos, más educación, menos déficit, menos guerra, pero todo para después, olvidándose que esas mismas cosas las prometió hacer durante su primer año de presidencia, así como el cierre de Guantánamo y terminar con las guerras en Irak y Afganist’na, a las que terminó enviando 30 mil soldados adicionales.
En momentos que su popularidad está desgastada porque la recesión no cesa, habló de crear más empleos (los republicanos también aplaudieron) reducir el déficit (los republicanos no le creyeron) diciendo que por tres años después de 2011, congelará los programas federales más allá de las cuestiones de seguridad nacional y salud; en insistió en su reforma de salud (los republicanos lo abuchearon) que difícilmente podrá ser aprobada como él quiere.
En lo positivo, diría que bregó por mayor educación como metodología para acabar con la pobreza, promovió leyes para energías renovables por más que los congresistas no creyeran en la evidencia científica sobre el cambio climático y dijo que continuará con su promesa de “Change” (cambio) en la política de Washington, algo que no pudo hacer en sus primeros doce meses. La política “washintoniana” sigue siendo poco transparente, obstruccionista entre los particos políticos y llena de lobistas que meten mucho dinero a favor de sus intereses.
En realidad hasta que no haga lo que dijo en la campaña y que ahora repitió casi como un candidato de que restablecerá la confianza de los ciudadanos reduciendo el gasto público, seguiré desconfiando de Obama y pensando que es por lejos, mejor orador que hacedor.
Rescatando a Honduras
Así como la solidaridad humanitaria internacional está rescatando a Haití tras la catástrofe natural, la solidaridad gubernamental internacional debería consolidarse ahora como un frente solidario para apoyar el nuevo proceso político que se inicia hoy con Porfirio Lobo, tras la debacle que propició Manuel Zelaya y los posteriores acontecimientos.
Salvando las distancias entre los dos hechos más importantes de los últimos meses, Honduras necesita del reconocimiento internacional y así abrir los canales económicos que le permitan continuar con su desarrollo. Seguir castigando a un país que dio muestras fehacientes tras las elecciones pasadas y el correcto procedimiento político con el que Lobo asumirá hoy, es seguir negando la confianza a un país que ha dicho, rectificado y afirmado que no se trató de un golpe de Estado sino de una necesaria transición democrática para eliminar a un gobierno que venía dando golpecitos continuos.
Con lo que está sucediendo en Venezuela en estos días, se puede apreciar que la destrucción de la democracia también la pueden hacer aquellos que han sido elegidos y ungidos por el pueblo. Las elecciones no pueden darle a nadie “patente de corso” para desvirtuar los valores democráticos.
La discusión sobre si estuvo o no bien el procedimiento del golpe de Estado en junio pasado seguirá en la palestra, pero lo que no puede cuestionarse es que el gobierno democrático hondureño que asume hoy tras unas transparentes elecciones necesita del apoyo de la comunidad internacional. Y este es el rescate más necesario que se necesita hacer en la presente historia latinoamericana después de la incruenta catástrofe haitiana.
Salvando las distancias entre los dos hechos más importantes de los últimos meses, Honduras necesita del reconocimiento internacional y así abrir los canales económicos que le permitan continuar con su desarrollo. Seguir castigando a un país que dio muestras fehacientes tras las elecciones pasadas y el correcto procedimiento político con el que Lobo asumirá hoy, es seguir negando la confianza a un país que ha dicho, rectificado y afirmado que no se trató de un golpe de Estado sino de una necesaria transición democrática para eliminar a un gobierno que venía dando golpecitos continuos.
Con lo que está sucediendo en Venezuela en estos días, se puede apreciar que la destrucción de la democracia también la pueden hacer aquellos que han sido elegidos y ungidos por el pueblo. Las elecciones no pueden darle a nadie “patente de corso” para desvirtuar los valores democráticos.
La discusión sobre si estuvo o no bien el procedimiento del golpe de Estado en junio pasado seguirá en la palestra, pero lo que no puede cuestionarse es que el gobierno democrático hondureño que asume hoy tras unas transparentes elecciones necesita del apoyo de la comunidad internacional. Y este es el rescate más necesario que se necesita hacer en la presente historia latinoamericana después de la incruenta catástrofe haitiana.
enero 26, 2010
Bla, bla, bla, bla, bla...
La razón por la que el autócrata Hugo Chávez cerró varias televisoras venezolanas este fin de semana es porque no divulgan sus obligatorios discursos, que en cualquier país normal las leyes de radiodifusión los condicionan solo a emergencias nacionales, como desastres naturales, seguridad nacional, epidemias…
Pero en Venezuela es diferente. Chávez que invoca leyes – inducidas con su metodología autocrática – y miles de decretos que le permiten gobernar a su antojo y prácticamente sin fiscalización, quiere que sus mensajes se irradien por todos lados y en todo momento.
Según mediciones de AGB Nielsen Media Research, Chávez ha dado 1.995 cadenas nacionales en sus diez años de gobierno, con un tiempo equivalente a 55 días ininterrumpidos con sus enteritas 24 horas. Y encima no es tonto ni de loco tiene mucho. Sus cadenas que incluyen sus programas dominicales de Aló Presidente y cualquier otro momento que él desea, especialmente cuando lo hace para bloquear programas importantes o críticos de su gobierno, se destacan por la noche en horario estelar, el más caro y de mayor audiencia. El 58% de sus cadenas van en ese horario.
Los años electorales han tenido mayor cantidad de cadenas, por lo que este 2010 seguramente seguirá ese patrón considerando las elecciones parlamentarias de setiembre; lo que realmente evidencia que se trata de un simple abuso de privilegio en detrimento de lo que una elección representa: respeto a la equidad e imparcialidad por parte de quienes ostentan el poder.
Pero en Venezuela es diferente. Chávez que invoca leyes – inducidas con su metodología autocrática – y miles de decretos que le permiten gobernar a su antojo y prácticamente sin fiscalización, quiere que sus mensajes se irradien por todos lados y en todo momento.
Según mediciones de AGB Nielsen Media Research, Chávez ha dado 1.995 cadenas nacionales en sus diez años de gobierno, con un tiempo equivalente a 55 días ininterrumpidos con sus enteritas 24 horas. Y encima no es tonto ni de loco tiene mucho. Sus cadenas que incluyen sus programas dominicales de Aló Presidente y cualquier otro momento que él desea, especialmente cuando lo hace para bloquear programas importantes o críticos de su gobierno, se destacan por la noche en horario estelar, el más caro y de mayor audiencia. El 58% de sus cadenas van en ese horario.
Los años electorales han tenido mayor cantidad de cadenas, por lo que este 2010 seguramente seguirá ese patrón considerando las elecciones parlamentarias de setiembre; lo que realmente evidencia que se trata de un simple abuso de privilegio en detrimento de lo que una elección representa: respeto a la equidad e imparcialidad por parte de quienes ostentan el poder.
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