Publiqué hace poco mi novela futurística en Amazon: "Robots con Alma: atrapados entre la verdad y la libertad". En este blog trato de temas de actualidad referidos a los valores de la verdad y la libertad. Blog por Ricardo Trotti
febrero 03, 2013
febrero 02, 2013
Las mentiras de Argentina
Finalmente alguien tenía que ponerle el
cascabel al gato. El gobierno de Cristina Fernández de Kirchner se ha vuelto
tan autoritario que se cree con el poder de manipular la información oficial o
adecuarla a sus propios intereses desobedeciendo mandatos de sus propios
decretos, como el firmado por el ex presidente Néstor Kirchner que obliga al
Poder Ejecutivo a generar y dar información oficial en forma veraz y en término.
El FMI acaba de sancionar al oficial Instituto
Nacional de Estadísticas y Censos, INDEC (intervenido por el Poder Ejecutivo
desde 2007) por manipular información y estadísticas sobre inflación.
Las denuncias no son nuevas, son las que por
años las propias entidades argentinas, la oposición y la prensa vienen sosteniendo.
El gobierno, en lugar de haber rectificado rumbos, prefirió prohibir a las
consultoras privadas que hagan mediciones y a los medios que las divulguen, lo
que ha llevado al Congreso - al menos al sector de la oposición – a llevar sus
propias estadísticas sobre la inflación.
Como
era de esperar, Cristina no demoró mucho en reaccionar y se despachó con
decenas de tuits contra el FMI, acusando a la entidad de todas las crisis en el
mundo y de la historia.
Sin
embargo, lo que Cristina no dijo es si cumplirá con lo que se le pidió al
gobierno respecto a que en siete meses debe generar mejores y más creíbles
estadísticas o de lo contrario correrá el riesgo de no poder conseguir
asistencia financiera o ser expulsada de la entidad.
Cristina
no deja de tener razón en sus críticas al FMI, pero su reacción en nada invalida
que su gobierno sí manipula las estadísticas, para mostrar una realidad
diferente a la real, desde los índices de pobreza, de empleo formal e informal,
del precio de la canasta familiar, por citar los datos más elementales.
Hay cosas
que no se entienden de este entuerto. Por un lado, si las estadísticas sirven
para crear políticas públicas, como hará el gobierno para hacer las más
acertadas cuando no le queda otra que usar datos propios sobre los que ni
siquiera puede confiar.
Y por
otro lado, cada vez es más evidente que en el país se necesita una Ley de
Acceso a la Información Pública y Transparencia, la única forma que el público
podrá obligar al gobierno a entregarle no solo información, sino la metodología
que utiliza para generarla.
Una ley
de este tipo puede ser la única forma para fiscalizar a este gobierno.
Curas pedófilos; herida abierta
La herida sigue abierta. Desde que hace años atrás
la Arquidiócesis de Boston se vio obligada a actuar en contra de los abusos de
menores por parte de sus sacerdotes a raíz de investigaciones de los diarios Boston
Globe y Boston Phoenix, las denuncias sobre este problema de la pederastia se
extendieron por todas las diócesis del país y del mundo entero.
Ahora la justicia de California, en una pelea de más
de un lustro, finalmente pudo obligar a la Arquidiócesis de Los Ángeles a que
revele 12 mil páginas de documentos en los que se reflejan, con nombre y
apellido, los nombres de 122 curas supuestamente pedófilos que han abusado de
menores de edad.
El arzobispo, José Gómez, entre otras medidas, consternado
por los crímenes sobre los que ahora le
toca responder, prohibió al ex arzobispo y cardenal jubilado, hablar en público
y asumir tareas eclesiásticas como celebrar misa por haber ocultado durante su
término el problema y no haber tomado las medidas adecuadas contra los curas
pedófilos.
Lamentablemente hasta entonces, la Iglesia veía a
este como un conflicto interno solucionable mediante el traslado de los curas
pedófilos a otras diócesis para tapar las evidencias. Pero como sucede con los
abusadores, esa política permitió que se esparza aún más el problema.
Sobre este tema he repetido en este blog que las
autoridades de la Iglesia han pecado por acción y omisión y se han confundido
tratando de disfrazar crímenes de pecados. La Iglesia, como la de Los Ángeles,
no debiera esperar a ser intimada por la justicia para revelar los nombres de
los abusadores o las denuncias reiteradas y sistemáticas que pesan contra
algunos de sus miembros.
Para ganar credibilidad y autoridad y para cerrar
este capítulo – tan negro en su historia como el de la Inquisición – la Iglesia
debería presentarse ante la justicia y desenmascarar a todos los criminales que
se cobijan en su seno.
No valen arrepentimientos ni excusas ni penitencias.
Se necesita justicia tanto para alivianar la carga de las víctimas como para
sanear a una Iglesia en descrédito.
febrero 01, 2013
Duro y parejo informe de HRW
Human Rights Watch (HRW) pegó parejo para todo el mundo. En su informe
2013 sobre el estado de los derechos humanos en 14 países de las Américas que
reveló este jueves, demostró que en todos lados se cuecen habas, tanto en
Venezuela como en EE.UU.
HRW acusa a
Cuba de ser el régimen más represivo de América Latina, al estado de México lo
acusa de mantener un grado altísimo de impunidad, al gobierno de Hugo Chávez de
acosar a la oposición y a Rafael Correa de ir en contra de la libertad de
prensa. Sobre EE.UU. el informe es más tajante aún. Acusa al gobierno de Barack
Obama de ser el que más encarcela en el mundo, de detener a inmigrantes no
peligrosos, miembros de minorías raciales y étnicas, mantener la pena de muerte
y continuar con “prácticas abusivas” en la cárcel de Guantánamo.
Revela que
en EE.UU. en 2010 había 1.6 millones de personas, y que tiene la tasa de
encarcelamiento más alta del mundo, con 500 reclusos por cada 100 mil habitantes.
En coincidencia con el informe de HRW, el Observatorio Venezolano de
Prisiones, sacó a relucir el jueves otro informe que da cifras dantescas. Un
total de 591 presos fallecieron en las 34 cárceles venezolanas el año pasado,
una cifra récord, según el informe anual de la organización que sitúa el
hacinamiento en las prisiones por arriba del 200 por ciento. En 2011, la cifra
de muertos fue de 560.
HRW insiste que en Venezuela uno de los mayores problemas es “la
acumulación de poder en el ejecutivo y el deterioro de las garantías de
derechos humanos que han permitido que el gobierno intimide, censure y enjuicie”.
Chávez “y sus partidarios – agrega - han abusado de su poder en una gran
variedad de casos que han afectado al poder judicial, los medios de
comunicación y defensores de derechos humanos”.
No todo es negro en el horizonte para HRW. Destaca avances en tres
países. A Cristina de Kirchner y Dilma Rousseff por los avances a favor de los
derechos humanos que fueron violados en el pasado y a Juan Manuel Santos por
sus esfuerzos en lograr la paz con las negociaciones entre su gobierno y las
guerrillas de las FARC.
Seguramente los gobiernos más afectados por el informe, como lo han
hecho siempre, desconocerán todos estos hechos.
enero 30, 2013
EEUU: promoción de la democracia
Cada uno de los discursos inaugurales de los
presidentes estadounidenses de las últimas seis décadas incluyó políticas para
promover la democracia alrededor del mundo. El mensaje del lunes de Barack
Obama frente al Capitolio no fue diferente, pero dio la impresión que quiere cambiar
de estrategia.
Desde Roosevelt hasta Clinton o de la Alianza para
el Progreso de Kennedy a la Estrategia de Seguridad Nacional antiterrorista de
Bush, las tácticas para la promoción de la democracia tuvieron matices
diferentes según la época y el contexto, siempre guiadas por el pragmatismo
estadounidense para defender sus intereses y mantener el liderazgo.
Esa estrategia consistió, muchas veces, en asistencia
humanitaria, formación electoral y empoderamiento de la sociedad civil. Otras veces,
la promoción no fue más que imposición, mediante intervenciones militares,
presiones económicas y operaciones encubiertas de la CIA para apoyar golpes de
Estado o a gobiernos amigos. Así, desde el exterior, la promoción de la
democracia, no se vio como la aspiración de un país para inculcar libertad y
libre mercado, sino como la intervención de una potencia extranjera para implantar
gobiernos que defendieran sus intereses estratégicos. Irak es evidencia cercana.
Todas estas estrategias tradicionales de la
diplomacia estadounidense tuvieron poco o relativo éxito. Tal vez por esa
realidad, Obama prefirió mirar hacia adentro, enfocarse en la perfección de la
democracia propia, consciente de que el buen ejemplo puede ser un agente de
mercadeo más barato y eficiente.
En su mensaje inaugural, pese a que no abandonó la lucha
anti terrorista ni el apoyo a las “democracias en todas partes”, Obama se alejó
de las perspectivas patrioteras de sus predecesores. Se enfocó en las obligaciones
internas más que en las externas, tanto del gobierno como de sus ciudadanos.
Habló de sanear la economía, de procurar más trabajos y prosperidad, de ampliar
la clase media y de continuar con los sueños incumplidos de Abraham Lincoln y
de Martin Luther King, para que toda persona sea igual y tenga las mismas
posibilidades, sin diferencias respecto a su origen migratorio, color de piel u
orientación sexual.
Sin dudas el mensaje de Obama fue introspectivo, tan
íntimo como aquellas palabras desafiantes de John Kennedy: “No te preguntes que
puede hacer tu país por ti, sino lo que tú puedes hacer por tu país”. Por eso
cuando llamó a la paz, a continuar bregando por la seguridad y a responder a la
amenaza del calentamiento global, no lo hizo echando culpas hacia los de
afuera, al terrorismo u a otros gobiernos enemigos como en el pasado. Lo hizo
con sentido de autocrítica, pidiendo a todos los estadounidenses a trabajar unidos.
Pidió mayor compromiso ante un camino de
prosperidad, igualdad y felicidad que consideró incompleto. Pidió más
conciencia para evitar tragedias como la de Newtown, así como para desarrollar
energías renovables; pidió mayor innovación tecnológica y más maestros de
matemáticas; y adjudicó a la libertad, como regalo de Dios, y a la iniciativa
privada, el carácter de la nación.
Obama acertó en este nuevo enfoque de
responsabilidad interior. Pero también sabe que son muchas las obligaciones que
le caben al gobierno para mejorar la democracia, ya que con cuatro años a
cuestas, no tiene margen para seguir adjudicando todos los males a su
antecesor. La cárcel de Guantánamo, las denuncias sobre tortura en la lucha
contra el terrorismo, el contrabando de armas, la epidemia de la drogadicción,
los derechos de los inmigrantes, la poca transparencia en el manejo de
información gubernamental o la persecución contra quienes filtran la
información, son temas a resolver antes de que se transformen en manchas de su
legado.
El discurso de Obama
apuesta a que la disciplina y la prosperidad internas pueden ser las mejores embajadoras de la
democracia. Michael Mandelbaum, experto en política exterior, decía que los países
son como los individuos, aprenden lo que observan y que el éxito inspira ser
imitado.
enero 29, 2013
“Qatarstrofe para el fútbol”
Hace
pocos días en este blog hablé sobre la falta de responsabilidad de la que se
puede acusar al periodismo deportivo debido a que solo parece interesado en
entretener y comentar, dos aspectos que son naturales a la disciplina deportiva,
pero que son insuficientes en la tarea periodística.
Lamentablemente
los medios periodísticos, como otras empresas sacudidas por las crisis
económicas, han venido desmantelando sus unidades de investigación, lo que
consume muchos recursos y tiempo para construir buenas historias que ayuden al
público a entender las características complejas de las tramas deportivas.
El
caso de Lance Armstrong es una de las grandes omisiones del periodismo
investigativo estadounidense que solo se ha limitado a respetar lo que
Armstrong o los protagonistas han dicho sobre este caso histórico y apabullante
de dopaje.
Hoy se
supo, por suerte, sobre la investigación de la revista francesa France Football
– patrocinadora junto a la FIFA el Balón
de Oro – que mancha a los principales jefes de la FIFA y al ex presidente
francés Nicolás Sarkozy, por ayudar al pequeño y riquísimo país árabe, Qatar, a
conseguir la sede del Mundial de Fútbol para el 2022 a expensas de otras buenas
candidaturas como la Inglaterra, Australia y Corea, y de la de Estados Unidos,
país al que venció en la última ronda de votaciones en 2010.
Desde
entonces se vienen escuchando rumores sobre que los jeques qataríes compraron o
sobornaron voluntades a diestra y siniestra con tal de quedarse con la sede y
poner a su país en el mapa mundial. Pero no fue hasta ahora que la revista
francesa, haciendo gala de buen periodismo de investigación, da nombres de sospechosos
de haber estado en esa trama y cómo se fueron tejiendo los entuertos.
Es
probable que no suceda nada como ocurre muchas veces con las denuncias
periodísticas, pero es evidente que la FIFA tendrá que ser más transparente y
dar explicaciones de lo que pasó. Se trata de un organismo muy oscuro y que muchas
veces hasta parece inmune a los tentáculos de la justicia o de aquellos
fiscales que quisieran trabajar de oficio.
Si
esto llegara a comprobarse, creo que vendría muy bien aquel titular de una
editorial de una publicación alemana que en 2010 tras la decisión de la FIFA a
favor de Qatar tituló con inventiva: “Qatarstrofe para el fútbol”.
enero 28, 2013
Irrespeto a la memoria
La
comunidad judía internacional sufrió un duro golpe este fin de semana en el
momento que recordaba y honraba a los caídos en el Holocausto. Por un lado
Silvio Berlusconi hizo declaraciones explosivas e ignorantes sobre Benito
Mussolini y las conexiones con Hitler, mientras no reconoció que en la Italia
de pre guerra también los judíos italianos fueron discriminados y maltratados;
y luego unos siete mil fueron asesinados en los campos de concentración del
nazismo.
Pero
esas solo fueron declaraciones irresponsables. Peor son los actos
irresponsables, como el cometido por el gobierno de Cristina de Kirchner, que
desde este fin de semana en la cumbre de la CELAC y la UE en Santiago, anunció
que su gobierno y el de Irán han creado una Comisión de la Verdad – acuerdo que
el canciller Héctor Timmerman manufacturó en la sede de la ONU – para que se
investigue la responsabilidad de los acusados iraníes por la justicia argentina
en el atentado contra la AMIA en Buenos Aires en 1994 que dejó 85 muertos, tras
la voladura de la embajada israelito dos años antes que dejó un saldo de 29
muertos.
Bajo
los nueve puntos del acuerdo, la justicia argentina podrá interrogar a los ocho
iraníes acusados de autores intelectuales – entre ellos el ministro actual de
Defensa – en Teherán; pero es obvio que esas interrogaciones no conducirán a
nada, después de las investigaciones ya hechas y de la orden de captura que la
Interpol ya había interpuesto sobre los acusados.
La
presidente dijo por twitter anoche (las declaraciones más importantes del país
se hacen por este medio, nunca en conferencias de prensa para evitar las
preguntas) que se trató de un “acuerdo histórico”. En realidad así lo fue,
histórico porque el Poder Ejecutivo una vez más pisotea lo actuado por el Poder
Judicial y actúa en su lugar.
enero 25, 2013
La foto falsa de Chávez
Hacía rato que una publicación de una foto no
despertaba tanto rechazo como el diario español El País, con su publicación en
portada de una foto falsa del presidente Hugo Chávez, convaleciente e intubado.
Momentos antes de que fuera publicada el jueves y
retirada horas después con las disculpas del caso, el director del El Mundo,
diario de la competencia, Pedro J. Ramírez, anunció por twitter que su sala de
Redacción había rechazado pagar por la misma foto y pese a que consideró su
publicación sin la verificación necesaria, decidió no publicar debido a
consideraciones éticas.
El diario El País dijo que abrió una investigación
para deslindar responsabilidades, pero lo que no se entiende es que teniendo
unos de los libros de estilo de referencia del periodismo mundial, que exigen
verificación y precisión, dos valores ineludibles del buen periodismo, haya
decidido publicar sin saber a ciencia cierta si se trataba o no de una foto
sobre el líder venezolano. Las explicaciones de que la foto fue provista por la
agencia Gtres Online – que advirtió que la foto había sido tomada por una
persona siete días antes pero que ya había salido del entorno médico de Chávez y
que no se podía verificar nada para no poner en riesgo a la fuente – solo puede
ser excusado bajo el argumento de que quienes tomaron la decisión de El País
creyeron que la fotografía ofrecía algo de luz a un tema tan oscuro.
Creo que las consideraciones éticas sobre si se debe
publicar una foto de ese estilo aunque fuera verdadera y hubiera sido posible
verificar su autenticidad, pueden quedar a discusión, ya que si bien podría no
ser adecuado en otros casos, el hermetismo sobre la convalecencia y suerte de
Chávez, un personaje público de gran relevancia en el contexto mundial, podrían
justificar la publicación. Es, de todas maneras, una decisión que seguramente
fue tomada a conciencia, asumiendo los riesgos que existirían.
El mayor riego es el de la credibilidad y confianza
del público, no hay riesgos legales como trata de hacer ver el gobierno de
Venezuela que dijo que intentará demandar al diario por el mal causado a los
venezolanos y los familiares del líder. Tampoco se trata de una canallada como
dijo la presidente Cristina de Kirchner, dando a entender que fue obra y gracia
de un sabotaje de la prensa internacional, como si El País hubiera tenido la
intención o alevosía de hacerlo a sabiendas de que la foto era falsa.
En todo caso, el mal criterio del diario – y de ahí
viene la buena intención – fue remendado media hora después de su publicación después
de verificar que la foto no era de Chávez ni reciente, sino una toma digital de
un video en YouTube de años atrás.
Como adelanté varias veces en este blog y en mis
columnas sobre el tema, la salud de un Presidente es de interés público y el
gobierno tiene la responsabilidad de informar al público, no hacerlo es,
además, una violación a la Constitución de Venezuela. Si el gobierno venezolano
informaría con la verdad, este tipo de rumores y falsedades no tendrían por qué
ocurrir.
Todo esto no exonera para nada al periodismo cuyas obligaciones
van por dos andariveles: una que es ética, que tiene que ver con el por qué
publicar una foto de este tipo y por qué no verificar hasta la última instancia
para hacerlo. Pero, la responsabilidad más importante, es qué el periodismo
tiene el deber de investigar para sacar la verdad a flote, y desde que Chávez
se enfermó hace dos años atrás, el periodismo solo se ha quedado con la verdad
oficial.
enero 23, 2013
Control de armas
Tras la cermeonia de asunción frente al capitolio, Barack Obama insistió que una de sus prioridades seguirá siendo el control de armas de grueso calibre. El Congreso está enfocado en temas más urgentes, económicos, y podría resolver otros menos conflictivos, como inmigración. Pero sobre armas...
Comparto mi columna del fin de semana: "Arropado con el sentimiento
popular de indignación que todavía persiste por la matanza de 20 niños de la
escuela Sandy Hook, el presidente Barack Obama cargó una bala de plata para
matar al monstruo de la violencia armada en el país, aunque intimó al Congreso
a que apriete el gatillo.
El Congreso ya reaccionó y no
de la mejor forma. Legisladores republicanos y demócratas se mostraron
escépticos ante el plan de 500 millones de dólares. No por caro ni porque
defienden un derecho constitucional que malinterpreta que alguien pueda comprar
y usar un arma de grueso calibre para defensa personal que serviría para
detener a un batallón, sino por la oposición férrea de la Asociación Nacional
del Rifle (NRA), cuya influencia radica en el auspicio de las campañas
electorales de más de la mitad de senadores y diputados actuales.
Sabiendo sobre las pocas
chances de que el Congreso dispare su bala de plata, Obama cree que la pólvora
la debe encender el público. Por eso, al mismo tiempo que exigía al Congreso
legislar para prohibir rifles de asalto automático y semiautomático y que se
exija la revisión de antecedentes de buena conducta a cada comprador, anunció
que recorrería el país para arengar a la población a que presione a sus
legisladores y no dejarse embaucar por cabilderos ni por publicidad a favor de
la armas de fuego.
El público es su único apoyo
real. En recientes encuestas –Associated Press, ABC, The Washington Post y Pew
Center – la mayoría de la gente favorece la prohibición de venta y portación
armas de guerra e, incluso, quedó demostrado que hay mayor indignación popular
y enojo después de la reciente matanza de niños en la escuela de Connecticut,
que tras los atentados terroristas de Setiembre/11.
En realidad Obama tendrá que
lidiar más con la NRA que con algunos legisladores que piden anular su plan por
inconstitucional e intromisión en el Congreso. La NRA se opone a todo el plan, no
considera que las armas incentiven la violencia, cree que pueden comprarse sin
restricciones, ya sea por internet y en shows sin mostrar antecedentes como
ocurre con el 40 por ciento del público en la actualidad, y que la única
solución al problema es poner guardias armados en las cien mil escuelas del
país.
Para ello, la NRA no
escatima publicidad ni golpes bajos. Anunció que ya comenzó su “lucha del
siglo” contra Obama y en un aviso reciente lo acusa de “hipócrita elitista”,
por defender a sus hijas con las armas del servicio secreto y no dar esa misma
protección a los niños de todo el país. Miles de sus miembros celebrarán
actividades en armerías y campos de tiro el Día del Aprecio por las Armas de
Fuego, instituido el mismo día que Obama juramentará su nuevo gobierno.
Muchas de las órdenes
ejecutivas del Presidente que no deberán pasar por el Congreso son positivas, como
consejería y estudios sobre salud mental, banco de datos sobre armas automáticas
y campañas de educación. Pero algunas son polémicas, como la autorización de
estudios gubernamentales - prohibidos hasta ahora - sobre la influencia
negativa de los videojuegos, el cine y la televisión.
He aquí donde surgirán más
debates, ya que si bien el derecho a la portación y uso de armas de fuego lo
contempla la Segunda Enmienda de la Constitución – aunque en 1791 no se
consideró la potencialidad de las armas en el futuro - la Primera Enmienda es
la que dicta que no podrá haber leyes que limiten la libertad de expresión, por
lo que habrá una dura batalla si se quiere intervenir en los contenidos de la industria
del entretenimiento.
Lo que la industria del cine
y la televisión aceptaría son mayores restricciones en los niveles de
clasificación de sus contenidos y medidas adicionales para su autorregulación,
pero jamás permitirá que se cuele el argumento negativo de la NRA, ya que en
otros países del mundo, donde también se consume cultura hollywoodense
violenta, no se registran masacres de la naturaleza y con la periodicidad que
se dan en EE.UU.
El vicepresidente Joe Biden acertó cuando le dijo a Obama que no existe bala de plata o proyectil certero para derrotar a la violencia armada. Pero en la consideración de que ningún derecho es absoluto, ni siquiera los de la Segunda Enmienda, prohibir armas de guerra para uso personal es una buena forma de comenzar.
enero 22, 2013
Vida, libertad y felicidad
El discurso inaugural del segundo período
presidencial de Barack Obama fue para volver a creer. Basado en los valores
tradicionales que se desprenden de la Declaración de Independencia – vida,
Libertad y búsqueda de la felicidad – fue un mensaje de optimismo y esperanza, para
tratar de limitar el escepticismo y el pesimismo que marcaron su primer período
tras una crisis económica y recesión que siguen empobreciendo los sueños de
muchos.
En
momentos en que el país cada acción se debate con profundidad y está polarizado
ante los grandes temas – déficit presupuestario, deuda o derechos a poseer
armas, al aborto, a los matrimonios gay, legalización de las drogas o a la
participación en conflictos externos – Obama dio a entender que la tolerancia y
respeto por la pluralidad y diversidad de las ideas, la libertad de expresión, es
tanto un derecho como un deber de la sociedad: “No significa que todos definamos la libertad
de la misma manera, ni que sigamos exactamente el mismo camino hacia la
felicidad. El progreso no nos obliga a resolver debates de siglos de duración
sobre el papel del gobierno para la eternidad, sino que nos exige que actuemos
en nuestro tiempo”.
Obama se alejó de las falsas expectativas patrioteras
que suelen abundar en los discursos presidenciales, para enfrascarse en las
responsabilidades internas y externas del gobierno y sus ciudadanos. Llamó a la
paz, a terminar con una década de guerras, a más y mejores trabajos y
oportunidades y a continuar con los sueños incumplidos de Abraham Lincoln y de
Martin Luther King para que toda persona sea igual y tenga las mismas
posibilidades, pese al color de su piel u orientación sexual.
Rescato algunas de las frases más acertadas de su
discurso de 15 minutos frente al Capitolio:
“A lo largo de todo esto, jamás hemos
abandonado nuestro escepticismo de autoridad central, ni hemos sucumbido a la
ficción de que los males de la sociedad pueden curarse solo a través del
gobierno. Nuestra celebración de iniciativa y empresa, nuestra insistencia en
el trabajo duro y la responsabilidad personal, esos son factores inamovibles de
nuestro carácter”.
“Está llegando a su fin una década de guerra. Ha
comenzado una recuperación económica. Las posibilidades de los Estados Unidos
no tienen límite, pues poseemos todas las cualidades que requiere este mundo
sin límites: juventud e impulso; diversidad y transparencia; una capacidad
inagotable para el riesgo, y una facilidad para la reinvención”.
“Entendemos que nuestro país no puede tener
éxito cuando cada vez menos gente tiene mucho éxito y cada vez más gente apenas
puede cubrir sus gastos. Creemos que la prosperidad de los Estados Unidos tiene
que ser una responsabilidad que esté sobre los amplios hombros de una clase
media creciente”.
“Nosotros, el pueblo de los Estados Unidos,
aún creemos que la seguridad y la paz duraderas no requieren estar en guerra
perpetua”.
“Seguiremos defendiendo a nuestro pueblo y
sosteniendo nuestros valores con la fuerza de las armas y el estado de derecho”.
“Estados Unidos seguirá siendo el áncora de
alianzas sólidas en cada rincón del globo. Y renovaremos aquellas instituciones
que amplíen nuestra capacidad para gestionar las crisis en el extranjero, pues
nadie tiene más en juego en un mundo pacífico que su nación más poderosa.
Apoyaremos las democracias en todas partes, desde Asia hasta África, desde las
Américas hasta el Medio Oriente, pues así nos inspiran nuestros intereses y
nuestra consciencia para obrar a favor de aquellos que anhelan ser libres”.
“Nuestro recorrido no estará completo hasta
que nuestras esposas, nuestras madres y nuestras hijas puedan ganarse la vida
como corresponde a sus esfuerzos. Nuestro recorrido no estará completo hasta
que a nuestros hermanos y hermanas gay se les trate igual que a todos los demás
según la ley, porque, si nos han creado iguales de verdad, entonces el amor que
profesamos debe ser también igual para todos”.
“Nuestro recorrido no estará completo hasta
que encontremos una manera mejor de recibir a los inmigrantes esforzados y
esperanzados que todavía ven a los Estados Unidos como el país de las
oportunidades; hasta que los jóvenes estudiantes e ingenieros brillantes entren
a formar parte de nuestra fuerza laboral en lugar de que se les expulse de
nuestro país”.
“Ése es el deber de nuestra generación: hacer
que estas palabras, estos derechos, estos valores, de vida, libertad y búsqueda
de la felicidad, sean reales para cada uno de los estadounidenses. El hecho de
ser fieles a nuestros documentos sobre los que se fundó Estados Unidos no nos
exige que estemos de acuerdo con cada aspecto de la vida. No significa que
todos definamos la libertad de la misma manera, ni que sigamos exactamente el
mismo camino hacia la felicidad. El progreso no nos obliga a resolver debates
de siglos de duración sobre el papel del gobierno para la eternidad, sino que
nos exige que actuemos en nuestro tiempo”.
enero 20, 2013
Chávez, Armstrong y el periodismo
La manipulación informativa
oficial sobre la suerte del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y las mentiras
del ciclista estadounidense, Lance Armstrong, no hablan muy bien del periodismo
que, en ambas historias, se ha quedado en la superficialidad de las declaraciones
sin meterse en su responsabilidad de investigar a profundidad.
Aunque el secretismo oficial
en torno a Chávez está condicionado por sus allegados y por el hermético
gobierno de La Habana, es posible que, si desde que su historia médica comenzó
hace dos años, un grupo de periodistas hubiera indagado, se podrían hoy saber
más verdades.
Así como el gobierno tiene
la obligación de informar con la verdad, el periodismo investigativo venezolano
en primera instancia y el de otras latitudes, en segunda, tienen las responsabilidad
de buscar la verdad y no conformarse con las declaraciones del vicepresidente Nicolás
Maduro, del ministro de Información, Ernesto Villegas o del propio Chávez, que
durante su última campaña electoral juró que se había curado del cáncer.
Tampoco los periodistas pueden quedarse tranquilos con las denuncias de algún
médico o columnista que aseguran que informan usando fuentes muy cercanas al
gobierno; informaciones que no pueden confirmar ni verificar y que solo serían
parte de filtraciones de algún funcionario de buena voluntad.
En el caso de Armstrong - que
mintió sobre su conducta personal como lo hizo Chávez – la responsabilidad le
cabe a los periodistas deportivos estadounidenses principalmente, quienes
tratan al deporte como una disciplina de entretenimiento más que una que también
requiere de investigación o, al menos, de verificación. En el caso de
Armstrong, el periodismo actuó de público, dejándose arrastrar emocionalmente
por el protagonista convertido en héroe, tapando, incluso, cualquier denuncia
que se hacía sobre su dopaje.
En el caso de Armstrong
fueron finalmente sus propias declaraciones las que determinaron la verdad del
caso, mientras los periodistas parecieron los espectadores; y eso que su historia
de dopaje se remonta a la época de la primera de sus siete coronas del Tour de
Francia con el equipo del US Postal Service.
Hay que admitir que el
periodismo también puede ser sorprendido con muchas noticias repentinas, pero
tratándose de historias muy repetitivas – la enfermedad de Chávez de dos años y
el dopaje de Armstrong de siete – al periodismo le cabe su alta cuota de
responsabilidad por no haber investigado y echado luz sobre tantas mentiras,
manipulaciones y deformaciones de la verdad.
El periodismo no puede darse
el lujo de ser espectador.
enero 17, 2013
“Que la gente decida”
Las palabras del famoso ciclista estadounidense, ahora
en aprietos, Lance Armstrong, son parte de su acostumbrada manipulación que
durante su carrera ha hecho de quienes lo rodeaban, como quedó demostrado en
evidencias y estudios recopiladas por la agencia antidopaje y en sus propias
confesiones que esta noche y mañana serán divulgadas por la diva televisiva
Oprah Winfrey.
La frase “que la gente decida” no es más que
ocultarse detrás de la popularidad que todavía le pregonan muchos incrédulos.
Es parte de la demagogia que en otras épocas utilizó – incluso legalmente –
para atacar a sus víctimas y hacerse la víctima ante quienes lo acusaban de
mantener una increíble y perfeccionada maquinaria con la que llegó a extorsionar
a sus compañeros de equipo y sobornar a las autoridades de la Unión Ciclista
Internacional.
Más allá de esa maquinaria de dopaje, y las
consecuencias que sufrirá en los estrados judiciales luego de haber sido
despojado de sus siete coronas en el Tour de Francia; lo que realmente duele es
cómo a esa gente que ahora pide que decida, se nos haya caído la confianza en
un ídolo que creíamos héroe e insuperable.
Comparado a muchos deportistas que nos han engañado
con el uso de esteroides o distintos tipos de doping, ninguno tenía la
jerarquía universal de Armstrong conseguida gracias a un cáncer cuya superación
utilizó como trampolín para alcanzar los logros más importantes de su carrera:
ganar títulos y mantener una fundación, Livestrong, para investigar y luchar
contra el cáncer.
Probablemente otro golpe fuerte haya sido el de
Maradona cuando en el Mundial de EE.UU. se descubrió que su fuerza atlética y
goles estaban bajo los efectos del dopaje. Pero aquel personaje fue solo
traición para un país y para amantes del fútbol, muchos de los cuales ya sabían
de sus desventuras con las drogas y vida disipada.
El dopaje confeso de Armstrong es distinto.
Armstrong era un atleta universal que estaba por arriba de cualquier bandera,
por eso su dopaje termina siendo una traición a la confianza universal depositada.
En la actualidad, creo que Lionel Messi y Lebron James, son los únicos atletas
populares y de talla universal que producirían, en caso de que hubieran
alcanzado sus records con la ayuda de drogas anti deportivas, una decepción de
esa magnitud.
Pero más allá del dopaje, lo de Armstrong es mucho
peor. No solo consumió drogas, se hizo trasfusiones de sangre y utilizó otros
métodos alocados, sino que obligó a sus compañeros de equipo a hacerlo, y por
años amenazó a medio mundo para ocultar la verdad. También vino desmintiendo
por años cualquier sospecha o acusación y lo hizo con total desparpajo ante
jueces, sponsors y rivales.
Lo de Armstrong tiene proporciones muy superiores a
la de otros atletas que solo tienen la complicidad de sus entrenadores y
médicos personales. Lo de Armstrong no fue accidental, premeditado y con
alevosía. De ahí que el jefe de la agencia estadounidense antidopaje, Travis
Tygart, luego de haber publicado evidencias en más de mil páginas, haya
calificado el programa de dopaje de Armstrong como el “más sofisticado,
profesionalizado y exitoso en la historia del deporte”.
No creo, por ello, que la gente tenga que tomar
alguna decisión como Armstrong pide. Ya fue mucho tener que soportar todas las
mentiras, ahora le toca a las autoridades la decisión y a nosotros, el público,
solo tratar de entender y ser compasivos con quien no lo fue.
enero 15, 2013
Chavismo: sigue el carnaval
El carnaval comenzó con
anticipación. En un caso inédito, el Tribunal Supremo de Justicia venezolano avaló
el inicio de las fiestas al posponer por tiempo indefinido el acto de posesión
del presidente reelecto Hugo Chávez y permitir la continuidad del gobierno,
tras una dudosa interpretación de la Constitución.
La decisión, pactada de
antemano en La Habana, sirvió para que el oficialismo, celebrara este 10 de
enero un acto en solidaridad y de exaltación de la personalidad del líder
ausente. Con la fiesta, el gobierno tuvo la intención de mostrar fuerza de
movilización y encubrir cualquier discusión democrática sobre su legitimidad.
El vicepresidente Nicolás
Maduro no habló de planes ni agenda futura, pero amenazó y advirtió a
potenciales golpistas. Todo esto, con el aval de una comparsa internacional
encabezada por los presidentes José Mujica, de Uruguay, Evo Morales, de Bolivia
y Daniel Ortega, de Nicaragua, cuya amistad con el chavismo les impide siquiera
dudar si en Venezuela se atentó contra la Constitución. Algo que sí sopesaron
ante los golpes constitucionales en contra del presidente hondureño Manuel
Zelaya y del paraguayo Fernando Lugo, pidiendo que ambos países fueran
sancionados y expulsados de la OEA y otros foros internacionales.
Estos presidentes, ex
mandatarios y funcionarios de Argentina, El Salvador, Paraguay, entre otros
países, llegaron hipócritamente a Caracas blandiendo el manido discurso de la no
injerencia imperialista, aunque se entrometieron en los asuntos internos que
los venezolanos todavía no pudieron descifrar. Si es que se ajusta a derecho el
fallo del Tribunal Supremo que permitió la continuidad del gobierno – que incluiría
que Chávez pueda asumir en La Habana si recupera su salud - por encima del principio
constitucional que manda que ante la ausencia del Presidente electo o su
inhabilitación, debe asumir el líder de la Asamblea Legislativa y convocar a
nuevas elecciones.
Ante escenarios poco
deseados, y acostumbrado a un poder hegemónico de más de 14 años, hace rato que
el chavismo enmascara la gravedad de la situación. Sobre Chávez, su cáncer y
expectativa de vida se sabe poco. Después de un mes internado en La Habana,
Chávez no aparece en fotos y quienes lo visitan no lo pueden ver. Todavía peor,
el gobierno prohibió la formación de una comisión parlamentaria mixta y con
facultativos para que visite Cuba y permita verificar si el mandatario está
inhabilitado para asumir la Presidencia. De ahí que hayan crecido los rumores y
temores sobre su vida.
Pero ese no es el único
secreto intencionado que pretende el régimen. Al mejor estilo de las
autoridades de China que censuraron una protesta de periodistas por mayor
libertad de expresión y democracia esta semana, el gobierno venezolano censuró a
la cadena Globovisión por considerar
que el contenido crítico de cuatro videos sobre el fallo del Superior Tribunal,
incita “al odio, a la intolerancia por razones políticas, a la zozobra y
alteraciones del orden público”.
La prohibición, contraria al
principio legal de censura previa, evitó que Globovisión difundiera videos que auto
comprometen al oficialismo, en los que Chávez, antes de marcharse el 10 de
diciembre a La Habana, indicaba como se debía proceder en su ausencia.
Contrario a lo que sucedió ahora, Chávez ajustándose al mandato constitucional designó
como vicepresidente al canciller Nicolás Maduro, a quien propuso como el
candidato del oficialismo para las próximas elecciones en caso de quedar inhabilitado.
Aunque el chavismo se haya
bañado de poder con sus multitudes, la situación no parece que será menos
compleja en el futuro inmediato. Ahora que Maduro asumió el poder y continuará con
el anterior gabinete, muchos cuestionan qué legitimidad tendría si Chávez muere
o sigue inhabilitado, ya que muchas de las decisiones de nivel nacional e
internacional están solo reservadas para que las tome el presidente.
Sin embargo, el chavismo, con el control de los poderes Judicial y Legislativo, siempre supo sortear cualquier atolladero mediante vericuetos legales. El fallo actual del Tribunal Supremo se compara a la decisión de la Asamblea Legislativa a fines de 2010, cuando autorizó a Chávez gobernar por decreto por 18 meses, antes de que asumieran los diputados de la oposición. Aquel fue otro carnaval.
enero 12, 2013
Chávez el censor. Su legado
Da lo
mismo, ya sea desde su lecho o por su voluntad, los chavistas más rojos del
régimen, Nicolás Maduro y Diosdado Cabello, invocan las enseñanzas de su líder para
censurar a los medios de comunicación y a cualquier ciudadano u opositor que critique
al gobierno o que trate de hablar de un tema de interés público como es su
convalecencia.
Muy al
estilo de las autoridades chinas que esta semana declararon que la censura es
oficial y que los medios responden al criterio editorial del partido, en
Venezuela, por obra y gracia de Cabello, el órgano que rige las comunicaciones,
Conatel, prohibió a la cadena Globovisión. La televisora no puede seguir difundiendo
videos en los que Chávez, antes de partir hacia La Habana, decía lo que el
chavismo debía hacer. Todo lo contrario de lo que orquestó Maduro con los
hermanos Castro desde La Habana y con el aval de un Supremo Tribunal de
Justicia sometido o aliado al poder político.
La
censura contra Globovisión se disfrazó de apología a los disturbios y de
intolerancia política, los mismos criterios que Chávez vino utilizando desde
1999 para atacar a la oposición y hacer de Venezuela, una republiqueta cada vez
más parecida a la Cuba de las libertades individuales y sociales coartadas. La
censura en Venezuela es legal.
Esta
censura no sorprende. El régimen y sus acólitos que siempre critican a los
monopolios internacionales, no han hecho otra cosa que instaurar un gran
ensamblaje de medios gubernamentales, propagandísticos o someter mediante leyes
y extorsiones a los independientes. Desde hace rato que Globovisión tiene las
horas contadas; terminará algún día con la misma suerte que RCTV, más de 50
emisoras, periódicos y sitios de internet que han sido cerrados por criticar al
régimen, acusados de golpistas y pendencieros.
En
Venezuela los medios y periodistas que idolatran a Chávez sobreviven, lo que
critican al régimen son perseguidos. Chávez ha dado siempre órdenes expresas en
ese sentido, ya sea mediante amenazas directas, promulgando leyes mordazas o
decretando el cierre de medios. La censura y la intolerancia, violaciones
expresas a los derechos humanos, son y serán parte de su legado histórico.
enero 11, 2013
El circo chavista
Circo Internacional
El acto de solidaridad y de culto a la personalidad del líder ausente realizado ayer en Caracas y dirigido por el vicepresidente, Nicolás Maduro, fue parte del acto circense que inauguro el Tribunal Supremo de Justicia, tras permitir que el Gobierno pueda tener continuidad pese a que el presidente reelecto no estaba habilitado para tomar posesión.
La polémica sobre la interpretación de la Constitución tuvo el aval de varios presidentes latinoamericanos que se presentaron en Caracas para apoyar a la revolución. Tanto Jose Mujica, Evo Morales y Daniel Ortega, asi como el ex presidente Fernando Lugo, el vicepresidente de El Salvador y el canciller argentino, entre tantos otros, cometieron el agravio de entrometerse en asuntos internos del país, sobre los cuales los venezolanos todavía no se han puesto de acuerdo ni dirimido sus diferencias, pese a que el gobierno diga lo contrario y amenace o advierta a la oposición de que tomara represalias ante cualquier intento de desestabilización.
El chavismo ha cometido serios atropellos a la Constitución en sus 14 años pero siempre lo ha hecho a través de los vericuetos que les permiten las leyes, muchas de ellas creadas con ese propósito de transformar sus ilícitos en legítimos, como aquel día de diciembre de 2010 cuando la Asamblea Legislativa le otorgo a Chávez una ley habilitante para que pueda gobernar por decreto por 18 meses.
Seguramente en estos próximos días mientras la oposición, los académicos, los dirigentes y los ciudadanos quieran seguir discutiendo sobre la complejidad de la situación, el chavismo encontrara a través del control de los poderes Judicial y Legislativo, las formas para transformar sus polémicas decisiones y bravuconadas en hechos ajustados a derecho.
enero 10, 2013
Armas: Ningún derecho es absoluto
Ante el
cumplimiento de la promesa de Barack Obama de tomar riendas en el tema de la
violencia provocada contra las armas, después de la masacre de Newtown, grupos
conservadores en el país han tomado la iniciativa de declarar el 21 de enero,
día que asumirá el Presidente su segundo término, Día del Aprecio por las Armas
de Fuego.
En
realidad todos tienen derecho a protestar por lo que consideran sus derechos,
especialmente por el de portación de armas que es explícito en la Segunda Enmienda
de la Constitución, pero de nada vale el cinismo de organizar una jornada en la
que los organizadores pretenden que mientras Obama está asumiendo, sus
detractores, por su posición anti armas de grueso calibre, piden que se visiten
armerías, campos de tiros y alzar la voz contra la intromisión del gobierno en
el derecho individual.
Lo que
estos grupos no tratan de entender es que no hay derechos absolutos. Es como si
se dijera que en nombre de la libertad de expresión garantizada por la Primera
Enmienda se pudiera decir, opinar o defender a cualquiera persona por más que
mienta o ataque intencionadamente - a sabiendas de que lo hace falsamente – la reputación
de otra persona. En esos casos, la reglamentación de la Constitución a través
de varias leyes, establecen límites y responsabilidades sobre la libertad de
expresión.
En el caso
del derecho a la portación de armas, más allá de los límites y
responsabilidades que dictan que no se las puede usar para agredir sino en defensa
propia, muchos han interpretado que la Constitución les da derecho a poseer
todo tipo de armas, incluso de alto calibre y de guerra, las que deberían
poseerse solo mediante licencias y justificaciones especiales.
El hecho
de que 30 mil personas mueran por año y 100 mil queden heridas en EE.UU. a
consecuencia de los portadores de armas, habla por sí solo de que existe un
problema grave sobre el que se deben adoptar medidas. Según declaraciones de
Joe Biden ayer, Obama podrá regular algunos mecanismos mediante decreto sin
esperar una ley particular del Congreso. Habiendo sido profesor de Derecho Constitucional,
seguramente será cauteloso en la protección de los derechos y podrá imponer
límites de sentido común.
enero 08, 2013
Más inconstitucionalidades en Venezuela
A solo dos días de que asuma el nuevo gobierno de Venezuela, las autoridades actuales tratan de seguir manipulando lo establecido por la Constitución para que el presidente reelecto Hugo Chávez pueda estar en funciones, pese a que se encuentra incapacitado por enfermedad y fuera del país. En estas condiciones la Constitución es muy clara, debe asumir el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, y debe quedar de lado el gobierno que en estos momenetos preside el vicepresidente y canciller Nicolás Maduro.
Cabello entonces, ante la incapacidad de Chávez, debería convocar a nuevas elecciones. Lo que parece más probable en el gobierno actual, es que se trate de hacer juramentar a Chávez mediante el Superior Tribunal de Justicia.
Comparto con ustedes, mi columna del fin de semana sobre otros irrespetos a la Constitución por parte del presente gobierno.
"A pocas horas de la
ceremonia de toma de posesión, el gobierno de Venezuela todavía manipula la información
sobre la salud del presidente reelecto Hugo Chávez, como si se tratara de un
secreto de Estado, dejando a los venezolanos en una situación general de
zozobra y al mundo entero en la incertidumbre.
La desinformación
intencionada y la intriga, las armas preferidas de la propaganda totalitaria
que el chavismo importó del régimen cubano, son responsables de la batería de
rumores que, con igual intensidad y al mismo tiempo, ubican a Chávez en todos
los escenarios posibles: muerto; en coma inducido; vivo, pero incapacitado; o
con pedido de prórroga para asumir después del 10 de enero programado.
El vicepresidente Nicolás
Maduro, el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, máximos referentes
del chavismo, y el ministro de Información, Ernesto Villegas, son
constitucionalmente responsables por la falta de transparencia que rodea al
estado de salud de Chávez, pese a que desvíen la atención acusando a medios,
redes sociales y al “entramado mediático trasnacional” de crear “rumores
malintencionados”, “guerra psicológica” y desestabilización.
La falta de transparencia
disfrazada de “insuficiencia respiratoria” no sorprende. Ha sido marca
registrada de este gobierno que considera que el mandato que redactó en la
nueva Constitución - “…toda persona tiene derecho a la información oportuna,
veraz e imparcial…” - es solo una obligación para los medios, so pena de ser
censurados o cerrados.
Según Maduro, en su informe
al país por cadena nacional, Chávez le pidió mantener “al pueblo informado
siempre con la verdad, por dura que ella fuera”. Sin embargo, se olvidó que la verdad no se
determina con adjetivos calificativos (situación “delicada, compleja o
imprevisible”), sino con precisión y descripción, por lo que su deber es ofrecer
detalles sobre el tipo de cáncer, gravedad, complicaciones y expectativas de
vida del Presidente.
Todo empezó con Chávez. No solo
eligió a Cuba por su sintonía ideológica con los hermanos Castro o por sus
avances oncológicos, sino porque el régimen promete hermetismo mediante un sistema
informativo estatal propagandístico. Justamente esa “garantía de
confidencialidad”, determinó que el gobierno colombiano eligiera a Cuba como
sede para las negociaciones de paz con las guerrillas FARC, como confesó en
estos días el hermano del presidente, Juan Manuel Santos.
Pese a la confidencialidad y
a la intriga de estilo fidelista, y a los últimos dichos de Maduro y Cabello
sobre que Chávez se estaría recuperando y pronto retomaría las riendas del
país, nunca antes los indicios habían sido tan claros. Es que en un acto que
sonó a despedida, el 10 de diciembre, Chávez ungió como vicepresidente y
sucesor a Maduro antes de marcharse a La Habana para su cuarta operación.
Aquella confidencia pública terminó
por confirmar que el rumor sobre la gravedad de su enfermedad era verdad. Hasta
entonces, esa verdad se manipulaba según la ocasión. Semanas antes y en plena
campaña electoral, un Chávez histriónico, alardeaba sobre su recuperación
física y emocional, jurando que había vencido a su peor opositor: el cáncer.
Muchos todavía creen que el
coctel de medicina y propaganda cubana puede deparar alguna sorpresa; pero
otros, más realistas, creen que aquel nombramiento de Maduro y las
coincidencias de rumores posteriores, revelan que el fin del líder está cerca. Ante
un escenario sin Chávez, en las próximas horas solo quedan por definir acuerdos
sobre las diferentes interpretaciones a la Constitución, para que el desenlace
y la transición sean ordenados y ajustados a derecho.
Que Maduro, Cabello y los
partidarios del chavismo teman, no quieran o no sepan cómo desvincularse de la
figura convocante de Chávez es comprensible. Pero negar y manipular la
información sobre la salud del Presidente o acusar de guerra psicológica o de
desestabilizar al país a quienes reclaman saber la verdad, demuestra el nivel
de arrogancia y autoritarismo con la que se conducen las tareas de Estado.
La desinformación provocada por el gobierno es el peor tumor de la democracia. En el próximo período, los venezolanos deberían exigir leyes estrictas para que ese mal sea extirpado de raíz".
enero 06, 2013
La justicia como superpoder
Lo más importante para que
el sistema democrático sea fehaciente y creíble es que haya independencia y
equilibrio de poderes. Es una buena señal cuando el Poder Judicial se interpone
ante decisiones ejecutivas o cuestiona y desafía leyes por considerarlas
inconstitucionales. Que un aparato judicial sea independiente y por tanto tenga
ese poder de equilibrio es una buena garantía para los ciudadanos, pese a que
muchas veces los fallos puedan ser cuestionados o, aparentemente, no sean
equitativos.
El poder del Poder Judicial
puede resultar el único freno contra el autoritarismo o las pretensiones de un
gobierno de salirse con la suya.
Esto sucede en la Argentina
de hoy. La presidenta Cristina de Kirchner está pataleando más de la cuenta,
enojada con la justicia, porque considera que dos medidas cautelares recientes
que suspenden la aplicación de la Ley de Medios y la expropiación de los
predios de la Sociedad Rural Argentina son de carácter político para dañar a su
gobierno. Considera, como expresó ayer por Twitter, que los jueces se han
transformado en un superpoder que beneficia solo a las corporaciones – la oligarquía
mediática y agropecuaria – a expensas de los intereses del pueblo – léase del
gobierno, en consideración de que ella y su gobierno son los únicos que consideran
que pueden interpretar qué es el pueblo.
De esta forma la Presidenta,
en lugar de hacer ver que la democracia se robustece con el equilibrio de
poderes, saltó a la palestra insultando a medio mundo porque los jueces se
oponen a la voluntad de su gobierno. Y lo hizo en contra de los jueces de un
tribunal menor, sabiendo que como cualquier ciudadano común puede apelar los
fallos y seguir el curso de la justicia hasta que haya instancias definitivas.
Sin embargo, y pese a que
muchos jueces fueron ungidos por el oficialismo y por eso ella considera que
deben favorecerle con sus fallos, ella y muchos funcionarios y partidistas,
como Hebe de Bonafini, líder de las Madres de Plaza de Mayo, comenzaron a decir
que saldrán a contar detalles y poner trapitos al sol sobre la conducta
personal de los jueces. Un tipo de represalia y presión contra los jueces que
el gobierno viene usando contra todos los que no se acomoden a sus designios. Vale
recordar los juicios públicos que se le hicieron a montones de periodistas en la
Plaza de Mayo para desacreditar, insolentemente, a periodistas que se
consideraba habían estado al servicio de la dictadura.
Varias veces la Presidente
ha acusado a los jueces de corruptos. Varias veces ha dicho que se necesita
reformar el aparato judicial. Evidentemente, está en la misma tesitura del
presidente de Ecuador, Rafael Correa, quien luego de desacreditar a los jueces
y acusarlos de corruptos, hizo una reforma judicial que terminó por beneficiarlo
directamente a él, no al pueblo ni a la justicia ni a la democracia como
sustentaba en sus argumentos para la reforma.
Los jueces no son mejores ni
peores que cualquier otro miembro de cualquiera otra disciplina. Los hay probos
y deshonestos; pero hay formas de combatir esa corrupción sin tener que entrar
a lidiar con reformas que lo que buscan es solo fomentar una justicia adicta y
permisiva para los intereses de los otros poderes del Estado.
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