Las vidas de un periodista en Honduras, la esposa de un legislador en Ecuador, un sindicalista en Colombia y un médico en Panamá han tenido un fin común en semanas recientes a manos de asesinos a sueldo, una modalidad criminal que ha crecido raudamente en América Latina y que desafía los sistemas nacionales de seguridad pública.
El sicariato o asesinato por encargo ya es un fenómeno regional que desvela no solo a presidentes como Alvaro Uribe, Felipe Calderón o Alan García. También es tema relevante en los discursos de Rafael Correa, Laura Chinchilla, Porfirio Lobo y Ricardo Martinelli; así como foco de editoriales en La Nación de Buenos Aires o Listín Diario en Santo Domingo.
La expansión del crimen organizado y sus delitos conexos, como el narcotráfico, ha aumentado la demanda por matones a sueldo, servicio que se oferta por internet hasta con tarifas de promoción. En Honduras un Observatorio de la Violencia contó 1.719 víctimas de sicariato en 2009; en la ciudad colombiana de Cartagena, donde se inauguró una línea telefónica para denunciar homicidios por encargo, se registró esta semana la víctima número 60; mientras el gobierno estatal de Táchira en Venezuela, ya contabilizó 285 casos de sicariato este año.
El desafío mayor es que la violencia y la falta de una respuesta eficaz del Estado, no solo amenazan la seguridad ciudadana, sino también la gobernabilidad democrática de la región, como argumentó un informe reciente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), tras destacar que Latinoamérica posee los índices de criminalidad más altos del mundo.
Esto es justamente lo que busca evitar el gobierno de Correa en Ecuador, desafiado a actuar tras el aumento del sicariato en ciudades importantes como Guayaquil, donde el 63% de la gente teme ser víctima de sicarios según sondeos recientes. No solo se está reglamentando el uso de motocicletas – vehículo típicamente usado por sicarios - como en Honduras, sino también creando unidades élites de policía, buscando cooperación con Francia y Colombia, a la vez que se promueve una reforma legal para tipificar el delito agravado de sicariato en el Código Penal, suprimir la reducción de penas y disminuir la edad de imputabilidad de menores de 18 años.
Sin embargo, estas políticas más rígidas, que también figuran como estrategia del gobierno panameño, y que aparentan ser medidas disuasivas contra los violentos, están reñidas con estándares interamericanos de derechos humanos. En su informe de mayo sobre Seguridad Ciudadana, la CIDH pide pasar de políticas públicas represivas a preventivas para combatir el crimen, advirtiendo que la presión punitiva o aplicar el derecho penal de adultos a niños y púberes, son medidas de ineficacia histórica.
Las evidencias también muestran que el uso de fuerza militar para combatir el crimen suele acarrear violaciones a los derechos humanos, como se denuncia en México, Colombia o El Salvador. Y se cree que medidas más punitivas pondrían en jaque a los frágiles sistemas carcelarios, como el de Guatemala, que colapsaría en caso de tener que absorber más reos, aun considerando solo una pequeña porción de los 150 mil pandilleros en el país.
La encrucijada no es fácil. El desafío para muchas naciones es qué hacer con tantos delincuentes, cómo evitar que sus cárceles sean escuelas del crimen; o qué hacer con las leyes, porque las que se tienen no sirven y las que se quieren promulgar no se recomiendan.
Lo que sí va quedando claro es que debido a la globalización del crimen, no puede haber reacciones individuales, sino respuestas integrales basadas en la cooperación internacional. En el primer diálogo sobre seguridad a fines de mayo entre EEUU y los países de la Cuenca del Caribe se habló de responsabilidad compartida, medidas preventivas más allá de la respuesta policial y militar, además de intercambio de información, inteligencia, entrenamiento policial y propuestas para reformar sistemas judiciales.
Sin embargo, para que sea viable este nuevo enfoque de cooperación internacional contra la delincuencia y el sicariato, se deben enmendar las relaciones diplomáticas rotas o débiles en un continente que todavía está jironado y dividido por las ideologías de turno. Y esto, en particular, constituye un monumental desafío para los gobiernos latinoamericanos.
Publiqué hace poco mi novela futurística en Amazon: "Robots con Alma: atrapados entre la verdad y la libertad". En este blog trato de temas de actualidad referidos a los valores de la verdad y la libertad. Blog por Ricardo Trotti
junio 11, 2010
Mundial clásico
La TV muestra todavía a Shakira sacudiendo sus caderas, toda la fiesta sudafricana, los analistas la inseguridad y los temas irresueltos del apartheid en ese país que estamos aprendiendo a conocer, los periodistas deportivos se lamentan de los lesionados y los no convocados, pero lo que nos importan a los fanáticos, esos que tenemos cultura de fútbol en las venas y que es capaz de infartar el corazón con las alegrías y desazones, queremos el puntapié inicial y que empiecen los goles.
No hay dicha más grande que ver un partido bueno y lleno de golazos, el resto es pura parafernalia que terminará pronto en el olvido. La esencia del Mundial, lo que perdurará en el tiempo y convertirá a un Mundial en clásico son los goles, las jugadas, los resultados y obviamente la corona. Si un país africano la obtendrá, será lo único que se recuerde por siglos. El primer Mundial, el primer título.
Ojala, por el bien del fútbol y de Africa, que este sea un Mundial que se transforme en clásico.
No hay dicha más grande que ver un partido bueno y lleno de golazos, el resto es pura parafernalia que terminará pronto en el olvido. La esencia del Mundial, lo que perdurará en el tiempo y convertirá a un Mundial en clásico son los goles, las jugadas, los resultados y obviamente la corona. Si un país africano la obtendrá, será lo único que se recuerde por siglos. El primer Mundial, el primer título.
Ojala, por el bien del fútbol y de Africa, que este sea un Mundial que se transforme en clásico.
junio 10, 2010
Correa y la anti libertad
El presidente Rafael Correa está siempre inquieto en contra de la SIP organización a la que califica de estar en contra de los periodistas por tratarse de una agrupación de dueños de periódicos que explota a sus periodistas. Es siempre la misma cantaleta que tienen en contra de la libertad de prensa y de empresa los nuevos magnates de la prensa latinoamericana, esos gobernantes como los Kirchner en Argentina, el propio Correa en Ecuador, Hugo Chávez en Venezuela, Evo Morales en Bolivia y Daniel Ortega en Nicaragua, que en los últimos dos años se han adueñado de medios de comunicación en sus países, ya sea expropiándolos, creando nuevos o comprando viejos.
De esto lo saben muy bien un grupo de más de 15 periodistas del diario oficial ecuatoriano El Telégrafo que se alejó de ese diario oficial, expropiado tiempo atrás, porque el gobierno de Correa les estaba imponiendo una línea editorial propagandista en lugar de permitir, que como medio público tuviera una línea plural y diversa para todos los ecuatorianos, como manda la Constitución, y no solo para quienes idolatran al gobierno.
Correa tiene esa verborragia arrogante y dañina propia de los autoritarios, habiéndose disgustado con la SIP porque le envió una carta a la jefa de la cancillería estadounidense, Hillary Clinton, para que pida a Correa frenar el ímpetu gubernamental frente a la nueva Ley de Comunicación, una legislación que directamente pone al Gobierno por sobre todas las cosas, con el peligro de convertirlo en el gran censor del derecho del ecuatoriano a buscar y difundir información. Correa usa los mismos artilugios que usó Chávez cuando justificó la ley de Responsabilidad Social, al decir que lo que realmente no quieren muchos es que se regule la pornografía a través de los medios, cuando en realidad las leyes ya disponibles establecen condicionamientos para este tipo de información.
“Estamos proponiendo una Ley de Comunicación en la que haya mayoría ciudadana en el Consejo. Pero creemos necesario un Consejo que diga: ‘Señores, ustedes no pueden presentar pornografía en horas que los niños están viendo televisión’, dijo Correa. Bueno justamente esta fue la forma en que empezó a defender Chávez aquella ley que luego con los años le permitió cerrar RCTV, emisoras de radios, perseguir a los periodistas y un puñado de atrocidades más en contra de la libertad de empresa y de prensa.
De esto lo saben muy bien un grupo de más de 15 periodistas del diario oficial ecuatoriano El Telégrafo que se alejó de ese diario oficial, expropiado tiempo atrás, porque el gobierno de Correa les estaba imponiendo una línea editorial propagandista en lugar de permitir, que como medio público tuviera una línea plural y diversa para todos los ecuatorianos, como manda la Constitución, y no solo para quienes idolatran al gobierno.
Correa tiene esa verborragia arrogante y dañina propia de los autoritarios, habiéndose disgustado con la SIP porque le envió una carta a la jefa de la cancillería estadounidense, Hillary Clinton, para que pida a Correa frenar el ímpetu gubernamental frente a la nueva Ley de Comunicación, una legislación que directamente pone al Gobierno por sobre todas las cosas, con el peligro de convertirlo en el gran censor del derecho del ecuatoriano a buscar y difundir información. Correa usa los mismos artilugios que usó Chávez cuando justificó la ley de Responsabilidad Social, al decir que lo que realmente no quieren muchos es que se regule la pornografía a través de los medios, cuando en realidad las leyes ya disponibles establecen condicionamientos para este tipo de información.
“Estamos proponiendo una Ley de Comunicación en la que haya mayoría ciudadana en el Consejo. Pero creemos necesario un Consejo que diga: ‘Señores, ustedes no pueden presentar pornografía en horas que los niños están viendo televisión’, dijo Correa. Bueno justamente esta fue la forma en que empezó a defender Chávez aquella ley que luego con los años le permitió cerrar RCTV, emisoras de radios, perseguir a los periodistas y un puñado de atrocidades más en contra de la libertad de empresa y de prensa.
junio 09, 2010
Chávez y la comida
Si hay algo de bizarro en este mundo, Hugo Chávez lo trata de captar y multiplicar con creces. En medio de uno de los escándalos históricos más grandes de la política venezolana en la que el sistema hizo gala de ineficiencia y negligencia al dejar pudrir miles de toneladas de alimentos en cientos de contenedores sin explicación racional, el Presidente venezolano arreció como nunca en contra de la propiedad privada ahondando potencialmente aún más la precaria situación económica actual y comprometiendo el futuro.
Esas cosas inexplicables de Chávez de pensar en popularidad y mano fuerte para llegar tonificado a las elecciones legislativas de setiembre pero que embarran el futuro. Una posición desafiante ante la propiedad privada, con un anuncio de expropiación de empresas privadas, entre las que se cuentan 18 empresas distribuidoras de alimentos acusadas de acaparamiento, pero a las que no se les podría achacar la de pudrir los alimentos. Y uno se pregunta: ¿si el castigo es expropiar y nacionalizar empresas, cuál es el castigo para aquellas empresas corruptas que ya son del Estado? Serán re-nacionalizadas o privatizadas tal vez; porque la verdad que en este relajo y zafarrancho que ha armado Chávez y que no sabe detener, cualquier cosa es posible.
Chávez ya viene expropiando no solo distribuidoras, sino campos, haciendas, gasolineras, bancos y todo aquello que considera que atrae ventajas a sus dueños, como a la Polar - la mayor fabricante de alimentos que se está salvando todavía por la resistencia de sus trabajadores - lo que en otros lados es considerado lo que genera el empleo real y hace funcionar a la economía. Chávez como fascista y comunista, una buena combinación que está consolidando día tras día, cree que tiene poderes monárquicos y le encanta decidir no solo sobre el futuro de Venezuela sino el de cada uno de sus ciudadanos, a los que obliga a vivir de una determinada manera. No pueden olvidarse aquellos momentos cuando al salir por las calles de Caracas señalando edificios y preguntando con sorna sobre a quiénes pertenecían decía con voz endiosada: “exprópiese”.
Chávez es hoy un payaso en el circo inmenso de la política donde está lleno de bufones y equilibristas. Habrá que ver qué fuerzas utilizará para mantener a raya a los ciudadanos y así mantener su equilibrio. Antes de cerrar su función, claro está, pareciera que quiere apagar la luz e irse bien lejos - a la isla de Cuba quizás – donde la justicia de próximos gobiernos tendrá dificultad para alcanzarlo.
Esas cosas inexplicables de Chávez de pensar en popularidad y mano fuerte para llegar tonificado a las elecciones legislativas de setiembre pero que embarran el futuro. Una posición desafiante ante la propiedad privada, con un anuncio de expropiación de empresas privadas, entre las que se cuentan 18 empresas distribuidoras de alimentos acusadas de acaparamiento, pero a las que no se les podría achacar la de pudrir los alimentos. Y uno se pregunta: ¿si el castigo es expropiar y nacionalizar empresas, cuál es el castigo para aquellas empresas corruptas que ya son del Estado? Serán re-nacionalizadas o privatizadas tal vez; porque la verdad que en este relajo y zafarrancho que ha armado Chávez y que no sabe detener, cualquier cosa es posible.
Chávez ya viene expropiando no solo distribuidoras, sino campos, haciendas, gasolineras, bancos y todo aquello que considera que atrae ventajas a sus dueños, como a la Polar - la mayor fabricante de alimentos que se está salvando todavía por la resistencia de sus trabajadores - lo que en otros lados es considerado lo que genera el empleo real y hace funcionar a la economía. Chávez como fascista y comunista, una buena combinación que está consolidando día tras día, cree que tiene poderes monárquicos y le encanta decidir no solo sobre el futuro de Venezuela sino el de cada uno de sus ciudadanos, a los que obliga a vivir de una determinada manera. No pueden olvidarse aquellos momentos cuando al salir por las calles de Caracas señalando edificios y preguntando con sorna sobre a quiénes pertenecían decía con voz endiosada: “exprópiese”.
Chávez es hoy un payaso en el circo inmenso de la política donde está lleno de bufones y equilibristas. Habrá que ver qué fuerzas utilizará para mantener a raya a los ciudadanos y así mantener su equilibrio. Antes de cerrar su función, claro está, pareciera que quiere apagar la luz e irse bien lejos - a la isla de Cuba quizás – donde la justicia de próximos gobiernos tendrá dificultad para alcanzarlo.
junio 08, 2010
Goles son amores
Los de España dan miedo. Le metieron hoy seis pepas a los polacos y de todos los colores y sabores. No por nada esta España que juega como la “naranja mecánica” holandesa del 78 o el Barcelona actual, es el gran favorito de este Mundial. Tiene toque, furia, elegancia y mucho gol.
Entre los seis goles españoles, los tres portugueses, los cinco brasileños de ayer, los seis holandeses… pareciera que este Mundial estará lleno de gritos. No es para menos, como en ninguna otra competencia anterior, las duplas goleadoras de muchos equipos vienen precedidas de un año extraordinario. Y hay equipos que no son muy nombrados, como Uruguay y Holanda, que pueden fácilmente entreverarse en lo más alto del podio.
Goles son amores dice el dicho y ojalá los goleadores hagan gala de ellos en un mundial donde me parece que habrá grandes selecciones y selecciones a secas. Habrá grandes y chicos. No medianos. Las goleadas mostrarán esa diferencia.
Argentina tiene varias esperanzas goleadoras. Messi con 34 y todos los elogios, Higuain con algunos menos en la liga española, Milito con 22 en la italiana y Tévez con 12 en la inglesa muestran la artillería más selecta y precisa, claro está… por separado. Los portugueses tienen a Ronaldo que metió 26 en la liga española, mientras los ingleses cuentan con Rooney con la misma cantidad de goles en la Premier. Pero Italia, a quienes pocos le dan crédito, pero siempre está presente en las finales, y a solo una estrella de Brasil, tiene a Antonio di Natale con 29 goles en el Calcio. España mostró hoy que Torres, Pedro, Alonso, Fábregas, Villa, Xavi o Iniesta la pueden empujar; mientras que los uruguayos tienen una dupla demoledora con Forlán goleador de la última competencia que ganó el Atlético de Madrid, mientras que su compañero, el poco conocido Luis Suárez, es el goleador máximo de los países europeos, con 35 goles en Holanda, y la mejor apuesta de los celestes.
Luis Fabiano con 15 goles en España y Robinho son temibles en el ataque siempre ganador de Brasil; mientras que Oscar Cardozo de Paraguay, con 24 goles en Portugal y el argentino nacionalizado paraguayo, Lucas Barrio, con 19 goles en la liga alemana, ya están dando de qué hablar; mientras que Cuauhtémoc Blanco en México es la apuesta longeva de varios nuevos goleadores aztecas. Claro, en Africa están el camerunés Samuel Eto’o y el marfileño Didier Drogba, que si se recupera de la lesión para el tercer partido, pueden llevar bien alto al continente africano.
Muchos de estos jugadores poco hicieron en el Mundial anterior, pero ahora están cargados de experiencia y sus alforjas llenas de goles. Todos tienen hambre y quieren el botín de oro. Ojalá nos regalen muchos amores.
Entre los seis goles españoles, los tres portugueses, los cinco brasileños de ayer, los seis holandeses… pareciera que este Mundial estará lleno de gritos. No es para menos, como en ninguna otra competencia anterior, las duplas goleadoras de muchos equipos vienen precedidas de un año extraordinario. Y hay equipos que no son muy nombrados, como Uruguay y Holanda, que pueden fácilmente entreverarse en lo más alto del podio.
Goles son amores dice el dicho y ojalá los goleadores hagan gala de ellos en un mundial donde me parece que habrá grandes selecciones y selecciones a secas. Habrá grandes y chicos. No medianos. Las goleadas mostrarán esa diferencia.
Argentina tiene varias esperanzas goleadoras. Messi con 34 y todos los elogios, Higuain con algunos menos en la liga española, Milito con 22 en la italiana y Tévez con 12 en la inglesa muestran la artillería más selecta y precisa, claro está… por separado. Los portugueses tienen a Ronaldo que metió 26 en la liga española, mientras los ingleses cuentan con Rooney con la misma cantidad de goles en la Premier. Pero Italia, a quienes pocos le dan crédito, pero siempre está presente en las finales, y a solo una estrella de Brasil, tiene a Antonio di Natale con 29 goles en el Calcio. España mostró hoy que Torres, Pedro, Alonso, Fábregas, Villa, Xavi o Iniesta la pueden empujar; mientras que los uruguayos tienen una dupla demoledora con Forlán goleador de la última competencia que ganó el Atlético de Madrid, mientras que su compañero, el poco conocido Luis Suárez, es el goleador máximo de los países europeos, con 35 goles en Holanda, y la mejor apuesta de los celestes.
Luis Fabiano con 15 goles en España y Robinho son temibles en el ataque siempre ganador de Brasil; mientras que Oscar Cardozo de Paraguay, con 24 goles en Portugal y el argentino nacionalizado paraguayo, Lucas Barrio, con 19 goles en la liga alemana, ya están dando de qué hablar; mientras que Cuauhtémoc Blanco en México es la apuesta longeva de varios nuevos goleadores aztecas. Claro, en Africa están el camerunés Samuel Eto’o y el marfileño Didier Drogba, que si se recupera de la lesión para el tercer partido, pueden llevar bien alto al continente africano.
Muchos de estos jugadores poco hicieron en el Mundial anterior, pero ahora están cargados de experiencia y sus alforjas llenas de goles. Todos tienen hambre y quieren el botín de oro. Ojalá nos regalen muchos amores.
junio 07, 2010
Maradona no; Argentina tampoco
Diego Maradona es la gran excusa de muchos no argentinos (y algunos connacionales) para expresar sus deseos profundos de que Argentina no gane el Mundial. Es que más allá de que la albiceleste nunca es bien vista, casi todos prefieren a Brasil, el eterno favorito. Como siempre, a la gente le gusta apostar por el potencialmente ganador y por quien, además, le da al fútbol una singular alegría.
Pero volvamos a Maradona. “No me importa Argentina, lo que no quiero es tener que soportar a un Maradona ganador” es la excusa de muchos y en realidad debe ser bien valorada. Maradona tiene una personalidad arrogante, eruptiva, desafiante, resentida, lo que ha demostrado varias veces y confirmó después del partido por las eliminatorias contra Uruguay, cuando recriminó a los periodistas y a sus críticos pidiéndoles que se metan con sus genitales antes que opinar. Esa personalidad estilo “Chávez”, chúcara, irreverente, irrespetuosa es por la que Maradona es mal visto o desconsiderado para merecer cualquier tipo de suerte o los máximos honores de ahora en más en la vida. El deseo de muchos es que por todas las malas acciones que ha producido o han producido sus palabras a lo largo de su carrera y en forma posterior, Maradona pase por el purgatorio en esta vida, no en la próxima.
Lo que encoleriza de Maradona es su personalidad, no su vida. Porque a decir verdad, otros futbolistas o deportistas pasaron por la misma cosa, fueron drogadictos, anduvieron de parranda y festicholas, los agarraron consumiendo anabólicos, polemizaron con el público y con los periodistas o no pasaron los exámenes antidoping. Si Maradona tuviera una personalidad menos intempestiva sus pecados se habrían perdonado de fácil forma, como sucedió con muchos jugadores manchados o no estaría sufriendo la misma condena social.
En realidad, si uno mirara la historia desde otro ángulo, casi como trama de telenovela, lo de Maradona es hoy una historia de éxito que podría inspirar a millones, aunque la FIFA lo siga viendo como a un atorrante. Es decir, es un tipo que vino desde la máxima privacidad de Villa Fiorito, se convirtió en el mejor (o segundo mejor) jugador de la historia y en plena fama derrumbó su vida a base de drogas e indisciplina, estuvo a punto de la muerte física y la que le asignaron los medios de comunicación, resucitó a base de cirugías de alto riesgo, se rearmó, llegó a ser seleccionador de unos de los seleccionados más importantes del mundo y está (como cualquier otro de los 31 técnicos, equipos y países) con potencial de subirse al carro del triunfo máximo del fútbol.
Es realmente una trama impresionante de vida. Tiene todos los componentes: fama, éxito, fracaso, recuperación y superación al mismo tiempo, lo que le ha valido hasta ahora ser el jugador de fútbol más mediático de todos los tiempos más allá de que sus gambetas endemoniadas terminaron más de una década atrás. La pregunta que cabe entonces: ¿Por qué desearle el mal a una persona en esas condiciones?
Reitero. Creo que el seleccionador argentino es solo una excusa, permitiéndole a todos justificarse elegantemente de un deseo mucho más profundo y que va más allá de Maradona: que Argentina no gane el Mundial.
Pero volvamos a Maradona. “No me importa Argentina, lo que no quiero es tener que soportar a un Maradona ganador” es la excusa de muchos y en realidad debe ser bien valorada. Maradona tiene una personalidad arrogante, eruptiva, desafiante, resentida, lo que ha demostrado varias veces y confirmó después del partido por las eliminatorias contra Uruguay, cuando recriminó a los periodistas y a sus críticos pidiéndoles que se metan con sus genitales antes que opinar. Esa personalidad estilo “Chávez”, chúcara, irreverente, irrespetuosa es por la que Maradona es mal visto o desconsiderado para merecer cualquier tipo de suerte o los máximos honores de ahora en más en la vida. El deseo de muchos es que por todas las malas acciones que ha producido o han producido sus palabras a lo largo de su carrera y en forma posterior, Maradona pase por el purgatorio en esta vida, no en la próxima.
Lo que encoleriza de Maradona es su personalidad, no su vida. Porque a decir verdad, otros futbolistas o deportistas pasaron por la misma cosa, fueron drogadictos, anduvieron de parranda y festicholas, los agarraron consumiendo anabólicos, polemizaron con el público y con los periodistas o no pasaron los exámenes antidoping. Si Maradona tuviera una personalidad menos intempestiva sus pecados se habrían perdonado de fácil forma, como sucedió con muchos jugadores manchados o no estaría sufriendo la misma condena social.
En realidad, si uno mirara la historia desde otro ángulo, casi como trama de telenovela, lo de Maradona es hoy una historia de éxito que podría inspirar a millones, aunque la FIFA lo siga viendo como a un atorrante. Es decir, es un tipo que vino desde la máxima privacidad de Villa Fiorito, se convirtió en el mejor (o segundo mejor) jugador de la historia y en plena fama derrumbó su vida a base de drogas e indisciplina, estuvo a punto de la muerte física y la que le asignaron los medios de comunicación, resucitó a base de cirugías de alto riesgo, se rearmó, llegó a ser seleccionador de unos de los seleccionados más importantes del mundo y está (como cualquier otro de los 31 técnicos, equipos y países) con potencial de subirse al carro del triunfo máximo del fútbol.
Es realmente una trama impresionante de vida. Tiene todos los componentes: fama, éxito, fracaso, recuperación y superación al mismo tiempo, lo que le ha valido hasta ahora ser el jugador de fútbol más mediático de todos los tiempos más allá de que sus gambetas endemoniadas terminaron más de una década atrás. La pregunta que cabe entonces: ¿Por qué desearle el mal a una persona en esas condiciones?
Reitero. Creo que el seleccionador argentino es solo una excusa, permitiéndole a todos justificarse elegantemente de un deseo mucho más profundo y que va más allá de Maradona: que Argentina no gane el Mundial.
junio 06, 2010
Mucho fútbol, muchas lesiones
Como nunca antes de un Mundial hubo tantas estrellas lesionadas. No es para menos, se les fue la mano con los partidos amistosos momentos antes de la competencia, lo que pone una doble exigencia sobre los jugadores. Existen en esta Copa cosas tan insólitas como la de Brasil jugando mañana e Italia el martes, tres días antes de la competencia, lo que pareciera ser una reverenda estupidez, exponiendo innecesariamente a sus astros.
Muchos equipos llegan con notas altas, como México que dio su sorpresa en contra de Italia, pero con la mala suerte de haberse lesionado Guillermo Franco, quien junto al chileno Humberto Suazo, el italiano Andrea Pirlo y el estadounidense Jozy Altidore, todavía no se sabe si se recuperan a tiempo o jugarán después de la primera ronda.
El caso peor es el del delantero millonario y referente de Costa De Marfil, Didier Drogba. Inglaterra se quedó sin su capitán, Rio Ferdinand; mientras que Honduras perdió una ficha fundamental, su mediocampista, Wilson Palacios. Nigeria perdió con John Obi Mikel a uno de sus mejores, mientras que si se confirma que realmente el delantero Arjen Robben se lesionó, Holanda estará perdiendo a su mejor carta de triunfo. El eslovaco Martin Skrtel también quedó fuera por su tobillo. También en la lista que no están muy seguros sobre sus lesiones está el argentino Diego Milito, pieza fundamental desde el banco.
Entre los lesionados, este Mundial tendrá cosas muy insólitas, como el referente paraguayo Salvador Cabañas que no asistirá porque se recupera de una herida de bala en la cabeza y de David Beckam, el inglés que si asistirá pero no jugará al fútbol, después de lesionarse el talón de Aquiles cuando ya se había ilusionado con la convocatoria.
Muchos equipos llegan con notas altas, como México que dio su sorpresa en contra de Italia, pero con la mala suerte de haberse lesionado Guillermo Franco, quien junto al chileno Humberto Suazo, el italiano Andrea Pirlo y el estadounidense Jozy Altidore, todavía no se sabe si se recuperan a tiempo o jugarán después de la primera ronda.
El caso peor es el del delantero millonario y referente de Costa De Marfil, Didier Drogba. Inglaterra se quedó sin su capitán, Rio Ferdinand; mientras que Honduras perdió una ficha fundamental, su mediocampista, Wilson Palacios. Nigeria perdió con John Obi Mikel a uno de sus mejores, mientras que si se confirma que realmente el delantero Arjen Robben se lesionó, Holanda estará perdiendo a su mejor carta de triunfo. El eslovaco Martin Skrtel también quedó fuera por su tobillo. También en la lista que no están muy seguros sobre sus lesiones está el argentino Diego Milito, pieza fundamental desde el banco.
Entre los lesionados, este Mundial tendrá cosas muy insólitas, como el referente paraguayo Salvador Cabañas que no asistirá porque se recupera de una herida de bala en la cabeza y de David Beckam, el inglés que si asistirá pero no jugará al fútbol, después de lesionarse el talón de Aquiles cuando ya se había ilusionado con la convocatoria.
junio 05, 2010
Fútbol a partir de ahora
Más allá de que escribiré otras cosas que me molestan, no puedo obviar, como les pasa a la mayoría de ustedes, empezar a calentar los motores por el Mundial de Sudáfrica y desahogar las penas y alegrías por esta gran pasión. La ansiedad es mucha y a seis días de que Sudáfrica enfrente a México, el tiempo parece detenido, no pasa, no llega.
Claro está que voy por cualquier equipo de las Américas en caso de que mi querida Argentina se quede en el camino. Lloraré como otras veces. Tendré pesadillas. No quiero que Brasil salga campeón porque haciendo cálculos matemáticos, en mi vida la “celeste-y-blanca” no alcanzaría a igualar el record de la “verdeamarela” ni por las tapas, de seis copas contando la posible actual. Pero preferiría Brasil antes que Inglaterra, sin dudas. Prefiero a Honduras antes que a México o a Chile, aunque me entusiasma Bielsa, así como Martino el otro técnico argentino que dirige a Paraguay, pero antes que a paraguayos y también uruguayos, prefiero a mis adoptivos estadounidenses.
Del resto me da igual, pero iría por España por mi hermano y su familia, aunque traicionaría a mis ancestrales italianos; por lo que con Holanda me sentiría muy cómodo si el triunfador sería un europeo. Por el resto, si ganara un africano o un asiático sentiría como que el Mundial no fue importante, como se sentiría un brasileño si su equipo pierde en primera ronda o pierde la clasificación para entra a una Copa del Mundo.
Aunque algunos crean que en el Mundial solo hay 32 equipos, en realidad en las dolorosas eliminatorias de los últimos tres años participaron los 208 países miembros, lo que hace a la FIFA y a la práctica del fútbol un proceso muy democrático. Distinta, claro está, es la apreciación que uno puede hacer de esta competencia en caso de que su país esté o no como finalista.
Claro está que voy por cualquier equipo de las Américas en caso de que mi querida Argentina se quede en el camino. Lloraré como otras veces. Tendré pesadillas. No quiero que Brasil salga campeón porque haciendo cálculos matemáticos, en mi vida la “celeste-y-blanca” no alcanzaría a igualar el record de la “verdeamarela” ni por las tapas, de seis copas contando la posible actual. Pero preferiría Brasil antes que Inglaterra, sin dudas. Prefiero a Honduras antes que a México o a Chile, aunque me entusiasma Bielsa, así como Martino el otro técnico argentino que dirige a Paraguay, pero antes que a paraguayos y también uruguayos, prefiero a mis adoptivos estadounidenses.
Del resto me da igual, pero iría por España por mi hermano y su familia, aunque traicionaría a mis ancestrales italianos; por lo que con Holanda me sentiría muy cómodo si el triunfador sería un europeo. Por el resto, si ganara un africano o un asiático sentiría como que el Mundial no fue importante, como se sentiría un brasileño si su equipo pierde en primera ronda o pierde la clasificación para entra a una Copa del Mundo.
Aunque algunos crean que en el Mundial solo hay 32 equipos, en realidad en las dolorosas eliminatorias de los últimos tres años participaron los 208 países miembros, lo que hace a la FIFA y a la práctica del fútbol un proceso muy democrático. Distinta, claro está, es la apreciación que uno puede hacer de esta competencia en caso de que su país esté o no como finalista.
Chávez oficializa la censura
Hugo Chávez oficializó la censura en Venezuela, con un reciente decreto presidencial por el cual creó el Centro de Estudio Situacional de la Nación (CESNA), un organismo que estará encargado de “recopilar, procesar, analizar e integrar” informaciones de interés nacional provenientes del Estado y la sociedad.
Es decir, continuará, pero ahora oficialmente, centralizando la información, posición contraria a la tendencia generalizada en Latinoamérica de países que están promulgando leyes sobre acceso a la información pública, lo que obliga a los estados a ser más transparentes y compartir la información que administran pero que no les pertenece.
De esta forma, este nuevo instrumento será el que tendrá el poder de “declarar el carácter de reservada, clasificada o de divulgación limitada a cualquier información, hecho o circunstancia”. Lo que obviamente, por la experiencia de lo que viene demostrando el chavismo, de no dar información pero sí hacer propaganda, no es difícil imaginar que este será un órgano dedicado a establecer la censura de lo que el régimen no quiere compartir.
Una ley de acceso a la información pública no solo obliga al Estado a ofrecer lo que no es suyo, sino que además permite que los funcionarios que niegan la información sean castigados, asegurando de esa forma que sea un instrumento de servicio al pueblo y no de protección de los funcionario.
Esta es otra vuelta de tuerca de un régimen que se sigue consolidando como autoritario.
Es decir, continuará, pero ahora oficialmente, centralizando la información, posición contraria a la tendencia generalizada en Latinoamérica de países que están promulgando leyes sobre acceso a la información pública, lo que obliga a los estados a ser más transparentes y compartir la información que administran pero que no les pertenece.
De esta forma, este nuevo instrumento será el que tendrá el poder de “declarar el carácter de reservada, clasificada o de divulgación limitada a cualquier información, hecho o circunstancia”. Lo que obviamente, por la experiencia de lo que viene demostrando el chavismo, de no dar información pero sí hacer propaganda, no es difícil imaginar que este será un órgano dedicado a establecer la censura de lo que el régimen no quiere compartir.
Una ley de acceso a la información pública no solo obliga al Estado a ofrecer lo que no es suyo, sino que además permite que los funcionarios que niegan la información sean castigados, asegurando de esa forma que sea un instrumento de servicio al pueblo y no de protección de los funcionario.
Esta es otra vuelta de tuerca de un régimen que se sigue consolidando como autoritario.
junio 04, 2010
Bicentenarios y libertad
Cristina Kirchner, Rafael Correa y Hugo Chávez declamaron discursos ideológicos trillados durante los actos del Bicentenario argentino esta semana, empleando como sinónimos los significados de independencia y libertad.
En realidad se trata de dos valores muy diferentes. Un país puede ser independiente, pero no necesariamente libre. El caso de Cuba así lo demuestra. La independencia es una acción circunstancial, en cambio la libertad es un derecho natural; cuando el Estado lo subvierte, se desnaturaliza a sí mismo.
Esta confusión dialéctica es una vieja coartada de la izquierda latinoamericana. Usa de chivo expiatorio la dependencia externa o la opresión del imperio, al tiempo que internamente aprovecha para coartar las libertades públicas y los derechos civiles. Chávez es el caso típico. Mientras en Argentina reclamaba “independencia plena” frente a la nueva Galería de los Patriotas Latinoamericanos de la Casa Rosada – donde insolentemente equiparaba a San Martín con el Che Guevara - en su Caracas se proscribía mediante ley a varios opositores para las elecciones de setiembre y se expropiaban más empresas.
El cansino llorisqueo contra el colonialismo, como el de Correa, quien reclamó al llegar a Buenos Aires que “nos falta alcanzar la independencia económica, social, cultural, liberarnos de todo el imperialismo”, no es más que una cortina de humo para esconder la ineficiencia frente a la inseguridad, la pobreza, la falta de educación y el desempleo, carencias que no están tan atadas a la dependencia de potencias foráneas, como sí ligadas a la incapacidad doméstica.
El ex presidente costarricense, Oscar Arias, ya venía desnudando estos pretextos en cumbres presidenciales. En su recordado discurso de Cancún en febrero, pedía que “ni el colonialismo español, ni la falta de recursos naturales, ni la hegemonía de Estados Unidos, ni ninguna otra teoría producto de la victimización eterna de América Latina”, se deben utilizar para justificar los gastos en armamentismo en detrimento del presupuesto para educación; el talón de Aquiles de una región que 30 años atrás era más rica que el ahora potentado sudeste asiático.
La falta de educación y libertad no solo afecta los resultados económicos, sino también es responsable de la pobreza cívica, como es evidente en el socialismo chavista. De ahí que muchos gobiernos latinoamericanos hayan tenido éxito con reformas constitucionales y electorales, que les permiten gobernar solo para las mayorías mientras aniquilan cada vez más a la oposición.
El retroceso de las libertades internas y no la dependencia foránea es el verdadero factor de atraso en América Latina. Una medición reciente de la organización no gubernamental, Freedom House, muestra este preocupante declive y describe con alarma como los estados autoritarios en el mundo, incluida Venezuela junto a Rusia e Irán, no solo son más represivos, sino también, más influyentes en la arena internacional.
En nuestro continente, el informe ve un retroceso en los últimos cuatro años, remarcando menos libertades democráticas en Honduras, Guatemala y Nicaragua, al tiempo que descalifica como plenas democracias a Ecuador, Colombia, Bolivia y Paraguay. A Cuba, el único país no libre del hemisferio, le atribuye además, junto a Bielorrusia y Myanmar, ser el más represivo del mundo en materia de libertad de prensa.
La disminución de la libertad carcome el sistema político y degrada la confianza de los ciudadanos. Y aunque en Argentina la presidenta Kirchner haya capitalizado las celebraciones populares y los 27 años de proceso democrático ininterrumpido, debería prestar más atención a las encuestas más recientes, donde los argentinos creen en la democracia, pero desconfían de las instituciones y de la dirigencia política, así como a lo interno aborrecen la escasa independencia entre los poderes republicanos.
La desconfianza democrática – salvo notables excepciones como Chile y Brasil - es moneda común en varios países latinoamericanos, alimentada por declaraciones irresponsables como las del presidente nicaragüense Daniel Ortega, quien dijo preferir gobernar con Congreso cerrado.
Esta falta de independencia de poderes y de contrapesos y balance, son las características más relevantes del autoritarismo actual, y las que amenazan nuestro derecho sagrado a la libertad. La dependencia foránea es solo la excusa en este juego dialéctico.
En realidad se trata de dos valores muy diferentes. Un país puede ser independiente, pero no necesariamente libre. El caso de Cuba así lo demuestra. La independencia es una acción circunstancial, en cambio la libertad es un derecho natural; cuando el Estado lo subvierte, se desnaturaliza a sí mismo.
Esta confusión dialéctica es una vieja coartada de la izquierda latinoamericana. Usa de chivo expiatorio la dependencia externa o la opresión del imperio, al tiempo que internamente aprovecha para coartar las libertades públicas y los derechos civiles. Chávez es el caso típico. Mientras en Argentina reclamaba “independencia plena” frente a la nueva Galería de los Patriotas Latinoamericanos de la Casa Rosada – donde insolentemente equiparaba a San Martín con el Che Guevara - en su Caracas se proscribía mediante ley a varios opositores para las elecciones de setiembre y se expropiaban más empresas.
El cansino llorisqueo contra el colonialismo, como el de Correa, quien reclamó al llegar a Buenos Aires que “nos falta alcanzar la independencia económica, social, cultural, liberarnos de todo el imperialismo”, no es más que una cortina de humo para esconder la ineficiencia frente a la inseguridad, la pobreza, la falta de educación y el desempleo, carencias que no están tan atadas a la dependencia de potencias foráneas, como sí ligadas a la incapacidad doméstica.
El ex presidente costarricense, Oscar Arias, ya venía desnudando estos pretextos en cumbres presidenciales. En su recordado discurso de Cancún en febrero, pedía que “ni el colonialismo español, ni la falta de recursos naturales, ni la hegemonía de Estados Unidos, ni ninguna otra teoría producto de la victimización eterna de América Latina”, se deben utilizar para justificar los gastos en armamentismo en detrimento del presupuesto para educación; el talón de Aquiles de una región que 30 años atrás era más rica que el ahora potentado sudeste asiático.
La falta de educación y libertad no solo afecta los resultados económicos, sino también es responsable de la pobreza cívica, como es evidente en el socialismo chavista. De ahí que muchos gobiernos latinoamericanos hayan tenido éxito con reformas constitucionales y electorales, que les permiten gobernar solo para las mayorías mientras aniquilan cada vez más a la oposición.
El retroceso de las libertades internas y no la dependencia foránea es el verdadero factor de atraso en América Latina. Una medición reciente de la organización no gubernamental, Freedom House, muestra este preocupante declive y describe con alarma como los estados autoritarios en el mundo, incluida Venezuela junto a Rusia e Irán, no solo son más represivos, sino también, más influyentes en la arena internacional.
En nuestro continente, el informe ve un retroceso en los últimos cuatro años, remarcando menos libertades democráticas en Honduras, Guatemala y Nicaragua, al tiempo que descalifica como plenas democracias a Ecuador, Colombia, Bolivia y Paraguay. A Cuba, el único país no libre del hemisferio, le atribuye además, junto a Bielorrusia y Myanmar, ser el más represivo del mundo en materia de libertad de prensa.
La disminución de la libertad carcome el sistema político y degrada la confianza de los ciudadanos. Y aunque en Argentina la presidenta Kirchner haya capitalizado las celebraciones populares y los 27 años de proceso democrático ininterrumpido, debería prestar más atención a las encuestas más recientes, donde los argentinos creen en la democracia, pero desconfían de las instituciones y de la dirigencia política, así como a lo interno aborrecen la escasa independencia entre los poderes republicanos.
La desconfianza democrática – salvo notables excepciones como Chile y Brasil - es moneda común en varios países latinoamericanos, alimentada por declaraciones irresponsables como las del presidente nicaragüense Daniel Ortega, quien dijo preferir gobernar con Congreso cerrado.
Esta falta de independencia de poderes y de contrapesos y balance, son las características más relevantes del autoritarismo actual, y las que amenazan nuestro derecho sagrado a la libertad. La dependencia foránea es solo la excusa en este juego dialéctico.
junio 03, 2010
Ortega: fallo político contradictorio
El presidente Daniel Ortega actuó como juez al fallar en contra de Israel por su ataque a la flotilla con ayuda humanitaria para Gaza, rompiendo relaciones diplomáticas con el estado judío.
Lo que no hizo y que sí hace un juez es aplicar la presunción de inocencia hasta que el caso se investiga y, más acercado a la verdad, puede juzgar en consecuencia. Todavía hay una gran nebulosa sobre los incidentes, el cual está tamizado de propaganda de un lado y del otro, con que la flotilla era realmente pacífica o que sus integrantes no eran tan pacíficos y que dentro del barco insignia se encontró gran cantidad de artefactos para la violencia.
Ortega si bien mostró su solidaridad y condolencia a los familiares de las siete víctimas que arrojaron los soldados israelíes, dio su veredicto diciendo que Israel violó, a priori, la ley internacional y el derecho internacional humanitario.
Romper relaciones con un país, si bien es una medida política legítima, es una total contradicción con el propio llamado que hizo Ortega a: “una pronta y rápida solución a ese foco de tensión que afecta a toda la comunidad internacional”; “que cese al bloqueo y la amenaza del pueblo palestino”; y que se alcancen “acuerdos de paz que sean definitivos y cierren ese terrible capítulo”.
Estas son cosas de la política que uno no entiende. Es decir, cómo alguien puede pedir soluciones, pero excluirse del diálogo y su aporte a las soluciones del problema. Romper las relaciones diplomáticas, como entre Bolivia y Estados Unidos, es desechar la posibilidad potencial de arreglar el conflicto que originó la ruptura.
Lo que no hizo y que sí hace un juez es aplicar la presunción de inocencia hasta que el caso se investiga y, más acercado a la verdad, puede juzgar en consecuencia. Todavía hay una gran nebulosa sobre los incidentes, el cual está tamizado de propaganda de un lado y del otro, con que la flotilla era realmente pacífica o que sus integrantes no eran tan pacíficos y que dentro del barco insignia se encontró gran cantidad de artefactos para la violencia.
Ortega si bien mostró su solidaridad y condolencia a los familiares de las siete víctimas que arrojaron los soldados israelíes, dio su veredicto diciendo que Israel violó, a priori, la ley internacional y el derecho internacional humanitario.
Romper relaciones con un país, si bien es una medida política legítima, es una total contradicción con el propio llamado que hizo Ortega a: “una pronta y rápida solución a ese foco de tensión que afecta a toda la comunidad internacional”; “que cese al bloqueo y la amenaza del pueblo palestino”; y que se alcancen “acuerdos de paz que sean definitivos y cierren ese terrible capítulo”.
Estas son cosas de la política que uno no entiende. Es decir, cómo alguien puede pedir soluciones, pero excluirse del diálogo y su aporte a las soluciones del problema. Romper las relaciones diplomáticas, como entre Bolivia y Estados Unidos, es desechar la posibilidad potencial de arreglar el conflicto que originó la ruptura.
junio 02, 2010
Fútbol y básquet: la gran diferencia
A juzgar por la decisión y actitud de las grandes estrellas seleccionadas para integrar los equipos nacionales de fútbol y básquet que se disputarán a partir de la semana próxima en Sudáfrica y desde fines de agosto en Turquía, la diferencia entre las dos disciplinas es cada vez más grande.
Si bien el fútbol es el deporte más popular del mundo, el básquet venía creciendo como la espuma gracias a una agresiva campaña de mercadeo de la NBA, la liga de básquet estadounidense y la FIBA, la federación internacional. Sin embargo, el problema es que mientras para una estrella del fútbol ser convocado es el mayor honor en su carrera deportiva, los del básquet se dejan embarullar por los contratos supermillonarios de sus equipos, dejando el honor nacional por el piso, justificándose tras posibles lesiones y cansancio.
Mientras a un Messi o Kaká o Ronaldo ni se les pasaría por su cabeza desairar a sus países, distinto es con los basquetbolistas. El español Paul Gasol de los Lakers ya anunció que no integrará la selección española, así como antes lo hizo el argentino Manu Ginobilli y el francés Tony Parker, ambos de los Spurs de San Antonio.
El desaire de estas estrellas, permitido por los dirigentes, no es más que una torpeza que perjudica al propio deporte que están tratando de posicionar en el mundo.
Si bien el fútbol es el deporte más popular del mundo, el básquet venía creciendo como la espuma gracias a una agresiva campaña de mercadeo de la NBA, la liga de básquet estadounidense y la FIBA, la federación internacional. Sin embargo, el problema es que mientras para una estrella del fútbol ser convocado es el mayor honor en su carrera deportiva, los del básquet se dejan embarullar por los contratos supermillonarios de sus equipos, dejando el honor nacional por el piso, justificándose tras posibles lesiones y cansancio.
Mientras a un Messi o Kaká o Ronaldo ni se les pasaría por su cabeza desairar a sus países, distinto es con los basquetbolistas. El español Paul Gasol de los Lakers ya anunció que no integrará la selección española, así como antes lo hizo el argentino Manu Ginobilli y el francés Tony Parker, ambos de los Spurs de San Antonio.
El desaire de estas estrellas, permitido por los dirigentes, no es más que una torpeza que perjudica al propio deporte que están tratando de posicionar en el mundo.
mayo 31, 2010
El péndulo latinoamericano
Con el amplio triunfo de Juan Manuel Santos en la primera ronda del domingo en Colombia, sigue la tendencia en Latinoamérica del péndulo político moviéndose hacia la derecha, después de años de estar zarandeándose por la izquierda, capitaneado por Hugo Chávez desde 1999.
Con Chinchilla en Costa Rica, Piñera en Chile, Lobo en Honduras, Martinelli en Panamá, y con un Funes en El Salvador que no se pliega al partido de izquierda que le contribuyó con los votos para llevarlo a la Presidencia un año atrás, Latinaomérica de a poquito se va hacia la derecha. Morales en Bolivia, Correa en Ecuador, Ortega en Nicaragua y Chávez vienen advirtiendo que ya han pasado las mejores horas de la izquierda y totalmente desaprovechadas.
Queda ver si para setiembre Chávez seguirá manteniendo su hegemonía parlamentaria o si la oposición le quitará varias bancas después de la estúpida estampida del 2005; uno de los errores políticos más grandes que un sector de la oposición en Venezuela haya dado jamás: servirle en bandeja el autoritarismo al gobierno sin ningún tipo de peso y contrapeso en el Congreso. Lo que la oposición creyó era un mensaje formidable en contra de Chávez, terminó siendo la mejor ventaja que un gobernante puede tener para mandar a su antojo.
No quiere decir que el neoliberalismo haya hecho mejor las cosas en materia política y económica que la izquierda populista, ni que la corrupción haya sido distinta. Los dos sistemas han sido malos y no han logrado responder a las grandes necesidades de América Latina. Aunque claro está, en el neoliberalismo por lo menos había mayores garantías y respeto por las libertades individuales y sociales.
Ojalá que en este novel cambio los políticos de la derecha tengan la sabiduría para no cometer los errores de la década pasada.
Con Chinchilla en Costa Rica, Piñera en Chile, Lobo en Honduras, Martinelli en Panamá, y con un Funes en El Salvador que no se pliega al partido de izquierda que le contribuyó con los votos para llevarlo a la Presidencia un año atrás, Latinaomérica de a poquito se va hacia la derecha. Morales en Bolivia, Correa en Ecuador, Ortega en Nicaragua y Chávez vienen advirtiendo que ya han pasado las mejores horas de la izquierda y totalmente desaprovechadas.
Queda ver si para setiembre Chávez seguirá manteniendo su hegemonía parlamentaria o si la oposición le quitará varias bancas después de la estúpida estampida del 2005; uno de los errores políticos más grandes que un sector de la oposición en Venezuela haya dado jamás: servirle en bandeja el autoritarismo al gobierno sin ningún tipo de peso y contrapeso en el Congreso. Lo que la oposición creyó era un mensaje formidable en contra de Chávez, terminó siendo la mejor ventaja que un gobernante puede tener para mandar a su antojo.
No quiere decir que el neoliberalismo haya hecho mejor las cosas en materia política y económica que la izquierda populista, ni que la corrupción haya sido distinta. Los dos sistemas han sido malos y no han logrado responder a las grandes necesidades de América Latina. Aunque claro está, en el neoliberalismo por lo menos había mayores garantías y respeto por las libertades individuales y sociales.
Ojalá que en este novel cambio los políticos de la derecha tengan la sabiduría para no cometer los errores de la década pasada.
mayo 30, 2010
Doble sorpresa en Colombia
A diferencia de los pronósticos y del optimismo de las autoridades, en Colombia se dieron dos sorpresas: Juan Manuel Santos ganó en primera vuelta por más de 25 puntos a Antanas Mockus, con más del 46 por ciento de los votos, casi siete millones de sufragios, mientras que el ex alcalde de Bogotá obtuvo algo más de tres millones.
Más allá de la buena elección de la izquierda, con 1.3 millones de votos, lo más sorprendente es que los pronósticos se equivocaron también sobre la participación de los colombianos en las urnas. Se preveía que sería una elección masiva, pero sólo apareció a votar el 51% del electorado, un porcentaje bajo, similar a otras elecciones.
Pronósticos y encuestas equivocadas por lejos, serán parte del análisis que sobrevendrá por los próximos días hasta que llegue el 20 de junio, día de la segunda vuelta. ¿Qué pasará con el electorado de Mockus? ¿La derrota de hoy lo incentivará? ¿o terminará por desahuciarlo? Veremos en las próximas semanas como se maneja Santos para capitalizar y sumar a las otras fuerzas políticas; siendo él el favorito.
Más allá de la buena elección de la izquierda, con 1.3 millones de votos, lo más sorprendente es que los pronósticos se equivocaron también sobre la participación de los colombianos en las urnas. Se preveía que sería una elección masiva, pero sólo apareció a votar el 51% del electorado, un porcentaje bajo, similar a otras elecciones.
Pronósticos y encuestas equivocadas por lejos, serán parte del análisis que sobrevendrá por los próximos días hasta que llegue el 20 de junio, día de la segunda vuelta. ¿Qué pasará con el electorado de Mockus? ¿La derrota de hoy lo incentivará? ¿o terminará por desahuciarlo? Veremos en las próximas semanas como se maneja Santos para capitalizar y sumar a las otras fuerzas políticas; siendo él el favorito.
Mockus sería bueno
Más allá de las disquisiciones en este día electoral en Colombia sobre quien sería mejor para el país, si la continuidad de la seguridad pública de Alvaro Uribe que encarna Juan Manuel Santos o la necesidad del cambio con Antanas Mockus, creo que le vendría bien a Latinoamérica y Colombia que suba este último.
Mockus – a pesar de su fama de excéntrico - y su compañero de fórmula han demostrado hacer muy bien las cosas en las dos alcaldías más importantes del país, como Bogotá y Medellín, así que habría que descartar su falta de experiencia. Mockus seguramente no descartaría todos los avances que ha hecho el país con Uribe en materia de guerrilla y narcotráfico, dándole continuidad, pero enfocaría su prioridad en temas tan trascendentales para él y el continente como es la educación.
Si las cosas le empezaran a salir bien y Colombia hace un cambio interesante a partir de esta propuesta, podría transformarse en un laboratorio importante para que políticos de otros países pudieran seguir su ejemplo. Justamente la educación es el problema mayor de América Latina, su talón de Aquiles. La baja escolaridad es lo que tiene al continente atrasado, comparativamente a otras regiones como el sudeste asiático, que gracia a ellos superó en las últimas dos décadas los mejores pronósticos.
Y no solo se trata de mejorar el performance en ciencias para procurar desarrollo, innovación como motores del desarrollo, sino también educación cívica, otro de los grandes abismos que tenemos en las Américas. Si gana Mockus probablemente se seguiría el ejemplo de Chile, que después de 20 años de un partido en el poder subió otro pero con la consigna de dar continuidad y seriedad a los objetivos de país, nacionales, sin distinción de banderías políticas.
Si gana Mockus tendremos esa potencial oportunidad. Y es bueno que ocurra.
Mockus – a pesar de su fama de excéntrico - y su compañero de fórmula han demostrado hacer muy bien las cosas en las dos alcaldías más importantes del país, como Bogotá y Medellín, así que habría que descartar su falta de experiencia. Mockus seguramente no descartaría todos los avances que ha hecho el país con Uribe en materia de guerrilla y narcotráfico, dándole continuidad, pero enfocaría su prioridad en temas tan trascendentales para él y el continente como es la educación.
Si las cosas le empezaran a salir bien y Colombia hace un cambio interesante a partir de esta propuesta, podría transformarse en un laboratorio importante para que políticos de otros países pudieran seguir su ejemplo. Justamente la educación es el problema mayor de América Latina, su talón de Aquiles. La baja escolaridad es lo que tiene al continente atrasado, comparativamente a otras regiones como el sudeste asiático, que gracia a ellos superó en las últimas dos décadas los mejores pronósticos.
Y no solo se trata de mejorar el performance en ciencias para procurar desarrollo, innovación como motores del desarrollo, sino también educación cívica, otro de los grandes abismos que tenemos en las Américas. Si gana Mockus probablemente se seguiría el ejemplo de Chile, que después de 20 años de un partido en el poder subió otro pero con la consigna de dar continuidad y seriedad a los objetivos de país, nacionales, sin distinción de banderías políticas.
Si gana Mockus tendremos esa potencial oportunidad. Y es bueno que ocurra.
mayo 28, 2010
Chávez y la "prensa de derecha"
Como no se podía esperar otra cosa, debido a sus vínculos casi carnales con el kirchnerismo – léase aquí escándalos sobornos y coimas entre empresarios argentinos y venezolanos, y la famosa valija de Guido Alejandro Antonini Wilson que engrosó la campaña electoral de Cristina – Hugo Chávez aprovechó su viaje a los festejos del Bicentenario en Buenos Aires para pegarle un par de “viandazos” a la prensa argentina, enojado porque le hicieron preguntas.
Claro está, no acostumbrado a que lo interpelen los periodistas de su país excepto aquellos que lo deben idolatrar públicamente, Chávez se enojó con quienes le preguntaron por el escándalo de la valija con los 800 mil dólares, calificando a todos sus críticos como parte de la “prensa de la derecha”. Haciendo una comparación con el periodismo venezolano, Chávez dijo que la prensa argentina “está peleada con la verdad”; ya que adujo que el dueño de la valija era un “excremento” y un “agente de la CIA”, típicas respuestas que siempre da, achacándole sus pecados al casino y retórico argumento del imperio.
A nadie le caben dudas que Chávez es un insolente y que odia a la prensa, es parte intrínseca de la plataforma de la izquierda popular latinoamericana, que solo se desvive por la propaganda y la idolatría informativa y la opresión de los medios y periodistas críticos.
El historial de Chávez contra la prensa es uno de los más tétricos del continente – solo basta recordar que este 27 de mayo se cumplió el tercer aniversario del ordenado cierre de RCTV – y para ellos siempre insiste que él no quiere confrontar con el periodismo, comparándose así con Cristina, pero que debe salir continuamente a confrontar las mentiras de una prensa de la derecha, golpista, burguesa, y que le hace el juego a los intereses yanquis, etc…
En fin, para Chávez, la “prensa de derecha” no es más que un pretexto para esconder sus miedos y no tener que enfrentar las críticas y el debate. Sin libertad de prensa no hay democracia.
Claro está, no acostumbrado a que lo interpelen los periodistas de su país excepto aquellos que lo deben idolatrar públicamente, Chávez se enojó con quienes le preguntaron por el escándalo de la valija con los 800 mil dólares, calificando a todos sus críticos como parte de la “prensa de la derecha”. Haciendo una comparación con el periodismo venezolano, Chávez dijo que la prensa argentina “está peleada con la verdad”; ya que adujo que el dueño de la valija era un “excremento” y un “agente de la CIA”, típicas respuestas que siempre da, achacándole sus pecados al casino y retórico argumento del imperio.
A nadie le caben dudas que Chávez es un insolente y que odia a la prensa, es parte intrínseca de la plataforma de la izquierda popular latinoamericana, que solo se desvive por la propaganda y la idolatría informativa y la opresión de los medios y periodistas críticos.
El historial de Chávez contra la prensa es uno de los más tétricos del continente – solo basta recordar que este 27 de mayo se cumplió el tercer aniversario del ordenado cierre de RCTV – y para ellos siempre insiste que él no quiere confrontar con el periodismo, comparándose así con Cristina, pero que debe salir continuamente a confrontar las mentiras de una prensa de la derecha, golpista, burguesa, y que le hace el juego a los intereses yanquis, etc…
En fin, para Chávez, la “prensa de derecha” no es más que un pretexto para esconder sus miedos y no tener que enfrentar las críticas y el debate. Sin libertad de prensa no hay democracia.
mayo 27, 2010
"Blame it on Rio"
El fútbol es tan poderoso que en Río de Janeiro ya se viven intensamente dos mundiales. El que está por comenzar en Sudáfrica y el del 2014, que tendrá a la “Cidade Maravilhosa” como una de sus sedes en Brasil.
El mundial de ahora es pura alegría y esperanza. Los cariocas ya están de fiesta. Bailan por calles abanderadas de “verde amarelo” y dejaron los anaqueles vacíos de televisores, camisetas y matracas. Pero el del 2014, en marcado contraste, es el mundial de la preocupación. No hay completa certeza sobre si las nuevas políticas para contener la violencia y hacer una copa en paz resultarán a tiempo y efectivas.
Si bien es cierto que Río es una ciudad multicolor, de profundo verde y azul, también se tiñe de rojo sangre. Alegre, alucinante y violenta. Todo se vive con la misma intensidad: carnaval, fútbol, riqueza, pobreza extrema, corrupción y crimen organizado. Es como vivir entre el paraíso y el infierno al mismo tiempo.
Por eso las opiniones están divididas sobre la efectividad de las medidas que el gobierno adoptó para lidiar con la violencia y las favelas de cara al Mundial de 2014 y las Olimpíadas del 2016. Muchos son escépticos; creen que se trata de marketing y cosmética. Otros tienen esperanza, porque ya se advierten cambios de conducta y reducción del crimen.
En respuesta a los magnos eventos deportivos conseguidos para la ciudad, en el 2009 se creó la Unidad de Policía Pacificadora (UPP), una fuerza policial que instaló sus comisarías en las favelas más impenetrables, desarmó a los violentos e implementó políticas de prevención y no violencia. Por ahora solo existen en 19 estaciones, pero se espera que para fines de año, con la ejecución de otros programas sociales y ecológicos, la iniciativa beneficiará a 220 mil residentes de barrios marginales.
Los problemas de Río son muy complejos. El narcotráfico y las milicias o grupos parapoliciales controlan las más de mil favelas y, por ende, el transporte público ilegal, la distribución de televisión por cable y la venta de garrafas de gas.
Pero ahora los resultados están a la vista. La violencia ha mermado drásticamente en donde operan las UPP, según coinciden autoridades, activistas de derechos humanos y taxistas. Lo pude comprobar cuando visité esta semana la favela Doña Marta en la ladera del Corcovado, la misma en la que Michael Jackson debió pedir autorización a los narcotraficantes para entrar y filmar su clip musical “They don’t care about us”.
Ahora no hay que pedir permiso. En la entrada, donde antes se apostaban los narcos con sus AK-47, hay vendedores ambulantes y más arriba, en un recoveco, donde siempre había tiroteos y muchos muertos, junto a un colega conversamos con varios residentes, mientras unos niños se arremolinaban alrededor de actores que interpretaban a unos superhéroes en una obra teatral callejera.
Quienes no se dejan arrastrar por el contraste, reconocen la eficiencia pacificadora, pero la sienten insuficiente. Saben que el tráfico de drogas persiste, aunque con mayor discreción y que la violencia no desapareció, sino que se mudó del otro lado de la bahía, a la ciudad de Niteroy. Reclaman que no habrá paz duradera, sin hospitales, escuelas y empleos.
Son también los mismos que protestaron cuando se comenzó la construcción de muros de concreto de tres metros de altura para contener el crecimiento desmesurado de las favelas y evitar que se siga destruyendo la vegetación, argumentando que la meta del gobierno era solo una cuestión de imagen: esconder la pobreza.
Aunque al momento la política de pacificación beneficia solo a un 15% de los pobres, se coincide que es el único experimento efectivo tras décadas de políticas frustradas que terminaron siempre manchadas de corrupción. Hay ahora, con los objetivos deportivos del 2014 y 2016, una mayor determinación y sincronía obligada entre los gobiernos local y estatal, y el apoyo del presidente Luis Inácio Lula da Silva.
Más allá de si se busca crear una mejor imagen o existe un interés genuino por reducir la violencia, lo cierto es que el Mundial de 2014, y no éste de Sudáfrica, es el que le podrá dar a Río las verdaderas razones para festejar.
El mundial de ahora es pura alegría y esperanza. Los cariocas ya están de fiesta. Bailan por calles abanderadas de “verde amarelo” y dejaron los anaqueles vacíos de televisores, camisetas y matracas. Pero el del 2014, en marcado contraste, es el mundial de la preocupación. No hay completa certeza sobre si las nuevas políticas para contener la violencia y hacer una copa en paz resultarán a tiempo y efectivas.
Si bien es cierto que Río es una ciudad multicolor, de profundo verde y azul, también se tiñe de rojo sangre. Alegre, alucinante y violenta. Todo se vive con la misma intensidad: carnaval, fútbol, riqueza, pobreza extrema, corrupción y crimen organizado. Es como vivir entre el paraíso y el infierno al mismo tiempo.
Por eso las opiniones están divididas sobre la efectividad de las medidas que el gobierno adoptó para lidiar con la violencia y las favelas de cara al Mundial de 2014 y las Olimpíadas del 2016. Muchos son escépticos; creen que se trata de marketing y cosmética. Otros tienen esperanza, porque ya se advierten cambios de conducta y reducción del crimen.
En respuesta a los magnos eventos deportivos conseguidos para la ciudad, en el 2009 se creó la Unidad de Policía Pacificadora (UPP), una fuerza policial que instaló sus comisarías en las favelas más impenetrables, desarmó a los violentos e implementó políticas de prevención y no violencia. Por ahora solo existen en 19 estaciones, pero se espera que para fines de año, con la ejecución de otros programas sociales y ecológicos, la iniciativa beneficiará a 220 mil residentes de barrios marginales.
Los problemas de Río son muy complejos. El narcotráfico y las milicias o grupos parapoliciales controlan las más de mil favelas y, por ende, el transporte público ilegal, la distribución de televisión por cable y la venta de garrafas de gas.
Pero ahora los resultados están a la vista. La violencia ha mermado drásticamente en donde operan las UPP, según coinciden autoridades, activistas de derechos humanos y taxistas. Lo pude comprobar cuando visité esta semana la favela Doña Marta en la ladera del Corcovado, la misma en la que Michael Jackson debió pedir autorización a los narcotraficantes para entrar y filmar su clip musical “They don’t care about us”.
Ahora no hay que pedir permiso. En la entrada, donde antes se apostaban los narcos con sus AK-47, hay vendedores ambulantes y más arriba, en un recoveco, donde siempre había tiroteos y muchos muertos, junto a un colega conversamos con varios residentes, mientras unos niños se arremolinaban alrededor de actores que interpretaban a unos superhéroes en una obra teatral callejera.
Quienes no se dejan arrastrar por el contraste, reconocen la eficiencia pacificadora, pero la sienten insuficiente. Saben que el tráfico de drogas persiste, aunque con mayor discreción y que la violencia no desapareció, sino que se mudó del otro lado de la bahía, a la ciudad de Niteroy. Reclaman que no habrá paz duradera, sin hospitales, escuelas y empleos.
Son también los mismos que protestaron cuando se comenzó la construcción de muros de concreto de tres metros de altura para contener el crecimiento desmesurado de las favelas y evitar que se siga destruyendo la vegetación, argumentando que la meta del gobierno era solo una cuestión de imagen: esconder la pobreza.
Aunque al momento la política de pacificación beneficia solo a un 15% de los pobres, se coincide que es el único experimento efectivo tras décadas de políticas frustradas que terminaron siempre manchadas de corrupción. Hay ahora, con los objetivos deportivos del 2014 y 2016, una mayor determinación y sincronía obligada entre los gobiernos local y estatal, y el apoyo del presidente Luis Inácio Lula da Silva.
Más allá de si se busca crear una mejor imagen o existe un interés genuino por reducir la violencia, lo cierto es que el Mundial de 2014, y no éste de Sudáfrica, es el que le podrá dar a Río las verdaderas razones para festejar.
mayo 26, 2010
Independencia o libertad
Los actos por el Bicentenerio en Argentina trajeron más de lo mismo; un puñado de presidentes, incluidos Cristina de Kirchner, Rafael Correa, Hugo Chávez y Evo Morales que hicieron referencia y alarde a la necesidad de continuar con la gesta independentista de América, algo en realidad bastante trillado y de lo que quieren sacar rédito político y demagógico.
Las declaraciones oficiales de Cristina apuntaron a eso, criticó a los próceres conservadores del pasado, que también trabajaron por la independencia y realzó la de los próceres más de izquierda, lo que hicieron poco por la libertad. Hoy justamente, estos presidentes que como Cristina quieren ser los próceres del futuro, son quienes más hacen en sus países para depredar la libertad; el libre albedrío, máximo valor y razón del ser humano, sin el cual jamás se podría alcanzar ningún nivel de verdadera independencia.
Los hechos en cada país en contra de la oposición, como en el caso de Venezuela y Bolivia, demuestran que a estos “próceres” modernos lo que menos les interesa es la libertad.
Las declaraciones oficiales de Cristina apuntaron a eso, criticó a los próceres conservadores del pasado, que también trabajaron por la independencia y realzó la de los próceres más de izquierda, lo que hicieron poco por la libertad. Hoy justamente, estos presidentes que como Cristina quieren ser los próceres del futuro, son quienes más hacen en sus países para depredar la libertad; el libre albedrío, máximo valor y razón del ser humano, sin el cual jamás se podría alcanzar ningún nivel de verdadera independencia.
Los hechos en cada país en contra de la oposición, como en el caso de Venezuela y Bolivia, demuestran que a estos “próceres” modernos lo que menos les interesa es la libertad.
El tiro por la culata
A Cristina de Kirchner le salió el tiro por la culata. No quiso juntarse con Mauricio Macri en el Tedeum de la Catedral de Buenos Aires como parte de los festejos del bicentenario del 25 de mayo de 1810 - por sus irreconciliables diferencias políticas - y prefirió la Basílica de Luján.
Pero en ese otro Tedeum fue sorprendida por el arzobispo Agustín Radrizzani. El prelado, quien lejos de mostrarse como patriota demagógico, prefirió tomar el toro por las astas e hizo un duro cuestionamiento contra su gobierno, y pidió "una justicia más efectiva, una mejor y más equitativa distribución de la riqueza, y una mayor independencia de los poderes republicanos".
El arzobispo habló del “desafío insoslayable” que tiene la democracia argentina para el período 2010-2016, fecha en la que se celebrará el 9 de julio de ese año el bicentenario de la independencia del país, para, entre otras cosas, mejorar la calidad de las instituciones, hoy por hoy, uno de los problemas más agudos que sacuden la confianza de todos los ciudadanos.
En un elocuente discurso, pidió además algo de lo que carece la dirigencia argentina: diálogo, más allá de partidismos e intereses personales.
Pero en ese otro Tedeum fue sorprendida por el arzobispo Agustín Radrizzani. El prelado, quien lejos de mostrarse como patriota demagógico, prefirió tomar el toro por las astas e hizo un duro cuestionamiento contra su gobierno, y pidió "una justicia más efectiva, una mejor y más equitativa distribución de la riqueza, y una mayor independencia de los poderes republicanos".
El arzobispo habló del “desafío insoslayable” que tiene la democracia argentina para el período 2010-2016, fecha en la que se celebrará el 9 de julio de ese año el bicentenario de la independencia del país, para, entre otras cosas, mejorar la calidad de las instituciones, hoy por hoy, uno de los problemas más agudos que sacuden la confianza de todos los ciudadanos.
En un elocuente discurso, pidió además algo de lo que carece la dirigencia argentina: diálogo, más allá de partidismos e intereses personales.
mayo 25, 2010
Se busca un prócer
Este día conmemorativo de los 200 años de emancipación que comenzó el 25 de mayo de 1810, nos encuentra a los argentinos divididos, especialmente por una clase política que sigue encaprichada a hacer de la vida nacional el lugar adecuado para la desunión y la polarización. Los actos por el bicentenario muestran eso, con fuerzas políticas y dirigentes, desde la presidenta Cristina de Kirchner hasta el conservador Mauricio Macri, haciendo sus propios y caprichosos actos patrios por su lado, desde los tedeums hasta las celebraciones.
Si algo hemos visto los argentinos a lo largo de la historia que nos tocó vivir y sobre la que aprendimos es que en muy pocas oportunidades estuvimos unidos por los mismos objetivos. No es por nada que nuestro carácter no llame a la unión o que seamos contradictorios, como lo establece una gran encuesta que encargó Clarín para hacer una radiografía del argentino y poder tener puntos de comparación hacia atrás y para los próximos cien años.
No es por nada que de este carácter e identidad nacional contradictorios, los argentinos destaquemos como a los argentinos más representativos a Diego Armando Maradona y al médico René Favaloro.
Lo importante, de todas maneras de esta encuesta que Clarín viene publicando en estos días, es que los argentinos estamos cada vez más convencidos que la democracia es el modelo más apropiado en donde desarrollar nuestras vidas, aunque detestemos a la clase política.
¿Será que nuestros dirigentes podrán darle a esta encuesta el mismo valor que le dan a los sondeos electorales y tomarla con total seriedad?
Como país, como ciudadanos, sería importante contar con un liderazgo que trace objetivos y que haga de Argentina un país desarrollado, con todo lo que esta palabra indica. ¿Será que alguien pueda gobernar trazando metas para los próximos 50 años y deje de plantear exitismos pasajeros?
Ese sería el mejor regalo para quienes, desde adentro y desde fuera, estamos esperanzados de que aparezca el próximo prócer, y para que no sigamos viviendo en los próceres que pensaron en una patria grande hace hoy 200 años.
Si algo hemos visto los argentinos a lo largo de la historia que nos tocó vivir y sobre la que aprendimos es que en muy pocas oportunidades estuvimos unidos por los mismos objetivos. No es por nada que nuestro carácter no llame a la unión o que seamos contradictorios, como lo establece una gran encuesta que encargó Clarín para hacer una radiografía del argentino y poder tener puntos de comparación hacia atrás y para los próximos cien años.
No es por nada que de este carácter e identidad nacional contradictorios, los argentinos destaquemos como a los argentinos más representativos a Diego Armando Maradona y al médico René Favaloro.
Lo importante, de todas maneras de esta encuesta que Clarín viene publicando en estos días, es que los argentinos estamos cada vez más convencidos que la democracia es el modelo más apropiado en donde desarrollar nuestras vidas, aunque detestemos a la clase política.
¿Será que nuestros dirigentes podrán darle a esta encuesta el mismo valor que le dan a los sondeos electorales y tomarla con total seriedad?
Como país, como ciudadanos, sería importante contar con un liderazgo que trace objetivos y que haga de Argentina un país desarrollado, con todo lo que esta palabra indica. ¿Será que alguien pueda gobernar trazando metas para los próximos 50 años y deje de plantear exitismos pasajeros?
Ese sería el mejor regalo para quienes, desde adentro y desde fuera, estamos esperanzados de que aparezca el próximo prócer, y para que no sigamos viviendo en los próceres que pensaron en una patria grande hace hoy 200 años.
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