Así como Hamlet hablaba de “ser o no ser”, creo – y sigo sosteniendo – que “cubrir o descubrir” es lo que diferencia al buen periodismo del mediocre. La calidad del periodismo puede ser medido en cuanto pueda ser capaz de investigar o arrojar luz sobre realidad que alguien quiere mantener en la oscuridad.
Lamentablemente, en esta época de recortes presupuestarios, y como se observa en Estados Unidos en forma especial, se está observando que los medios están perdiendo calidad optando por un periodismo más de denuncia que de investigación, que se nutre de propalar denuncias que le llegan más que “fabricarlas” o “desenterrarlas” desde su propia cocina.
En muchos casos los medios, en especial aquellos periódicos que en una época eran puntos de referencia y marcaban la agenda pública de la comunidad o del país, se han transformado en simples propaladores de noticias, en traductores de denuncias del poder público que los utiliza como instrumentos de propaganda o relaciones públicas o en simples medios que han sucumbido al marketing y que hablan lo que la gente quiere escuchar.
Muchos medios hablan de lo que dicen otros medios y siguen siempre a las noticias de atrás, desperdiciándose así la responsabilidad de descubrir, liderar en sus comunidades y de esa forma crear agenda pública.
Analicemos a los medios en nuestra ciudad: ¿Cubren o DEScubren?
Publiqué hace poco mi novela futurística en Amazon: "Robots con Alma: atrapados entre la verdad y la libertad". En este blog trato de temas de actualidad referidos a los valores de la verdad y la libertad. Blog por Ricardo Trotti
septiembre 22, 2008
septiembre 21, 2008
Como competencia de Miss Mundo
La hora de la verdad se acerca. Los debates entre Obama y McCain se iniciarán este viernes y cada uno llegará con todo su andamiaje político pero cuidando de su imagen, casi como en una competencia de Miss Mundo.
Veremos cómo se inclinará la contienda que hasta ahora sólo estaba reflejada por el vaivén de la encuestas. Nunca en la historia política de EE.UU. hubo tantas encuestas y sondeos sobre la intención de voto, y como nunca antes hubo tanta incertidumbre sobre quién ganará a tan solo seis semanas de las elecciones presidenciales.
Se calcula que se hicieron 1.291 encuestas nacionales y estales hasta el momento, una cifra ampliamente superior a las 846 de las elecciones del 2000. ¿El resultado?: un virtual empate, aunque la delantera republicana desde hace dos semanas, impulsada por la candidata a vicepresidente de Sarah Palin, se ha desvanecido en estos últimos días debido a la catástrofe económica de la bolsa.
En condiciones normales, los demócratas y su líder Obama, deberían tener que estar por más de 20 puntos de diferencia. No se entiende como McCain, siendo republicano y no pudiendo separarse de la mala fama de Bush - que le hereda una economía tambaleante, un sistema crediticio y una guerra que consume miles de millones de dólares por día y cobra decenas de vida diaria – pueda estar en carrera todavía y dando batalla.
¿Será que la gente descree de los políticos en general y tampoco cree que Obama traerá cambios? ¿Será que este sigue siendo un país eminentemente racista y que en las encuestas la gente no tiene miedo de expresarse como es, ya que públicamente nadie quiere ser políticamente incorrecto? ¿Será que el crean que McCain es más enérgico para defender al país de posibles ataques terroristas?
Debe haber muchísimas preguntas más y seguramente las respuestas empezarán a venir a partir de este viernes cuando empiecen los debates públicos entre ambos candidatos. Casi como en una competencia de Miss Mundo, poco importarán los antecedentes anteriores o el desfile anterior con ropa de gala o en traje de baño, sino como se sortea la pregunta o con qué seguridad se responda, más allá de que se diga o no algo trascendente.
¿Mi voto?
Ya lo he cambiado muchas veces. El lío económico de esta semana me sacaron las ganas de premiar a los republicanos. Pero esta partido todavía lleva una leve ventaja en la Florida, uno de los tres estados, que junto con Ohio y Pennsilvanya, suelen definir las elecciones presidenciales. Sé que mi voto es muy importante y lo seguiré pensando… cambiando
Veremos cómo se inclinará la contienda que hasta ahora sólo estaba reflejada por el vaivén de la encuestas. Nunca en la historia política de EE.UU. hubo tantas encuestas y sondeos sobre la intención de voto, y como nunca antes hubo tanta incertidumbre sobre quién ganará a tan solo seis semanas de las elecciones presidenciales.
Se calcula que se hicieron 1.291 encuestas nacionales y estales hasta el momento, una cifra ampliamente superior a las 846 de las elecciones del 2000. ¿El resultado?: un virtual empate, aunque la delantera republicana desde hace dos semanas, impulsada por la candidata a vicepresidente de Sarah Palin, se ha desvanecido en estos últimos días debido a la catástrofe económica de la bolsa.
En condiciones normales, los demócratas y su líder Obama, deberían tener que estar por más de 20 puntos de diferencia. No se entiende como McCain, siendo republicano y no pudiendo separarse de la mala fama de Bush - que le hereda una economía tambaleante, un sistema crediticio y una guerra que consume miles de millones de dólares por día y cobra decenas de vida diaria – pueda estar en carrera todavía y dando batalla.
¿Será que la gente descree de los políticos en general y tampoco cree que Obama traerá cambios? ¿Será que este sigue siendo un país eminentemente racista y que en las encuestas la gente no tiene miedo de expresarse como es, ya que públicamente nadie quiere ser políticamente incorrecto? ¿Será que el crean que McCain es más enérgico para defender al país de posibles ataques terroristas?
Debe haber muchísimas preguntas más y seguramente las respuestas empezarán a venir a partir de este viernes cuando empiecen los debates públicos entre ambos candidatos. Casi como en una competencia de Miss Mundo, poco importarán los antecedentes anteriores o el desfile anterior con ropa de gala o en traje de baño, sino como se sortea la pregunta o con qué seguridad se responda, más allá de que se diga o no algo trascendente.
¿Mi voto?
Ya lo he cambiado muchas veces. El lío económico de esta semana me sacaron las ganas de premiar a los republicanos. Pero esta partido todavía lleva una leve ventaja en la Florida, uno de los tres estados, que junto con Ohio y Pennsilvanya, suelen definir las elecciones presidenciales. Sé que mi voto es muy importante y lo seguiré pensando… cambiando
septiembre 19, 2008
A confesión de partes…
El dicho dice “A confesión de partes, relevo de pruebas” y se puede aplicar perfectamente al gobierno venezolano. Anoche, el canciller Maduro expulsó a funcionarios de Human Rights Watch, después de que ofrecieron un informe crítico sobre las violaciones a los derechos humanos en el país.
La actitud del gobierno de Chávez es una evidencia de la cada vez más profunda intolerancia contra toda a aquella persona o institución, nacional o extranjera, que se atreva a criticar al gobierno. Su manía por desacreditar es persistente y tiene siempre la misma excusa conspirativa. En este caso, como era de esperar, argumentó HRW es parte de la estrategia imperialista norteamericana.
La intolerancia a la libertad de expresión, a la crítica, es una confesión de parte, que indica cuán autocrático se ha convertido el régimen. José Miguel Vivanco y Daniel Wilkinson fueron escoltados anoche al aeropuerto de Maiquetía porque según el gobierno agredieron a “las instituciones de la democracia venezolana” y "es política del Estado venezolano hacer respetar la soberanía nacional y garantizarle a las instituciones y al pueblo su defensa frente a ataques internacionales que responden a intereses vinculados y financiados por el gobierno de Estados Unidos de Norteamérica".
En realidad, lo de HRW no debería haber sorprendido al gobierno, porque muchas de las críticas y las violaciones que remarcó ya las han incluido otras organizaciones en sus informes y los medios nacionales las remarcan continuamente. La SIP, por ejemplo, viene señalando desde hace años las violaciones al ejercicio periodístico y fue por prevención a esas críticas, que el Congreso la declaró como organización “non grata” en la reunión de marzo pasado en Caracas, debido a que “(vienen) a desacreditar la revolución bolivariana, ofender al pueblo venezolano y atentar contra el prestigio y la credibilidad del Presidente de la República”.
Lo que le molestó a Chávez esta vez es que el informe se da muy cerca de noviembre, época electoral en Venezuela, para la cual ha proscripto a un gran número de políticos de la oposición que tenían chances de arrebatarle algo de poder. Chávez no tiene vergüenza ni le importa tomar este tipo de medidas, está totalmente jugado a su revolución, por eso ha creado una Constitución a gusto y placer, ha defenestrado a la oposición, mantiene un Congreso unilateral, una justicia dependiente y una espada sobre la cabeza de los medios y periodistas independientes.
Chávez cree además que nadie tiene derecho como él, a ir a otros países a despotricar contra sus opositores. Lo hace en el Unasur, en la ONU, en la OEA o en Bolivia, Nicaragua, Ecuador y en Cuba muy frecuentemente, y lo acaba de hacer hace poco en Honduras, donde criticó a las oligarquías, a los medios enrostrándoles ser lacayos del imperio.
Este episodio me recuerda a las dictaduras militares del Sur, particularmente la de Rafael Videla, en 1978 cuando la copa mundial de fútbol. Ante la crítica de organismos internacionales sobre las violaciones a los derechos humanos, había una contra propaganda del régimen cuyo lema era: “Los argentinos somos Derechos y Humanos”. Años después nos avergonzamos.
Posiblemente HRW sopesó las consecuencias e impacto de dar el informe en Venezuela o en su sede en Washington. Puede discutirse si fue un error o no; pero lo que no deja discusión es que se hace necesario seguir denunciando los atropellos a los derechos humanos en todo lugar. El estudio, “Una década de Chávez: Intolerancia política y oportunidades perdidas para el progreso de los derechos humanos en Venezuela”, prueba que Chávez está acabando con las garantías y derechos democráticos de los venezolanos.
La actitud del gobierno de Chávez es una evidencia de la cada vez más profunda intolerancia contra toda a aquella persona o institución, nacional o extranjera, que se atreva a criticar al gobierno. Su manía por desacreditar es persistente y tiene siempre la misma excusa conspirativa. En este caso, como era de esperar, argumentó HRW es parte de la estrategia imperialista norteamericana.
La intolerancia a la libertad de expresión, a la crítica, es una confesión de parte, que indica cuán autocrático se ha convertido el régimen. José Miguel Vivanco y Daniel Wilkinson fueron escoltados anoche al aeropuerto de Maiquetía porque según el gobierno agredieron a “las instituciones de la democracia venezolana” y "es política del Estado venezolano hacer respetar la soberanía nacional y garantizarle a las instituciones y al pueblo su defensa frente a ataques internacionales que responden a intereses vinculados y financiados por el gobierno de Estados Unidos de Norteamérica".
En realidad, lo de HRW no debería haber sorprendido al gobierno, porque muchas de las críticas y las violaciones que remarcó ya las han incluido otras organizaciones en sus informes y los medios nacionales las remarcan continuamente. La SIP, por ejemplo, viene señalando desde hace años las violaciones al ejercicio periodístico y fue por prevención a esas críticas, que el Congreso la declaró como organización “non grata” en la reunión de marzo pasado en Caracas, debido a que “(vienen) a desacreditar la revolución bolivariana, ofender al pueblo venezolano y atentar contra el prestigio y la credibilidad del Presidente de la República”.
Lo que le molestó a Chávez esta vez es que el informe se da muy cerca de noviembre, época electoral en Venezuela, para la cual ha proscripto a un gran número de políticos de la oposición que tenían chances de arrebatarle algo de poder. Chávez no tiene vergüenza ni le importa tomar este tipo de medidas, está totalmente jugado a su revolución, por eso ha creado una Constitución a gusto y placer, ha defenestrado a la oposición, mantiene un Congreso unilateral, una justicia dependiente y una espada sobre la cabeza de los medios y periodistas independientes.
Chávez cree además que nadie tiene derecho como él, a ir a otros países a despotricar contra sus opositores. Lo hace en el Unasur, en la ONU, en la OEA o en Bolivia, Nicaragua, Ecuador y en Cuba muy frecuentemente, y lo acaba de hacer hace poco en Honduras, donde criticó a las oligarquías, a los medios enrostrándoles ser lacayos del imperio.
Este episodio me recuerda a las dictaduras militares del Sur, particularmente la de Rafael Videla, en 1978 cuando la copa mundial de fútbol. Ante la crítica de organismos internacionales sobre las violaciones a los derechos humanos, había una contra propaganda del régimen cuyo lema era: “Los argentinos somos Derechos y Humanos”. Años después nos avergonzamos.
Posiblemente HRW sopesó las consecuencias e impacto de dar el informe en Venezuela o en su sede en Washington. Puede discutirse si fue un error o no; pero lo que no deja discusión es que se hace necesario seguir denunciando los atropellos a los derechos humanos en todo lugar. El estudio, “Una década de Chávez: Intolerancia política y oportunidades perdidas para el progreso de los derechos humanos en Venezuela”, prueba que Chávez está acabando con las garantías y derechos democráticos de los venezolanos.
septiembre 18, 2008
Terrorismo y la ventaja republicana
El atentado de ayer a la embajada estadunidense de Yemen es el de mayor envergadura contra Estados Unidos, inyectando algo de nervios a una campaña presidencial que esta semana se enfrascó en el descalabro económico y la inestabilidad de los mercados.
El ataque desnudó una vez más la tendencia de que los atentados terroristas, desde Septiembre 11 hace siete años, no se registran en suelo estadounidense sino sobre sus intereses en países lejanos. La pregunta que muchos se hacen es si existe seguridad de que se mantenga de esa forma, que ocurriría en la intención de voto si se produjera un atentado in-house antes de noviembre 4 y a cuál de los dos partidos perjudicaría más.
Así como sucedió con el ataque terrorista contra los trenes en Madrid que voltearon una elección, estoy seguro que un nuevo ataque en suelo estadounidense reflotaría la popularidad perdida de Bush, incentivaría los sentimientos nacionalistas y patrióticos, poniendo a los republicanos en un sitio de preferencia.
Si en otras latitudes se prefiere a Obama por sobre McCain, incluyendo a aquellos gobiernos que simpatizan o son cómplices del terrorismo, permitiendo que los ataques persistan o haciéndose de la vista gorda, poco se estaría haciendo para beneficiar las chances de los demócratas.
Mientras las hipótesis se manejan, ayer se dio a conocer el resultado de una encuesta de la Associated Press sobre terrorismo que muestra que la percepción de la gente depende mucho de la simpatía que tengan por uno u otro partido en la disputa electoral. Los republicanos, siete de 10, adjudican el hecho de que no haya ataques en Estados Unidos a la determinación del gobierno de Bush en su guerra contra el terrorismo que se libra básicamente en Irak y Afganistán. Para los demócratas el porcentaje es de dos sobre 10, adjudicando otros factores.
Los republicanos aducen que la mayor seguridad (como medidas en los puertos y aeropuertos) y la vigilancia de parte de los propios ciudadanos han sido factores de disuasión para los terroristas; mientras que los demócratas argumentan que se debe a que los extremistas no quieran atacar y a que existe mayor colaboración de gobiernos extranjeros.
El ataque desnudó una vez más la tendencia de que los atentados terroristas, desde Septiembre 11 hace siete años, no se registran en suelo estadounidense sino sobre sus intereses en países lejanos. La pregunta que muchos se hacen es si existe seguridad de que se mantenga de esa forma, que ocurriría en la intención de voto si se produjera un atentado in-house antes de noviembre 4 y a cuál de los dos partidos perjudicaría más.
Así como sucedió con el ataque terrorista contra los trenes en Madrid que voltearon una elección, estoy seguro que un nuevo ataque en suelo estadounidense reflotaría la popularidad perdida de Bush, incentivaría los sentimientos nacionalistas y patrióticos, poniendo a los republicanos en un sitio de preferencia.
Si en otras latitudes se prefiere a Obama por sobre McCain, incluyendo a aquellos gobiernos que simpatizan o son cómplices del terrorismo, permitiendo que los ataques persistan o haciéndose de la vista gorda, poco se estaría haciendo para beneficiar las chances de los demócratas.
Mientras las hipótesis se manejan, ayer se dio a conocer el resultado de una encuesta de la Associated Press sobre terrorismo que muestra que la percepción de la gente depende mucho de la simpatía que tengan por uno u otro partido en la disputa electoral. Los republicanos, siete de 10, adjudican el hecho de que no haya ataques en Estados Unidos a la determinación del gobierno de Bush en su guerra contra el terrorismo que se libra básicamente en Irak y Afganistán. Para los demócratas el porcentaje es de dos sobre 10, adjudicando otros factores.
Los republicanos aducen que la mayor seguridad (como medidas en los puertos y aeropuertos) y la vigilancia de parte de los propios ciudadanos han sido factores de disuasión para los terroristas; mientras que los demócratas argumentan que se debe a que los extremistas no quieran atacar y a que existe mayor colaboración de gobiernos extranjeros.
septiembre 17, 2008
Cuba USA a Ike y Gustav
Ike y Gustav, los dos grandes huracanes que impactaron el Caribe y el sur de Estados Unidos dejando una estela interminable de destrucción y muerte, son ahora también la gasolina que mueve la politiquería entre Estados Unidos y Cuba, manteniendo a la ayudada humanitaria en el limbo.
Las posiciones estatales son irreconciliables. Estados Unidos ofrece ayuda a condición de que Cuba permita entrar a un grupo de expertos para hacer una evaluación de los daños tras el paso de los huracanes, y Cuba condiciona el aporte a que el gobierno estadounidense deje de lado el embargo económico para poder comprar los materiales para la reconstrucción.
Ninguno cede en sus posiciones, a excepción de un par de legisladores demócratas que hablan de flexibilizar el embargo por unos seis meses. Los contrarios aducen que Cuba siempre solicita lo mismo y que gracias a ese reclamo ha logrado que en huracanes anteriores Estados Unidos haya flexibilizado, por ejemplo, la venta de granos aunque sólo sea en efectivo. Un requisito que impone el Ministerio del Tesoro.
Más allá de estas disquisiciones políticas, los cubanos exiliados en Miami han contribuido con grandes cantidades de dinero recaudadas en teletones el fin de semana pasada a través de fundaciones privadas y canales de televisión. En Miami hay sentimientos encontrados entre los ciudadanos cubanoamericanos de a pie, los muchos preferirían una flexibilización del embargo que les permita viajar y llevar la ayuda en forma personal a sus familiares y amigos, pero también creen que es necesario que el embargo se mantenga como presión para buscar cambios políticos en la isla.
Los desastres naturales son justamente los hechos que suelen ilustrar con más vehemencias estas posiciones encontradas.
Por otra parte, en este juego político, Cuba aprovechó e hizo un guiño hacia la Comunidad Europea, sometiéndose a aceptar una evaluación europea de los daños causados por Ike y Gustav, primer acercamiento que hay después de los del otro lado del Atlántico impusieran el congelamiento de las relaciones en el 2003 cuando Fidel Castro ordenó encarcelar a 75 disidentes en lo que se denominó “la primavera negra”.
Lo más importante de este nuevo frente de negociación es que la Comunidad Europea condiciona su diálogo a la liberación del resto de los 75 disidentes presos (20 ya fueron liberados por razones de enfermedad) a mejorar las condiciones de los derechos humanos, la libertad de expresión y a que se reconozca a la disidencia interna como un movimiento político, ergo, empezar un verdadero proceso democrático y a que se permita a los europeos el contacto permanente con los opositores internos al régimen.
Dada las condiciones y medidas cosméticas que ha adoptado Raúl Castro desde que su hermano se recluyó del poder y escribe sus pensamientos (ya casi memorias) en www.cubadebate.cu; no es muy factible que Cuba se transforme de ahora en más en una democracia o que sus líderes y el partido estén convencidos de que así sea.
Da la sensación, como siempre sucede con Cuba, que los acontecimientos y las noticias que se generan en la isla debido a los desastres naturales son aprovechados para usarlos como gasolina y buscar instalarse en el mundo de naciones sin condicionamiento alguno. En este caso, creo que Cuba está USAndo a los dos huracanes para negociar con estadounidenses y europeos. Pero no habrá cambios.
Las posiciones estatales son irreconciliables. Estados Unidos ofrece ayuda a condición de que Cuba permita entrar a un grupo de expertos para hacer una evaluación de los daños tras el paso de los huracanes, y Cuba condiciona el aporte a que el gobierno estadounidense deje de lado el embargo económico para poder comprar los materiales para la reconstrucción.
Ninguno cede en sus posiciones, a excepción de un par de legisladores demócratas que hablan de flexibilizar el embargo por unos seis meses. Los contrarios aducen que Cuba siempre solicita lo mismo y que gracias a ese reclamo ha logrado que en huracanes anteriores Estados Unidos haya flexibilizado, por ejemplo, la venta de granos aunque sólo sea en efectivo. Un requisito que impone el Ministerio del Tesoro.
Más allá de estas disquisiciones políticas, los cubanos exiliados en Miami han contribuido con grandes cantidades de dinero recaudadas en teletones el fin de semana pasada a través de fundaciones privadas y canales de televisión. En Miami hay sentimientos encontrados entre los ciudadanos cubanoamericanos de a pie, los muchos preferirían una flexibilización del embargo que les permita viajar y llevar la ayuda en forma personal a sus familiares y amigos, pero también creen que es necesario que el embargo se mantenga como presión para buscar cambios políticos en la isla.
Los desastres naturales son justamente los hechos que suelen ilustrar con más vehemencias estas posiciones encontradas.
Por otra parte, en este juego político, Cuba aprovechó e hizo un guiño hacia la Comunidad Europea, sometiéndose a aceptar una evaluación europea de los daños causados por Ike y Gustav, primer acercamiento que hay después de los del otro lado del Atlántico impusieran el congelamiento de las relaciones en el 2003 cuando Fidel Castro ordenó encarcelar a 75 disidentes en lo que se denominó “la primavera negra”.
Lo más importante de este nuevo frente de negociación es que la Comunidad Europea condiciona su diálogo a la liberación del resto de los 75 disidentes presos (20 ya fueron liberados por razones de enfermedad) a mejorar las condiciones de los derechos humanos, la libertad de expresión y a que se reconozca a la disidencia interna como un movimiento político, ergo, empezar un verdadero proceso democrático y a que se permita a los europeos el contacto permanente con los opositores internos al régimen.
Dada las condiciones y medidas cosméticas que ha adoptado Raúl Castro desde que su hermano se recluyó del poder y escribe sus pensamientos (ya casi memorias) en www.cubadebate.cu; no es muy factible que Cuba se transforme de ahora en más en una democracia o que sus líderes y el partido estén convencidos de que así sea.
Da la sensación, como siempre sucede con Cuba, que los acontecimientos y las noticias que se generan en la isla debido a los desastres naturales son aprovechados para usarlos como gasolina y buscar instalarse en el mundo de naciones sin condicionamiento alguno. En este caso, creo que Cuba está USAndo a los dos huracanes para negociar con estadounidenses y europeos. Pero no habrá cambios.
septiembre 16, 2008
¡Viva la dependencia!
¡Viva la dependencia! pareció gritar ayer el presidente hondureño Manuel Zelaya cuando en realidad se hubiese tenido que ajustar al protocolo y en el día patrio exhalar el esperado ¡Viva la independencia! Los abucheos no se hicieron esperar por un grupo nutrido de compatriotas que lo escuchó hablar a sus anchas a favor de la Alternativa Bolivariana para las Américas promovida por Hugo Chávez y criticar a sus connacionales neoliberales por todos los males de su país.
A Zelaya no le fue nada bien. Se tuvo que escapar entre medio de insultos y metido entre sus guardaespaldas, ante el reclamo de varios legisladores que expresaron que no aprobarán el ALBA. La verborragia altisonante de Zelaya que parece imitar los desenfrenos de Chávez, ha hecho confluir dos refranes que suelen estar relacionados entre sí: el pez por la boca muere y el tiro suele salir por la culata.
Ante un discurso que habrá pensado heroico durante el 187 aniversario de la emancipación centroamericana, y queriendo endilgarle a los estadounidenses la mimetización de las reglas capitalistas del libre mercado, Zelaya no tuvo el plafón político que esperaba con su verbosidad anti nacional.
Si de autonomía, soberanía y de libertad se tratara, Zelaya no es consecuente con lo que dice porque estaría saltando de una dependencia de mercado a una dependencia ideológica. En realidad, está enajenando esos valores y la independencia a nombre de un instrumento como el Alba, una alternativa más política, ideológica y divisionista que lo aleja del socio comercial más estratégico.
El discurso de ayer me hizo acordar al que presencié en octubre pasado cuando en Miami habló en la asamblea general de la SIP, en el que lo único que hizo es criticar a los medios de comunicación y periodistas de su país y endilgarle a los comunicadores en general los males de su gobierno y de América Latina. Una salida muy fácil, que le sirve para exculpar y justificar los propios errores gubernamentales.
A Zelaya no le fue nada bien. Se tuvo que escapar entre medio de insultos y metido entre sus guardaespaldas, ante el reclamo de varios legisladores que expresaron que no aprobarán el ALBA. La verborragia altisonante de Zelaya que parece imitar los desenfrenos de Chávez, ha hecho confluir dos refranes que suelen estar relacionados entre sí: el pez por la boca muere y el tiro suele salir por la culata.
Ante un discurso que habrá pensado heroico durante el 187 aniversario de la emancipación centroamericana, y queriendo endilgarle a los estadounidenses la mimetización de las reglas capitalistas del libre mercado, Zelaya no tuvo el plafón político que esperaba con su verbosidad anti nacional.
Si de autonomía, soberanía y de libertad se tratara, Zelaya no es consecuente con lo que dice porque estaría saltando de una dependencia de mercado a una dependencia ideológica. En realidad, está enajenando esos valores y la independencia a nombre de un instrumento como el Alba, una alternativa más política, ideológica y divisionista que lo aleja del socio comercial más estratégico.
El discurso de ayer me hizo acordar al que presencié en octubre pasado cuando en Miami habló en la asamblea general de la SIP, en el que lo único que hizo es criticar a los medios de comunicación y periodistas de su país y endilgarle a los comunicadores en general los males de su gobierno y de América Latina. Una salida muy fácil, que le sirve para exculpar y justificar los propios errores gubernamentales.
septiembre 15, 2008
OBSESION
No se trata del perfume de Kalvin Klein, sino de un documental que ayer The Miami Herald repartió con su distribución. “Obsesión: la guerra islámica fundamentalista en contra de Occidente” (Obsession: Radical Islam's War Against the West” es un documental del 2006 que trata de crear conciencia sobre la guerra santa que el terrorismo islámico le declaró a Estados Unidos y al Occidente después del ataque contra las Torres Gemelas en Nueva York.
“Obsesión” compara los objetivos, intención y sobre todo la propaganda musulmana radical con la de Joseph Goebbels, el ministro de Propaganda del régimen hitleriano, para influenciar en sus poblaciones sobre la amenaza de los judíos conquistando el mundo y de toda persona que no tenga como religión venerar e idolatrar a Alá, así sean cristianos, hindúes, budistas.
Muestra especialmente el adoctrinamiento de menores musulmanes quienes están convencidos de que en la Guerra Santa, deben combatir el demonio para que Alá reine sobre todo el planeta a cualquier costo, incluso para inmolarse implotándose contra los objetivos. Confundir a los menores o influenciarlos mediante la propaganda no es nada nuevo, lo han utilizado los regímenes más despóticos y no hace falta irse más allá de nuestras fronteras latinoamericanas. En Cuba el adoctrinamiento es parte de la educación formal, lo mismo que lo está solidificando el régimen chavista con la nueva reforma educativa y lo hizo en su tiempo el general Juan Perón a través de textos que idolatraban la vida “santa” de Evita, por ejemplo.
“Obsesión” no se queda solo en la denuncia del terrorismo sino también pide acción para denunciar actividades sospechosas o denunciar a los profesores universitarios que pudieran, con su escepticismo, ayudar a los jóvenes estadounidenses a creer que el terrorismo no es una amenaza, como lo trató de hacer ver en su documental “Farenheit 9/11”, Michael Moore, quien se mofa de George W. Bush y de los medios de comunicación por su cobertura sobre la guerra declarada al terrorismo.
El documental es un instrumento de propaganda que busca contrarrestar el escepticismo de una población que no cree que puedan ocurrir otros atentados. Alienta a estar atentos y a no bajar la guardia. En el sitio de internet http://www.obsessionthemovie.com ofrece numerosas alternativas de cómo actuar ante la amenaza del terrorismo.
Este tipo de propaganda masiva aparece el mismo día en que el principal editorial de The New York Times critica que el país ha sido calificado con una "c" en su lucha para defenderse del terrorismo, según una junta del Congreso, pidiendo mayores esfuerzos al gobierno federal.
“Obsesión” compara los objetivos, intención y sobre todo la propaganda musulmana radical con la de Joseph Goebbels, el ministro de Propaganda del régimen hitleriano, para influenciar en sus poblaciones sobre la amenaza de los judíos conquistando el mundo y de toda persona que no tenga como religión venerar e idolatrar a Alá, así sean cristianos, hindúes, budistas.
Muestra especialmente el adoctrinamiento de menores musulmanes quienes están convencidos de que en la Guerra Santa, deben combatir el demonio para que Alá reine sobre todo el planeta a cualquier costo, incluso para inmolarse implotándose contra los objetivos. Confundir a los menores o influenciarlos mediante la propaganda no es nada nuevo, lo han utilizado los regímenes más despóticos y no hace falta irse más allá de nuestras fronteras latinoamericanas. En Cuba el adoctrinamiento es parte de la educación formal, lo mismo que lo está solidificando el régimen chavista con la nueva reforma educativa y lo hizo en su tiempo el general Juan Perón a través de textos que idolatraban la vida “santa” de Evita, por ejemplo.
“Obsesión” no se queda solo en la denuncia del terrorismo sino también pide acción para denunciar actividades sospechosas o denunciar a los profesores universitarios que pudieran, con su escepticismo, ayudar a los jóvenes estadounidenses a creer que el terrorismo no es una amenaza, como lo trató de hacer ver en su documental “Farenheit 9/11”, Michael Moore, quien se mofa de George W. Bush y de los medios de comunicación por su cobertura sobre la guerra declarada al terrorismo.
El documental es un instrumento de propaganda que busca contrarrestar el escepticismo de una población que no cree que puedan ocurrir otros atentados. Alienta a estar atentos y a no bajar la guardia. En el sitio de internet http://www.obsessionthemovie.com ofrece numerosas alternativas de cómo actuar ante la amenaza del terrorismo.
Este tipo de propaganda masiva aparece el mismo día en que el principal editorial de The New York Times critica que el país ha sido calificado con una "c" en su lucha para defenderse del terrorismo, según una junta del Congreso, pidiendo mayores esfuerzos al gobierno federal.
septiembre 13, 2008
“Yankee, go home”
Primero Evo Morales, enseguida Hugo Chávez y ahora casi Manuel Zelaya, algunos presidentes latinoamericanos parece que retomaron los viejos refranes de décadas pasadas cuando el “Yankee, go home” pululaba por América Latina.
Evo echó al embajador estadounidense acusándolo de injerencia por apoyar a cuatro prefectos opositores; Hugo, que cada día está más imperialista y metiéndose en cada vez más en asuntos de otros países y sufre de un síndrome de Libertador Bolívar-San Martín, lo hizo al día siguiente en solidaridad, y hoy se le sumó el hondureño “Zel”, quien postergó la ceremonia de aceptación de las credenciales del nuevo embajador norteamericano, metiéndose también en un lío que ni siquiera entiende. El gobierno argentino no se sumó a esto – ganas tal vez tendría – y por eso envió a un grupo de piqueteros a solidarizarse frente a la embajada estadounidense, una especie de gesto con sus correligionarios, pero que trata de ser menor para no tener problemas con el gas que le debe llegar desde Tarija.
Solidaridad no es justamente lo que sucede, sino conveniencia. Chávez solo trata de aprovecharse de cualquier conflicto para poder montar su circo y bañarse en un liderazgo que nadie le da, de la misma forma que lo trató de hacer cuando se solidarizó con Rafael Correa, después que Uribe hizo bombardear un campamento de las Farc en territorio ecuatoriano, matando al líder terrorista Raúl Reyes.
Aquella vez como esta, a Chávez le salió el tiro por la culata. Las computadoras secuestradas a las Farc tenían numerosos mensajes en los que guerrilleros colombianos y funcionarios venezolanos trataban de intercambiar armas y entrenamiento. Ahora, los militares bolivianos le advirtieron que “no permitiremos la intromisión de Chávez en asuntos nuestros”, después de escucharlo que mandaría sus tropas para defender a Evo en caso de un golpe de Estado. Por más que coseche algo de admiración, Chávez está aprendiendo que no es lo mismo lo que puede hacer en su país donde mantiene a la gente y a la oposición con férreo puño. En Bolivia, todos se acuerdan todavía cuando una horda atacó a un avión militar venezolano que tuvo que despegar a las apuradas, bajo sospecha de que estaba trayendo una valija llena de dólares como semanas atrás le habían llevado a Cristina Kirchner para su campaña electoral.
En casa, tratando de restar importancia a unas elecciones internas que se le avecinan no muy fáciles de obtener en noviembre y para evitar el escándalo político que se está creando en un juzgado de Miami que investiga la conexión entre el maletín que llevaba Antonini a Cristina de su parte, Chávez ha hecho varias cosas en forma directa e indirecta para disipar la atención. Primero, ha neutralizado a la oposición inhabilitando judicialmente (totalmente dependiente-chavista) a más de 100 opositores que no podrán presentarse a las elecciones por delitos inexistentes.
Segundo, levanta revuelo con temas nacionalistas tratando de enervar a las masas en contra de Estados Unidos acusando a todo el mundo de que hay conspiraciones en marcha tanto para asestarle un golpe como para asesinarlo. Echó al embajador norteamericano y se pavonea con dos aviones rusos, con tropas que vendrán y desafía con más proyectos de colaboración militar y comercial con Irán, justamente dos países que tienen pésimas relaciones con Estados Unidos. Nada parece que sea por casualidad. La intención del desafío está muy clara.
Por otro lado, Chávez está restando atención a donde realmente está la peor crisis de América Latina en este momento, en Bolivia, donde hay una pelea fratricida de origen comercial y económica más que política, porque en realidad lo que está en juego son cuatro zonas más ricas que las demás, que quieren una mejor distribución impositiva. La única zona que podría tener la fortaleza independentista si la buscara, sería Tarija, donde está el gas, el producto que mueve a Bolivia.
Zelaya se está metiendo en un terreno que no le corresponde, pero es obvio que su solidaridad está disfrazada de conveniencia. Hace un par de semanas, Honduras se adhirió al Alba, un instrumento de ideología y petrohipotecario que Chávez usa para someter a los que dicen son su amigos, a pesar de que lo disfraza de liberador.
El “Yankee, go home” no es muy prudente en un momento que los Estados Unidos se están tratando de acomodar en sus propias elecciones y hay tanto en juego, como tratados comerciales, negociaciones por la legalización de los indocumentados y estrategias anti narcóticos. Este “Yankee, go home”, es un poco jocoso, si uno presta atención al reclamo que por todos estos años de Bush se le ha hecho a Estados Unidos por no mirar ni prestar atención hacia el Sur. Echar embajadores no es la forma que uno quisiera para atraer la atención.
Evo echó al embajador estadounidense acusándolo de injerencia por apoyar a cuatro prefectos opositores; Hugo, que cada día está más imperialista y metiéndose en cada vez más en asuntos de otros países y sufre de un síndrome de Libertador Bolívar-San Martín, lo hizo al día siguiente en solidaridad, y hoy se le sumó el hondureño “Zel”, quien postergó la ceremonia de aceptación de las credenciales del nuevo embajador norteamericano, metiéndose también en un lío que ni siquiera entiende. El gobierno argentino no se sumó a esto – ganas tal vez tendría – y por eso envió a un grupo de piqueteros a solidarizarse frente a la embajada estadounidense, una especie de gesto con sus correligionarios, pero que trata de ser menor para no tener problemas con el gas que le debe llegar desde Tarija.
Solidaridad no es justamente lo que sucede, sino conveniencia. Chávez solo trata de aprovecharse de cualquier conflicto para poder montar su circo y bañarse en un liderazgo que nadie le da, de la misma forma que lo trató de hacer cuando se solidarizó con Rafael Correa, después que Uribe hizo bombardear un campamento de las Farc en territorio ecuatoriano, matando al líder terrorista Raúl Reyes.
Aquella vez como esta, a Chávez le salió el tiro por la culata. Las computadoras secuestradas a las Farc tenían numerosos mensajes en los que guerrilleros colombianos y funcionarios venezolanos trataban de intercambiar armas y entrenamiento. Ahora, los militares bolivianos le advirtieron que “no permitiremos la intromisión de Chávez en asuntos nuestros”, después de escucharlo que mandaría sus tropas para defender a Evo en caso de un golpe de Estado. Por más que coseche algo de admiración, Chávez está aprendiendo que no es lo mismo lo que puede hacer en su país donde mantiene a la gente y a la oposición con férreo puño. En Bolivia, todos se acuerdan todavía cuando una horda atacó a un avión militar venezolano que tuvo que despegar a las apuradas, bajo sospecha de que estaba trayendo una valija llena de dólares como semanas atrás le habían llevado a Cristina Kirchner para su campaña electoral.
En casa, tratando de restar importancia a unas elecciones internas que se le avecinan no muy fáciles de obtener en noviembre y para evitar el escándalo político que se está creando en un juzgado de Miami que investiga la conexión entre el maletín que llevaba Antonini a Cristina de su parte, Chávez ha hecho varias cosas en forma directa e indirecta para disipar la atención. Primero, ha neutralizado a la oposición inhabilitando judicialmente (totalmente dependiente-chavista) a más de 100 opositores que no podrán presentarse a las elecciones por delitos inexistentes.
Segundo, levanta revuelo con temas nacionalistas tratando de enervar a las masas en contra de Estados Unidos acusando a todo el mundo de que hay conspiraciones en marcha tanto para asestarle un golpe como para asesinarlo. Echó al embajador norteamericano y se pavonea con dos aviones rusos, con tropas que vendrán y desafía con más proyectos de colaboración militar y comercial con Irán, justamente dos países que tienen pésimas relaciones con Estados Unidos. Nada parece que sea por casualidad. La intención del desafío está muy clara.
Por otro lado, Chávez está restando atención a donde realmente está la peor crisis de América Latina en este momento, en Bolivia, donde hay una pelea fratricida de origen comercial y económica más que política, porque en realidad lo que está en juego son cuatro zonas más ricas que las demás, que quieren una mejor distribución impositiva. La única zona que podría tener la fortaleza independentista si la buscara, sería Tarija, donde está el gas, el producto que mueve a Bolivia.
Zelaya se está metiendo en un terreno que no le corresponde, pero es obvio que su solidaridad está disfrazada de conveniencia. Hace un par de semanas, Honduras se adhirió al Alba, un instrumento de ideología y petrohipotecario que Chávez usa para someter a los que dicen son su amigos, a pesar de que lo disfraza de liberador.
El “Yankee, go home” no es muy prudente en un momento que los Estados Unidos se están tratando de acomodar en sus propias elecciones y hay tanto en juego, como tratados comerciales, negociaciones por la legalización de los indocumentados y estrategias anti narcóticos. Este “Yankee, go home”, es un poco jocoso, si uno presta atención al reclamo que por todos estos años de Bush se le ha hecho a Estados Unidos por no mirar ni prestar atención hacia el Sur. Echar embajadores no es la forma que uno quisiera para atraer la atención.
septiembre 12, 2008
La dualidad de los hispanos
Para los millones de hispanos que elegimos vivir mejor en el Norte, pero que miramos de reojo el bienestar de nuestra gente en el Sur, la elección Presidencial nos presenta una dualidad peculiar. Los demócratas nos ofrecen un sistema más favorable y equitativo respecto a la distribución de la riqueza, pero no brindan nada hacia el Sur, cierran sus fronteras y enamoran a los sindicatos nacionales prometiendo que recobrarán el “Made in America”. Los republicanos, en cambio, presentan el desafío mayor hacia el interior, obligan más a la competencia y a buscar “el sueño americano” tras el esfuerzo personal y la carga impositiva; pero, por otro lado, cacarean con abrir más las fronteras y cristalizar los acuerdos de libre comercio como el de Colombia y otros países latinoamericanos.
Obama y Biden encarnan mejor nuestras preocupaciones por los derechos civiles y la igualdad frente a la mayoría étnica, con políticas más socialistas al estilo Comunidad Europea; sin embargo, McCain y Palin muestran las cualidades de un sistema político y económico que fue la atracción principal (como los parques de Disney) para venir a estas tierras; además de que no tienen medias tintas para condenar a los regímenes neopopulistas del Sur que siguen socavando las libertades públicas.
Pero no nos engañemos, el Sur no es prioridad para Estados Unidos, cuyos ojos miran hacia el Este y lo más lejano de ese punto cardinal. Ambas agendas partidarias, conciben a Latinoamérica como el mal menor de los asuntos internacionales, porque sus retos se centran en la competencia económica, los recursos energéticos y los conflictos políticos encarnados por el Medio y Lejano Oriente. Sobre América Latina, Estados Unidos aprendió a tener paciencia y a dejar que se acomode. El Sur ha dado muestras de un sistema de ciclotimia política que es capaz de pasar de regímenes militares a neoliberales y de centroizquierda a neopopulistas en menos de dos décadas. Y de cambiar constituciones a diestra y siniestra.
Más allá de esa política pendular latinoamericana, quien entre al Salón Oval tendrá que mirar hacia el Sur. El asedio del narcotráfico, la pobre distribución de la riqueza y la corrupción rampante e impune, son los motores que corroen a los sistemas. Si Estados Unidos no ayuda o motiva la reversión de esas tres variables - seguridad, igualdad y justicia - tendrá que seguir construyendo los impopulares y degradantes muros de contención en sus fronteras.
Obama y Biden encarnan mejor nuestras preocupaciones por los derechos civiles y la igualdad frente a la mayoría étnica, con políticas más socialistas al estilo Comunidad Europea; sin embargo, McCain y Palin muestran las cualidades de un sistema político y económico que fue la atracción principal (como los parques de Disney) para venir a estas tierras; además de que no tienen medias tintas para condenar a los regímenes neopopulistas del Sur que siguen socavando las libertades públicas.
Pero no nos engañemos, el Sur no es prioridad para Estados Unidos, cuyos ojos miran hacia el Este y lo más lejano de ese punto cardinal. Ambas agendas partidarias, conciben a Latinoamérica como el mal menor de los asuntos internacionales, porque sus retos se centran en la competencia económica, los recursos energéticos y los conflictos políticos encarnados por el Medio y Lejano Oriente. Sobre América Latina, Estados Unidos aprendió a tener paciencia y a dejar que se acomode. El Sur ha dado muestras de un sistema de ciclotimia política que es capaz de pasar de regímenes militares a neoliberales y de centroizquierda a neopopulistas en menos de dos décadas. Y de cambiar constituciones a diestra y siniestra.
Más allá de esa política pendular latinoamericana, quien entre al Salón Oval tendrá que mirar hacia el Sur. El asedio del narcotráfico, la pobre distribución de la riqueza y la corrupción rampante e impune, son los motores que corroen a los sistemas. Si Estados Unidos no ayuda o motiva la reversión de esas tres variables - seguridad, igualdad y justicia - tendrá que seguir construyendo los impopulares y degradantes muros de contención en sus fronteras.
septiembre 11, 2008
Todo cambió después de Setiembre 11
Todos nos acordamos de los que hacíamos ese día. Imborrable. Yo iba hacia la oficina y la Radio Caracol me sorprendió con una noticia de último momento, una avioneta había sufrido un accidente contra una de las torres gemelas. Mientras subía a la Palmetto en Miami, llamé a mi mujer para que prenda el televisor. Par de millas más adelante, ya no era un accidente, sino un atentado, y eran dos Boeing los que se habían incrustado en las torres.
Abombado manejé hasta llegar y así quedé por varios días. Descubrí que todos estábamos así. Y por varias semanas. Por más que uno quisiera era difícil comprender. Tenía miedo y desconfianza por todo, y quedé como agazapado por meses esperando el nuevo golpe, especialmente en los aniversarios como hoy, y cada vez que veo un estadio lleno, una manifestación, o subo a un avión.
Me pregunto qué hubiera pasado sin ese atentado. ¿Qué seríamos hoy? Es que no solo cambió EE.UU. sino también el mundo. De pronto el terrorismo se globalizó. Bin Laden se transformó en el personaje más famoso. Ocurrieron guerras, alianzas desprestigiadas entre países y EE.UU. pasó de la simpatía y solidaridad mundial inmediata, a ser un país tan odiado como el propio Laden.
La guerra tres semanas después en Afganistan y la invasión del 2003 en Irak no resolvieron todavía nada. Y como si fuera poco, George W. Bush no pudo cumplir siete años después su promesa prioritaria de atrapar a Laden. Y también me pregunto. ¿Qué hubiera pasado si EE.UU. no hubiera llevado el conflicto hacia aquellos países? ¿Hubieran continuado los ataques en terreno propio? ¿Si atrapan a Laden, ya se evitaría el problema del terrorismo internacional?
Septiembre 11 cambió todo, la forma que nos comportamos, la forma que pensamos. La vida es distinta.
Abombado manejé hasta llegar y así quedé por varios días. Descubrí que todos estábamos así. Y por varias semanas. Por más que uno quisiera era difícil comprender. Tenía miedo y desconfianza por todo, y quedé como agazapado por meses esperando el nuevo golpe, especialmente en los aniversarios como hoy, y cada vez que veo un estadio lleno, una manifestación, o subo a un avión.
Me pregunto qué hubiera pasado sin ese atentado. ¿Qué seríamos hoy? Es que no solo cambió EE.UU. sino también el mundo. De pronto el terrorismo se globalizó. Bin Laden se transformó en el personaje más famoso. Ocurrieron guerras, alianzas desprestigiadas entre países y EE.UU. pasó de la simpatía y solidaridad mundial inmediata, a ser un país tan odiado como el propio Laden.
La guerra tres semanas después en Afganistan y la invasión del 2003 en Irak no resolvieron todavía nada. Y como si fuera poco, George W. Bush no pudo cumplir siete años después su promesa prioritaria de atrapar a Laden. Y también me pregunto. ¿Qué hubiera pasado si EE.UU. no hubiera llevado el conflicto hacia aquellos países? ¿Hubieran continuado los ataques en terreno propio? ¿Si atrapan a Laden, ya se evitaría el problema del terrorismo internacional?
Septiembre 11 cambió todo, la forma que nos comportamos, la forma que pensamos. La vida es distinta.
septiembre 10, 2008
La billetera más gorda de Latinoamérica
El juicio en Miami por la valija de Antonini promete ser tan escandaloso como el “valijagate” de la época en que la cuñada de Menem, Amira Yoma, quien solía viajar con una valija repleta de dólares; aunque aquel era un conflicto interno que no se compara a la relevancia de la internacionalidad del actual.
Nadie se debe sorprender que Hugo Chávez reparta dinero a diestra y siniestra, lo que demuestra que tiene la billetera más gorda del continente. Reparte en forma lícita y pública a través de innumerables iniciativas como el ALBA, acuerdos multilaterales en el Caribe sobre energía, compra de bonos de la deuda como el caso argentino y hasta dona petróleo a los pobres en Estados Unidos o mantiene a Cuba a flote con donaciones, intercambios.
Pero también lo hace por la puerta de atrás, a espaldas de su pueblo venezolano a quien verdaderamente le corresponde ese dinero fuera del presupuesto oficial. Ilícitamente y a hurtadillas, dona y apoya a las Farc y a cualquier grupo de izquierda desestabilizador. Lo mismo le da que sus petrodólares subsidien a Evo Morales, Daniel Ortega y a Raúl Castro; apoyen las elecciones de Cristina Kirchner, Rafael Correa y el ex obispo Lugo; incentiven el cambio de gobierno en El Salvador; o fracasen intentando con López Obrador en México o Humalá en Perú.
Como era de esperar, los gobiernos argentino y venezolano achacarán al de Estados Unidos y particularmente a los Republicanos, que este es un ajuste de cuentas y harán análisis exhaustivos del sentido conspirativo y desestabilizador. De esa forma tratarán de tapar la ilicitud e ilegalidad de los 800.000 dólares que sólo habrá sido una migaja en la financiación de la campaña electoral.
El conflicto promete ser internacional, porque en lo interno, los Kirchner seguramente tratarán de minimizarlo y taparlo de la misma forma que escondieron el manejo de cientos de millones de dólares de regalías petroleras de su provincia.
Sobre la Elección en Estados Unidos
El escándalo de los viáticos que cobraba Sarah Palin como gobernadora me dejó un sabor amargo. Neutralizó un poco mi intención de voto. Tal vez su falta no fue legal, pero definitivamente sí fue ética. Estas semanas prometen estar cargadas y de que los trapitos relucirán al sol.
Nadie se debe sorprender que Hugo Chávez reparta dinero a diestra y siniestra, lo que demuestra que tiene la billetera más gorda del continente. Reparte en forma lícita y pública a través de innumerables iniciativas como el ALBA, acuerdos multilaterales en el Caribe sobre energía, compra de bonos de la deuda como el caso argentino y hasta dona petróleo a los pobres en Estados Unidos o mantiene a Cuba a flote con donaciones, intercambios.
Pero también lo hace por la puerta de atrás, a espaldas de su pueblo venezolano a quien verdaderamente le corresponde ese dinero fuera del presupuesto oficial. Ilícitamente y a hurtadillas, dona y apoya a las Farc y a cualquier grupo de izquierda desestabilizador. Lo mismo le da que sus petrodólares subsidien a Evo Morales, Daniel Ortega y a Raúl Castro; apoyen las elecciones de Cristina Kirchner, Rafael Correa y el ex obispo Lugo; incentiven el cambio de gobierno en El Salvador; o fracasen intentando con López Obrador en México o Humalá en Perú.
Como era de esperar, los gobiernos argentino y venezolano achacarán al de Estados Unidos y particularmente a los Republicanos, que este es un ajuste de cuentas y harán análisis exhaustivos del sentido conspirativo y desestabilizador. De esa forma tratarán de tapar la ilicitud e ilegalidad de los 800.000 dólares que sólo habrá sido una migaja en la financiación de la campaña electoral.
El conflicto promete ser internacional, porque en lo interno, los Kirchner seguramente tratarán de minimizarlo y taparlo de la misma forma que escondieron el manejo de cientos de millones de dólares de regalías petroleras de su provincia.
Sobre la Elección en Estados Unidos
El escándalo de los viáticos que cobraba Sarah Palin como gobernadora me dejó un sabor amargo. Neutralizó un poco mi intención de voto. Tal vez su falta no fue legal, pero definitivamente sí fue ética. Estas semanas prometen estar cargadas y de que los trapitos relucirán al sol.
septiembre 09, 2008
Corrupción, narcotráfico y "huracán tropical"
Hace mucho tiempo que no disfrutaba de un discurso ameno, claro y contundente. Fue en el foro Internacional Democracia y Libertad de Expresión ayer aquí en México donde coincidí con el ex presidente boliviano Jorge Quiroga.
Después de hablar con claridad sobre la necesidad de fortalecer la libertad de expresión para asegurar la democracia y de recordar las palabras de Tony Blair, quien dijo que aquel político que se queja de la prensa es como el marinero que se queja del mar, Quiroga consideró que hay tres amenazas que socavan a América Latina.
CORRUPCIÓN: sufrimos de una profunda debilidad institucional, no existen órganos de control en nuestros sistemas. La corrupción es sólo el síntoma, por lo que se deben hacer campañas de fortalecimiento de las instituciones, fomentar la rendición de cuentas y la responsabilidad política. Los medios tienen un papel importante, deben generar intolerancia a la corrupción de parte de la sociedad. La gente es la que puede presionar por los cambios.
NARCOTRAFICO: deben estructurarse políticas internacionales, no se puede solo alimentar planes Colombia o Mérida (apoyo de EE.UU. a México). ¿Por qué no hay planes Nueva York o Los Ángeles? Los países latinoamericanos en conjunto deben trabajar sin pensar sólo en las soluciones de EE.UU, “quienes no entienden nada” de esto. La narco criminalidad está siendo glorificada y los medios tienen el deber de denunciarla.
HURACAN TROPICAL: fue el seudónimo que utilizó para el presidente venezolano Hugo Chávez. Él no es de izquierda ni derecha, decir que es populista es una calificación benigna, él busca hegemonía para gobernar y mecanismos de tiranía para perpetuarse. Hoy en América Latina está en curso el proyecto político más ambicioso de la historia. Chávez tiene filiales y franquicias (particularmente habló de Evo Morales y Daniel Ortega) en todos los países. Tiene a varios de ellos “petrohipotecados”, su petróleo compra lealtades. Su receta para establecer los sistemas es fácil: asambleas constituyentes, no para cambiar el sistema sino para licuarlo, creando hegemonía doblegando a las Fuerzas Armadas, montando sistemas de inteligencia, monopolizando a la información y los medios, neutralizando a la Iglesia e inhabilitando a los candidatos políticos. Nuestros países no deben ser escépticos y pensar que los “gringos” solucionarán el problema. No lo harán porque son adictos a la energía (15% de la energía de EE.UU proviene del petróleo venezolano) sino que la respuesta vendrá de la ciudadanía. El 2 de diciembre del 2007 se vio algo significativo (Chávez perdió el referéndum sobre la base de una movilización estudiantil enorme).
Sobre las elecciones en EE.UU
Como estaba previsto (y por primera vez) después de la Convención Republicana y de la elección de su vicepresidenta de fórmula, McCain trepó varios puntos porcentuales y acapara ahora mayor intención de voto que Obama. Es indicativo de lo que sucedió con mi intención, de demócrata indeciso a Republicano, por ahora.
Después de hablar con claridad sobre la necesidad de fortalecer la libertad de expresión para asegurar la democracia y de recordar las palabras de Tony Blair, quien dijo que aquel político que se queja de la prensa es como el marinero que se queja del mar, Quiroga consideró que hay tres amenazas que socavan a América Latina.
CORRUPCIÓN: sufrimos de una profunda debilidad institucional, no existen órganos de control en nuestros sistemas. La corrupción es sólo el síntoma, por lo que se deben hacer campañas de fortalecimiento de las instituciones, fomentar la rendición de cuentas y la responsabilidad política. Los medios tienen un papel importante, deben generar intolerancia a la corrupción de parte de la sociedad. La gente es la que puede presionar por los cambios.
NARCOTRAFICO: deben estructurarse políticas internacionales, no se puede solo alimentar planes Colombia o Mérida (apoyo de EE.UU. a México). ¿Por qué no hay planes Nueva York o Los Ángeles? Los países latinoamericanos en conjunto deben trabajar sin pensar sólo en las soluciones de EE.UU, “quienes no entienden nada” de esto. La narco criminalidad está siendo glorificada y los medios tienen el deber de denunciarla.
HURACAN TROPICAL: fue el seudónimo que utilizó para el presidente venezolano Hugo Chávez. Él no es de izquierda ni derecha, decir que es populista es una calificación benigna, él busca hegemonía para gobernar y mecanismos de tiranía para perpetuarse. Hoy en América Latina está en curso el proyecto político más ambicioso de la historia. Chávez tiene filiales y franquicias (particularmente habló de Evo Morales y Daniel Ortega) en todos los países. Tiene a varios de ellos “petrohipotecados”, su petróleo compra lealtades. Su receta para establecer los sistemas es fácil: asambleas constituyentes, no para cambiar el sistema sino para licuarlo, creando hegemonía doblegando a las Fuerzas Armadas, montando sistemas de inteligencia, monopolizando a la información y los medios, neutralizando a la Iglesia e inhabilitando a los candidatos políticos. Nuestros países no deben ser escépticos y pensar que los “gringos” solucionarán el problema. No lo harán porque son adictos a la energía (15% de la energía de EE.UU proviene del petróleo venezolano) sino que la respuesta vendrá de la ciudadanía. El 2 de diciembre del 2007 se vio algo significativo (Chávez perdió el referéndum sobre la base de una movilización estudiantil enorme).
Sobre las elecciones en EE.UU
Como estaba previsto (y por primera vez) después de la Convención Republicana y de la elección de su vicepresidenta de fórmula, McCain trepó varios puntos porcentuales y acapara ahora mayor intención de voto que Obama. Es indicativo de lo que sucedió con mi intención, de demócrata indeciso a Republicano, por ahora.
septiembre 08, 2008
México: entre acribillados y decapitados
Ya no se puede hablar de la “colombianización” de México, porque en realidad el crimen organizado, en especial el narcotráfico, ya ha hecho que en este país supere con creces lo que sucede en Colombia.
En esta etapa los carteles de la droga en México están creando una psicosis del terror para poder ganar y “gobernar” sus territorios a placer. La reacción del gobierno, que el año pasado envió a los militares a las calles, todavía no está dando resultados muy concretos. Lo que tampoco es una tarea fácil, porque el narcotráfico ha infiltrado y corrompido a las instituciones, incluyendo a las Fuerzas Armadas. Justamente, uno de los carteles más temidos es el de Los Zetas, conformado por ex militares desertores que los hacen por dos razones: para cuidar el propio pellejo y el de sus familias porque son continuamente amenazados si no saltan de bando, y porque traficando o protegiendo a los contrabandistas cobran tres, cuatro o cinco veces más su salario.
Esta tarde llegué a México y las sorpresas son espeluznantes. Ayer, un grupo comando del crimen organizado acribilló a siete policías en el estado de Michoacán, no muy lejos de la zona del Distrito Federal. En ese mismo estado ya hubo otras masacres de policías en semanas recientes, lo que lleva a una cifra de 197 uniformados asesinados este año, de un total de 3.051 personas acribilladas en todo el país a manos del crimen organizado.
Las noticias indican que en Sinaloa apareció decapitado un agente de tránsito que había sido secuestrado días pasados. Esta modalidad, morbosa, al estilo de aquellas guerras pasadas en que los vencedores mostraban como trofeo las cabezas de sus vencidos en sus picas, pretende crear un clima de terror y ansiedad colectiva.
En otro estado, en Tabasco, los militares capturaron a una banda de secuestradores compuesta de siete personas, y ya no causó sorpresa que tres de los maleantes hayan sido también militares en su pasado reciente. En Veracruz, la Procuraduría General de Justicia indicó que capturaron a los responsables de un veterinario y un ganadero: entre ellos, el comandante de la Policía Municipal de una localidad. El jefe policial confesó que participó del secuestro y que cobraba 5.000 pesos (unos 500 dólares) por “limpiar la carretera” (para que sus “cuates” pudieran emboscar a quienes plagiarían, y un porcentaje del rescate. Pero lo peor del caso, es que también confesó que le habían ofrecido desertar y ser integrante de la banda, pero prefirió quedarse porque dentro de la corporación “servía más”.
A diario explotan noticias en Perú, Argentina, Brasil, Centroamérica, por no citar a todos, sobre la participación de narcos mexicanos en numerosos delitos violentos, tratando de ganar sus territorios y negocios. México, que todavía sigue siendo un país de paso y no de producción de droga como los es Colombia, sin embargo, ya se ha convertido en un país consumidor. Y ese es el problema, ya que no solamente el narcotraficante mexicano está exportando violencia, sino consumo.
La “mexicanización” de muchos países ya hace rato que empezó. Y si los gobiernos siguen escépticos ante este fenómeno, no faltará mucho en que las calles se llenarán de decapitados y de militares y policías desertores.
En esta etapa los carteles de la droga en México están creando una psicosis del terror para poder ganar y “gobernar” sus territorios a placer. La reacción del gobierno, que el año pasado envió a los militares a las calles, todavía no está dando resultados muy concretos. Lo que tampoco es una tarea fácil, porque el narcotráfico ha infiltrado y corrompido a las instituciones, incluyendo a las Fuerzas Armadas. Justamente, uno de los carteles más temidos es el de Los Zetas, conformado por ex militares desertores que los hacen por dos razones: para cuidar el propio pellejo y el de sus familias porque son continuamente amenazados si no saltan de bando, y porque traficando o protegiendo a los contrabandistas cobran tres, cuatro o cinco veces más su salario.
Esta tarde llegué a México y las sorpresas son espeluznantes. Ayer, un grupo comando del crimen organizado acribilló a siete policías en el estado de Michoacán, no muy lejos de la zona del Distrito Federal. En ese mismo estado ya hubo otras masacres de policías en semanas recientes, lo que lleva a una cifra de 197 uniformados asesinados este año, de un total de 3.051 personas acribilladas en todo el país a manos del crimen organizado.
Las noticias indican que en Sinaloa apareció decapitado un agente de tránsito que había sido secuestrado días pasados. Esta modalidad, morbosa, al estilo de aquellas guerras pasadas en que los vencedores mostraban como trofeo las cabezas de sus vencidos en sus picas, pretende crear un clima de terror y ansiedad colectiva.
En otro estado, en Tabasco, los militares capturaron a una banda de secuestradores compuesta de siete personas, y ya no causó sorpresa que tres de los maleantes hayan sido también militares en su pasado reciente. En Veracruz, la Procuraduría General de Justicia indicó que capturaron a los responsables de un veterinario y un ganadero: entre ellos, el comandante de la Policía Municipal de una localidad. El jefe policial confesó que participó del secuestro y que cobraba 5.000 pesos (unos 500 dólares) por “limpiar la carretera” (para que sus “cuates” pudieran emboscar a quienes plagiarían, y un porcentaje del rescate. Pero lo peor del caso, es que también confesó que le habían ofrecido desertar y ser integrante de la banda, pero prefirió quedarse porque dentro de la corporación “servía más”.
A diario explotan noticias en Perú, Argentina, Brasil, Centroamérica, por no citar a todos, sobre la participación de narcos mexicanos en numerosos delitos violentos, tratando de ganar sus territorios y negocios. México, que todavía sigue siendo un país de paso y no de producción de droga como los es Colombia, sin embargo, ya se ha convertido en un país consumidor. Y ese es el problema, ya que no solamente el narcotraficante mexicano está exportando violencia, sino consumo.
La “mexicanización” de muchos países ya hace rato que empezó. Y si los gobiernos siguen escépticos ante este fenómeno, no faltará mucho en que las calles se llenarán de decapitados y de militares y policías desertores.
septiembre 06, 2008
Hostilidad oficial contra la libertad
Existe un incremento de manifestaciones hostiles contra periodistas y medios, debido a la polarización política, incentivada especialmente por los poderes ejecutivos como en el caso de Argentina, Bolivia, Colombia, Cuba, Ecuador, Honduras, Nicaragua, Paraguay, Uruguay y Venezuela.
La intención es desacreditar a los reporteros, empujándolos hacia la diatriba y al terreno de la confrontación política. Los presidentes como Hugo Chávez, Cristina Kirchner, Manuel Zelaya, Rafael Correa, Alvaro Uribe, Evo Morales, entre otros, suelen llamar “opositores” a aquellos medios independientes y críticos para que les merme la confianza del público. Lo que sucede, peor aún, es que esas agresiones verbales suelen derivar en ataques físicos y amenazas contra periodistas y medios, una práctica que siempre utilizó el presidente venezolano.
A ello, se suma un incremento de medios de comunicación en manos del poder del Estado, en países como Bolivia y Venezuela o como en Ecuador, cuyo gobierno confiscó varias televisoras y un diario pero no los puso a disposición de la iniciativa privada como prometió.
De esta forma, los gobiernos cometen un doble ilícito. Utilizan recursos públicos para crear empresas cuya única intención es utilizarlas como agentes de propaganda gubernamental, no como medios públicos de información.
En Bolivia se instaló con el apoyo económico venezolano una cadena de 30 radioemisoras y en marzo pasado estaba prevista la instalación de una cadena de canales de televisión, financiada por el gobierno de Irán.
En Venezuela, el gobierno no contento con cerrar las trasmisiones de RCTV, también confiscó sus equipos, robándolos para iniciar su propia televisora oficial. Un estudio sobre medios de comunicación en ese país reveló que el gobierno controlaba, hasta marzo último, el 85 por ciento de las señales televisivas, 3.000 radioemisoras comunitarias y 100 portales en Internet.
La intención es desacreditar a los reporteros, empujándolos hacia la diatriba y al terreno de la confrontación política. Los presidentes como Hugo Chávez, Cristina Kirchner, Manuel Zelaya, Rafael Correa, Alvaro Uribe, Evo Morales, entre otros, suelen llamar “opositores” a aquellos medios independientes y críticos para que les merme la confianza del público. Lo que sucede, peor aún, es que esas agresiones verbales suelen derivar en ataques físicos y amenazas contra periodistas y medios, una práctica que siempre utilizó el presidente venezolano.
A ello, se suma un incremento de medios de comunicación en manos del poder del Estado, en países como Bolivia y Venezuela o como en Ecuador, cuyo gobierno confiscó varias televisoras y un diario pero no los puso a disposición de la iniciativa privada como prometió.
De esta forma, los gobiernos cometen un doble ilícito. Utilizan recursos públicos para crear empresas cuya única intención es utilizarlas como agentes de propaganda gubernamental, no como medios públicos de información.
En Bolivia se instaló con el apoyo económico venezolano una cadena de 30 radioemisoras y en marzo pasado estaba prevista la instalación de una cadena de canales de televisión, financiada por el gobierno de Irán.
En Venezuela, el gobierno no contento con cerrar las trasmisiones de RCTV, también confiscó sus equipos, robándolos para iniciar su propia televisora oficial. Un estudio sobre medios de comunicación en ese país reveló que el gobierno controlaba, hasta marzo último, el 85 por ciento de las señales televisivas, 3.000 radioemisoras comunitarias y 100 portales en Internet.
septiembre 05, 2008
Lima, muestra de la inseguridad urbana
La inseguridad pública es la preocupación mayor de los latinoamericanos. Desde México hasta la Argentina, pasando de Brasil a Ecuador, ningún ciudadano se siente a salvo de sufrir violencia, un atraco o un secuestro express. Todo ha cambiado para peor, incluso en aquellas ciudades, como Buenos Aires, que hasta hace unos años se enorgullecían por su tranquilidad.
En ese sentido, no hay ciudad más demostrativa que Lima. Cuando uno desembarca en el aeropuerto del Callao, y en el recorrido hacia los hoteles de los barrios más acomodados de la ciudad, como San Isidro y Miraflores, no se puede dejar de sorprender de las casas, edificios y comercios que parecen verdaderas fortalezas medievales, con doble rejas de lanzas bien puntiagudas, muros, guardias y hasta alambres electrificadas. Casa humilde o majestuosa da igual, todas están protegidas por una cultura que ha aprendido a desconfiar de la protección del Estado.
Ni el gobierno ni las instituciones de seguridad tienen un gran banco de confianza, aunque la floreciente economía peruana que ha sacado a muchos de la indigencia y de la informalidad laboral, se ha encargado de reducir los niveles de pobreza, y con ello los índices criminales. Sin embargo, no es suficiente todavía para caminar sin mirar de reojo o subir a un transporte público sin poner la billetera en el bolsillo delantero.
Lima es una ciudad rústicamente bella, colonial, arqueológica y con una gastronomía incomparable; pero sin la tranquilidad y la seguridad necesarias, ninguno de esos atributos puede saborearse a plenitud. Me pregunto cuánto debe estar perdiendo esta ciudad en ingresos por turismo, por no tener la visión de hacerla segura y confiable.
En ese sentido, no hay ciudad más demostrativa que Lima. Cuando uno desembarca en el aeropuerto del Callao, y en el recorrido hacia los hoteles de los barrios más acomodados de la ciudad, como San Isidro y Miraflores, no se puede dejar de sorprender de las casas, edificios y comercios que parecen verdaderas fortalezas medievales, con doble rejas de lanzas bien puntiagudas, muros, guardias y hasta alambres electrificadas. Casa humilde o majestuosa da igual, todas están protegidas por una cultura que ha aprendido a desconfiar de la protección del Estado.
Ni el gobierno ni las instituciones de seguridad tienen un gran banco de confianza, aunque la floreciente economía peruana que ha sacado a muchos de la indigencia y de la informalidad laboral, se ha encargado de reducir los niveles de pobreza, y con ello los índices criminales. Sin embargo, no es suficiente todavía para caminar sin mirar de reojo o subir a un transporte público sin poner la billetera en el bolsillo delantero.
Lima es una ciudad rústicamente bella, colonial, arqueológica y con una gastronomía incomparable; pero sin la tranquilidad y la seguridad necesarias, ninguno de esos atributos puede saborearse a plenitud. Me pregunto cuánto debe estar perdiendo esta ciudad en ingresos por turismo, por no tener la visión de hacerla segura y confiable.
septiembre 04, 2008
Los Republicanos cerraron en alza
John McCain no es tan buen orador como Barack Obama, pero esta noche tiró tantas ideas y definió tan bien la plataforma Republicana, que sus partidarios creyeron tocar el cielo con las manos y se sintieron en la Casa Blanca. Su discurso sirvió para diferenciarse de Obama pero también del propio Bush. Prometió que con él llega el cambio a Washington.
No hubo tema con el cual no haya neutralizado la promesa de los Demócratas, desde energía alternativa, mejor economía, salud, educación, mercados libres, seguridad pública, antiterrorismo y liderazgo mundial. Como héroe de guerra defendió la paz mundial y que trabajará sobre ella. Y prometió mayor transparencia y rendición de cuentas en asuntos gubernamentales. Confieso que esto último es de lo que más me gustó de su alocución.
Una de sus prioridades de la noche fue defender a Sarah Palin, que a esta altura, y después del discurso del miércoles no necesita defensa alguna. Ella es de “armas tomar”, y lo demostró con toda la parafernalia que le tiró a Obama, a Biden, e incluso a los medios y periodistas, robándoles a ambos sus líneas de crítica. Su belleza y elegancia, su femineidad y honestidad para decir las cosas, hacen creer que podrá combatir el “establishment” de Washington.
McCain cerró con su experiencia personal. Heroica. Siendo el hijo de un almirante y a quien le ofrecieron la libertad, prefirió quedarse cinco años en un campo vietcong para no abandonar a sus soldados colegas. Dijo que esa misma determinación por luchar por su país, es la experiencia y el amor que trae a la Casa Blanca. “Peleen conmigo”, pidió al final y cerró con una frase muy republicana y nacionalista: “We never hide from history, we make history”. La gente aplaudió a rabiar.
En cuanto a mi intención de voto… el martes dije que me inclinaba por Obama, pero esta noche McCain me hizo pensar diferente. Y cuando la ví a Sarah más aún. Y bueno, el voto no siempre es razonado, también es sentimental.
No hubo tema con el cual no haya neutralizado la promesa de los Demócratas, desde energía alternativa, mejor economía, salud, educación, mercados libres, seguridad pública, antiterrorismo y liderazgo mundial. Como héroe de guerra defendió la paz mundial y que trabajará sobre ella. Y prometió mayor transparencia y rendición de cuentas en asuntos gubernamentales. Confieso que esto último es de lo que más me gustó de su alocución.
Una de sus prioridades de la noche fue defender a Sarah Palin, que a esta altura, y después del discurso del miércoles no necesita defensa alguna. Ella es de “armas tomar”, y lo demostró con toda la parafernalia que le tiró a Obama, a Biden, e incluso a los medios y periodistas, robándoles a ambos sus líneas de crítica. Su belleza y elegancia, su femineidad y honestidad para decir las cosas, hacen creer que podrá combatir el “establishment” de Washington.
McCain cerró con su experiencia personal. Heroica. Siendo el hijo de un almirante y a quien le ofrecieron la libertad, prefirió quedarse cinco años en un campo vietcong para no abandonar a sus soldados colegas. Dijo que esa misma determinación por luchar por su país, es la experiencia y el amor que trae a la Casa Blanca. “Peleen conmigo”, pidió al final y cerró con una frase muy republicana y nacionalista: “We never hide from history, we make history”. La gente aplaudió a rabiar.
En cuanto a mi intención de voto… el martes dije que me inclinaba por Obama, pero esta noche McCain me hizo pensar diferente. Y cuando la ví a Sarah más aún. Y bueno, el voto no siempre es razonado, también es sentimental.
García Márquez se agarrará la cabeza
Gabo tiene una preocupación notable por el buen periodismo y suele criticar a menudo la falta de calidad. Esta semana, desde Monterrey, donde su Fundación Nuevo Periodismo realizó un seminario sobre el tema, dijo que “sufre como un perro” por la mala calidad de los periódicos. Acusó que el periodismo actual se hace muy de prisa, con lo que los periodistas no pueden pensar mejor lo que escriben.
Digo que se agarrará la cabeza porque el periodismo también es negocio y a veces esa vertiente hace que la calidad desmejore o se pierda a propósito. Mientras el Premio Nobel decía esas palabras, en Bogotá, anoche, el diario de referencia, El Tiempo, lanzaba el periódico gratuito ADN, cuya marca la heredó de la empresa española
Planeta que este año compró al líder del periodismo colombiano.
Hasta ahí la historia va bien. ADN será un diario de éxito, gratuito, como se distribuye en Europa, de 24 a 32 páginas, y tendrá una tirada de 300 mil ejemplares por día que circularán en Bogotá, Cali, Medellín y Barranquilla a partir del 15 de septiembre. Sin embargo, El Tiempo tiene una estrategia diferente para su diario popular, “Hoy”, al que desde ayer lo han convertido en un diario más amarillista de lo que era, casi goteando sangre, con la idea de que compita en un segmento mucho más popular para restarle mercado a un nuevo periódico, “QuiHubo”, que entrará el 1 de octubre en Bogotá, un diario propiedad de un conglomerado de periódicos del interior del país.
La mala noticia para la calidad del periodismo es que desde que “Hoy” se transformó en un diario más amarillo, de un día para el otro, su circulación pagada trepó de 11.000 a 24.000 ejemplares. No habrá mejor periodismo, pero sí un mejor negocio y no se puede culpar a una empresa que trate de hacer dinero con lo que el mercado pida, siempre dentro de la ley, más aún cuando no claudica su calidad en su periódico de referencia.
Es una difícil ecuación. Lamentablemente la no calidad también es un buen negocio y la calidad muchas veces es mal negocio. Los diarios están creando o alcanzando nuevos segmentos porque sus lectores tradicionales están desapareciendo, sus empresas se debilitan, y no por un problema de calidad sino por una cuestión de costos de producción, menores índices de lectura y mayor penetración de las nuevas tecnologías.
En Estados Unidos el problema es aún mayor. Los periódicos se están resistiendo porque para sobrevivir están recortando costos y lo primero que se ve afectado es la reducción de periodistas de las salas de redacción. (En posts anteriores di cifras sobre los principales diarios). Obviamente, la calidad se resentirá en el corto y mediano plazo arrastrando a los diarios – al menos en sus versiones impresas - a un callejón sin salida.
De todos modos, entiendo que Gabo se refiere a la calidad de los diarios de referencia, a los líderes, a los que crean opinión en cada ciudad. Y se preocupa con razón. El periodismo, para cumplir cabalmente su misión, debería tener mayor calidad que el contexto donde ejerce, pero rara vez sucede, está inmerso y mimetizado con su propio contexto. Hay mucha mediocridad cuando se habla de la técnica, la profesión y la ética periodística. Puede ser que sea una cuestión del poco tiempo que tienen los periodistas para hacer buen periodismo, como dice Gabo, pero creo que es un tema más profundo, es una cuestión de formación, de liderazgo y de estrategia dentro de los medios.
Digo que se agarrará la cabeza porque el periodismo también es negocio y a veces esa vertiente hace que la calidad desmejore o se pierda a propósito. Mientras el Premio Nobel decía esas palabras, en Bogotá, anoche, el diario de referencia, El Tiempo, lanzaba el periódico gratuito ADN, cuya marca la heredó de la empresa española
Planeta que este año compró al líder del periodismo colombiano.
Hasta ahí la historia va bien. ADN será un diario de éxito, gratuito, como se distribuye en Europa, de 24 a 32 páginas, y tendrá una tirada de 300 mil ejemplares por día que circularán en Bogotá, Cali, Medellín y Barranquilla a partir del 15 de septiembre. Sin embargo, El Tiempo tiene una estrategia diferente para su diario popular, “Hoy”, al que desde ayer lo han convertido en un diario más amarillista de lo que era, casi goteando sangre, con la idea de que compita en un segmento mucho más popular para restarle mercado a un nuevo periódico, “QuiHubo”, que entrará el 1 de octubre en Bogotá, un diario propiedad de un conglomerado de periódicos del interior del país.
La mala noticia para la calidad del periodismo es que desde que “Hoy” se transformó en un diario más amarillo, de un día para el otro, su circulación pagada trepó de 11.000 a 24.000 ejemplares. No habrá mejor periodismo, pero sí un mejor negocio y no se puede culpar a una empresa que trate de hacer dinero con lo que el mercado pida, siempre dentro de la ley, más aún cuando no claudica su calidad en su periódico de referencia.
Es una difícil ecuación. Lamentablemente la no calidad también es un buen negocio y la calidad muchas veces es mal negocio. Los diarios están creando o alcanzando nuevos segmentos porque sus lectores tradicionales están desapareciendo, sus empresas se debilitan, y no por un problema de calidad sino por una cuestión de costos de producción, menores índices de lectura y mayor penetración de las nuevas tecnologías.
En Estados Unidos el problema es aún mayor. Los periódicos se están resistiendo porque para sobrevivir están recortando costos y lo primero que se ve afectado es la reducción de periodistas de las salas de redacción. (En posts anteriores di cifras sobre los principales diarios). Obviamente, la calidad se resentirá en el corto y mediano plazo arrastrando a los diarios – al menos en sus versiones impresas - a un callejón sin salida.
De todos modos, entiendo que Gabo se refiere a la calidad de los diarios de referencia, a los líderes, a los que crean opinión en cada ciudad. Y se preocupa con razón. El periodismo, para cumplir cabalmente su misión, debería tener mayor calidad que el contexto donde ejerce, pero rara vez sucede, está inmerso y mimetizado con su propio contexto. Hay mucha mediocridad cuando se habla de la técnica, la profesión y la ética periodística. Puede ser que sea una cuestión del poco tiempo que tienen los periodistas para hacer buen periodismo, como dice Gabo, pero creo que es un tema más profundo, es una cuestión de formación, de liderazgo y de estrategia dentro de los medios.
septiembre 03, 2008
Colombia es un país de contrastes
Colombia tiene fuertes contrastes. Es un país en guerra y en paz; de violencia y de esperanza; con un Poder Judicial fuerte pero con una impunidad cabalgante. Todo se vive en los extremos. Llegué este lunes a Bogotá y me sorprendieron dos noticias, cuyos mensajes neutralizaban los sentimientos que destilaban los medios, la gente, los taxistas.
Por un lado, el mensaje de violencia de las narco guerrillas de las FARC en el atentado del domingo frente al Palacio de Justicia de Cali que dejó cuatro muertos, decenas de heridos y destrucción de infraestructura; y por el otro, el de paz y esperanza que Ingrid Betancourt ofreció después de visitar al Papa en Castelgandolfo, cuando les dijo públicamente a los dirigentes de las Farc: “Quiero creer que en sus corazones hay espacio para el amor y el perdón, como hay en mi corazón, hay que cortar el círculo de la venganza y el odio”.
Los esfuerzos de las instituciones públicas, que todavía están salpicadas por el paramilitarismo y que han provocado grandes grietas entre el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial, mantienen una dura lucha para terminar con más de 40 años de guerrilla y narcotráfico. Esa mano fuerte es la que le está dando a Alvaro Uribe una altísima popularidad que lo sigue mareando con la posibilidad de una tercera reelección.
En un país en guerra, Uribe ha sido el único que en la práctica le está dando al país la esperanza de la paz. De ahí su aceptación mayoritaria. Ha sabido unir los extremos.
Sobre las elecciones presidenciales estadounidenses:
Miré la Convención Republicana. Me alegré ayer de que la hicieran a medias pensando en los estragos de Gustav. El mensaje de hoy fue demasiado nacionalista y patriótico para mi gusto, enfocado en la heroicidad de McCain y en la seguridad que pregonó Bush, su esposa y los demás invitados, como el demócrata Liberman. Apelan a la fórmula de que el país está sobre el partido, y funciona especialmente para los Republicanos. Hoy me hicieron sentir más Demócrata, y me inclino por Obama.
Por un lado, el mensaje de violencia de las narco guerrillas de las FARC en el atentado del domingo frente al Palacio de Justicia de Cali que dejó cuatro muertos, decenas de heridos y destrucción de infraestructura; y por el otro, el de paz y esperanza que Ingrid Betancourt ofreció después de visitar al Papa en Castelgandolfo, cuando les dijo públicamente a los dirigentes de las Farc: “Quiero creer que en sus corazones hay espacio para el amor y el perdón, como hay en mi corazón, hay que cortar el círculo de la venganza y el odio”.
Los esfuerzos de las instituciones públicas, que todavía están salpicadas por el paramilitarismo y que han provocado grandes grietas entre el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial, mantienen una dura lucha para terminar con más de 40 años de guerrilla y narcotráfico. Esa mano fuerte es la que le está dando a Alvaro Uribe una altísima popularidad que lo sigue mareando con la posibilidad de una tercera reelección.
En un país en guerra, Uribe ha sido el único que en la práctica le está dando al país la esperanza de la paz. De ahí su aceptación mayoritaria. Ha sabido unir los extremos.
Sobre las elecciones presidenciales estadounidenses:
Miré la Convención Republicana. Me alegré ayer de que la hicieran a medias pensando en los estragos de Gustav. El mensaje de hoy fue demasiado nacionalista y patriótico para mi gusto, enfocado en la heroicidad de McCain y en la seguridad que pregonó Bush, su esposa y los demás invitados, como el demócrata Liberman. Apelan a la fórmula de que el país está sobre el partido, y funciona especialmente para los Republicanos. Hoy me hicieron sentir más Demócrata, y me inclino por Obama.
septiembre 02, 2008
Lo inhumano de los huracanes
Lo único humano que tienen los huracanes son nombres: Gustav, Andrew, Katrina, Mitch. El resto es inhumano más allá de su sexo. Todos dejaron secuelas enormes en lo económico, pero mucho más en lo anímico, en el comportamiento social. Basta recordar Katrina hace tres años que sumergió a Nueva Orleans y a Andrews en 1992 que borró a Miami. Devastación, desesperación, angustia, ansiedad e incertidumbre.
Todo huracán, más allá de su categoría, tiene el potencial de ser destructivo. Gustav no pegó tan fuerte como se pronosticaba en Louisiana y Nueva Orleans se salvó de lo peor; pero dejó decenas de muertes en Haití, Jamaica y Cuba. Hanna llegará a la Florida en dos o tres días, pero por suerte, según el pronóstico hasta hoy, el cono de proyección de su paso no es el Sur de la Florida.
Es difícil entender lo que es un huracán si uno no lo experimenta o vive bajo su trayectoria potencial. Por más que no se sufra uno en forma directa en una temporada, siempre existe la incertidumbre y los preparativos y los cambios de planes cada vez que se avizoran en el Atlántico y enfilándose hacia el Caribe y la Florida.
La devastación y la desesperación la sufren quienes lo viven en forma directa, y el resto, en solidaridad, se angustia sabiendo que tiene la viabilidad de ser víctima también en los próximos días. Los preparativos son esquizofrénicos, acarrean ansiedad e incertidumbre. Hay que ir aterrorizado al supermercado en busca de agua, pilas y enlatados que ya desaparecieron; pensar en cuál será el refugio más adecuado para dejar su casa y pertenencias a la deriva; sacar fotos y filmaciones para justificarse ante el seguro, incluso de las oficinas donde todo se paraliza y los planes quedan en suspenso; abandonar a las mascotas; seguir de cerca y con titubeos el pronóstico del tiempo y comunicarse con todos los amigos y familiares para saber sus planes. El estrés es mayúsculo.
Los huracanes traen lo peor, aunque se los soporta un poco mejor en Estados Unidos donde hay una mejor percepción de que el gobierno puede y tiene la capacidad de hacer más (a pesar de Katrina) que en cualquier otro país pobre del Caribe o Centroamérica, donde todas las consecuencias se elevan a la enésima potencia.
Todo huracán, más allá de su categoría, tiene el potencial de ser destructivo. Gustav no pegó tan fuerte como se pronosticaba en Louisiana y Nueva Orleans se salvó de lo peor; pero dejó decenas de muertes en Haití, Jamaica y Cuba. Hanna llegará a la Florida en dos o tres días, pero por suerte, según el pronóstico hasta hoy, el cono de proyección de su paso no es el Sur de la Florida.
Es difícil entender lo que es un huracán si uno no lo experimenta o vive bajo su trayectoria potencial. Por más que no se sufra uno en forma directa en una temporada, siempre existe la incertidumbre y los preparativos y los cambios de planes cada vez que se avizoran en el Atlántico y enfilándose hacia el Caribe y la Florida.
La devastación y la desesperación la sufren quienes lo viven en forma directa, y el resto, en solidaridad, se angustia sabiendo que tiene la viabilidad de ser víctima también en los próximos días. Los preparativos son esquizofrénicos, acarrean ansiedad e incertidumbre. Hay que ir aterrorizado al supermercado en busca de agua, pilas y enlatados que ya desaparecieron; pensar en cuál será el refugio más adecuado para dejar su casa y pertenencias a la deriva; sacar fotos y filmaciones para justificarse ante el seguro, incluso de las oficinas donde todo se paraliza y los planes quedan en suspenso; abandonar a las mascotas; seguir de cerca y con titubeos el pronóstico del tiempo y comunicarse con todos los amigos y familiares para saber sus planes. El estrés es mayúsculo.
Los huracanes traen lo peor, aunque se los soporta un poco mejor en Estados Unidos donde hay una mejor percepción de que el gobierno puede y tiene la capacidad de hacer más (a pesar de Katrina) que en cualquier otro país pobre del Caribe o Centroamérica, donde todas las consecuencias se elevan a la enésima potencia.
septiembre 01, 2008
La impotencia frente a la inseguridad
Como en muchos países del mundo, la gente se está rebelando en contra de los gobiernos debido a la falta de ineficacia del poder público para combatir la inseguridad. Este fin de semana, los mexicanos, cansados de la impotencia que significa vivir en medio de la violencia, salieron a las calles de todo el país hastiados por la ola de violencia y de un gobierno incapaz de neutralizarla.
Siempre recordaré a mi amigo Jesús Blancornelas, director del semanario Zeta de Tijuana, y quien tuvo que soportar el asesinato de tres de sus periodistas y un atentado en su contra, cuando me dijo: “Lo que sucede en México es que el crimen está organizado y la policía desorganizada”, una manera de adjudicarle su condición de corrupta, infiltrada y vendida al narcotráfico.
Los mexicanos están cansados del crimen y dijeron ¡basta ya! después de que esta semana se encontraron más de una quincena de personas decapitadas y continuó en forma rampante el número de secuestros. El sábado por la noche, los mexicanos cantaron el himno nacional y pidieron a gritos que se vayan todos los encargados de Seguridad Pública del gobierno, incluyendo el presidente Felipe Calderón, que por más que sacó a los militares a las calles en la zona fronteriza con Estados Unidos para combatir el narcotráfico, todavía no ha podido producir una sola victoria.
La inseguridad es un tema que, hoy por hoy, las encuestas la sitúan como la epidemia mayor de América Latina, especialmente porque ataca al ciudadanos común y porque utiliza y corrompe a los jóvenes, el segmento poblacional más vulnerable, como queda demostrado en México. Quinientos diez mil seiscientos estudiantes de un total de 3.700.000, el 13.8 por ciento, dijo haber sido víctimas de secuestros, violaciones, robos o asaltos, riñas o peleas, incidentes de tránsito y detenciones.
Pero el mismo sondeo, el primero de nivel nacional sobre Exclusión, Intolerancia y Violencia en Escuelas Públicas de Educación Media Superior, realizada por el Instituto Nacional de Salud Pública entre jóvenes de 15 a 19 años de edad, muestra que 481.000 estudiantes dijeron formar parte de una pandilla.
Los países que no saben proteger a sus jóvenes, comprometen el desarrollo.
PD: Si hoy fueran las elecciones presidenciales en Estados Unidos:
Votaría por los Republicanos. La nominación de Sarah Palin me gustó. No sé por qué todavía, pero me basta para inclinarme a favor de los Republicanos.
Siempre recordaré a mi amigo Jesús Blancornelas, director del semanario Zeta de Tijuana, y quien tuvo que soportar el asesinato de tres de sus periodistas y un atentado en su contra, cuando me dijo: “Lo que sucede en México es que el crimen está organizado y la policía desorganizada”, una manera de adjudicarle su condición de corrupta, infiltrada y vendida al narcotráfico.
Los mexicanos están cansados del crimen y dijeron ¡basta ya! después de que esta semana se encontraron más de una quincena de personas decapitadas y continuó en forma rampante el número de secuestros. El sábado por la noche, los mexicanos cantaron el himno nacional y pidieron a gritos que se vayan todos los encargados de Seguridad Pública del gobierno, incluyendo el presidente Felipe Calderón, que por más que sacó a los militares a las calles en la zona fronteriza con Estados Unidos para combatir el narcotráfico, todavía no ha podido producir una sola victoria.
La inseguridad es un tema que, hoy por hoy, las encuestas la sitúan como la epidemia mayor de América Latina, especialmente porque ataca al ciudadanos común y porque utiliza y corrompe a los jóvenes, el segmento poblacional más vulnerable, como queda demostrado en México. Quinientos diez mil seiscientos estudiantes de un total de 3.700.000, el 13.8 por ciento, dijo haber sido víctimas de secuestros, violaciones, robos o asaltos, riñas o peleas, incidentes de tránsito y detenciones.
Pero el mismo sondeo, el primero de nivel nacional sobre Exclusión, Intolerancia y Violencia en Escuelas Públicas de Educación Media Superior, realizada por el Instituto Nacional de Salud Pública entre jóvenes de 15 a 19 años de edad, muestra que 481.000 estudiantes dijeron formar parte de una pandilla.
Los países que no saben proteger a sus jóvenes, comprometen el desarrollo.
PD: Si hoy fueran las elecciones presidenciales en Estados Unidos:
Votaría por los Republicanos. La nominación de Sarah Palin me gustó. No sé por qué todavía, pero me basta para inclinarme a favor de los Republicanos.
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