septiembre 29, 2013

Google y la peligrosa propuesta de Dilma Rousseff

Ofuscada por ser ella y su país víctimas de espionaje, la presidente de Brasil, Dilma Rousseff, tuvo sobradas razones para despotricar contra el gobierno de EE.UU. en la asamblea de Naciones Unidas, donde pidió desmantelar la red de vigilancia electrónica global que viola el derecho internacional.
Sin embargo, Rousseff se extralimitó al solicitar una mayor regulación del internet, poniendo en la misma bolsa a las compañías privadas como Google, Facebook, Apple o Microsoft, que a los gobiernos. No consideró que estas empresas, gracias a que se desarrollan en un clima de libertad y sin restricciones gubernamentales, pudieron innovar y crear productos que avivaron la industria del conocimiento y transformaron la forma en cómo vivimos.
La falta de distinción de Rousseff entre culpar a las compañías de internet o pedir cuentas claras al gobierno de Barack Obama por su escasa transparencia y prácticas secretas de espionaje, puede acarrear riesgos graves para el futuro del internet y la humanidad. Justamente, su propuesta es un viejo anhelo de varios gobiernos, entre ellos los de Rusia, China, Cuba y Vietnam, que censuran el internet y encarcelan internautas, justificando que desestabilizan con su disenso y opiniones virtuales.
La revolución digital que lideran las megaempresas del internet, no habría sido posible en un contexto represivo. Grandes avances tecnológicos que permitieron la creación de Facebook, Wikipedia o Google Maps, solo pudieron surgir de países sin restricciones políticas y económicas, y donde se premia e incentiva la invención y la innovación.
Google es un ejemplo palpable. No solo es motor de búsqueda y agencia de publicidad con ingresos monstruosos, sino una compañía que ha convertido al conocimiento, la acción de almacenar y procesar datos, en una fuente inagotable de ideas en pos de su desarrollo y del bien común.
Larry Page, uno de sus fundadores junto a Sergey Brin, anunció en estos días la creación de Calico, una división de investigación científica que se enfocará en destrabar el misterio del envejecimiento. Se trata de uno de los proyectos más ambiciosos de la empresa que hace tiempo invierte en investigación de la salud y genética, mientras procesa millones de datos médicos para descubrir curas que por ahora están reservadas a medicamentos y corporaciones farmacéuticas.
En la salud, así como en la tecnología, Google es un laboratorio gigante, donde se innova, prueba y erra sin cesar, descartándose ideas y productos de escaso resultado económico o de utilidad para el público. Muchos proyectos fueron desechados, como Google Buzz que no pudo competir con Twitter o Google+ que parece en vías de extinción, ante un Facebook que no pudo desbancar.
En esa cultura de laboratorio continuo, solo posible en mercados desregulados y libres, Google está registrando grandes mejoras para la humanidad. Así como Calico, se destaca su proyecto X, de donde surgieron grandes ideas, algunas de las cuales revolucionarán la forma en que vivimos y nos conectamos con el mundo. Los lentes inteligente Google Glass, por un lado, y el proyecto Loon, por el otro, que mediante globos aerostáticos permite llevar internet y conexión a personas en zonas remotas y pobres.
A ello, Google suma la invención de los automóviles sin conductor y Makani Power, una compañía dedicada a la investigación y creación de energías renovables, creaciones todas que globaliza sin dejar derechos específicos para ningún país y que superan la capacidad de cualquier gobierno.
Es obvio que como cualquier compañía privada, Google busca el lucro por medio de sus filiales YouTube, AdSense, Gmail, Maps y Android, entre las más conocidas, y que también ha cometido errores graves en temas de privacidad, derechos de autor o agachar la cabeza ante el gobierno chino para penetrar aquel mercado. Pero también invierte capacidad y recursos en avances para la humanidad.
Mediante excesivas regulaciones al internet que podrían degenerar tras la  propuesta de Rousseff, se corre el riesgo de coartar el espíritu emprendedor de estas empresas y otras en formación, que gracias a la industria del conocimiento, adoptaron políticas de responsabilidad social ya sea para luchar contra el sida y la malaria, tal el caso de Microsoft, o para detener la vejez como pretende Google. 

septiembre 27, 2013

Acuerdo EE.UU.-Irán: ¿Y Venezuela?

La asamblea general de Naciones Unidas está demostrando que las relaciones entre países cambian sorpresivamente y que la diplomacia debe tener mucha cintura para adaptarse y cambiar el discurso. Imagino, por ejemplo, las palabras que debería haber tenido que pronunciar el presidente venezolano, Nicolás Maduro, si hubiera asistido y presenciado la reunión histórica entre los cancilleres de EE.UU. e Irán, quienes no se sentaban en la misma mesa desde hace 35 años.
Discursos previos del ex mandatario Hugo Chávez siempre incluían menciones a favor de Irán, de su plan nuclear – del que siempre sostuvo tenía propósitos energéticos y pacíficos - y un apoyo irrestricto al radical ex presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, quien se daba maña para negar el Holocausto y protestar contra las represalias económicas que le imponía EE.UU.
El flamante presidente iraní, Hasan Rohaní, cambió todas las reglas de juego, incluso las que con insistencia defendía Ahmadineyad. Rohaní dio un discurso conciliador, dijo que su país se sometería a investigaciones y vigilancia sobre su estrategia nuclear y confirmó que las reuniones con EE.UU. proseguirán el 15 de octubre en Ginebra, proponiendo que un acuerdo debería alcanzarse en menos de tres meses. Como propina, dejó una entrevista con la CNN en la que condenó todo tipo de crímenes de lesa humanidad, incluyendo los cometidos por los nazis contra los judíos.
Más pruebas que esas no se necesitaron para que algo de esperanza se avizorara entre medio de tantas amenazas que por décadas expresaron Irán, Israel, EE.UU. y Rusia sobre la eventualidad de una desgracia nuclear. Es obvio que el régimen clerical persa, como potencia petrolífera, quiere insertarse en el contexto económico global y quitarse de arriba sanciones económicas que no le permiten desarrollar su pleno potencial.
Estos guiños positivos entre Obama y Rohaní por un nuevo camino diplomático demuestran que de un momento a otro las palabras y las acciones pueden cambiar. Habrá que observar con atención la actitud que sobre este tema adoptará el gobierno de Maduro. No tan solo ante el tema iraní porque su socio abandonó un discurso agresivo y anti estadounidense, sino también por los nuevos arreglos que alcanzó la comunidad internacional sobre Siria, un gobierno que de repente admitió tener un arsenal químico de grandes proporciones, y que siempre fue defendido a capa y espada por el chavismo venezolano.

Da la sensación que Maduro se quedó fuera de estos intríngulis diplomáticos y difícil le resultará articular un nuevo discurso. No haber ido a la asamblea de Naciones Unidos, de repente fue todo un “acierto” intencional para su gobierno.

septiembre 26, 2013

Maduro siempre muy predecible

El presidente Nicolás Maduro no fue a la asamblea general de las Naciones Unidas… como estaba previsto.

Su intención siempre fue hacer ruido y guardarse un lugar en la historia como un líder capaz de desafiar a la comunidad internacional y, muy especialmente, al gobierno de EE.UU. tratando de buscar el mismo efecto que siempre se arrogó el ex presidente cubano, Fidel Castro, aduciendo atentados y amenazas contra su vida.

Maduro ya lleva el récord mundial de Guiness en este apartado. Desde que asumió como presidente en abril, ya denunció públicamente – sin prueba alguna en la mano – unos 25 planes específicos para asesinarlo, de los cuales siempre involucró a ex diplomáticos estadounidenses y al ex presidente colombiano, Alvaro Uribe.

Esta vez, para estar más en consonancia con la altura del evento, Maduro empezó a escudriñar un plan de sabotaje de su vuelo a China, por parte del gobierno de EE.UU. que le habría negado el espacio aéreo – muy al estilo del percance sufrido por el presidente Evo Morales en Europa después de su visita a Rusia. Luego agregó que el Departamento de Estado le estaba las visas a su comisión de 124 funcionarios que le acompañaban y, por último, tratando de desacreditar a Francia después de la investigación gala-venezolana por el 1.3 toneladas de cocaína en un vuelo de Air France desde Caracas, dijo que demandaría judicialmente a Airbus, por desperfectos en el avión presidencial después de que permaneció en los talleres en Francia para su arreglo, por más de cinco meses.

Más aún, luego el presidente Evo Morales, retomando todos estos antecedentes creados por Maduro pidió en la Asamblea General que la ONU debería mudarse de Nueva York para evitar la manipulación del gobierno de EE.UU.  Un pedido muy parecido al del presidente ecuatoriano, Rafael Correa, quien desde hace un año viene tratando de neutralizar a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, pidiendo que su sede sea sacada de Washington para ubicarse en un país latinoamericano, como el caso de la Corte IDH que tiene sus oficinas en Costa Rica.


Los argumentos de Maduro, cada vez más enmarañados, no dejan de sorprender por su creatividad y falta de seriedad. Maduro es cada vez más predecible.

septiembre 24, 2013

Rousseff tiene razón, pero…

Entre varios discursos presidenciales en la Asamblea de Naciones Unidas, el de Dilma Rousseff se destacó ampliamente por desafiar a la comunidad internacional y especialmente al gobierno de Barack Obama para que se termine de usar el internet como un arma de espionaje que contraviene el derecho internacional y la soberanía de los países.

Rousseff, indignada por el espionaje en internet de usuarios y empresas brasileñas así como las escuchas telefónicas de las que fue víctima, según relató Edward Snowden, a manos de la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense, pidió una mayor regulación de la red mundial, además de haber cancelado su reunión con Obama en octubre.

Si bien la presidenta brasileña está justificada, su petición por mayores regulaciones al internet podría desencadenar un peligroso consenso. En especial de aquellos países que hace años vienen reclamando reglas más estrictas para el internet, no con el fin de que sea más ordenado y que se garantice la libertad, sino todo lo contrario. Justamente esos países, como Cuba, Irán, China, Rusia, Vietnam, Algeria, entre varios otros, es donde mayor cantidad de internautas siguen presos, acusados de diseminar en sus blogs información desestabilizadora para esos regímenes.

Rousseff no está entendiendo que el problema no es el internet, tal como está concebido. Sus críticas deberían estar dirigidas más bien a las acciones del gobierno estadounidense para el espionaje, el que utiliza no solo al internet sino a todo tipo de comunicaciones - electrónicas, telefónicas y satelitales – para su cometido, el cual está respaldado, en gran parte, por leyes y tribunales que las aplican en forma secreto.

El grave problema del gobierno de Obama es la falta de transparencia y el sigilo con el que envuelve todo tipo de tareas. Repito aquí un par de párrafos de lo que escribí en mi columna de junio pasado, titulada “¿Seguridad, privacidad o transparencia?”

“Obama debe revisar sus políticas de vigilancia sobre el internet, ya que no puede estar escribiendo con la mano lo que borra con el codo. Lo contradictorio, es que Obama fue quien ayudó al desarrollo impetuoso de la industria digital, instaló al internet como la panacea para el comercio y el desarrollo internacional, y es quien promociona que las redes sociales sean instrumentos para empoderar cambios democráticos como el de la Primavera Árabe y despotrica contra todo gobierno autoritario que restringe su uso.

Es lógico que el gobierno debe mantener sigilo para detectar terroristas, pero bien podría hacerlo en forma transparente, explicar sus políticas de vigilancia para que los usuarios de Facebook, Google o Skype sepan a qué atenerse o en qué plataformas pueden sentirse más libres o que no sean tratados como sospechosos.

Más que un debate ciudadano sobre seguridad y privacidad, lo que se requiere es una amplia discusión en el Congreso sobre el costo político, comercial y de credibilidad por mantener una vetusta cultura del secreto. Aunque disguste a muchos, tal vez el delator Edward Snowden, haya ayudado para que el Congreso se enfoque en legislar a favor de la transparencia gubernamental”.



septiembre 22, 2013

Francisco; una piedra en el zapato

A seis meses de asumir, el papa Francisco se ha mostrado austero, piadoso y bonachón. Pero también como el más severo, desafiante e incómodo de todos los que gobernaron la Iglesia en los últimos siglos, exigiendo tanto a obispos y fieles, como al mundo entero, mejor conducta frente a la vida y ante el prójimo.

Francisco ya es una piedra en el zapato. Catequiza con el ejemplo y busca generar confianza con la autocrítica, a sabiendas que la Iglesia, por obra y gracia de obispos corruptos y curas pederastas, debe reencontrar su dignidad para enseñar.

En su búsqueda por una Iglesia humana y ejemplar, el Papa reparte deberes y obligaciones, pero recorta privilegios. De un plumazo cambia a obispos en la cúspide vaticana, pide a los curas no ser burócratas de la Fe y a las monjas que no usen autos último modelo. A los jóvenes desafía a ser revolucionarios, a los gay se excusa de juzgarlos y al mundo pide terminar guerras comerciales y evitar la “globalización de la indiferencia”, ante la desigualdad y la injusticia.

Su mayor dedicación es a los pobres, una costumbre desde que era cura villero y a la que apostó cuando lo ungieron Obispo de Roma, recordando a menudo, que es más fácil que un camello entre por el ojo de una aguja, que un rico al reino de Dios.

Con su preferencia por los pobres, Francisco revitalizó la libertad de expresión y la discusión teológica, creando natural animadversión entre la curia más conservadora y la liberal. Su próxima encíclica, “Bienaventurados los pobres”, motivará amplio diálogo y espacios para todas las ideologías dentro de la Iglesia.

No es casualidad que el peruano Gustavo Gutiérrez, fundador de la teología de la Liberación, fuera recibido por Francisco, mientras que el L’Osservatore Romano, comentara en amplitud su libro “De parte de los pobres”, que escribió con el alemán Gerhard Ludwig Müller, ahora prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe. El mismo cargo que ocupó Benedicto XVI, quien por años se encargó de mantener en el oscurantismo a Gutiérrez, entre otros teólogos de la liberación.

Esta es una muestra de que la reforma en la Iglesia es profunda y que no se queda en lo administrativo, en arreglar los asuntos financieros del banco del Vaticano o en crear una cultura eclesiástica más austera. Quizás, el cambio más audaz deviene del nombramiento de Pietro Parolín como secretario de Estado, en lugar del cuestionado Tarcisio Bertone.
Más allá de las connotaciones políticas de la designación, sorprendió en estos días que Parolín, antes de despedirse como Nuncio Apostólico de Venezuela, abriera las puertas a la discusión postergada del celibato obligatorio, al que bien definió de cuestión no dogmática, sino de simple tradición que se remonta al año 390 de nuestra era.
La admisión del tema ya es un duro golpe para los más conservadores y, tal vez, es la forma que Francisco utilizará para lanzar piedras e incentivar discusiones que muestren que la Iglesia está viva y no apagando fuegos como si fuera “un hospital de campaña después de una batalla”. No es casual, que en su entrevista reciente con el periódico jesuita La Civilitta Católica, Francisco haya asumido otros temas también controversiales como la “obsesión” de la Iglesia contra la homosexualidad y el aborto o que haya pedido paciencia y tiempo para ver cambios doctrinarios que tendrán que ver con la nulidad del matrimonio, cómo dar la bienvenida a parejas de divorciados y el papel de la mujer en la Iglesia, a la que le da un papel fundamental como el de María.
Lo trascendente de toda esta amplitud, es que tanto el segundo del Vaticano, Parolin, como Francisco, reafirmaron que todas los cambios que se implementen, estarán imbuidos de un “espíritu democrático”; esto es, no solo se buscarán decisiones más colegiadas en sínodos, consistorios y entre los ocho cardenales que Francisco adoptó como asesores directos, sino que también se escuchará y permitirá la participación de laicos y fieles.
Esta polvareda demuestra una vez más que Francisco no es apariencia, sino verbo y acción. Un cura revolucionario y renovador que insufló nueva vida a la Iglesia; pero también un cura incómodo, que nos desafía a repensar prejuicios y doctrinas que aprehendimos en escuelas, parroquias y en la catequesis. 

septiembre 21, 2013

Honduras e infelicidad; no debe tomarse a la ligera

Aunque muchos puedan tomar el nivel de la felicidad como algo irrelevante o quizás jocoso, las mediciones que hicieron desde la Universidad de Columbia denuncian síntomas mucho más serios si se consideran índices sobre seguridad pública, desempleo, corrupción, desarrollo económico y, muy especialmente, de salud pública.

Honduras descendió en el índice desde la medición del año pasado, como lo informa La Prensa de San Pedro, cayendo al puesto 84 desde el 63. Habría que anotar primero que aunque otros países tal vez desplazaron a Honduras de aquel puesto, lo más probable, a ojo de buen cubero, es que durante estos años se ha incrementado notablemente el narcotráfico y los índices de homicidio, situándose el país como uno de los más violentos del mundo, según mediciones de las Naciones Unidas.

La medición muestra que los índices de felicidad están bastante atados al sistema político de un país, a los espacios de libertad que se generan, no tanto de índole política, sino a los de libertad económica y los allegados al tema de la salud pública. Justamente los países escandinavos, que gozan de estos tres desarrollos – libertad política, desarrollo económico y excelente sistema de salud pública y seguridad social – permiten un mejor desarrollo de sus sociedades y ciudadanos.

Lo importante en materia de salud pública es lo que revela un estudio enorme que ha publicado la revista Time. http://content.time.com/time/magazine/article/0,9171,2151786,00.html
En ese informe se puede observar que hay una relación muy estrecha entre la felicidad que alcanza una persona y su estado de salud. El estudio es concluyente, al decir que una persona más feliz, que usa toda su capacidad intelectual y creativa para hacer lo que le gusta o tener un trabajo que le apasione, tiene muchas menos probabilidades de tener problemas de salud, ya sea diabetes, hipertensión, obesidad, etc…, extendiendo la cantidad de años que puede vivir a plenitud.

Este estudio basado en nuevas investigaciones del cerebro enseña que más felicidad equivale a más vida. Esta rotunda conclusión implica que los índices de la infelicidad no deben tomarse a la ligera y que existe una necesidad imperiosa del gobierno por crear estrategias de trabajo en ese sentido.

septiembre 20, 2013

Popularidad y espionaje con Peña Nieto

El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, a diferencia de la presidente de Brasil, Dilma Rousseff, no abordará personalmente con el vicepresidente estadounidense, Joe Biden, el tema del espionaje del que fue víctima por parte de la Agencia Nacional de Seguridad de EE.UU.

Razones no dio el mexicano para cuando hoy lo visite Biden, simplemente dijo que las conversaciones serán en torno a temas comerciales  y como solidificar la alianza entre los dos mejores socios del continente. Pero es evidente que Peña Nieto tiene una alta popularidad entre sus pares, ya que de lo contrario, hubiera aprovechado el tema del espionaje como bien lo hizo Rousseff, quien desde que despotricó contra Barack Obama y renunció a visitarlo en octubre por saberse que fueron espiadas sus conversaciones, recobró varios puntos en popularidad.

Peña Nieto, con la fuerza que le dan las propuestas de reformas energética y educativa, entre otras, y a poco de haber asumido, tiene un plafond político y de popularidad que le permite concentrarse en los nuevos esquemas comerciales que Obama delineó en su visita a México en mayo pasado y en solicitar que se apure la reforma migratoria en EE.UU. para que terminen las deportaciones de indocumentados mexicanos y no se coarte el flujo de dinero que los inmigrantes mexicanos envían a sus familiares.


El tema del espionaje no será público para no incomodar la importante relación con el aliado del norte, pero seguramente Peña Nieto tendrá que encontrar el momento adecuado para recriminar a Biden y exigir explicaciones sobre por qué y cómo fue espiado durante la campaña presidencial, y dejar de aceptar las excusas del gobierno estadounidense que todo lo hace por temas de seguridad.


septiembre 18, 2013

Golazo brasileño de Rousseff

Casi terminando las Eliminatorias para el Mundial 2014, la presidente de Brasil, Dilma Rousseff, convirtió un golazo tempranero con buenos presagios para su derruida popularidad tras las protestas ciudadanas en su país, al cancelar su visita a EE.UU. prevista para este próximo 23 de octubre.
Aunque sin sorpresa, la gambeta de Dilma - de cancelar su vista a la Casa Blanca en represalia por la falta de explicaciones sobre el espionaje de EE.UU. contra ciudadanos, empresas y contra ella misma - la muestra como una líder firme frente a su pueblo y ante la comunidad internacional.
El presidente estadounidense Barack Obama todavía no pudo dar explicaciones sobre el espionaje perpetrado por los servicios de inteligencia. Como anillo al dedo, mostrándose firme pero no enojada, Dilma sabe que está justificada moral y diplomáticamente para reclamar soberanía e incentivar el nacionalismo que le ayude en su carrera por aumentar una popularidad que ha perdido a raudales con las protestas sociales y a motivar el voto de cara a las nuevas elecciones.
La torpeza pero sobre todo la ilegalidad de Washington de enojar a países amigos no tiene muchos precedentes. Por ello, con el consenso nacional e internacional a cuestas, Dilma puede exigir explicaciones por “everything” sin temblarle la voz y desafiar al mismo Obama para que él se encargue de darlas.
No hay nada mejor para la popularidad de un líder, dentro y fuera del país, que desafiar a la máxima potencia. Y mucho mejor cuando se reclama por una causa de la que no hay dudas fue amoral e ilegal, y violatoria de toda norma internacional sobre soberanía y autodeterminación.
Las relaciones y la alianza entre los dos países a nivel comercial, educativo y migratorio persistirán sin mayores trances, pero Obama tendrá que hacer algunas concesiones especialmente para tratar de detener la ofensiva de Dilma, que va mucho más allá de la cancelación de esta visita, y que tiene que ver con el pedido de que EE.UU. deje de manejar hegemónicamente el tráfico de internet a nivel mundial.
Hasta ahora, EE.UU. y muchos de sus países aliados, fueron ganando la batalla en las discusiones dentro de Naciones Unidas para seguir manejando el internet a través de ICANN, y que la web mundial sea administrada por un cuerpo colegiado de países, entre los que destacan – y son los que más quieren - los más opresores del planeta.
Si EE.UU. no neutraliza a Dilma con buenas explicaciones, el problema podría ser que ella tuviera que seguir con su discurso desafiante. El riesgo es que se le plieguen otros países que, anteponiendo excusas sobre violación de sus soberanías, aprovechen a limitar y bloquear el internet a sus ciudadanos.

Una movida en falso de Dilma sin medir las consecuencias de alejarse de Washington, puede hacer que su primer golazo internacional se convierta en un desastroso gol en contra.

septiembre 15, 2013

Politización de los derechos humanos

Venezuela se retiró esta semana del sistema interamericano de derechos humanos. El presidente Nicolás Maduro excusó el retiro acusando a la Corte y a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de ser mafias injerencistas e instrumentos del “imperio”, para perseguir a “los gobiernos progresistas de la región”.
La excusa no es más que una vieja argucia del régimen, que disimula una creciente y sofisticada tendencia de varios gobiernos latinoamericanos por politizar los derechos humanos y así evadir sus responsabilidades de Estado. La decisión deja desamparados a los ciudadanos sin posibilidad de acudir a instancias internacionales con la esperanza de encontrar la justicia que se le niega en sus países. Un duro golpe para los venezolanos, si se considera que solo el 3% de las violaciones a los derechos humanos llegan a juicio en su país.
Esa politización incluye violencia y demandas judiciales contra activistas de los derechos humanos, restricciones a sus fuentes de financiación y un permanente ataque al sistema interamericano, desconociéndose sus fallos y decisiones. En el fondo, es una conveniencia de los gobiernos que así se blindan ante las críticas y denuncias y no permiten la supervisión de los derechos humanos en sus territorios.
De esa forma, el gobierno venezolano evita cumplir con 16 fallos condenatorias pendientes de la Corte interamericana y pagar unos 10 mil millones de dólares en indemnizaciones a casi 300 víctimas. Pero la decisión, aunque parezca económica, es política.
Deviene de aquella retórica propagandística del ex presidente Hugo Chávez que calificaba de mafia, golpista y fascista a quienquiera que se opusiera a su voluntad. Sin embargo, pese a la dialéctica, Venezuela, por ser parte de la OEA, no puede excusarse de todas sus responsabilidades. De ejemplo valen EE.UU. y Canadá, que aunque no están bajo jurisdicción de la Corte al no haber ratificado la Convención Americana, igualmente fueron responsables ante informes de fondo que denunciaban violaciones en casos de migración, violencia doméstica, pena de muerte y por la cárcel de Guatánamo.
Maduro, así como otros presidentes progresistas como Rafael Correa, Evo Morales y Daniel Ortega, suelen engañar con una retórica que busca desnaturalizar el sistema interamericano, definido como el “último intento de defensa para los habitantes que han sufrido violación de sus derechos humanos por parte de un Estado”. A menudo amenazan con renunciar a la Convención, a la OEA, ignoran los fallos y proponen reformas que buscan quitar independencia a la Comisión y hasta crear tribunales supranacionales en otros organismos más amigables, como UNASUR y el ALBA.
En ese ejercicio propagandístico, politizan todas las causas de violaciones en sus países para poder oponerse a ellas. Y cuando hablan de derechos humanos solo respaldan aquellas causas en el exterior contra dictaduras militares o de derecha como las de Argentina, Brasil, Chile y Uruguay, pero se hacen los distraídos por reclamos en sus propios países o los que ocurren en tiranías de izquierda como la cubana.
Al politizar las denuncias en su contra y establecerse como víctimas, desvían la atención sobre denuncias y fallos de la CIDH que son parejas para todos los países, sin distinción de ideologías. En años recientes, Brasil, Colombia y México fueron los países que más condenas recibieron debido a la violencia consumada por la fuerza pública y grupos paraestatales; pero también fue donde mayor cantidad de denuncias se registraron debido a una mejor cultura sobre la protección de los derechos humanos.
El sistema interamericano de protección de los derechos humanos está lejos de ser perfecto; es lento, burocrático y necesita mayor eficiencia y más apoyo material por parte de los estados. Además, la Convención Americana debería ser ratificada por los 35 miembros de la OEA, y no solo estarlo por 25.
Pese a sus limitaciones y detractores, se debe reconocer que el sistema ha contribuido a crear una mejor cultura a favor de los derechos de indígenas, mujeres, niños, presos políticos, migrantes y en contra de la discriminación y el racismo, luchas todas que han enriquecido a América Latina y que no deberían ser mezquinamente politizadas.

septiembre 14, 2013

Acuerdo histórico por Siria

Después de tantos amagues entre vientos de guerra y diplomacia de última hora sobre la acción a tomar contra Siria por el uso de armas químicas, los gobiernos de Barack Obama y de Vladimir Putin llegaron, por suerte, a firmar un acuerdo histórico. EE.UU. renuncia a utilizar la fuerza militar como represalia y Rusia a permitir que el Consejo de Seguridad disponga atacar al régimen de Bashar el Asad si no cumple con el mandato.

El acuerdo es duro para Bashar el Asad y termina con todo tipo de especulaciones sobre si tiene o no y si emplea o no armas químicas, lo que una delegación internacional de expertos de la ONU definió como pruebas “abrumadoras” de que fueron usadas el 21 de agosto en un barrio de Damasco donde murieron 1.429 personas por intoxicación con gas sarín.

Asad deberá identificar todos los depósitos de armamento bacteriológicos en el territorio nacional y entregar en un plazo breve todo el arsenal a Rusia y EE.UU. que procederán a destruirlo de inmediato. El acuerdo elimina toda intención de Obama de seguir buscando consenso para atacar y al mismo tiempo blanquea una situación, ya que Putin venía negando que el gobierno sirio estuviera usando armas químicas.

Aunque el tratado no lo plantea, se abre un compás de esperanza para que los dos países sigan buscando soluciones para detener la guerra civil, la más sanguinaria de las últimas décadas debido a los crímenes de lesa humanidad cometidos tanto por el gobierno como por los rebeldes; un escenario que excluiría a Asad del mapa político.


Lo más trascendente es que este acuerdo revela que cuando existe voluntad política, hasta los problemas que aparentan ser más difíciles y truculentos, también pueden ser superados.

septiembre 13, 2013

El celibato y la esperanza de la reforma

El papa Francisco sigue haciendo cambios importantes y una vez más es evidente que hay indicios de que la reforma de la Iglesia va en serio, tanto en cuestiones de conducción administrativa como de costumbres arraigadas, como es el caso del celibato obligatorio.
A todas las reformas que ha venido implementando, desde crear una cultura más austera hasta modificar los asuntos económicos y financieros que maneja el banco del Vaticano, tal vez la más audaz es haber retirado al cuestionado cardenal Tarcisio Bertone y nombrar a Pietro Parolin, como secretario de Estado.
Y lo mejor de estos días, es que Parolin, entrevistado por el caraqueño El Universal después de ejercer en Venezuela como Nuncio, abrió de repente las puertas para una discusión postergada en la Iglesia, el tema del celibato, al que bien definió como una cuestión que no es dogma de fe, sino una tradición que data del año 390 de nuestra era.
La admisión del tema ya es en sí un golpe duro para los conservadores de la Iglesia y es tal vez la forma en que Francisco, quien no se ha mostrado públicamente a muy a favor del celibato voluntario, quiere empezar la discusión.
Aunque el tema pareciera superficial ante otros grandes cambios que necesita la Iglesia – incluyendo la ordenación de las mujeres - es muy significativo, ya que abriría las puertas a las vocaciones frustradas, la de aquellas personas que no entienden por qué no se puede servir a Dios y a una propia familia al mismo tiempo.
Lo importante de Parolin y de Francisco es que ya han dicho que todas las reformas que se implementen en la Iglesia deberán estar imbuidas de un “espíritu democrático”, esto es, no solo de que se buscarán decisiones más colegiadas con la participación de todos los obispos o la jerarquía eclesiástica, sino también – y es lo más trascendente – que se escuchará a los fieles.

Parolin dijo que el celibato no obligatorio es un desafío para el Papa, pero confía en que habrá discusión. Seguramente de alcanzarse, será una reforma histórica, otra de las tantas que permitirán a Francisco crear un legado permanente.

septiembre 12, 2013

Maduro y la propaganda obligatoria

El “Noticiero de la Verdad” es la última invención del régimen de Nicolás Maduro con el que parece reinventar la maquinaria propagandística de las tiranías más acérrimas que asolaron el planeta.
El presidente venezolano aseguró este martes que el “Noticiero de la Verdad”, una producción de noticias del gobierno, será de trasmisión obligatoria para todas las televisoras y radios del país – por supuesto, incluidas especialmente las de propiedad privada – y que deberá hacerse en los horarios de mayor audiencia y sintonía.
La excusa de Maduro es que el gobierno no recibe buena cobertura, habiéndose justificado en un “apagón informativo”. En realidad se trata de una argucia retórica y acostumbrada, con la que el gobierno justifica los atropellos a la libertad del público para informarse por los medios de su elección.
Es mentira que haya un apagón informativo, todo lo contrario, lo que abunda en Venezuela es la información oficial y la propaganda. El gobierno ha consolidado una amplia red de medios gubernamentales – que mal insiste en llamar públicos. Esa inmensa red de medios está compuesta por los nuevos medios y agencias de noticias que ha creado, por los privados que ha comprado luego de asfixiarlos económicamente; y por un espacio que ha generado gracias a su táctica de cerrar medios y de amenazar a otros con hacerlo, incentivando un clima general de autocensura para detener la crítica y las denuncias contra el gobierno.   
Esa mentira sobre el apagón informativo tampoco coincide como lo que reportó este mes la organización Monitoreo Ciudadano. Indicó que entre abril y setiembre, sus primeros meses de gobierno, Maduro habló por 93 horas en cadena nacional obligatoria, es decir 39 minutos por día. Aún peor fue su prédica propagandística por la radio del Estado Venezolana de Televisión, habiendo hablado por 160 horas entre el 3 de junio y el 7 de septiembre, a un promedio de una hora y 40 minutos por día.


En esta “nueva modalidad de comunicación”, Maduro llama “información de la verdad” a la propaganda gubernamental. Una reinvención de aquella metodología que busca convencer y persuadir a favor de una ideología. Pero lo que convierte a esta estrategia en un riesgo para la libertad de expresión de los venezolanos, no es tanto la propaganda en sí misma, sino que sea de carácter obligatoria.

septiembre 11, 2013

El salvavidas ruso (para Obama)

Barack Obama no pudo haber dado la mejor bienvenida al plan diplomático que presentó Vladimir Putin de pedir a Bashar El Asad que entregue las armas químicas para su destrucción.

El plan ruso se convirtió de golpe y porrazo en la tabla de salvación que Obama tuvo para detener sus planes de ejecutar una represalia militar contra Siria que no contaba ni con el apoyo de la opinión pública ni del Congreso, incluidos varios diputados y senadores del Partido Demócrata que habían declarado que no acompañarían a su líder.

Obama insistió en el discurso de anoche de que había sido elegido para terminar guerras y no para empezarlas, que EE.UU. tiene, como líder mundial por los últimos 70 años, la “obligación moral” de “no mirar hacia otro lado” cuando los tiranos cometen atrocidades, recordó el rechazo de la comunidad internacional a las armas químicas y puso en compás de espera una “acción militar limitada” contra Siria – sin soldados estadounidenses en el territorio sirio - si la diplomacia rusa fracasa en su cometido.

Lo interesante de este plan ruso que el lunes fue tibiamente sugerido por el canciller estadounidense John Kerry, es que blanqueó varias situaciones. Asad ya no suena tan convincente de que su ejército jamás tuvo que ver con las armas biológicas que el 21 de agosto mataron a 1.429 connacionales y además, por el solo hecho de asentir que entregaría las armas a Rusia para evitar la represalia militar, acabó con su negación de que las poseía.

Por otro lado, Rusia se erigió en líder de una situación como lo acostumbraba a asumir en la época de la Guerra Fría lo que es una buena señal, ya que el liderazgo exige y conlleva responsabilidades. Putin se ha erigido como el garante de Siria y será ahora responsable de su futuro a tal punto que si Asad no entrega las armas químicas, Rusia tendrá que asentir las represalias que se quieran tomar.

Lo más importante, quizás, es que Francia, Gran Bretaña y EE.UU. estarán presionando a Rusia en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para que el plan se formalice y luego Putin, de no cumplirlo a cabalidad, no podrá tener el derecho (incluido el moral) a vetar una resolución que incluya la posibilidad de la represalia militar.


Así que si bien el plan ruso se convirtió en el salvavidas de Obama, también se transformó en una carga y responsabilidad para Putin. Una buena noticia para ambos.

septiembre 10, 2013

Maduro contra los derechos humanos

Los ciudadanos venezolanos ya no tendrán donde acudir cuando se agoten los recursos judiciales internos de administración de justicia y sus derechos humanos sean violados.
Nicolás Maduro, fiel a la retórica del ex presidente Hugo Chávez que el 9 de setiembre de 2012 solicitó a su canciller renunciar a la Convención Americana de los Derechos Humanos y por ende a la jurisdicción de la Comisión y de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), continuó con el proceso y a partir de hoy Venezuela ya asumió no tener responsabilidad internacional en estas materias.
La estrategia solo confirma que el gobierno venezolano, bajo la excusa siempre del intervencionismo extranjero, deja de asumir su responsabilidad internacional en materia de derechos humanos y a conveniencia deja los estándares de algunas organizaciones (CIDH/OEA) para estar bajo la tutela de otras que domina y donde no puede ser cuestionado (UNASUR).
Ayer, Maduro volvió a repetir y a reiterar los numerosos dichos de Chávez: “La Comisión y la Corte lamentablemente degeneraron. Se creen un poder supranacional, se creen un poder por encima de gobiernos legítimos del continente”, y con ello dejó por sentado que Venezuela se une a Trinidad y Tobago y al Perú de Alberto Fujimori como los países que se retiraron de la Convención después de estar suscriptas y haber ratificado el Pacto de San José.
Aunque Chávez y Maduro se hayan esforzado en criticar y desconocer cada opinión y fallo de la Comisión y la Corte, al considerar que ambas instituciones están secuestradas por el poder político del imperio estadounidense, en realidad lo que están haciendo es dejar desprotegidos a todos los ciudadanos venezolanos que antes acudían a la jurisdicción internacional en busca de justicia, reparaciones y desahogo cuando se les negaban sus derechos en el país.
Nunca Chávez y menos Maduro aceptaron esa jurisdicción y con ello el Estado (no el gobierno) jamás reconoció los derechos violados de sus ciudadanos, desconociendo pagar indemnizaciones por reparación moral o excarcelar a presos políticos o reabrir causas judiciales.
El retiro de Venezuela (el mismo día que Henrique Capriles introduce ante la CIDH una denuncia para desconocer los resultados de las elecciones que perdió por estrecho margen ante Maduro) es congruente con la política de aislamiento en materia de derechos humanos que hace dos años busca también el presidente ecuatoriano Rafael Correa que ha llamado a desmantelar el sistema y, al menos, que la CIDH no tenga sede en EE.UU. un país que junto a Canadá no ha ratificado la Convención.

Este retiro deja por el aire varios temas incumplidos por Venezuela, entre ellas 16 sentencias condenatorias e indemnizaciones por 9.700 millones de dólares en reparación para unas 300 víctimas, según datos que se desprenden de fallos de la Corte Interamericana.

septiembre 08, 2013

Obama y la "línea roja"

Barack Obama creó la figura de no cruzar la “línea roja” para argumentar la intervención militar contra quienes osaran utilizar armas químicas. Pero nunca imaginó cuán diferente interpretación tendría su propuesta hasta que intentó aplicarla para escarmentar al régimen sirio de Bashar al Assad.

No tuvo mucha suerte en su Congreso y en la cumbre del Grupo de los 20 en St. Petersburg, adonde acudió en busca de consenso para una operación quirúrgica y limitada contra un régimen al que acusa de matar a 1.429 personas con gas sarín en un barrio de Damasco. La “línea roja” para muchos, entre ellos Vladimir Putin, solo debe aplicarse a través del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Otros líderes prefieren agotar alternativas diplomáticas, aplicar sanciones económicas o recurrir a tribunales internacionales.

Y no es que a Obama le falten pruebas, pero sí credibilidad. Gobiernos aliados y enemigos no creen en un EE.UU. imponiéndose siempre como gendarme; y los estadounidenses están cansados de que se malgaste su dinero en conflictos foráneos de difícil resolución. Gran parte de la desconfianza se debe al descrédito heredado por los yerros garrafales sobre la existencia de armas de destrucción masiva en Irak. Pero también por sus errores y promesas incumplidas.

No tanto por cuestiones internas, entre ellas la aún existente cárcel de Guantánamo, como por las externas. Obama permitió un intensivo espionaje contra todos los gobiernos del mundo como demuestran los miles de documentos filtrados por Edward Snowden, y se puso en ridículo a la diplomacia internacional con el millón de cables secretos que el soldado Bradley Manning filtró a Wikileaks.

Pero más que la credibilidad, con Obama se desvaneció la esperanza. Al principio de su mandato - premio Nobel de la Paz en mano por promover el desarme nuclear y el retiro de tropas en Irak y Afganistán - la ilusión en Obama fue porque terminaría guerras y no por comenzarlas, y porque practicaría el multilateralismo con anuencia de la comunidad internacional. El conflicto sirio, en cambio, lo desenmascaró buscando consensos forzados, como atrapado en su “línea roja” y amenazando con acciones unilaterales.

También es cierto que su posición como líder de la mayor potencia mundial no es fácil. Calificado de tímido y débil sino actúa, y arrogante si lo hace. El Congreso lo critica sino somete a voto su guerra y si lo hace, como sucedió, lo acusan de evadir su responsabilidad. Sabe que de cualquier forma que actúe, así como les sucedió a sus antecesores con otros conflictos externos, probablemente erosionará su capital político y su fuerza para otras reformas internas como la salud pública y la inmigración.

La ironía es que Assad es quien más se está beneficiando de la “línea roja”. Puso al descubierto que la otra opción, los rebeldes, también son sanguinarios y la hipocresía de una comunidad internacional que hace poco por limitar un conflicto con cien mil muertos, dos millones de refugiados y cinco de desplazados, en el que varias veces se usaron armas biológicas, aunque de menor escala al 21 de agosto.

Poco antes de llegar a St. Petersburg, Obama trató de compartir responsabilidades con todos los actores. “No fui yo quien trazó una línea roja, fue el mundo; no es mi credibilidad la que está en juego, es la de la comunidad internacional, la de EE.UU. y la del Congreso”, dijo desafiante, aunque sin convencer.

Obama no la tiene fácil. Al final de la cumbre consiguió apoyo de 10 países del G-20, pero para actuar con prudencia y, además, le aparecieron opositores inesperados de peso, como Francisco. El Papa convocó para este sábado a una jornada de ayuno y oración en contra de la intervención militar. Una idea que los obispos estadounidenses convirtieron en mandato, instando a sus fieles a que llamen a sus representantes para oponerse a Obama, quien el martes tratará  de convencer a la opinión pública y al Congreso.

Es seguro que Assad será escarmentado, aunque todavía se desconoce la forma en que se aplicará esa “línea roja”. Ojalá sea con consenso internacional y así se evite que esa figura solo sirva para aquellos cuentos de final desopilante – había una vez un americano, un chino, un ruso, un argentino... - que se mofan sobre cómo reaccionan las distintas nacionalidades ante un mismo hecho. 

septiembre 06, 2013

Obama, Siria y el espionaje

Acaba de terminar la cumbre del G-20 en St. Petersburg y el presidente Barack Obama consiguió parcialmente su objetivo, aunque no un apoyo directo para intervenir militarmente en Siria y castigar al régimen de Bashar al Assad por el uso de armas químicas contra sus conciudadanos.
Obama deberá esperar hasta el martes y ver si podrá convencer a la opinión pública estadounidense que todavía se muestra reacia, según las últimas encuestas. Y también tendrá que seguir librando una dura batalla en el Congreso, donde no obtuvo todo el apoyo esperado, especialmente de aquellos congresistas que frente a las elecciones legislativas que deberán librar el año próximo, prefieren obedecer a sus electores que al presidente o a sus partidos.
Pero de si algo le ha servido el tema de Siria a Obama durante la cumbre en Rusia, fue de cortina de humo para disipar un problema que lo roza personalmente y que sigue cada día cobrando mayor fuerza: el espionaje de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, según siglas en inglés) que, por motivos de seguridad nacional, se ensañó en espiar a varios gobiernos aliados y muchos enemigos, algunas organizaciones intergubernamentales y, especialmente, a todos los usuarios de internet.
Obama se reunió en Rusia con Dilma Rousseff y con Enrique Peña Nieto, dos gobiernos que fueron blanco directo del espionaje, pero evitó centrarse sobre ese tema con muchos casos peores, en especial porque la búsqueda de consenso para intervención militar en Siria fue su agenda prioritaria.
Mientras Obama hablaba al cierre de la cumbre del G20 de la “línea roja” que Assad no debería haber traspasado y trataba de ganar credibilidad para su cometido con argumentos de que “no fui elegido para comenzar guerras, sino para terminarlas”, el The New York Times, The Guardian y la agencia de noticias sin fines de lucro, ProPublica, erosionaban aquella confianza buscada, revelando nuevos indicios del masivo sistema de espionaje implementado por la NSA.
Según nuevas revelaciones de estos medios, basadas en los documentos filtrados por Edward Snowden, la NSA ha robado claves de codificación de mensajes poniendo en peligro las garantías de privacidad que las empresas de internet ofrecen a sus usuarios.
Aún peor, la NSA ha presionado a empresas de tecnología para que incluyan dispositivos de espionaje en software y hardware, con el fin de espiar las comunicaciones de internet y telefonía, tanto de gobiernos extranjeros como de todo tipo de usuarios.
La NSA no habría actuado sola en su trabajo encubierto, sino en alianza con aparatos de seguridad de Inglaterra, Canadá, Nueva Zelandia y Australia, de espaldas a lo que la Constitución de EE.UU. ordena al gobierno en materia de respetar el derecho a la intimidad y privacidad de sus ciudadanos.
Se informó que la NSA pidió a los dos medios estadounidenses, New York Times y ProPublica, que no se publique esta información por temor a que los “objetivos extranjeros” espiados, cambien la forma en que codifican sus mensajes.

En los últimos días, Obama se ha esforzado para convencer sobre los castigos que deben aplicarse al régimen de Assad. El mismo empeño debería tener para reducir y hacer más transparente el extensivo aparato de espionaje.

septiembre 04, 2013

Bezos: la esperanza de los diarios

Un cambio de paradigma se avecina en el periodismo estadounidense según se desprende de la primera entrevista que dio el flamante propietario del Washington Post, Jeff Bezos, el multimillonario creador de Amazon.
La última etapa de los diarios estadounidenses fue y es desastrosa, especialmente debido a la crisis desatada por la migración de anunciantes que prefieren al internet como plataforma para sus productos. Desde que Craiglist desbarató el negocio más rentable de los diarios, los anuncios clasificados, hasta cómo Google y Facebook acapararon la publicidad que antes iba a los impresos, además de la competencia de la televisión, los diarios siempre tuvieron a la publicidad como su norte y como el eje que salvaría a una industria de su muerte casi anunciada.
En esa crisis y desesperación por flirtear con los anunciantes y mantener un flujo de dinero para los exigentes accionistas, muchos diarios dejaron de hacer lo que mejor hacían: periodismo. Despidieron a periodistas, achicaron sus salas de Redacción, hicieron alianzas con la televisión para mostrar sus noticias, buscaron formas de cómo compensar las pérdidas de entregar las noticias gratis por internet y de qué hacer con una circulación de papel que se va degradando día a día.
En todo ese marasmo, los diarios – que no se sabe hasta cuándo serán los medios de comunicación que nutren la agenda pública – se olvidaron que lo principal sigue siendo la información, su negocio intrínseco. Descubrir noticias, no solo cubrirlas como hacen otros medios; ¡en eso radica su esencia!
Bezos adquirió el Washington Post cual salvador de la familia Graham que venía de siete años consecutivos perdiendo dinero, circulación y prestigio. El Post, un diario que hace una década atrás valía por lo menos dos mil millones de dólares, fue adquirido por 250, pero con la expectativa de que se convertirá de nuevo en una gema del periodismo mundial y en un nuevo modelo de éxito para la falleciente industria de los periódicos.
Por ello no pudo haber mejor salvavidas para la prensa escrita que alguien que viene del exitoso internet, un hombre que en poco más de una década amasijó una fortuna de 60 mil millones de dólares en ventas y ayudó a revolucionar la forma en que se leen los libros.
Pero lo mejor de Bezos fue que en lugar de seguir con la estrategia de buscar los dólares como prioridad, insistió que primero está la información, el periodismo y los lectores, ante que los anunciantes.  Inspirado en su éxito en Amazon, Bezos dijo que para su nuevo diario, habrá tres prioridades como estrategia: “Lo primero es el consumidor (el lector). Inventar. Ser paciente”.
Bezos considera que tendrá que hacer cambios en el contenido y cómo fabricarlo porque “cualquiera puede resumir tu trabajo y publicarlo gratis. La pregunta es cómo puedes sobrevivir en ese entorno y, si no puedes, cómo inviertes recursos en ello”. Incluso argumentó que por más que se imponga un pay-wall riguroso, muchos otros sitios pueden resumir el contenido y ofrecerlo gratis.  “Desde el punto de vista de un lector, se puede preguntar ¿por qué iba a pagar por todo ese esfuerzo periodístico cuando puede conseguirlo gratis en otro sitio?”.

Aunque Bezos no tiene la varita mágica y todavía dijo que no tiene un modelo a seguir o experimentar, donde se concentra la esperanza de que puede ser el salvador, es que la tiene muy clara en cuanto a volver a la raíz y esencia del periodismo escrito relegando a los anunciantes como la prioridad del negocio: “Cualquiera que sea esa misión (de los diarios), debe girar en torno a la información”.

septiembre 03, 2013

Diplomacia por Twitter

Hace rato que muchos presidentes, especialmente en América Latina, han tomado la costumbre de hacer diplomacia por micrófono en lugar de hacerla por los canales diplomáticos. Ahora, con mayor intensidad, la están ejerciendo a través de Twitter, con el peligro de adicionarle una gran dosis de sarcasmo e irresponsabilidad.

A diferencia de un ciudadano común, los presidentes, funcionarios o personas públicas, tienen mayor responsabilidad sobre lo que dicen y cómo lo dicen. Un comentario de un ciudadano común suele quedar en su círculo de amigos, el de una persona pública trasciende, creando reacciones y consecuencias.

Hoy en día, la mayoría de los presidentes ha encontrado en Twitter una forma perfecta de comunicarse a través de mensajes más coloquiales y más cercanos al “común de la gente” y de sus potenciales electores. Sin embargo, muchas veces, por esos fervores electorales y contagiados por sus impulsos, caen en la tentación de usar un lenguaje chabacano, ordinario e irónico, muy de entre líneas.

La presidente Cristina Kirchner, muy enemiga de hablar con los periodistas y la prensa, hace rato que prefiere Twitter para comunicarse con los ciudadanos y expresar lo que tampoco hace por vía diplomática formal. En el conflicto actual que el gobierno argentino mantiene con la aerolínea LAN de Chile, la Presidenta aludió irónicamente al presidente Sebastián Piñera, con el siguiente tuit:  “¿Alguien se imagina si Aerolíneas Argentinas en lugar de ser línea de bandera recuperada hubiera sido una empresa de mi propiedad y cuando me eligen la hubiera “vendido”?”.

De esa forma, Kirchner dejó entrever su ideología al haber introducido la palabra “recuperada” (para el Estado) para criticar a LAN de capitales privados, pero, especialmente, al haber puesto comillas en “vendido”, aludió sarcásticamente a que la defensa del gobierno de Chile por la aerolínea se debería a la supuesta propiedad que todavía mantendría Piñera sobre esa empresa.

Desde Chile, con más altura, la respuesta no se hizo esperar. El canciller chileno, Alfredo Moreno, respondió que Piñera se desprendió de sus acciones, a tono con la ley de transparencia, “para evitar cualquier potencial conflicto de interés futuro".

En declaraciones a la prensa de su país, Moreno explicó que el “presidente y los parlamentarios son democráticamente elegidos, con total transparencia de su trayectoria y de su patrimonio e intereses. Una vez elegidos, desde el presidente hasta cualquier alto funcionario público debe cumplir las normas de transparencia y declarar su patrimonio y todos sus intereses”.
Además de su propiedad parcial en LAN, Piñera se desprendió de otras acciones y propiedades de empresas varias, entre ellas un canal de televisión.

La respuesta chilena al “exabrupto” - según calificó Piñera al tuit de Kirchner - evidencia que Twitter puede ser un arma de doble filo y que, como cualquier medio de comunicación, debe ser usado en forma responsable, especialmente cuando se trata de figuras públicas.

septiembre 01, 2013

Conectividad, el gran desafío

Pese a la no siempre buena y rápida conexión a internet, somos afortunados. Formamos parte de la tercera parte de la población mundial - 2.700 millones de personas – que tiene acceso a la red y, con suerte, poseemos teléfonos inteligentes y vivimos en áreas con servicio de datos de alta velocidad.

El resto, 5.000 millones de personas, ni siquiera tiene computadora ni teléfonos móviles o vive con acceso a servicios de telefonía e internet limitados y costosísimos o en países con gobiernos opresores que restringen la navegación.

Esa brecha digital es hoy la que genera mayor disparidad económica entre las sociedades. En una época en que la economía de un país ya no se mide por sus recursos económicos sino por como administra la educación y el conocimiento, la conectividad se transforma en factor clave del desarrollo.

El desafío de reducir esa brecha en el mundo es titánico, si se considera que hasta existe dentro de países ricos como EE.UU., donde el 30% de los hogares no utiliza internet por altos costos y que aquellos que más lo usan suelen ganar más de 50 mil dólares al año y tener estudios universitarios, según un informe reciente del Ministerio de Comercio.

El creador de Facebook, Mark Zuckerberg, asumió el desafío anunciando la creación de un consorcio con los fabricantes de telefonía móvil Ericsson, Nokia y Samsung, el buscador Opera y los proveedores de servicios en redes MediaTek y Qualcomm. La nueva compañía, Internet.org, tiene como misión hacer más barato el acceso y la distribución de datos, crear nuevas infraestructuras de comunicación digital y fabricar teléfonos móviles de bajo costo, sin sacrificar la conexión.

Propone que la gente pueda conectarse a servicios de internet a través de móviles regulares, no inteligentes, algo que experimenta en varios países de África con su proyecto Facebook Zero, donde ya se duplicó el nivel de conexión. Internet.org no es el único proyecto en este sentido. Microsoft formó una alianza con otras 23 empresas de tecnología inalámbrica, mientras tanto, Google lanzó el “Proyecto Loon”, un experimento para dar mayor conexión en áreas remotas mediante globos aerostáticos.

Aunque los críticos consideren que estas empresas estén detrás de su beneficio, la búsqueda por cerrar la brecha digital ensanchando la conectividad, redundará en beneficios para todos. Según Zuckerberg, al reducir el costo de distribución de datos, calculado en 100 veces superior a lo que debería ser, los usuarios no serán castigados con planes mensuales de descargas de datos que son más caros que los propios dispositivos móviles y computadoras.

Zuckerberg propone que se fabriquen teléfonos más simples, que las aplicaciones usen menos descarga de datos y memoria, y que haya un acuerdo para ofrecer un servicio de internet básico y gratuito, solo de texto sin fotos, videos o música, para que se beneficien las comunidades más pobres del mundo.

Alcanzar esta propuesta de apariencia tan loable como simple, es complicado. Los retos son grandes tanto a nivel económico y técnico como político. En muchos países la infraestructura de comunicación es tan deficiente como el sistema de carreteras, la banda ancha es inexistente o no tiene prioridad, los gobiernos imponen costos desorbitados por licencias de operación y prefieren que el internet no sea asequible para todos como método de control.

Además, a esto hay que sumarle que los usuarios están más cuidadosos y escépticos sobre los beneficios de navegar el internet, por temas relacionados a espionaje gubernamental y pérdida de la privacidad. Las denuncias del ex contratista estadounidense Edward Snowden expusieron el masivo esquema de vigilancia del gobierno de EE.UU. sobre la red, mientras que los informes recientes de transparencia de compañías como Facebook, Google y Twitter, mostraron que todos los gobiernos, incluidos los latinoamericanos, investigan y exigen datos sobre los usuarios.

Más allá de los avatares políticos que conlleva cualquier actividad humana y de los beneficios para las empresas, lo cierto es que vivimos en una época de profunda transformación económica marcada por la industria del conocimiento, en la que el ahora reconocido derecho humano a la conectividad al internet, se vislumbra como factor prioritario para el progreso. 

A Nobel for Infantino

The Nobel Prize Committee has decided that Gianni Infantino will receive the next Nobel Peace Prize because—apparently—soccer is synonymous ...