La crisis en México es profunda. Al factor económico actual - el peso se devaluó abruptamente saltando de 10 a 15 pesos por dólar en los últimos tres meses – al que se ha precipitado en el último lustro como es la inseguridad debido al avance del crimen organizado, hay que sumarle el factor más legendario de todos: la corrupción generalizada.
Durante mi breve estada en México en estos días pude recabar que la polémica ya no es como en meses anteriores sobre si los mexicanos están o no frente a un estado fallido, que no ofrece las protecciones y garantías a sus ciudadanos según los derechos constitucionales. Ese problema de un Estado que falla o no sabe dar respuestas a sus ciudadanos ya ha sido admitido, está incorporado en el vocabulario actual y a la cultura. Así como la gente ya aprendió a vivir con la corrupción, ahora el problema es que la inseguridad está siendo institucionalizada y el gobierno se encuentra de manos atadas.
Como en la mayoría de las ciudades latinoamericanas, la inseguridad en México, particularmente en los estados fronterizos con Estados Unidos, es un problema desbordante. El presidente Felipe Calderón tiene un discurso y una postura enérgica contra el narcotráfico, queriendo, creo yo, asumir los mismos criterios de mano dura que adoptó Alvaro Uribe en Colombia y que le sirvieron para ofrecer mayor seguridad y ganar popularidad.
La discusión en México “ahorita” (como dirían ellos) que se ha profundizado, es si las violaciones a los derechos humanos cometidas por los militares, que han sido puestos al frente de la lucha del narcotráfico, no sería motivo suficiente para replantearse la estrategia. Calderón dijo que no y que prefiere que haya riegos de violaciones a los derechos humanos pero que se debe ganar la batalla contra el crimen.
El problema no es fácil de resolver, porque si los militares no lo hacen, los policías, así sean federales o locales, están corruptos y aquellas que no se dejan tentar tienen dos caminos, ser asesinados o tienen que renunciar como hicieron varios jefes en estas últimas semanas en los estados fronterizos más peligrosos, tal el caso de Chihuahua, Sinaloa y Michoacán.
Estados Unidos alzó controversia en estos días después de su informe del Departamento de Estado en el que se culpa mucho a las autoridades mexicanas, pero es cierto también que en este problema Estados Unidos debe asumir que el 90% de las armas largas que usan los narcotraficantes provienen de estados cercanos a la frontera, como Texas, Nuevo México, Arizona y California.
El problema es grande. Estados Unidos está poniendo recursos en México a través del Plan Mérida, pero no está pudiendo dominar el consumo puertas adentro. Mientras el consumo genere más de 50 mil millones de dólares y se les provea a los narcotraficantes las armas necesarias para el crimen, esta es una lucha desigual.
Publiqué hace poco mi novela futurística en Amazon: "Robots con Alma: atrapados entre la verdad y la libertad". En este blog trato de temas de actualidad referidos a los valores de la verdad y la libertad. Blog por Ricardo Trotti
febrero 28, 2009
febrero 27, 2009
Chávez y sus logros insuficientes
Hugo Chávez se considera un hombre exitoso; hace 10 años que gobierna un país rico en petróleo y acaba de ganar un referendo que le permitiría mandar indefinidamente. Sin embargo, a juzgar por la inseguridad, la corrupción, la polarización y la débil economía, no pareciera que está contagiando al país su éxito personal ni que tenga talento para administrar bien su riqueza.
Con el precio del petróleo depreciado, es como si Venezuela hubiera perdido el tiempo despilfarrando tanta fortuna. Los buenos gobiernos trascienden por la eficaz administración de los recursos humanos y económicos, por los cambios culturales que inspiran, la infraestructura que construyen y la educación que dejan a futuras generaciones.
Lejos de aquellos valores, los logros de la revolución chavista reclamados hasta ahora – acceso a la salud, a la educación y disminución de la pobreza - le son insuficientes, quedando incluso neutralizados por el derroche en la compra de armas, por el sostenimiento del burocrático aparato político y por la exportación de subsidios y de una ideología que no es venezolana.
Es obvia la pregunta: ¿Cómo un país tan inmensamente rico, que flota en petróleo, y que debería ser potencia en América Latina, puede tener una infraestructura mediocre y una actitud tan pobre ante la riqueza?
Buscando una respuesta, uno termina por comparar a Venezuela con países que tienen similar fuente de ingresos. A diferencia de Chávez, los emiratos en el Golfo Pérsico, ante la expectativa de que las reservas petroleras no son eternas, han comenzado a diversificar su patrimonio bajo una simple ecuación: importar cultura, educación, turismo; a cambio de exportar crudo.
Desde hace años, los jeques de los Emiratos Árabes Unidos (EAU) están convirtiendo el lucro de la venta petrolera en una productiva industria de la construcción. En una estrategia concertada, están edificando sucursales de museos de prestigio mundial y abriendo filiales de renombradas universidades, transformando al desierto en un gran oasis cultural.
Emulando a la ciudad de Bilbao, cuyo Museo de Guggenheim la situó como centro turístico internacional con más de 10 millones de visitantes en los últimos años, los jeques de Abu Dhabi encargaron también a Frank Ghery el diseño del Guggenheim Abu Dhabi. Abrirá en el 2012 en la isla de Saadiyat, donde ahí mismo se están levantando las filiales del Louvre y de otros cinco museos. Mientras tanto, Dubai y Qatar, están montando docenas de centros y distritos culturales para no quedar rezagados.
Como resultado, Abu Dhabi, el más grande de los siete emiratos, pronostica pronto duplicar el turismo, de 1.7 a tres millones; mientras que Dubai espera atraer a 15 millones de extranjeros para el 2015 y así poseer otro manantial de ingresos.
El dineral se invierte más allá de los museos. La educación de alto nivel es otra propuesta a futuro. Mientras el presidente Sarkozy colocaba la piedra fundacional de la rama de La Sorbona en Abu Dhabi, en Doha, capital de Qatar, los jóvenes ya estaban estudiando medicina en la delegación de la universidad de Cornell, relaciones internacionales en Georgetown o periodismo en Northwestern.
A juzgar por su mentalidad, Chávez seguramente se sumaría a los detractores de estas experiencias en el Golfo Périso, denunciando una actitud occidental neocolonialista e imperialista. Sin embargo, lo importante de estas prácticas pérsicas es que demuestran una forma eficaz de administrar la riqueza y la visión de construir naciones con el beneficio de la globalización.
Los objetivos de Chávez de tener una patria donde se nivelen los patrones de educación, salud y bienestar, no son malos; pero sí insuficientes. La riqueza de Venezuela, así como lo demanda la administración bíblica de los talentos, debe obligar al gobierno a proyectar un país más grandioso alejado de estándares subdesarrollados. Aún depreciado, el capital petrolero bien gobernado podría sobrar, por ejemplo, para fortalecer la visión chavista creando universidades y hospitales de primer nivel, que sirvan como polos de atracción internacional, desarrollo económico y orgullo venezolano.
Chávez no puede seguir perdiendo tiempo. La historia lo terminará juzgando no por su revolución ideológica, sino por la eficaz administración de la riqueza y de los talentos, dos recursos que abundan en Venezuela y que parecieran estar totalmente desaprovechados.
Con el precio del petróleo depreciado, es como si Venezuela hubiera perdido el tiempo despilfarrando tanta fortuna. Los buenos gobiernos trascienden por la eficaz administración de los recursos humanos y económicos, por los cambios culturales que inspiran, la infraestructura que construyen y la educación que dejan a futuras generaciones.
Lejos de aquellos valores, los logros de la revolución chavista reclamados hasta ahora – acceso a la salud, a la educación y disminución de la pobreza - le son insuficientes, quedando incluso neutralizados por el derroche en la compra de armas, por el sostenimiento del burocrático aparato político y por la exportación de subsidios y de una ideología que no es venezolana.
Es obvia la pregunta: ¿Cómo un país tan inmensamente rico, que flota en petróleo, y que debería ser potencia en América Latina, puede tener una infraestructura mediocre y una actitud tan pobre ante la riqueza?
Buscando una respuesta, uno termina por comparar a Venezuela con países que tienen similar fuente de ingresos. A diferencia de Chávez, los emiratos en el Golfo Pérsico, ante la expectativa de que las reservas petroleras no son eternas, han comenzado a diversificar su patrimonio bajo una simple ecuación: importar cultura, educación, turismo; a cambio de exportar crudo.
Desde hace años, los jeques de los Emiratos Árabes Unidos (EAU) están convirtiendo el lucro de la venta petrolera en una productiva industria de la construcción. En una estrategia concertada, están edificando sucursales de museos de prestigio mundial y abriendo filiales de renombradas universidades, transformando al desierto en un gran oasis cultural.
Emulando a la ciudad de Bilbao, cuyo Museo de Guggenheim la situó como centro turístico internacional con más de 10 millones de visitantes en los últimos años, los jeques de Abu Dhabi encargaron también a Frank Ghery el diseño del Guggenheim Abu Dhabi. Abrirá en el 2012 en la isla de Saadiyat, donde ahí mismo se están levantando las filiales del Louvre y de otros cinco museos. Mientras tanto, Dubai y Qatar, están montando docenas de centros y distritos culturales para no quedar rezagados.
Como resultado, Abu Dhabi, el más grande de los siete emiratos, pronostica pronto duplicar el turismo, de 1.7 a tres millones; mientras que Dubai espera atraer a 15 millones de extranjeros para el 2015 y así poseer otro manantial de ingresos.
El dineral se invierte más allá de los museos. La educación de alto nivel es otra propuesta a futuro. Mientras el presidente Sarkozy colocaba la piedra fundacional de la rama de La Sorbona en Abu Dhabi, en Doha, capital de Qatar, los jóvenes ya estaban estudiando medicina en la delegación de la universidad de Cornell, relaciones internacionales en Georgetown o periodismo en Northwestern.
A juzgar por su mentalidad, Chávez seguramente se sumaría a los detractores de estas experiencias en el Golfo Périso, denunciando una actitud occidental neocolonialista e imperialista. Sin embargo, lo importante de estas prácticas pérsicas es que demuestran una forma eficaz de administrar la riqueza y la visión de construir naciones con el beneficio de la globalización.
Los objetivos de Chávez de tener una patria donde se nivelen los patrones de educación, salud y bienestar, no son malos; pero sí insuficientes. La riqueza de Venezuela, así como lo demanda la administración bíblica de los talentos, debe obligar al gobierno a proyectar un país más grandioso alejado de estándares subdesarrollados. Aún depreciado, el capital petrolero bien gobernado podría sobrar, por ejemplo, para fortalecer la visión chavista creando universidades y hospitales de primer nivel, que sirvan como polos de atracción internacional, desarrollo económico y orgullo venezolano.
Chávez no puede seguir perdiendo tiempo. La historia lo terminará juzgando no por su revolución ideológica, sino por la eficaz administración de la riqueza y de los talentos, dos recursos que abundan en Venezuela y que parecieran estar totalmente desaprovechados.
febrero 26, 2009
!Cuidado, nos están escuchando!
Cada vez que hablo por teléfono con periodistas de cualquier país latinoamericano sobre temas sensibles siempre sale a relucir jocosamente el mismo tema: “Cuidado que no están escuchando”. Más allá de los chistes, la mayoría de los periodistas tienen razones para suponer que los escuchan en forma clandestina, o porque los escuchan de verdad y tienen las pruebas, o porque sospechan que si hay servicios de inteligencia escuchando a muchos ellos no pueden ser la excepción o porque cada tanto aparece una denuncia de un ex espía que denuncia un escándalo y da nombres de periodistas que son realmente espiados.
Descubrir o sospechar que uno es escuchado en forma clandestina es prácticamente el mismo siente como cuando uno llega a su casa para darse cuenta que ha sido desvalijado. Uno siente una sensación de impotencia, de que ha sido violentada su intimidad y de perder automáticamente la confianza en el sistema. Como la violencia de la escucha se comete a dos personas al mismo tiempo, crea además un sentimiento de desconfianza entre los interlocutores, que terminan echándose la culpa entre ambos. En el caso de las escuchas contra el periodismo, esto crea un doble problema, por cuanto genera desconfianza entre la fuente y el periodista afectándose irremediablemente la libertad de expresión.
En coincidencia con un escándalo de proporciones mayúsculo en Colombia donde el servicio de inteligencia del gobierno escuchaba en forma clandestina conversaciones telefónicas de políticos, jueces y periodistas, en Argentina la Corte Suprema de Justicia declaró inconstitucional una ley que autorizaba las intervenciones telefónicas y por internet, obligando a las empresas a que mantuvieran por 10 años esas comunicaciones en sus archivos.
En Colombia la crisis desatada por una denuncia hecha ante la revista Semana derivó en la renuncia del sub jefe del Departamento Administrativo de Seguridad y otros funcionarios, obligó al ministro de la Defensa, Juan Manuel Santos, a decir que se necesitaría reestructurar el servicio de inteligencia y, peor aún, a que Inglaterra y Estados Unidos dejen de brindar asistencia a Colombia ya que fueron los países que ofrecieron la tecnología para que se usara en contra del crimen organizado y el narcotráfico.
Las escuchas telefónicas clandestinas, espiar sin orden de un juez sin más ni menos, es un tema recurrente en la política internacional. Muchos países, como El Salvador y Guatemala están luchando por una legislación de este tipo para que le ayude a detectar e infiltrarse en bandas criminales, mientras que en España acaba de saltar un escándalo grandioso en las esferas del poder, siendo políticos interviniendo teléfonos de políticos. En Estados Unidos, a través de la Ley Patriótica, el ex presidente George Bush se salió con la suya al estar permitido a escuchar conversaciones a nivel nacional y en el extranjero sin la necesidad de que haya una orden de juez autorizándolo, convirtiéndose en un caso de violación a los derechos humanos.
En Perú, el año pasado, a raíz del chuponeo, como se le denomina al tema de las infiltraciones telefónicas, y su posterior denuncia sobre el tráfico de influencias y corrupción entre una compañía multinacional de petróleo y entidades estatales, el presidente Alan García tuvo que renovar prácticamente todo su gabinete.
La Corte argentina puso un toque a este tema al declarar inconstitucional la “ley espía” que fue sancionada en 2003 y suspendida por el ex presidente Néstor Kirchner en 2005, aunque no fue derogada. La Corte argumentó creando doctrina en un caso de un abogado, Ernesto Halab, en donde se consideró que violaba su derecho a la privacidad y a la confidencialidad. El año pasado en Argentina, como ahora sucede en Colombia, salió a debate el tema después de que se denunció que varios políticos y periodistas fueron infiltrados por la inteligencia no solo en el tema de teléfonos sino también en sus mensajes de e-mails, sin embargo, después de tanta denuncia, nada pasó. Por lo menos, ahora esta nueva jurisprudencia hará que cualquier intento sea ilegal y por lo tanto punible.
Descubrir o sospechar que uno es escuchado en forma clandestina es prácticamente el mismo siente como cuando uno llega a su casa para darse cuenta que ha sido desvalijado. Uno siente una sensación de impotencia, de que ha sido violentada su intimidad y de perder automáticamente la confianza en el sistema. Como la violencia de la escucha se comete a dos personas al mismo tiempo, crea además un sentimiento de desconfianza entre los interlocutores, que terminan echándose la culpa entre ambos. En el caso de las escuchas contra el periodismo, esto crea un doble problema, por cuanto genera desconfianza entre la fuente y el periodista afectándose irremediablemente la libertad de expresión.
En coincidencia con un escándalo de proporciones mayúsculo en Colombia donde el servicio de inteligencia del gobierno escuchaba en forma clandestina conversaciones telefónicas de políticos, jueces y periodistas, en Argentina la Corte Suprema de Justicia declaró inconstitucional una ley que autorizaba las intervenciones telefónicas y por internet, obligando a las empresas a que mantuvieran por 10 años esas comunicaciones en sus archivos.
En Colombia la crisis desatada por una denuncia hecha ante la revista Semana derivó en la renuncia del sub jefe del Departamento Administrativo de Seguridad y otros funcionarios, obligó al ministro de la Defensa, Juan Manuel Santos, a decir que se necesitaría reestructurar el servicio de inteligencia y, peor aún, a que Inglaterra y Estados Unidos dejen de brindar asistencia a Colombia ya que fueron los países que ofrecieron la tecnología para que se usara en contra del crimen organizado y el narcotráfico.
Las escuchas telefónicas clandestinas, espiar sin orden de un juez sin más ni menos, es un tema recurrente en la política internacional. Muchos países, como El Salvador y Guatemala están luchando por una legislación de este tipo para que le ayude a detectar e infiltrarse en bandas criminales, mientras que en España acaba de saltar un escándalo grandioso en las esferas del poder, siendo políticos interviniendo teléfonos de políticos. En Estados Unidos, a través de la Ley Patriótica, el ex presidente George Bush se salió con la suya al estar permitido a escuchar conversaciones a nivel nacional y en el extranjero sin la necesidad de que haya una orden de juez autorizándolo, convirtiéndose en un caso de violación a los derechos humanos.
En Perú, el año pasado, a raíz del chuponeo, como se le denomina al tema de las infiltraciones telefónicas, y su posterior denuncia sobre el tráfico de influencias y corrupción entre una compañía multinacional de petróleo y entidades estatales, el presidente Alan García tuvo que renovar prácticamente todo su gabinete.
La Corte argentina puso un toque a este tema al declarar inconstitucional la “ley espía” que fue sancionada en 2003 y suspendida por el ex presidente Néstor Kirchner en 2005, aunque no fue derogada. La Corte argumentó creando doctrina en un caso de un abogado, Ernesto Halab, en donde se consideró que violaba su derecho a la privacidad y a la confidencialidad. El año pasado en Argentina, como ahora sucede en Colombia, salió a debate el tema después de que se denunció que varios políticos y periodistas fueron infiltrados por la inteligencia no solo en el tema de teléfonos sino también en sus mensajes de e-mails, sin embargo, después de tanta denuncia, nada pasó. Por lo menos, ahora esta nueva jurisprudencia hará que cualquier intento sea ilegal y por lo tanto punible.
febrero 25, 2009
Williamson y su partida exagerada
Entre la ética y la legalidad siempre hay una línea muy delgada y muchas veces se trata de disfrazar un tema moral con una cuestión legal.
Creo que el gobierno argentino exageró al echar del país al obispo británico Richard Williamson, quien negó el holocausto, diciendo tener evidencia de que los nazis no “gasearon” a seis millones sino a unos 200 ó 300 mil judíos.
El gobierno tratando de consustanciarse con la enorme comunidad judía en el país terminó echando al cura no por sus dichos – aunque ese fue el motivo principal – sino por una cuestión de legalidad migratoria, ya que el obispo entró al país a trabajar de una cosa y terminó dirigiendo un seminario.
No comparto en nada los dichos anti éticos de Williamson, quien se merece la repulsa de la Iglesia, especialmente por no haber osado a pedir disculpas ante su aberrante declaración, pero tampoco es muy prudente para un país echar a alguien por lo que dice, limitando la libertad de expresión, ya que en el futuro uno pudiera pensar que esa misma “legalidad” se podría aplicar a otros personajes por cualquier otro motivo de ofensa. Además, en Argentina desconocer el holocausto no está penado por ley como por ejemplo en Alemania o Israel.
En realidad, por el resquicio de la legalidad migratoria, el gobierno argentino encontró la excusa perfecta para deshacerse de un ciudadano británico que no tenía el apoyo ni de los judíos ni de la comunidad católica, ni siquiera del Vaticano, que hasta hace poquito dejó sin efecto su ex comunión. Así que echarlo fue un tiro de gracia fácil de dar.
Para Inglaterra el tema de recibirlo es mucho más fácil. Primero, es un ciudadano inglés y segundo, pero más importante, no cometió ningún delito ante las leyes inglesas, solo tuvo un desliz ético al hacer declaraciones inapropiadas en un momento inapropiado.
Pero echar a un ciudadano de un país por tener opiniones controversiales para la mayoría, no habla muy bien del país expulsor en materia de defender y garantizar los derechos humanos esenciales, como la libertad de expresión.
Creo que el gobierno argentino exageró al echar del país al obispo británico Richard Williamson, quien negó el holocausto, diciendo tener evidencia de que los nazis no “gasearon” a seis millones sino a unos 200 ó 300 mil judíos.
El gobierno tratando de consustanciarse con la enorme comunidad judía en el país terminó echando al cura no por sus dichos – aunque ese fue el motivo principal – sino por una cuestión de legalidad migratoria, ya que el obispo entró al país a trabajar de una cosa y terminó dirigiendo un seminario.
No comparto en nada los dichos anti éticos de Williamson, quien se merece la repulsa de la Iglesia, especialmente por no haber osado a pedir disculpas ante su aberrante declaración, pero tampoco es muy prudente para un país echar a alguien por lo que dice, limitando la libertad de expresión, ya que en el futuro uno pudiera pensar que esa misma “legalidad” se podría aplicar a otros personajes por cualquier otro motivo de ofensa. Además, en Argentina desconocer el holocausto no está penado por ley como por ejemplo en Alemania o Israel.
En realidad, por el resquicio de la legalidad migratoria, el gobierno argentino encontró la excusa perfecta para deshacerse de un ciudadano británico que no tenía el apoyo ni de los judíos ni de la comunidad católica, ni siquiera del Vaticano, que hasta hace poquito dejó sin efecto su ex comunión. Así que echarlo fue un tiro de gracia fácil de dar.
Para Inglaterra el tema de recibirlo es mucho más fácil. Primero, es un ciudadano inglés y segundo, pero más importante, no cometió ningún delito ante las leyes inglesas, solo tuvo un desliz ético al hacer declaraciones inapropiadas en un momento inapropiado.
Pero echar a un ciudadano de un país por tener opiniones controversiales para la mayoría, no habla muy bien del país expulsor en materia de defender y garantizar los derechos humanos esenciales, como la libertad de expresión.
febrero 24, 2009
Preparando el derribo del embargo
Desde que Barack Obama era candidato y apenas asumió Hilary Clinton como canciller, la nueva administración demócrata vino dando signos de que la política hacia Cuba se haría más tolerante. Desde Cuba esa teoría se vino alimentando con declaraciones de Raúl Castro y tras la visita consecutiva de presidentes latinoamericanos como Correa, Torrijos, Kirchner, Bachelet, Colom y ahora Chávez, quienes públicamente se manifestaron en contra del embargo que Estados Unidos mantiene desde hace 47 años.
La estrategia de uno y otro lado parece estar dirigida a ponerle a Obama una alfombra roja para la próxima reunión hemisférica de presidentes que se realizará del 17 al 19 de abril en Trinidad y Tobago. De repente ahí, si no es antes, Obama haría anuncios importantes para normalizar en algo la relación bilateral con la isla.
Los signos vitales de esta preparación de política de cambio y de preparación de la opinión pública estadounidense – entre ella la poderosa cubana americana de Miami - la ofreció esta semana el senador Richard Lugar quien hizo una propuesta entre sus pares y un artículo la semana pasada del militar Alex Crowther titulado “Díganle adiós al embargo”. Lugar no pide eliminar el embargo sino flexibilizarlo más allá de los puntos actuales que permite exportar cereales y medicinas a Cuba pero a precios de contado.
Un sondeo de opinión entre cubanos estadounidenses también favorece la eliminación del embargo, lo que podría estar sembrado el camino para desistir de esta política que no ha dado los resultados que se esperaba: democracia.
Más allá de que comparto de que se debe flexibilizar el embargo – incluso acabarlo - para que se permitan los viajes en forma irrestricta a Cuba, que haya nuevas políticas migratorias y que se favorezca el intercambio comercial más allá de razones humanitarias, no creo prudente que se haga sin nada a cambio, ya que la política de Cuba sobre los derechos humanos y la libertad de expresión es repugnante todavía, con cientos de presos políticos presos, docenas de periodistas en la misma situación y gente que no tiene el derecho a la libertad de asociación, y para qué hablar de elegir a sus representantes.
La estrategia de uno y otro lado parece estar dirigida a ponerle a Obama una alfombra roja para la próxima reunión hemisférica de presidentes que se realizará del 17 al 19 de abril en Trinidad y Tobago. De repente ahí, si no es antes, Obama haría anuncios importantes para normalizar en algo la relación bilateral con la isla.
Los signos vitales de esta preparación de política de cambio y de preparación de la opinión pública estadounidense – entre ella la poderosa cubana americana de Miami - la ofreció esta semana el senador Richard Lugar quien hizo una propuesta entre sus pares y un artículo la semana pasada del militar Alex Crowther titulado “Díganle adiós al embargo”. Lugar no pide eliminar el embargo sino flexibilizarlo más allá de los puntos actuales que permite exportar cereales y medicinas a Cuba pero a precios de contado.
Un sondeo de opinión entre cubanos estadounidenses también favorece la eliminación del embargo, lo que podría estar sembrado el camino para desistir de esta política que no ha dado los resultados que se esperaba: democracia.
Más allá de que comparto de que se debe flexibilizar el embargo – incluso acabarlo - para que se permitan los viajes en forma irrestricta a Cuba, que haya nuevas políticas migratorias y que se favorezca el intercambio comercial más allá de razones humanitarias, no creo prudente que se haga sin nada a cambio, ya que la política de Cuba sobre los derechos humanos y la libertad de expresión es repugnante todavía, con cientos de presos políticos presos, docenas de periodistas en la misma situación y gente que no tiene el derecho a la libertad de asociación, y para qué hablar de elegir a sus representantes.
febrero 23, 2009
Marchas y contramarchas en Nicaragua
En América Latina muchos gobiernos siguen dilapidando los recursos públicos según sus intereses políticos partidarios de espalda a la gestión de gobernar. De esta forma se viene comportando el gobierno de Daniel Ortega que esta vez, en un nuevo giro de tuerca, convocó para el 28 de febrero una marcha para contrarrestar la que anunció previamente, y para ese mismo día, el liberal Eduardo Montealegre para protestar por las elecciones fraudulentas de noviembre pasado.
La contramarcha organizada por el gobierno, como las que organiza usualmente Hugo Chávez o Cristina de Kircher para contrarrestar los efectos de la oposición y de los movimientos agrícolas respectivamente, tiene dos objetivos muy claros. Primero, intimidar y crear un clima de inseguridad sobre el principio fundamental de la libertad de asociación y movimiento en una democracia y, segundo, medir fuerzas y profundizar la polarización política.
Las contramarchas violan principios democráticos y en el caso del gobierno nicaragüense, también quebranta principios de la decencia política (si los puede haber), ya que la primera dama Rosario Murillo dijo que ese día 28 de febrero se harán caravanas, marchas y actos para comenzar con las celebraciones del 30 aniversario del derrocamiento de la dictadura de Somoza que se conmemora el 19 de julio.
No hay dudas que como lo viene haciendo desde el comienzo de su gobierno y tras la creación de los Consejos Populares, el orteguismo alienta la violencia e intimida a quienes deberían tener la libertad de manifestarse.
La contramarcha organizada por el gobierno, como las que organiza usualmente Hugo Chávez o Cristina de Kircher para contrarrestar los efectos de la oposición y de los movimientos agrícolas respectivamente, tiene dos objetivos muy claros. Primero, intimidar y crear un clima de inseguridad sobre el principio fundamental de la libertad de asociación y movimiento en una democracia y, segundo, medir fuerzas y profundizar la polarización política.
Las contramarchas violan principios democráticos y en el caso del gobierno nicaragüense, también quebranta principios de la decencia política (si los puede haber), ya que la primera dama Rosario Murillo dijo que ese día 28 de febrero se harán caravanas, marchas y actos para comenzar con las celebraciones del 30 aniversario del derrocamiento de la dictadura de Somoza que se conmemora el 19 de julio.
No hay dudas que como lo viene haciendo desde el comienzo de su gobierno y tras la creación de los Consejos Populares, el orteguismo alienta la violencia e intimida a quienes deberían tener la libertad de manifestarse.
febrero 22, 2009
Oscars: la noche más esperada
Esta noche de Oscars es una de las más esperadas. Hollywood y su magia se las han ingeniado para crear grandes expectativas, incluso para las salas de apuestas más distinguidas del planeta. Con el tiempo, hemos aprendido a ver las películas, actores y actrices nominados, para tener nuestro propio pronóstico.
En mi caso lo que más me gustaría es que Mickey Rourke se gane el premio al mejor actor por su estelar personaje en “The Wrestler”, aunque confieso que me daría mucha lástima que perdiese Sean Penn por su trabajo en “Milk”. Lo que admiro de estos actores es que son eso, actúan con gestos que corresponden a sus personajes, una gran diferencia con otros que siempre fingen actuaciones, o actúan de sí mismos, por más diferente que sean los guiones.
Para Rourke - quien en cada galardón que ha recibido se lo dedicó a su chichuhua Loki que murió hace seis días después de acompañarlo en las alfombras rojas por 18 años - sería el premio que reivindica su vida. Como personaje rebelde de Hollywood y con varias entradas a la policía, Rourke podría tener la victoria de su vida y reacomodar una carrera que era prodigiosa hace 30 años atrás cuando intentó ser boxeador. Penn es otro de esos actores rebeldes de Hollywood. Crítico acérrimo de las políticas republicanas estadounidenses, tiene tantas a visitas a Venezuela como a Cuba donde no se han cansado de bregar por el término del embargo de Estados Unidos a Cuba. Lástima que no hay empates.
Como hispano me inclino para que gane Penélope Cruz como actriz secundaria pero no me pareció admirable su trabajo en la cinta de Woody Allen. Pero bienvenida sea la estatuilla. Me gustaría que gane Kate Winslet por su trabajo en The Reader, especialmente porque nunca le dieron su premio en seis nominaciones, especialmente cuando Titanic ganó todo, excepto su rol protagónico. En la categoría de mujeres me daría lástima que Angelina Jolie no gane por Chageling un proverbial trabajo de actuación.
La mejor película pareciera que ya tiene dueño Slumdog Millionaire con la que la Academia enviaría un mensaje a todos los directores y productores de que se puede hacer cine o ser austeros en época de crisis. Esta película se hizo con sólo 15 millones de dólares, el Extraño caso de Benjamín Button, en cambio, costo 150 millones.
Y lo que todos esperamos, creo yo, que al mismo estilo que Rourke de reivindicar una carrera, en este caso se trata de reivindicar una vida, es que el premio al mejor actor de reparto se lo lleve en forma póstuma Heath Ledger por la película de Batman, The Dark Knight. Todos hemos quedado choqueados cuando supimos de la muerte sorpresiva de este actor que se estaba transformado en una estrella venerada.
En mi caso lo que más me gustaría es que Mickey Rourke se gane el premio al mejor actor por su estelar personaje en “The Wrestler”, aunque confieso que me daría mucha lástima que perdiese Sean Penn por su trabajo en “Milk”. Lo que admiro de estos actores es que son eso, actúan con gestos que corresponden a sus personajes, una gran diferencia con otros que siempre fingen actuaciones, o actúan de sí mismos, por más diferente que sean los guiones.
Para Rourke - quien en cada galardón que ha recibido se lo dedicó a su chichuhua Loki que murió hace seis días después de acompañarlo en las alfombras rojas por 18 años - sería el premio que reivindica su vida. Como personaje rebelde de Hollywood y con varias entradas a la policía, Rourke podría tener la victoria de su vida y reacomodar una carrera que era prodigiosa hace 30 años atrás cuando intentó ser boxeador. Penn es otro de esos actores rebeldes de Hollywood. Crítico acérrimo de las políticas republicanas estadounidenses, tiene tantas a visitas a Venezuela como a Cuba donde no se han cansado de bregar por el término del embargo de Estados Unidos a Cuba. Lástima que no hay empates.
Como hispano me inclino para que gane Penélope Cruz como actriz secundaria pero no me pareció admirable su trabajo en la cinta de Woody Allen. Pero bienvenida sea la estatuilla. Me gustaría que gane Kate Winslet por su trabajo en The Reader, especialmente porque nunca le dieron su premio en seis nominaciones, especialmente cuando Titanic ganó todo, excepto su rol protagónico. En la categoría de mujeres me daría lástima que Angelina Jolie no gane por Chageling un proverbial trabajo de actuación.
La mejor película pareciera que ya tiene dueño Slumdog Millionaire con la que la Academia enviaría un mensaje a todos los directores y productores de que se puede hacer cine o ser austeros en época de crisis. Esta película se hizo con sólo 15 millones de dólares, el Extraño caso de Benjamín Button, en cambio, costo 150 millones.
Y lo que todos esperamos, creo yo, que al mismo estilo que Rourke de reivindicar una carrera, en este caso se trata de reivindicar una vida, es que el premio al mejor actor de reparto se lo lleve en forma póstuma Heath Ledger por la película de Batman, The Dark Knight. Todos hemos quedado choqueados cuando supimos de la muerte sorpresiva de este actor que se estaba transformado en una estrella venerada.
febrero 21, 2009
Juego limpio
La confesión del multimillonario beisbolista Alex Rodríguez en ESPN de que consumió esteroides, me hizo revivir la sensación de bronca y devastación que sufrí cuando Diego Maradona dio positivo en el control antidoping del mundial 94, después de festejar desencajado su golazo contra los griegos.
Cuando el dopaje derivó en la suspensión del astro argentino, mi reacción fue insultarlo de pies a cabeza. No me importó si la efedrina le serviría para mejorar su rendimiento, esconder sus debilidades o si destruiría su carrera y se convertiría en un mal ejemplo para los chicos. Como fanático, simplemente me dolió su atajo deportivo porque destruyó los sueños y las expectativas que me había generado.
Los iluminados y geniales tienen la característica de crear ilusiones que van más allá del deporte. Es por eso que a las gambetas de Lionel Messi o a las clavadas de Lebron James las ovacionan hasta las hinchadas contrarias, ya que se asumen como destrezas universales por fuera de competencias nacionales y ajenas a pasiones y colores.
Más aún, estos seres están dotados de cierta magia que generan expectativas a pesar de que tengan un bajo rendimiento pasajero. Confiamos que en un segundo crearán una jugada salvadora que, por sí sola nos hará saltar de la silla, y será suficiente para derrotar el aburrimiento frente al televisor o justificar que la ida al estadio valió la pena.
Por ello, cuando estos magos nos muestran sus flaquezas y como cualquier mortal sucumben ante las drogas, no les recriminamos por la competencia desleal o el juego sucio, sino porque traicionan nuestros sentimientos.
Ese asesinato de la expectativa lo plasmó muy bien el Toronto Star, cuando se comprobó que Ben Johnson le había ganado artificialmente a Carl Lewis los 100 metros en las Olimpíadas de Seúl de 1988. El diario canadiense no condenó a Johnson directamente por su dopaje, sino que le tradujo el sentir popular con un doliente título en portada: “¿Por qué, Ben? ¿Por qué lo hiciste?”
Estas preguntas bien cabrían hacérselas al pelotero de los Yankees. El caso de Rodríguez no es más o menos grave que el de cientos de beisbolistas - que hasta tuvieron que declarar ante el Congreso estadounidense - pero sí es el más importante. En Rodríguez la fanaticada tiene cifrada la esperanza, partido tras partido, de que saque la pelota del estadio y supere pronto las 762 vuelacercas de quien también carga con el peso de los anabólicos en sus brazos, Barry Bonds; una marca que es comparable en el fútbol a los sobrados mil goles de Pelé o a los dudosos mil de Romario.
Para evaluar a los ídolos hay que medir el tipo de desvíos que cometen, porque la experiencia indica que se toleran mucho más aquellos atajos antideportivos y personales, que las inconductas atléticas.
Tres ejemplos bastan para ilustrarlo: Marion Jones consumió anabólicos en las Olimpíadas de Sidney 2000 y tuvo la obligación ejemplar de devolver las cinco medallas, con lo que se extinguió su carrera. Esta semana, el ex campeón de boxeo mexicano Antonio Margarito, por una conducta antideportiva de utilizar yeso dentro del guante para fortalecer la pegada, fue penalizado con un año antes de poder subir a un cuadrilátero; mientras que Michael Phelps, por haber fumado marihuana en público, tendrá que estar ausente tres meses de las competencias. En realidad, se trató de un asunto personal, ajeno a lo deportivo, y aún si lo procesan, le perdonaremos porque nuestra esperanza es que cuando vuelva a zambullirse, siga acumulando medallas como en los olímpicos chinos.
Los fanáticos podemos lidiar con cualquier tipo de ventajas que los atletas comunes busquen para batir récords y ensuciar el juego limpio. Pero lo que no toleramos o perdonamos es que los deportistas distintos y sobrehumanos, como los Maradona y los Rodríguez, nos traumaticen al romper las ilusiones de algo maravilloso y deslumbrante que todavía les queda por crear.
Recemos al dios del Olimpo para que los grandes, como Messi, Kobe Bryan, Rafael Nadal o Tiger Woods no nos decepcionen con dopajes, porque no solo defraudarán a los salones de la fama, sino al más sagrado lugar que poseemos los fanáticos: el salón de las expectativas.
Cuando el dopaje derivó en la suspensión del astro argentino, mi reacción fue insultarlo de pies a cabeza. No me importó si la efedrina le serviría para mejorar su rendimiento, esconder sus debilidades o si destruiría su carrera y se convertiría en un mal ejemplo para los chicos. Como fanático, simplemente me dolió su atajo deportivo porque destruyó los sueños y las expectativas que me había generado.
Los iluminados y geniales tienen la característica de crear ilusiones que van más allá del deporte. Es por eso que a las gambetas de Lionel Messi o a las clavadas de Lebron James las ovacionan hasta las hinchadas contrarias, ya que se asumen como destrezas universales por fuera de competencias nacionales y ajenas a pasiones y colores.
Más aún, estos seres están dotados de cierta magia que generan expectativas a pesar de que tengan un bajo rendimiento pasajero. Confiamos que en un segundo crearán una jugada salvadora que, por sí sola nos hará saltar de la silla, y será suficiente para derrotar el aburrimiento frente al televisor o justificar que la ida al estadio valió la pena.
Por ello, cuando estos magos nos muestran sus flaquezas y como cualquier mortal sucumben ante las drogas, no les recriminamos por la competencia desleal o el juego sucio, sino porque traicionan nuestros sentimientos.
Ese asesinato de la expectativa lo plasmó muy bien el Toronto Star, cuando se comprobó que Ben Johnson le había ganado artificialmente a Carl Lewis los 100 metros en las Olimpíadas de Seúl de 1988. El diario canadiense no condenó a Johnson directamente por su dopaje, sino que le tradujo el sentir popular con un doliente título en portada: “¿Por qué, Ben? ¿Por qué lo hiciste?”
Estas preguntas bien cabrían hacérselas al pelotero de los Yankees. El caso de Rodríguez no es más o menos grave que el de cientos de beisbolistas - que hasta tuvieron que declarar ante el Congreso estadounidense - pero sí es el más importante. En Rodríguez la fanaticada tiene cifrada la esperanza, partido tras partido, de que saque la pelota del estadio y supere pronto las 762 vuelacercas de quien también carga con el peso de los anabólicos en sus brazos, Barry Bonds; una marca que es comparable en el fútbol a los sobrados mil goles de Pelé o a los dudosos mil de Romario.
Para evaluar a los ídolos hay que medir el tipo de desvíos que cometen, porque la experiencia indica que se toleran mucho más aquellos atajos antideportivos y personales, que las inconductas atléticas.
Tres ejemplos bastan para ilustrarlo: Marion Jones consumió anabólicos en las Olimpíadas de Sidney 2000 y tuvo la obligación ejemplar de devolver las cinco medallas, con lo que se extinguió su carrera. Esta semana, el ex campeón de boxeo mexicano Antonio Margarito, por una conducta antideportiva de utilizar yeso dentro del guante para fortalecer la pegada, fue penalizado con un año antes de poder subir a un cuadrilátero; mientras que Michael Phelps, por haber fumado marihuana en público, tendrá que estar ausente tres meses de las competencias. En realidad, se trató de un asunto personal, ajeno a lo deportivo, y aún si lo procesan, le perdonaremos porque nuestra esperanza es que cuando vuelva a zambullirse, siga acumulando medallas como en los olímpicos chinos.
Los fanáticos podemos lidiar con cualquier tipo de ventajas que los atletas comunes busquen para batir récords y ensuciar el juego limpio. Pero lo que no toleramos o perdonamos es que los deportistas distintos y sobrehumanos, como los Maradona y los Rodríguez, nos traumaticen al romper las ilusiones de algo maravilloso y deslumbrante que todavía les queda por crear.
Recemos al dios del Olimpo para que los grandes, como Messi, Kobe Bryan, Rafael Nadal o Tiger Woods no nos decepcionen con dopajes, porque no solo defraudarán a los salones de la fama, sino al más sagrado lugar que poseemos los fanáticos: el salón de las expectativas.
febrero 20, 2009
Unas disculpas necesarias
Habiendo trabajado por tantos años en las salas de Redacción de periódicos, no pude salir de mi asombro cuando vi esta semana la caricatura publicada por el New York Post parodiando al presidente de los Estados Unidos con un chimpancé asesinado.
Generalmente - y a pesar del ajetreo minuto a minuto dentro de una sala de Redacción y a la cantidad de decisiones que se toman – son muy raros los accidentes, es decir que se publiquen cosas sensibles (como esta caricatura) sin pasar por un proceso de discusión interna, de buscar consensos y sopesar las consecuencias de los criterios de publicación que se adopten.
Por eso, no creo que la publicación de la caricatura haya sido un accidente o pueda ser defendida por temas de libertad de expresión, cuando la misma tiene claridad y es muy explícita al traer a la luz el racismo (comparar a Barack Obama con un mono) un desvalor muy presente e hiriente en la sociedad estadounidense.
El revuelo se debe a que en la caricatura aparece un chimpancé baleado por un policía diciéndole a otro: "Tendrán que encontrar a alguien más para que escriba la próxima ley de estímulo", en una referencia explícita al presidente Obama y al paquete económico firmado el día anterior, a pesar de que aludía a un hecho real en el que un agente baleó a un primate en Connecticut después de que hirió gravemente a una mujer.
El diario finalmente publicó este jueves una disculpa en su sitio de internet para serenar a quienes se sintieron ofendidos reclamando públicamente frente a su sede en Nueva York un boicot a la compra de sus ejemplares. Sin embargo, si bien las disculpas fueron necesarias, los ofendidos no se sintieron satisfechos, ya que la consideraron de una tibieza inusual frente a una referencia tan racista.
Muchas veces los periodistas toman recaudos para no ofender con sus escritos, pero son siempre las caricaturas o las imágenes en todo caso, las que más controversias acarrean. A principios de diciembre, otro malestar lo creo una tira cómica de Mike Peters reproducida en cientos de periódicos norteamericanos, en la que se hacía una parodia entre los crímenes en Colombia y los tarros de café de la marca de Juan Valdez, lo que generó grandes críticas en Colombia, en especial del gobierno y de la federación Nacional de Cafeteros debido a la mala imagen proyectada.
Las caricaturas sobre Mahoma con un turbante con bombas en su cabeza publicadas por diarios escandinavos despertaron hace años gran ira de musulmanes en todo el mundo que se dieron a la quema de embajadas.
Generalmente - y a pesar del ajetreo minuto a minuto dentro de una sala de Redacción y a la cantidad de decisiones que se toman – son muy raros los accidentes, es decir que se publiquen cosas sensibles (como esta caricatura) sin pasar por un proceso de discusión interna, de buscar consensos y sopesar las consecuencias de los criterios de publicación que se adopten.
Por eso, no creo que la publicación de la caricatura haya sido un accidente o pueda ser defendida por temas de libertad de expresión, cuando la misma tiene claridad y es muy explícita al traer a la luz el racismo (comparar a Barack Obama con un mono) un desvalor muy presente e hiriente en la sociedad estadounidense.
El revuelo se debe a que en la caricatura aparece un chimpancé baleado por un policía diciéndole a otro: "Tendrán que encontrar a alguien más para que escriba la próxima ley de estímulo", en una referencia explícita al presidente Obama y al paquete económico firmado el día anterior, a pesar de que aludía a un hecho real en el que un agente baleó a un primate en Connecticut después de que hirió gravemente a una mujer.
El diario finalmente publicó este jueves una disculpa en su sitio de internet para serenar a quienes se sintieron ofendidos reclamando públicamente frente a su sede en Nueva York un boicot a la compra de sus ejemplares. Sin embargo, si bien las disculpas fueron necesarias, los ofendidos no se sintieron satisfechos, ya que la consideraron de una tibieza inusual frente a una referencia tan racista.
Muchas veces los periodistas toman recaudos para no ofender con sus escritos, pero son siempre las caricaturas o las imágenes en todo caso, las que más controversias acarrean. A principios de diciembre, otro malestar lo creo una tira cómica de Mike Peters reproducida en cientos de periódicos norteamericanos, en la que se hacía una parodia entre los crímenes en Colombia y los tarros de café de la marca de Juan Valdez, lo que generó grandes críticas en Colombia, en especial del gobierno y de la federación Nacional de Cafeteros debido a la mala imagen proyectada.
Las caricaturas sobre Mahoma con un turbante con bombas en su cabeza publicadas por diarios escandinavos despertaron hace años gran ira de musulmanes en todo el mundo que se dieron a la quema de embajadas.
febrero 19, 2009
Entre el estímulo y la desazón
Mientras el presidente Barack Obama está firmando a diestra y siniestra leyes y decretos para dar consistencia al paquete de estímulo económico, no podemos salir del asombro de ver cómo los bancos privados - los mayores beneficiados y responsables de la burbuja inmobiliaria que arrastró la economía mundial a la catástrofe – continúan demostrando que no han tenido escrúpulos para la avaricia.
Al “escándalo Madoff” del embauque de 50 mil millones de dólares se le han sumado otros nombres ahora, el de Allen Stanford, un banquero texano también acusado de un fraude estratosférico cercano a los ocho mil millones de dólares, que al igual que Madoff ha arrastrado a miles de ahorristas en países tan diversos como Venezuela, México, Panamá, Colombia, Ecuador, Perú y Antigua que sucumbieron incentivados por las altas tasas de interés.
Pero no toda esa avaricia bancaria le pertenece a Estados Unidos. Uno de los mayores bancos del mundo, la Unión de Bancos Suizos (UBS), tras ser investigado por las autoridades estadounidenses, acaba de acceder a pagar una multa de 780 millones de dólares por evadir al fisco, además de que deberá ofrecer información sobre miles de cuentas que estaban protegidas por el secreto bancario pero que fueron protegidas para evadir impuestos.
Si de algo está siendo útil esta crisis, es que el FBI y otras autoridades de seguridad están obligando a una mejor transparencia del sistema, que en épocas de vacas gordas, escondía la corrupción con toda arrogancia.
Al “escándalo Madoff” del embauque de 50 mil millones de dólares se le han sumado otros nombres ahora, el de Allen Stanford, un banquero texano también acusado de un fraude estratosférico cercano a los ocho mil millones de dólares, que al igual que Madoff ha arrastrado a miles de ahorristas en países tan diversos como Venezuela, México, Panamá, Colombia, Ecuador, Perú y Antigua que sucumbieron incentivados por las altas tasas de interés.
Pero no toda esa avaricia bancaria le pertenece a Estados Unidos. Uno de los mayores bancos del mundo, la Unión de Bancos Suizos (UBS), tras ser investigado por las autoridades estadounidenses, acaba de acceder a pagar una multa de 780 millones de dólares por evadir al fisco, además de que deberá ofrecer información sobre miles de cuentas que estaban protegidas por el secreto bancario pero que fueron protegidas para evadir impuestos.
Si de algo está siendo útil esta crisis, es que el FBI y otras autoridades de seguridad están obligando a una mejor transparencia del sistema, que en épocas de vacas gordas, escondía la corrupción con toda arrogancia.
febrero 18, 2009
Popularidad y reelecciones indefinidas
Evo Morales en su visita a Francia, incentivado por el referendo ganado por su homólogo venezolano, también ahora se desprendió con la alucinación de la reelección indefinida. Morales se fue un poco más allá, al decir que si un político extiende su mandato en el poder público, se garantiza que será menos corrupto que si solo tiene un par de años para robar. Increíble posición para un jefe de Estado.
Lo de Morales no inquieta mucho realmente a esta altura, ya que con la excusa de aggiornar al país hizo cambios constitucionales como lo hicieron Chávez y Correa para perpetuarse en el poder y lo han hecho mientras tienen su popularidad en alza.
Lo que preocupa ahora, después de hacerse el distraído, es que el presidente colombiano, Alvaro Uribe ya haya admitido que le gusta la idea de la reelección dando carta blanca a aquellos que recolectaban firmas – basadas en su popularidad – para reformar la Constitución y extender así su mandato para una tercera presidencia a partir del 2010.
Los presidentes populares siempre lo ponen muy bien con sus palabras a sus ansias de poder. Uribe, en visita a Brasil, dijo demagógicamente que si bien no quiere perpetuarse en el poder, tampoco quiere "ser irresponsable" con el futuro del país al insistir en que se debe dar continuidad a su política de seguridad.
"Quiero infundirle a las nuevas generaciones el amor por Colombia. Nuestro deseo es que puedan vivir felices en Colombia y no quiero que se vaya a pensar que en lugar de amor por Colombia, a mí me anima la ambición de poder". Es obvio que con esta declaración Uribe se está erigiendo como alguien especial, endiosado, bajo el supuesto de que no hay nadie mejor que él para dirigir al país.
Es evidente que Uribe no puede y hasta se cuida de criticar a Chávez por el referendo del domingo. En realidad actúa de la misma forma. Utiliza su popularidad para estar en el poder, dejando de lado principios democráticos muy válidos como la alternancia del poder.
Lo de Morales no inquieta mucho realmente a esta altura, ya que con la excusa de aggiornar al país hizo cambios constitucionales como lo hicieron Chávez y Correa para perpetuarse en el poder y lo han hecho mientras tienen su popularidad en alza.
Lo que preocupa ahora, después de hacerse el distraído, es que el presidente colombiano, Alvaro Uribe ya haya admitido que le gusta la idea de la reelección dando carta blanca a aquellos que recolectaban firmas – basadas en su popularidad – para reformar la Constitución y extender así su mandato para una tercera presidencia a partir del 2010.
Los presidentes populares siempre lo ponen muy bien con sus palabras a sus ansias de poder. Uribe, en visita a Brasil, dijo demagógicamente que si bien no quiere perpetuarse en el poder, tampoco quiere "ser irresponsable" con el futuro del país al insistir en que se debe dar continuidad a su política de seguridad.
"Quiero infundirle a las nuevas generaciones el amor por Colombia. Nuestro deseo es que puedan vivir felices en Colombia y no quiero que se vaya a pensar que en lugar de amor por Colombia, a mí me anima la ambición de poder". Es obvio que con esta declaración Uribe se está erigiendo como alguien especial, endiosado, bajo el supuesto de que no hay nadie mejor que él para dirigir al país.
Es evidente que Uribe no puede y hasta se cuida de criticar a Chávez por el referendo del domingo. En realidad actúa de la misma forma. Utiliza su popularidad para estar en el poder, dejando de lado principios democráticos muy válidos como la alternancia del poder.
febrero 17, 2009
Responsabilidad de oposición venezolana
Cuando en plena celebración el domingo por la noche Hugo Chávez dijo que “que lo mejor está por venir”, no pude dejar de pensar que lo que quiso decir es que se vendrá todo lo contrario. Al repasar esta década pasada desde que asumió en 1999, se pudo ver a un Presidente enceguecido por ganar poder para sí mismo y con una estrategia bien definida para apoderarse de los demás poderes del Estado. La degradación de las instituciones democráticas es innegable.
El triunfo por el SI puede tener cientos de lecturas y depende de cómo se le mire. Para mí, por el discurso de Chávez que estuvo nuevamente alejado de la reconciliación, puedo vislumbrar que en el futuro cercano se verá a un líder cada vez más caprichoso que profundizará la polarización y se volverá más populista y caudillista.
Para ello necesitará ser cada vez más demagogo y el problema que la demagogia para el pueblo termina siendo un vicio. A la demagogia se le pide ser más demagoga, es decir quien recibe dádivas del gobierno sin trabajar no querrá jamás trabajar por más empleo que se le ofrezca y quien recibe dinero a cambio de un voto jamás votará sin ese incentivo. La historia ha mostrado que los demagogos y populistas siempre terminan víctimas de sus propios pecados.
Es cierto, en otra lectura, que quienes optaron por el NO, es decir la oposición, tuvieron más votos en número que en el referendo de diciembre de 2007, pero también es verdad que Chávez pudo capitalizar muchos más votos que antes.
Sea lo que fuere, es decir si Chávez utilizó dinero del Estado para uso particular de campaña, que si se amenazó a los funcionarios públicos si votaban por el NO, que si manipuló a los medios de comunicación abusando con 82 cadenas nacionales con discursos interminables de 247 horas de duración… todo ello no puede esconder que la oposición política no haya capitalizado ni haya conformado un frente de batalla sustancial para hacerle frente a ese sistema autocrático.
No se entiende cómo la oposición política tiene en los jóvenes universitarios y en los periódicos a su mayor fortaleza. Después de 10 años ya hubiera tenido – por obligación - que crecer a sus propias expensas. La oposición es tan responsable como el propio Chávez del desastre que se está consumando en Venezuela.
El triunfo por el SI puede tener cientos de lecturas y depende de cómo se le mire. Para mí, por el discurso de Chávez que estuvo nuevamente alejado de la reconciliación, puedo vislumbrar que en el futuro cercano se verá a un líder cada vez más caprichoso que profundizará la polarización y se volverá más populista y caudillista.
Para ello necesitará ser cada vez más demagogo y el problema que la demagogia para el pueblo termina siendo un vicio. A la demagogia se le pide ser más demagoga, es decir quien recibe dádivas del gobierno sin trabajar no querrá jamás trabajar por más empleo que se le ofrezca y quien recibe dinero a cambio de un voto jamás votará sin ese incentivo. La historia ha mostrado que los demagogos y populistas siempre terminan víctimas de sus propios pecados.
Es cierto, en otra lectura, que quienes optaron por el NO, es decir la oposición, tuvieron más votos en número que en el referendo de diciembre de 2007, pero también es verdad que Chávez pudo capitalizar muchos más votos que antes.
Sea lo que fuere, es decir si Chávez utilizó dinero del Estado para uso particular de campaña, que si se amenazó a los funcionarios públicos si votaban por el NO, que si manipuló a los medios de comunicación abusando con 82 cadenas nacionales con discursos interminables de 247 horas de duración… todo ello no puede esconder que la oposición política no haya capitalizado ni haya conformado un frente de batalla sustancial para hacerle frente a ese sistema autocrático.
No se entiende cómo la oposición política tiene en los jóvenes universitarios y en los periódicos a su mayor fortaleza. Después de 10 años ya hubiera tenido – por obligación - que crecer a sus propias expensas. La oposición es tan responsable como el propio Chávez del desastre que se está consumando en Venezuela.
febrero 16, 2009
Venezuela: Perdió la democracia
Con el SI de Hugo Chávez, Venezuela ha perdido un escalón más de democracia. No por nada, el más contento por su victoria fue el propio Fidel Castro que le envió el primer mensaje de felicitación. Todo un circo antidemocrático.
No habrá conocimiento a ciencia cierta si el mayor porcentaje obtenido se debió a una clara victoria o simplemente a que el gobierno usó los recursos económicos del Estado para su provecho e interés y así arrastrar a cientos de miles de votantes a las urnas. Las elecciones lamentablemente, o la apariencia de elegir, siempre terminan dando licitud a un acto democrático, pero no quiere decir que siempre sea un ejercicio democrático.
La democracia requiere de poderes libres e independientes y alternancia en el poder. Hasta ayer existía la esperanza de que algo de democracia quedaba en el país, pero ello se esfumó al permitírsele a Hugo Chávez (entiéndase… y la fuerza electoral para la que dispone sin vergüenza el aparato estatal) presentarse en forma indefinida – casi como un dios – así como a sus acólitos a cada una de todas las elecciones de ahora en adelante. Con esto se le cortó el sueño a muchos venezolanos que también querían ser presidentes.
La independencia de los poderes (Judicial, Legislativo y Electoral) hace largo rato que fue aniquilada por Chávez en el país.
Ayer la democracia venezolana fue mostrando que se va asfixiando y apagando día tras día.
No habrá conocimiento a ciencia cierta si el mayor porcentaje obtenido se debió a una clara victoria o simplemente a que el gobierno usó los recursos económicos del Estado para su provecho e interés y así arrastrar a cientos de miles de votantes a las urnas. Las elecciones lamentablemente, o la apariencia de elegir, siempre terminan dando licitud a un acto democrático, pero no quiere decir que siempre sea un ejercicio democrático.
La democracia requiere de poderes libres e independientes y alternancia en el poder. Hasta ayer existía la esperanza de que algo de democracia quedaba en el país, pero ello se esfumó al permitírsele a Hugo Chávez (entiéndase… y la fuerza electoral para la que dispone sin vergüenza el aparato estatal) presentarse en forma indefinida – casi como un dios – así como a sus acólitos a cada una de todas las elecciones de ahora en adelante. Con esto se le cortó el sueño a muchos venezolanos que también querían ser presidentes.
La independencia de los poderes (Judicial, Legislativo y Electoral) hace largo rato que fue aniquilada por Chávez en el país.
Ayer la democracia venezolana fue mostrando que se va asfixiando y apagando día tras día.
febrero 15, 2009
Listas negras de periodistas
Muchos editoriales esta semana reflejaron el asombro contra el gobierno chino porque anunció que creará un banco de datos con listas de periodistas de “mala trayectoria” que trabajan en los medios estatales de comunicación, con lo que aumentará la censura. Sin embargo, pocos recalaron que esas listas negras existen en países latinoamericanos y fueron siempre bien utilizadas por los gobiernos para acallar a la prensa.
Lo de China es una práctica deleznable que merece ser criticada. Todo el mundo ya tuvo oportunidad de ver en las Olimpíadas de Beiging a las autoridades en acción, no sólo porque censuraron a sus periodistas, crearon fuegos artificiales que realmente fueron artificiales (inexistentes) sino que negaron a los corresponsales extranjeros que pudieran hacer una cobertura libre y sin ataduras. No es por nada, pero China es el país con más periodistas presos, más censura y filtros para blogueros y cibernautas.
Hace unos días, el gobierno de Argentina presionó abiertamente para que no se le renueve el contrato a Nelson Castro, uno de los comentaristas de mayor reputación en el país. Castro, así como otros periodistas de trayectoria, como José Eliachev, Jorge Lanata y Víctor Hugo Morales tuvieron que proseguir sus carreras después de que sus contratos fueron suspendidos o no renovados.
No hace falta recordar el caso de Venezuela, donde todos los periodistas que critiquen al gobierno son calificados de opositores y donde Hugo Chávez no tuvo vergüenza para cerrar medios de comunicación, perseguir y acosar a periodistas. En Nicaragua la lista de periodistas perseguidos es interminable, con el caso de Carlos Fernando Chamorro y Jaime Arellano; mientras que en Colombia en estos días saltó a la luz el caso de Holman Morris al que el gobierno trata de vincularlo con las FARC.
Las listas negras de periodistas en toda América Latina han estado una vez y otra en la agenda pública y desvergonzada de los gobiernos, así se haya tratado de dictaduras de derecha, de izquierda o democracias de todos los colores ideológicos. Por ello, siempre se habla del periodismo como una de las profesiones más riesgosas del continente.
Lo de China es una práctica deleznable que merece ser criticada. Todo el mundo ya tuvo oportunidad de ver en las Olimpíadas de Beiging a las autoridades en acción, no sólo porque censuraron a sus periodistas, crearon fuegos artificiales que realmente fueron artificiales (inexistentes) sino que negaron a los corresponsales extranjeros que pudieran hacer una cobertura libre y sin ataduras. No es por nada, pero China es el país con más periodistas presos, más censura y filtros para blogueros y cibernautas.
Hace unos días, el gobierno de Argentina presionó abiertamente para que no se le renueve el contrato a Nelson Castro, uno de los comentaristas de mayor reputación en el país. Castro, así como otros periodistas de trayectoria, como José Eliachev, Jorge Lanata y Víctor Hugo Morales tuvieron que proseguir sus carreras después de que sus contratos fueron suspendidos o no renovados.
No hace falta recordar el caso de Venezuela, donde todos los periodistas que critiquen al gobierno son calificados de opositores y donde Hugo Chávez no tuvo vergüenza para cerrar medios de comunicación, perseguir y acosar a periodistas. En Nicaragua la lista de periodistas perseguidos es interminable, con el caso de Carlos Fernando Chamorro y Jaime Arellano; mientras que en Colombia en estos días saltó a la luz el caso de Holman Morris al que el gobierno trata de vincularlo con las FARC.
Las listas negras de periodistas en toda América Latina han estado una vez y otra en la agenda pública y desvergonzada de los gobiernos, así se haya tratado de dictaduras de derecha, de izquierda o democracias de todos los colores ideológicos. Por ello, siempre se habla del periodismo como una de las profesiones más riesgosas del continente.
febrero 14, 2009
Venezuela: Unas horas para la verdad
En unas pocas horas se iniciará en Venezuela el referendo que determinará cuán fuerte podrá ser la democracia. Claro está, que si Hugo Chávez pierde, como ocurrió en diciembre de 2007, seguirá intentando otras modificaciones a la Constitución. No descansará hasta obtener el SI y así poder perpetuarse en el poder.
Quiero agradecer a todos quienes participaron de la encuesta aquí a la derecha, en la que un 77% votó en contra de Chávez. Vale aclarar que blog es leído por hondureños, salvadoreños, mexicanos e hispanos en general de Estados Unidos según el “counter” que tengo disponible, siendo los venezolanos una de las nacionalidades con menos visitas.
Esperemos que en las próximas horas no haya incidentes – un eurodiputado español fue expulsado por hacer declaraciones en contra de Chávez – que se permitan los veedores internacionales en las mesas de votación y que todo funcione pacíficamente. El referendo está poniendo en juego el nivel de democracia y ojalá se vote en consecuencia.
Quiero agradecer a todos quienes participaron de la encuesta aquí a la derecha, en la que un 77% votó en contra de Chávez. Vale aclarar que blog es leído por hondureños, salvadoreños, mexicanos e hispanos en general de Estados Unidos según el “counter” que tengo disponible, siendo los venezolanos una de las nacionalidades con menos visitas.
Esperemos que en las próximas horas no haya incidentes – un eurodiputado español fue expulsado por hacer declaraciones en contra de Chávez – que se permitan los veedores internacionales en las mesas de votación y que todo funcione pacíficamente. El referendo está poniendo en juego el nivel de democracia y ojalá se vote en consecuencia.
Paramilitares y parapoliciales
Escudándose en una sensación de inseguridad ciudadana que no pueden dominar, algunos gobiernos latinoamericanos toleran o amparan a grupos paramilitares y parapoliciales que actúan con impunidad y sin cabida en principios constitucionales a los que están supuestos proteger.
Bajo el título “Matar y morir por Chávez” en el periódico El País de Madrid, un dirigente de la agrupación parapolicial venezolana La Piedrita, jactándose de que ni la policía ni el ejército entran en sus dominios del barrio 23 de enero en Caracas, confesó con naturalidad la autoría de varios atentados y se ufanó de declarar “objetivo militar” a medios de comunicación y periodistas prominentes de Venezuela. Todo ello, sin que alguna autoridad haya siquiera condenado semejante glorificación del delito.
La Piedrita es sólo uno de los tantos grupos de estas dañinas estructuras paralelas del Estado que también son utilizadas en no pocos países para instigar a la violencia y como fuerzas de choque para controlar o amedrentar a detractores y opositores al oficialismo. En Bolivia, los Ponchos Rojos juraron defender fielmente al presidente Evo Morales, en Nicaragua los Consejos del Poder Ciudadano controlan a las muchedumbres que se oponen a Daniel Ortega y en Argentina el gobierno moviliza a sus piqueteros para contrarrestar fuerzas tanto de rivales como de líderes agrarios.
A diferencia de los cuerpos policiales cuya misión es la prevención del delito, estas asociaciones sin formación y cargadas de armas, suelen degenerar en conductas cada vez más violentas y abusivas, tornándose ingobernables. En Río de Janeiro, por ejemplo, la policía y el ejército se esfuerzan por combatir a los milicianos, unos parapoliciales que originalmente daban protección en las favelas, pero que se han tornado más peligrosos que los narcos, contra quienes compiten por negocios y territorio.
Tanto como los parapoliciales, muchas tropas paramilitares fueron concebidas para disimular la ineficiencia del Estado en ofrecer seguridad a sectores productivos desprotegidos, aunque al poco tiempo empezaron a utilizar métodos más sofisticados que sus contrincantes para matar, secuestrar o extorsionar, incluso a quienes habían solventado su creación. Así ocurrió con las Autodefensas Unidas de Colombia o con los Zetas, la élite del ejército mexicano originada para combatir el narcotráfico y la contrainsurgencia, pero cuyos integrantes desertaron para convertirse en el brazo armado y sanguinario del Cartel del Golfo.
Latinoamérica tiene un pasado muy sombrío en paramilitarismo. Numerosas asociaciones fueron generadas con políticas conscientes de terrorismo de Estado en asociación con servicios de inteligencia, toleradas por gobiernos, apoyadas por la sociedad civil y gestadas con dineros de agencias estadounidenses con la intención de erradicar a las izquierdas subversivas. Las triple A en Argentina, los escuadrones de la muerte en El Salvador, las Patrullas de Autodefensa Civil en Guatemala, los escuadrones de Febres-Cordero en Ecuador y el Grupo Colina de Fujimori en Perú, son ejemplos de que se generó tanto terror como el que se buscaba desterrar.
En este sentido, el paramilitarismo y el Estado latinoamericanos son como la historia de Frankestein, en la que al final la criatura descontrolada se vuelve contra su creador. En muchos países, para evitar esta trama mortífera, gobiernos como los de Alvaro Uribe, de Evo Morales, de Felipe Calderón o de Fernando Lugo, optaron por políticas de depuración para con sus cuerpos de seguridad.
La purga no es mala en sí misma, en especial por la complicidad de muchos agentes y oficiales con el crimen organizado. Sin embargo, sería un error pensar que el problema del paramilitarismo y de los parapoliciales radica solo en las policías y los ejércitos.
Las turbas paralelas en Argentina, Bolivia, Nicaragua y Venezuela son nutridas por los poderes políticos a espaldas de las instituciones castrenses y policiales, por lo que una depuración, en todo caso, debería darse a ese nivel antes de que sea demasiado tarde. El poder político parece no entender que es en referencia a él lo dicho en la Carta Democrática Interamericana sobre que es fundamental a la democracia “la subordinación de las instituciones del Estado a la autoridad civil legalmente constituida”.
Si se acepta la tolerancia de los gobiernos a esas estructuras paralelas maléficas que generan mayor violencia e inseguridad, se estará permitiendo una fórmula altamente explosiva para la democracia.
Bajo el título “Matar y morir por Chávez” en el periódico El País de Madrid, un dirigente de la agrupación parapolicial venezolana La Piedrita, jactándose de que ni la policía ni el ejército entran en sus dominios del barrio 23 de enero en Caracas, confesó con naturalidad la autoría de varios atentados y se ufanó de declarar “objetivo militar” a medios de comunicación y periodistas prominentes de Venezuela. Todo ello, sin que alguna autoridad haya siquiera condenado semejante glorificación del delito.
La Piedrita es sólo uno de los tantos grupos de estas dañinas estructuras paralelas del Estado que también son utilizadas en no pocos países para instigar a la violencia y como fuerzas de choque para controlar o amedrentar a detractores y opositores al oficialismo. En Bolivia, los Ponchos Rojos juraron defender fielmente al presidente Evo Morales, en Nicaragua los Consejos del Poder Ciudadano controlan a las muchedumbres que se oponen a Daniel Ortega y en Argentina el gobierno moviliza a sus piqueteros para contrarrestar fuerzas tanto de rivales como de líderes agrarios.
A diferencia de los cuerpos policiales cuya misión es la prevención del delito, estas asociaciones sin formación y cargadas de armas, suelen degenerar en conductas cada vez más violentas y abusivas, tornándose ingobernables. En Río de Janeiro, por ejemplo, la policía y el ejército se esfuerzan por combatir a los milicianos, unos parapoliciales que originalmente daban protección en las favelas, pero que se han tornado más peligrosos que los narcos, contra quienes compiten por negocios y territorio.
Tanto como los parapoliciales, muchas tropas paramilitares fueron concebidas para disimular la ineficiencia del Estado en ofrecer seguridad a sectores productivos desprotegidos, aunque al poco tiempo empezaron a utilizar métodos más sofisticados que sus contrincantes para matar, secuestrar o extorsionar, incluso a quienes habían solventado su creación. Así ocurrió con las Autodefensas Unidas de Colombia o con los Zetas, la élite del ejército mexicano originada para combatir el narcotráfico y la contrainsurgencia, pero cuyos integrantes desertaron para convertirse en el brazo armado y sanguinario del Cartel del Golfo.
Latinoamérica tiene un pasado muy sombrío en paramilitarismo. Numerosas asociaciones fueron generadas con políticas conscientes de terrorismo de Estado en asociación con servicios de inteligencia, toleradas por gobiernos, apoyadas por la sociedad civil y gestadas con dineros de agencias estadounidenses con la intención de erradicar a las izquierdas subversivas. Las triple A en Argentina, los escuadrones de la muerte en El Salvador, las Patrullas de Autodefensa Civil en Guatemala, los escuadrones de Febres-Cordero en Ecuador y el Grupo Colina de Fujimori en Perú, son ejemplos de que se generó tanto terror como el que se buscaba desterrar.
En este sentido, el paramilitarismo y el Estado latinoamericanos son como la historia de Frankestein, en la que al final la criatura descontrolada se vuelve contra su creador. En muchos países, para evitar esta trama mortífera, gobiernos como los de Alvaro Uribe, de Evo Morales, de Felipe Calderón o de Fernando Lugo, optaron por políticas de depuración para con sus cuerpos de seguridad.
La purga no es mala en sí misma, en especial por la complicidad de muchos agentes y oficiales con el crimen organizado. Sin embargo, sería un error pensar que el problema del paramilitarismo y de los parapoliciales radica solo en las policías y los ejércitos.
Las turbas paralelas en Argentina, Bolivia, Nicaragua y Venezuela son nutridas por los poderes políticos a espaldas de las instituciones castrenses y policiales, por lo que una depuración, en todo caso, debería darse a ese nivel antes de que sea demasiado tarde. El poder político parece no entender que es en referencia a él lo dicho en la Carta Democrática Interamericana sobre que es fundamental a la democracia “la subordinación de las instituciones del Estado a la autoridad civil legalmente constituida”.
Si se acepta la tolerancia de los gobiernos a esas estructuras paralelas maléficas que generan mayor violencia e inseguridad, se estará permitiendo una fórmula altamente explosiva para la democracia.
febrero 13, 2009
Bochorno: legitimando dictaduras
Como era de esperar, la presidenta chilena Michelle Bachelet fue premiada con una audiencia privada con Fidel Castro, galardón que el gobierno cubano le había ofrecido en bandeja de plata también a Cristina de Kirchner.
Es penoso que estas dos mujeres que en sus países se auto elogiaron por arremeter contra las dictaduras militares de derecha de sus países condenando de forma ejemplar a los nefastos triunviratos militares y a Pinochet, no tengan los mismos valores democráticos para condenar a la dictadura militar de izquierda de la Cuba que tiene tantos o muchos más pecados que las otras dictaduras.
Ni Michelle ni Cristina – que vomitarían antes de tener que recibir en audiencia a Pinochet o a Videla – no solamente no vomitaron frente a Castro sino que declararon regocijadas lo bien que vieron al viejo dictador.
Estas dos presidentas no solamente que se prestaron al juego de relaciones públicas de un régimen que está pidiendo limosnas por todos los continentes, sino que legitimaron a la dictadura más vieja del continente, atreviéndose en otros escenarios a llenarse la boca de democracia y derechos civiles.
A ninguna de las dos se les podrá perdonar que no hayan atendido las súplicas de numerosas madres y esposas de varios de los disidentes y presos políticos de la isla. Cometieron el pecado democrático de la omisión y se dejaron manipular por las declaraciones vergonzosas de Alarcón quien el día previo a la visita de Bachelet dijo – contestando a la comisión de derechos humanos de Ginebra – que en Cuba no hay presos políticos.
No se les podría reprochar nada a estas damas chilena y argentina si ellas no tendrían uno de los discursos más exultantes en Latinoamérica sobre la democracia y los derechos humanos. La incoherencia es total rayana casi a la apología.
Es penoso que estas dos mujeres que en sus países se auto elogiaron por arremeter contra las dictaduras militares de derecha de sus países condenando de forma ejemplar a los nefastos triunviratos militares y a Pinochet, no tengan los mismos valores democráticos para condenar a la dictadura militar de izquierda de la Cuba que tiene tantos o muchos más pecados que las otras dictaduras.
Ni Michelle ni Cristina – que vomitarían antes de tener que recibir en audiencia a Pinochet o a Videla – no solamente no vomitaron frente a Castro sino que declararon regocijadas lo bien que vieron al viejo dictador.
Estas dos presidentas no solamente que se prestaron al juego de relaciones públicas de un régimen que está pidiendo limosnas por todos los continentes, sino que legitimaron a la dictadura más vieja del continente, atreviéndose en otros escenarios a llenarse la boca de democracia y derechos civiles.
A ninguna de las dos se les podrá perdonar que no hayan atendido las súplicas de numerosas madres y esposas de varios de los disidentes y presos políticos de la isla. Cometieron el pecado democrático de la omisión y se dejaron manipular por las declaraciones vergonzosas de Alarcón quien el día previo a la visita de Bachelet dijo – contestando a la comisión de derechos humanos de Ginebra – que en Cuba no hay presos políticos.
No se les podría reprochar nada a estas damas chilena y argentina si ellas no tendrían uno de los discursos más exultantes en Latinoamérica sobre la democracia y los derechos humanos. La incoherencia es total rayana casi a la apología.
febrero 12, 2009
A todo o nada por un referendo
Todo está sobre el asador en Venezuela rumbo a este domingo. Los estudiantes marcharán hoy para desafiar a un gobierno que no los quiere en la calle y está dispuesto a reprimirlos. Hugo Chávez sigue enceguecido por el poder y con el miedo a que le suceda lo que en el referéndum del 2 de diciembre de 2007, por lo que ha puesto todo sobre el asador.
Las encuestas de cada día aportan datos escalofriantes para el NO, que está perdiendo por tres o cuatro puntos sobre el SI lo que permitiría a Chávez convertir lo que resta de democracia en la monarquía más nefasta del hemisferio occidental.
Los medios, especialmente a los que Chávez insiste con calificar de opositores, tratan de dar un balance al desbalance que crea el gobierno que esta vez ha enviado a 30 diputados por el mundo a hacer propaganda por la reelección indefinida. Un estudio de la Universidad de Gotemburgo (Suecia) y la Católica Andrés Bello (Venezuela) presentado la semana pasada en Caracas mostró que si bien hay un desequilibrio informativo en la prensa, el mayor ocurre en los medios estatales que Chávez ha creado a montones por todo el país y en la propaganda que él hace a través de sus alocuciones diarias y en actos públicos por doquier.
Como siempre se ha visto en la época de Chávez, el gobierno que debería ser representante de todos los venezolanos, no tiene vergüenza para atribuirse con fondos públicos toda la parafernalia y propaganda para defender su proyecto personal: la reelección indefinida.
El monitoreo hecho por los suecos entre el 22 de enero y el 4 de febrero, mostró la propaganda del gobierno: sobre 803 piezas informativas de televisión y 477 de radio, la televisora estatal VTV transmitió 93% de sus informaciones favorables al Sí, 7% se consideraron neutrales y ninguna a favor del No. Radio Nacional de Venezuela, 75% de sus informaciones fueron favorables al Sí, 13% al No y 10% neutrales.
Todo el aparato del Estado está volcado a favor del SI y será epopéyico que el NO pueda salir victorioso. Si los estudiantes y la oposición logran que prevalezca el NO, Chávez debería irse antes del 2013 cuando venza su contrato y al que prometió respetar. Nadie le cree de todas maneras que aún perdiendo, no tratará de buscar otra forma de perpetuarse en el poder.
Las encuestas de cada día aportan datos escalofriantes para el NO, que está perdiendo por tres o cuatro puntos sobre el SI lo que permitiría a Chávez convertir lo que resta de democracia en la monarquía más nefasta del hemisferio occidental.
Los medios, especialmente a los que Chávez insiste con calificar de opositores, tratan de dar un balance al desbalance que crea el gobierno que esta vez ha enviado a 30 diputados por el mundo a hacer propaganda por la reelección indefinida. Un estudio de la Universidad de Gotemburgo (Suecia) y la Católica Andrés Bello (Venezuela) presentado la semana pasada en Caracas mostró que si bien hay un desequilibrio informativo en la prensa, el mayor ocurre en los medios estatales que Chávez ha creado a montones por todo el país y en la propaganda que él hace a través de sus alocuciones diarias y en actos públicos por doquier.
Como siempre se ha visto en la época de Chávez, el gobierno que debería ser representante de todos los venezolanos, no tiene vergüenza para atribuirse con fondos públicos toda la parafernalia y propaganda para defender su proyecto personal: la reelección indefinida.
El monitoreo hecho por los suecos entre el 22 de enero y el 4 de febrero, mostró la propaganda del gobierno: sobre 803 piezas informativas de televisión y 477 de radio, la televisora estatal VTV transmitió 93% de sus informaciones favorables al Sí, 7% se consideraron neutrales y ninguna a favor del No. Radio Nacional de Venezuela, 75% de sus informaciones fueron favorables al Sí, 13% al No y 10% neutrales.
Todo el aparato del Estado está volcado a favor del SI y será epopéyico que el NO pueda salir victorioso. Si los estudiantes y la oposición logran que prevalezca el NO, Chávez debería irse antes del 2013 cuando venza su contrato y al que prometió respetar. Nadie le cree de todas maneras que aún perdiendo, no tratará de buscar otra forma de perpetuarse en el poder.
febrero 11, 2009
Etica/ley para combatir pornografía infantil
El internet ha mejorado la vida de todos pero también trajo aparejado otros “pecados” o al menos los ha re potenciado, como es el caso de la pornografía infantil, uno de los mayores dolores de cabeza del mundo virtual. El internet ha potenciado este delito a pasos agigantados creando una globalización espeluznante.
Hace unos días, la operación policial internacional “Joint Hammer” pudo “desnudar” el problema. La requisición policial se puso en marcha tres años atrás cuando se divulgó un video de pornografía infantil desde Australia, producido por un italiano cibernauta que utilizó a un depravado belga para abusar delante de la cámara a una niña holandesa.
Desde el sitio web del italiano, la policía detectó 50.000 cuentas de correos electrónicos alrededor del mundo – 11.000 estadounidenses – a los que se enviaban imágenes pornográficas.
En total, “Joint Hammer”, según el FBI, desmanteló ayer siete redes de pornografía infantil, detuvo a 170 depravados – 60 en Estados Unidos - rescatándose a 14 niñas en varios países, algunas de tres años de edad, víctimas de abusos sexuales.
Más allá de la pornografía generada por los depravados, también las redes sociales han permitido que los jóvenes actúen con total desinhibición, muchas veces convirtiendo en delito pornográfico lo que empieza como un juego sexuado subido de tono. Hace unos días, la policía estadounidense desbarató a un grupo de niños de 15 años que tomó por costumbre enviarse e intercambiar fotos propias y de amigos en paños menores o desnudos, causando acoso en muchos desprevenidos.
Mientras esto sucedía, en Europa, en coincidencia con el Día para una Internet Más Segura, 17 empresas cibernéticas, ente ellas Facebook, YouTube, Google y MySpace, firmaron un acuerdo que capacitará a los adolescentes a cuidarse del acoso sexual. Otras compañías son Arto, Bebo, Dailymotion, Giovani.it, Hyves, Microsoft Europe, Myspace, Nasza-klaza.pl, Netlog, One.lt, Skyrock, StudiVZ, Sulake/Habbo Hotel, Yahoo!Europe, y Zap.lu.
Las empresas buscarán poner en práctica las siguientes medidas:
Un botón de “denuncia de abusos” que permita denunciar con un clic a otros usuarios con conductas inapropiadas; que los perfiles de los usuarios registrados como menores de 18 años sean “privados”, y que no puedan detectarse a través de menores de búsqueda; que las opciones de privacidad estén destacadas y sean accesibles en todo momento y que los menores de 13 años tengan dificultades para registrarse.
Creo que a esta iniciativa, positiva por supuesto, le faltó agregar dos temas para mí importantes: justicia y educación. Creo que las redes sociales y el ciberespacio deben ser parte de la currícula actual de las escuelas para que pueda haber discusión y enseñanza sobre ética y moral, e imponer delitos sexuales agravados contra todos los depredadores y depravados.
Hace unos días, la operación policial internacional “Joint Hammer” pudo “desnudar” el problema. La requisición policial se puso en marcha tres años atrás cuando se divulgó un video de pornografía infantil desde Australia, producido por un italiano cibernauta que utilizó a un depravado belga para abusar delante de la cámara a una niña holandesa.
Desde el sitio web del italiano, la policía detectó 50.000 cuentas de correos electrónicos alrededor del mundo – 11.000 estadounidenses – a los que se enviaban imágenes pornográficas.
En total, “Joint Hammer”, según el FBI, desmanteló ayer siete redes de pornografía infantil, detuvo a 170 depravados – 60 en Estados Unidos - rescatándose a 14 niñas en varios países, algunas de tres años de edad, víctimas de abusos sexuales.
Más allá de la pornografía generada por los depravados, también las redes sociales han permitido que los jóvenes actúen con total desinhibición, muchas veces convirtiendo en delito pornográfico lo que empieza como un juego sexuado subido de tono. Hace unos días, la policía estadounidense desbarató a un grupo de niños de 15 años que tomó por costumbre enviarse e intercambiar fotos propias y de amigos en paños menores o desnudos, causando acoso en muchos desprevenidos.
Mientras esto sucedía, en Europa, en coincidencia con el Día para una Internet Más Segura, 17 empresas cibernéticas, ente ellas Facebook, YouTube, Google y MySpace, firmaron un acuerdo que capacitará a los adolescentes a cuidarse del acoso sexual. Otras compañías son Arto, Bebo, Dailymotion, Giovani.it, Hyves, Microsoft Europe, Myspace, Nasza-klaza.pl, Netlog, One.lt, Skyrock, StudiVZ, Sulake/Habbo Hotel, Yahoo!Europe, y Zap.lu.
Las empresas buscarán poner en práctica las siguientes medidas:
Un botón de “denuncia de abusos” que permita denunciar con un clic a otros usuarios con conductas inapropiadas; que los perfiles de los usuarios registrados como menores de 18 años sean “privados”, y que no puedan detectarse a través de menores de búsqueda; que las opciones de privacidad estén destacadas y sean accesibles en todo momento y que los menores de 13 años tengan dificultades para registrarse.
Creo que a esta iniciativa, positiva por supuesto, le faltó agregar dos temas para mí importantes: justicia y educación. Creo que las redes sociales y el ciberespacio deben ser parte de la currícula actual de las escuelas para que pueda haber discusión y enseñanza sobre ética y moral, e imponer delitos sexuales agravados contra todos los depredadores y depravados.
febrero 10, 2009
Williamson y el ecumenismo
El obispo británico Richard Williamson fue destituido de su cargo de director de un seminario en Argentina, luego de que fuera reinsertado en la Iglesia Católica por el Papa Benedicto XVI por su pasado “lefrebista” al ser levantada su excomunión el 24 de enero, y de que conmocionara al mundo declarando a una revista alemana y una televisora sueca que el holocausto judío no existió, o que el extermino no alcanzó a seis millones de personas sino a 300 mil, según evidencia que dijo haber recopilado en la década de los 80.
La comunidad y la jerarquía judía agradecieron al Papa que haya pedido al obispo una rectificación de sus declaraciones con lo que amainó la controversia. Sin embargo, la Iglesia Católica no debería quedarse tranquila solo con el hecho de que la ultraconservadora Fraternidad San Pío X haya destituido a Williamson como director del seminario La reja en la provincia de Buenos Aires.
La decisión de separar a Williamson vino después de que no aceptara retractarse a pedido del Papa y, por el contrario, el fin de semana en una entrevista en la revista alemana Der Speigel – país donde por ley se prohíbe negar el holocausto – el obispo no se retractó sino que no lo hará y que seguirá buscando en sus evidencias.
Por el bien del ecumenismo y dejando de pensar en las controversias internas del Vaticano entre si conviene o no tener en su seno a los “lefebristas”, el Papa debe ahora mostrar que el ecumenismo es un valor de la Iglesia, para lo cual debería separar de nuevo a este obispo restituido. No le queda otra, a no ser que Williamson “encuentre evidencia” de que el holocausto sí existió.
Hasta el momento todos en la Iglesia Católica se han separado de los dichos del obispo, pero creo que para buscar realmente el ecumenismo es necesario que el Papa decida hacer algo más
La comunidad y la jerarquía judía agradecieron al Papa que haya pedido al obispo una rectificación de sus declaraciones con lo que amainó la controversia. Sin embargo, la Iglesia Católica no debería quedarse tranquila solo con el hecho de que la ultraconservadora Fraternidad San Pío X haya destituido a Williamson como director del seminario La reja en la provincia de Buenos Aires.
La decisión de separar a Williamson vino después de que no aceptara retractarse a pedido del Papa y, por el contrario, el fin de semana en una entrevista en la revista alemana Der Speigel – país donde por ley se prohíbe negar el holocausto – el obispo no se retractó sino que no lo hará y que seguirá buscando en sus evidencias.
Por el bien del ecumenismo y dejando de pensar en las controversias internas del Vaticano entre si conviene o no tener en su seno a los “lefebristas”, el Papa debe ahora mostrar que el ecumenismo es un valor de la Iglesia, para lo cual debería separar de nuevo a este obispo restituido. No le queda otra, a no ser que Williamson “encuentre evidencia” de que el holocausto sí existió.
Hasta el momento todos en la Iglesia Católica se han separado de los dichos del obispo, pero creo que para buscar realmente el ecumenismo es necesario que el Papa decida hacer algo más
febrero 09, 2009
Un buen paso de Hugo Chávez
En el medio de la campaña proselitista en el que este fin de semana se divulgaron en Venezuela sondeos que favorecen la posición del SI para el próximo referendo del 15 de febrero que le daría a Hugo Chávez la posibilidad de la reelección indefinida y una marcha multitudinaria por el NO organizada por estudiantes universitarios, el presidente venezolano dio, por fin, un buen paso.
El Presidente acusó a los integrantes de La Piedrita - un grupo parapolicial que opera en una barriada caraqueña y que se atribuyó numerosos atentados contra la embajada del Vaticano y medios de comunicación – de desestabilizar su revolución socialista, pidiendo a la Fiscalía a detener y procesar a Valentín Santana, líder del grupo.
Si bien Chávez ya había arremetido contra La Piedrita, esta es la primera vez que hace un fuerte exhorto para desmovilizar a La Piedrita, un grupo que se fue mimetizando y le fue respondiendo fielmente ante cada ataque verbal e insultos que el mandatario profería a sus detractores, ya sea integrantes de la curia, de los medios de comunicación, de la oposición o cualquiera al que le viniera la gana de calificar “pitiyanqui”.
La Piedrita, es un grupo parapolicial creado a imagen y semejanza de Chávez, consecuencia de su propia agresividad verbal, que sigue sus dichos y actúa en consecuencia con tal de agradar a su amo.
Posiblemente Chávez haya adoptado esta posición para no restar posibilidad a su campaña del SI. De todos modos, sea como fuere, ha dado un buen paso.
El Presidente acusó a los integrantes de La Piedrita - un grupo parapolicial que opera en una barriada caraqueña y que se atribuyó numerosos atentados contra la embajada del Vaticano y medios de comunicación – de desestabilizar su revolución socialista, pidiendo a la Fiscalía a detener y procesar a Valentín Santana, líder del grupo.
Si bien Chávez ya había arremetido contra La Piedrita, esta es la primera vez que hace un fuerte exhorto para desmovilizar a La Piedrita, un grupo que se fue mimetizando y le fue respondiendo fielmente ante cada ataque verbal e insultos que el mandatario profería a sus detractores, ya sea integrantes de la curia, de los medios de comunicación, de la oposición o cualquiera al que le viniera la gana de calificar “pitiyanqui”.
La Piedrita, es un grupo parapolicial creado a imagen y semejanza de Chávez, consecuencia de su propia agresividad verbal, que sigue sus dichos y actúa en consecuencia con tal de agradar a su amo.
Posiblemente Chávez haya adoptado esta posición para no restar posibilidad a su campaña del SI. De todos modos, sea como fuere, ha dado un buen paso.
febrero 08, 2009
Calidad informativa: pagar o no pagar
Cobrar o no cobrar es en realidad la ecuación, debate que cada tanto invade a los ejecutivos de periódicos de todo el mundo, en particular en Estados Unidos cuando se trata de balancear la caída de los ingresos publicitarios y la venta de ejemplares en papel.
En realidad, el debate interno es un poco más profundo, se trata de si el contenido de calidad que ofrecen los diarios en internet, en contraste con sus rivales superficiales del internet, la radio y la televisión, debe cobrarse o ser gratuito. Diario como el The Wall Street Journal y el Financial Times lo hacen y el famoso The New York Times, que había dejado esta práctica, está de nuevo considerándola.
El NYT se justifica con la prédica de su editor, Bill Keller, quien esta semana se refirió a las dificultades actuales de encontrar información de calidad, ese “periodismo que requiere de reporteros experimentados que vayan a lugares, que destapen archivos, que chequen y re chequen la información, y respaldados por editores con altos estándares de calidad. Un periodismo que puede ser imperfecto pero sobre el que se trabaja duro para proveer información y comprometer al público”.
Distanciándose de la mediocridad informativa que aportan otros medios, Keller dijo que “ese tipo de periodismo está declinando porque es duro, caro y a veces peligroso de hacer”, justificando quizás que pronto el NYT, que necesita más liquidez que los 250 millones de dólares que le aportó Carlos Slim, impondrá una tarifa a sus cerca de 20 millones de usuarios al mes que visitan su página por internet.
Para los periódicos – los medios de comunicación que más invierten especialmente en contenidos por la cantidad de periodistas que utilizan – cobrar la información que despliegan en internet siempre ha sido un intríngulis difícil de resolver. La experiencia indica que será muy difícil que sus usuarios comiencen a pagar después de estar acostumbrados a información gratuita, por lo que más simple resulta generar ingresos por publicidad y otras maneras de mercadeo y de ventas más allá de la información.
Muchos creen, de todas maneras, que la televisión pasó por un proceso similar, es decir de gratuita a pagada – antes se compraba un receptor y listo, pero luego el cable y la televisión satelital hicieron sentir la necesidad de pagar por mayor contenido – y que los diarios, al ofrecer calidad, también deberían poder cobrar.
Respecto a los diarios latinoamericanos (uno de los pocos que cobra su contenido on-line es Reforma de México) no creo que será muy fácil comenzar a cobrar; primero porque nadie está ofreciendo un contenido tan diferenciador que no se pueda obtener por otras vías, segundo porque solamente algunas notas de todo un contenido ofrecen parámetros de calidad y localía, tercero, porque sin esas condiciones, cobrar hará disminuir el número de visitantes lo que reducirá el potencial de captar publicidad, cuyo éxito y pago se define según los clicks de los usuarios.
El debate en América Latina sobre este tema es tenue aunque no incipiente. Tal vez las asociaciones nacionales o regionales deberían estudiar este fenómeno y tratar de hacer algunos estudios y buscar soluciones consensuadas entre sus miembros. En Estados Unidos, además de que el tema es debatido en cada oportunidad entre ejecutivos de diarios, hace poco crearon con este y otros fines, como elevar la imagen positiva de los periódicos, a través de un proyecto por internet que ha sido publicitado a página completa en los diarios nacionales: www.newspaperproject.org En este proyecto se habla de calidad, la cualidad más preciada de los periódicos por sobre otros medios de comunicación.
En realidad, el debate interno es un poco más profundo, se trata de si el contenido de calidad que ofrecen los diarios en internet, en contraste con sus rivales superficiales del internet, la radio y la televisión, debe cobrarse o ser gratuito. Diario como el The Wall Street Journal y el Financial Times lo hacen y el famoso The New York Times, que había dejado esta práctica, está de nuevo considerándola.
El NYT se justifica con la prédica de su editor, Bill Keller, quien esta semana se refirió a las dificultades actuales de encontrar información de calidad, ese “periodismo que requiere de reporteros experimentados que vayan a lugares, que destapen archivos, que chequen y re chequen la información, y respaldados por editores con altos estándares de calidad. Un periodismo que puede ser imperfecto pero sobre el que se trabaja duro para proveer información y comprometer al público”.
Distanciándose de la mediocridad informativa que aportan otros medios, Keller dijo que “ese tipo de periodismo está declinando porque es duro, caro y a veces peligroso de hacer”, justificando quizás que pronto el NYT, que necesita más liquidez que los 250 millones de dólares que le aportó Carlos Slim, impondrá una tarifa a sus cerca de 20 millones de usuarios al mes que visitan su página por internet.
Para los periódicos – los medios de comunicación que más invierten especialmente en contenidos por la cantidad de periodistas que utilizan – cobrar la información que despliegan en internet siempre ha sido un intríngulis difícil de resolver. La experiencia indica que será muy difícil que sus usuarios comiencen a pagar después de estar acostumbrados a información gratuita, por lo que más simple resulta generar ingresos por publicidad y otras maneras de mercadeo y de ventas más allá de la información.
Muchos creen, de todas maneras, que la televisión pasó por un proceso similar, es decir de gratuita a pagada – antes se compraba un receptor y listo, pero luego el cable y la televisión satelital hicieron sentir la necesidad de pagar por mayor contenido – y que los diarios, al ofrecer calidad, también deberían poder cobrar.
Respecto a los diarios latinoamericanos (uno de los pocos que cobra su contenido on-line es Reforma de México) no creo que será muy fácil comenzar a cobrar; primero porque nadie está ofreciendo un contenido tan diferenciador que no se pueda obtener por otras vías, segundo porque solamente algunas notas de todo un contenido ofrecen parámetros de calidad y localía, tercero, porque sin esas condiciones, cobrar hará disminuir el número de visitantes lo que reducirá el potencial de captar publicidad, cuyo éxito y pago se define según los clicks de los usuarios.
El debate en América Latina sobre este tema es tenue aunque no incipiente. Tal vez las asociaciones nacionales o regionales deberían estudiar este fenómeno y tratar de hacer algunos estudios y buscar soluciones consensuadas entre sus miembros. En Estados Unidos, además de que el tema es debatido en cada oportunidad entre ejecutivos de diarios, hace poco crearon con este y otros fines, como elevar la imagen positiva de los periódicos, a través de un proyecto por internet que ha sido publicitado a página completa en los diarios nacionales: www.newspaperproject.org En este proyecto se habla de calidad, la cualidad más preciada de los periódicos por sobre otros medios de comunicación.
febrero 07, 2009
Sandinistas y chavistas
El gobernante Frente Sandinista nicaragüense sigue a pie juntilla las maniobras del chavismo venezolano, tornándose cada vez más agresivo e intolerante contra quienes desafíen sus postulados, así sean sus propios partidarios, ex revolucionarios, liberales, opositores o periodistas.
“Así en Nicaragua como en Venezuela” parece ser la plegaria del presidente Daniel Ortega quien espejándose en el proyecto de Hugo Chávez, cada día más se aleja del sandinismo para conformar un proyecto de culto personal. El “danielismo” se percibe a la luz y en las sobras, tanto en cartelones desperdigados por Managua con el lema “Cumplirle al pueblo es cumplirle a Dios”, como en pactos políticos para esconder fraudes y cobijar corruptos.
Pareciera que todo tuviera que hacerse a gusto o a semejanza de Ortega y su omnipresente esposa Rosario Murillo, de ahí que el cura y ex líder sandinista, Ernesto Cardenal, ahora acosado judicialmente, confesara a una delegación de la SIP que “estamos frente a una dictadura familiar”.
Ortega no solo depende del maná de Chávez sino también aprende de sus tácticas legales y judiciales para disfrazar arrebatos antidemocráticos. Se nutre con estrategias para controlar el poder, desconociendo la independencia de las instituciones, manipula a los órganos judicial y electoral, neutraliza al legislativo y a los partidos políticos, somete a la policía y presiona a la prensa.
Ese control le permitió disimular el fraude en las elecciones municipales de noviembre a expensas del candidato liberal Eduardo Montealegre y otros alcaldes opositores, así como pactar la liberación del corrupto ex presidente Arnoldo Alemán, a favor de conseguir de los diputados “arnoldistas” la reelección presidencial tras una reforma constitucional en ciernes.
Más allá de los poderes públicos, el gobierno utiliza muy bien la agitación y propaganda para profundizar la polarización, logrando que todos deban definirse, a favor o en contra, oligarcas o pobres, imperialistas o “danielistas”. De esa forma capta adeptos, aunque a quienes no consigue persuadir, los neutraliza con violencia. Así como Chávez creó sus turbas y Néstor Kirchner a sus piqueteros, Ortega resucitó fuerzas de choque estilo cubano de su pasada revolución, los Comité del Poder Ciudadano, desconociendo a la policía, generando miedo y desbaratando a opositores con insultos y golpes, coartando así libertades de movilización y asociación.
Esta política de amedrentamiento también es utilizada para castigar a periodistas y dirigentes de ongs., aunque contra éstos prefiere motivar la autocensura con métodos legales y acoso judicial. En un paralelismo con el chavismo que arremetió contra la ong Súmate por malversar fondos provenientes del “imperialismo”, el periodista Carlos Fernando Chamorro y su ong CINCO fueron víctimas de un proceso criminal por un inexistente lavado de dinero de donaciones de gobiernos europeos para proyectos de comunicación, aunque el fin era desprestigiarlo y amordazarlo.
Ortega es alérgico al diálogo y al debate, por eso se niega a dar conferencias de prensa y, como Chávez, prefiere “comunicar al pueblo” a través de actos públicos. La ley de acceso a la información pública en vigencia es opacada por una cultura del secretismo y los medios independientes son castigados con la quita de publicidad oficial, presionados con leyes que elevarían impuestos y discriminados con permisos y licencias.
El gobierno tiene influencia en varios canales y emisoras en los que se despide a comentaristas polémicos o se premia a los dóciles, y ha creado con fondos estatales una red mediática que utiliza como propios, entre los que se cuenta a Canal 4 y al periódico El 19, para difundir propaganda y difamar a detractores al mejor estilo de la “prensa chicha” peruana que manipulaba Montesinos.
Muchos auguran que el futuro es sombrío a pesar de que en las últimas semanas Ortega ha morigerado su discurso como táctica para no seguir ahuyentando la ayuda económica que redujeron EE.UU. y países europeos, desilusionados por la represión general, el ataque a las ongs y el fraude electoral.
Sin embargo, aunque la crisis económica se profundizará por la merma de los subsidios venezolanos tras la caída del petróleo, nadie confía en que Ortega desvíe su atención hacia la economía. Su ambición es todo el poder, controlarlo, así en su tierra como en su cielo venezolano.
“Así en Nicaragua como en Venezuela” parece ser la plegaria del presidente Daniel Ortega quien espejándose en el proyecto de Hugo Chávez, cada día más se aleja del sandinismo para conformar un proyecto de culto personal. El “danielismo” se percibe a la luz y en las sobras, tanto en cartelones desperdigados por Managua con el lema “Cumplirle al pueblo es cumplirle a Dios”, como en pactos políticos para esconder fraudes y cobijar corruptos.
Pareciera que todo tuviera que hacerse a gusto o a semejanza de Ortega y su omnipresente esposa Rosario Murillo, de ahí que el cura y ex líder sandinista, Ernesto Cardenal, ahora acosado judicialmente, confesara a una delegación de la SIP que “estamos frente a una dictadura familiar”.
Ortega no solo depende del maná de Chávez sino también aprende de sus tácticas legales y judiciales para disfrazar arrebatos antidemocráticos. Se nutre con estrategias para controlar el poder, desconociendo la independencia de las instituciones, manipula a los órganos judicial y electoral, neutraliza al legislativo y a los partidos políticos, somete a la policía y presiona a la prensa.
Ese control le permitió disimular el fraude en las elecciones municipales de noviembre a expensas del candidato liberal Eduardo Montealegre y otros alcaldes opositores, así como pactar la liberación del corrupto ex presidente Arnoldo Alemán, a favor de conseguir de los diputados “arnoldistas” la reelección presidencial tras una reforma constitucional en ciernes.
Más allá de los poderes públicos, el gobierno utiliza muy bien la agitación y propaganda para profundizar la polarización, logrando que todos deban definirse, a favor o en contra, oligarcas o pobres, imperialistas o “danielistas”. De esa forma capta adeptos, aunque a quienes no consigue persuadir, los neutraliza con violencia. Así como Chávez creó sus turbas y Néstor Kirchner a sus piqueteros, Ortega resucitó fuerzas de choque estilo cubano de su pasada revolución, los Comité del Poder Ciudadano, desconociendo a la policía, generando miedo y desbaratando a opositores con insultos y golpes, coartando así libertades de movilización y asociación.
Esta política de amedrentamiento también es utilizada para castigar a periodistas y dirigentes de ongs., aunque contra éstos prefiere motivar la autocensura con métodos legales y acoso judicial. En un paralelismo con el chavismo que arremetió contra la ong Súmate por malversar fondos provenientes del “imperialismo”, el periodista Carlos Fernando Chamorro y su ong CINCO fueron víctimas de un proceso criminal por un inexistente lavado de dinero de donaciones de gobiernos europeos para proyectos de comunicación, aunque el fin era desprestigiarlo y amordazarlo.
Ortega es alérgico al diálogo y al debate, por eso se niega a dar conferencias de prensa y, como Chávez, prefiere “comunicar al pueblo” a través de actos públicos. La ley de acceso a la información pública en vigencia es opacada por una cultura del secretismo y los medios independientes son castigados con la quita de publicidad oficial, presionados con leyes que elevarían impuestos y discriminados con permisos y licencias.
El gobierno tiene influencia en varios canales y emisoras en los que se despide a comentaristas polémicos o se premia a los dóciles, y ha creado con fondos estatales una red mediática que utiliza como propios, entre los que se cuenta a Canal 4 y al periódico El 19, para difundir propaganda y difamar a detractores al mejor estilo de la “prensa chicha” peruana que manipulaba Montesinos.
Muchos auguran que el futuro es sombrío a pesar de que en las últimas semanas Ortega ha morigerado su discurso como táctica para no seguir ahuyentando la ayuda económica que redujeron EE.UU. y países europeos, desilusionados por la represión general, el ataque a las ongs y el fraude electoral.
Sin embargo, aunque la crisis económica se profundizará por la merma de los subsidios venezolanos tras la caída del petróleo, nadie confía en que Ortega desvíe su atención hacia la economía. Su ambición es todo el poder, controlarlo, así en su tierra como en su cielo venezolano.
febrero 06, 2009
Entre rehenes de las FARC y periodistas
Como es costumbre en momentos que se maneja información sensible, la liberación de rehenes por parte de las guerrillas colombianas de las FARC trajo consigo una polémica (siempre rica) sobre el papel de los periodistas en épocas de conflicto y sobre la libertad de prensa.
La polémica se desató entre las acusaciones verbales del presidente Alvaro Uribe contra dos periodistas, Jorge Enrique Botero y Hollman Morris, siendo que el primero era parte de la comitiva oficial que actuaba de garante de la liberación y el segundo cubría una información y entrevistó a los secuestrados antes de que fueran liberados. La Fundación para la Libertad de Prensa de Colombia tiene en su sitio una excelente cronología de los hechos para quienes quieran mayor información: http://www.flip.org.co
Mi opinión es simple. Uribe – como siempre lo hace – estuvo mal de poco más de calificar a los periodistas de terroristas por difundir fotos e información de los hechos, consultar a un jefe guerrillero o a través de Telesur informar que había aviones colombianos sobre la zona que debía estar despejada. Sus declaraciones crean mayores riesgos en contra de los periodistas y son contrarias a la libertad de prensa que siempre dice defender.
Botero estuvo mal por haber aceptado como periodista ser parte de una comisión de este tipo. Un periodista no puede cubrir una manifestación política y al mismo tiempo ser parte de ella. No se puede ser juez o parte. A uno de los dos terminará traicionando. Un trabajo o el otro. Botero finalmente divulgó fotografías que tomó como periodista cuando su función era otra. Conflicto de intereses.
Lo de Morris tiene matices menos claros, más grises. Es natural que un periodista tiene la noción de la urgencia, la espontaneidad y de la primicia para reportar de inmediato. En situaciones como éstas, sin embargo, entrevistar a alguien después de años de prisión, casi bajo de esclavitud y torturas permanente, y hacerlo sorpresivamente (los rehenes pidieron que no se publiquen sus declaraciones porque se sintieron que las hicieron bajo presión) no parece algo muy humano de hacer. Desde el punto de vista de un periodista independiente es probable que alguien se sienta compelido a hacerlo, pero desde un punto de vista del editor, lo más probable que al periodista se le pida prudencia y que no interfiera en una situación tan delicada como ésta, donde la vida y la muerte pueden ser alcanzadas indistintamente por un pequeño detalle o traspié.
La polémica se desató entre las acusaciones verbales del presidente Alvaro Uribe contra dos periodistas, Jorge Enrique Botero y Hollman Morris, siendo que el primero era parte de la comitiva oficial que actuaba de garante de la liberación y el segundo cubría una información y entrevistó a los secuestrados antes de que fueran liberados. La Fundación para la Libertad de Prensa de Colombia tiene en su sitio una excelente cronología de los hechos para quienes quieran mayor información: http://www.flip.org.co
Mi opinión es simple. Uribe – como siempre lo hace – estuvo mal de poco más de calificar a los periodistas de terroristas por difundir fotos e información de los hechos, consultar a un jefe guerrillero o a través de Telesur informar que había aviones colombianos sobre la zona que debía estar despejada. Sus declaraciones crean mayores riesgos en contra de los periodistas y son contrarias a la libertad de prensa que siempre dice defender.
Botero estuvo mal por haber aceptado como periodista ser parte de una comisión de este tipo. Un periodista no puede cubrir una manifestación política y al mismo tiempo ser parte de ella. No se puede ser juez o parte. A uno de los dos terminará traicionando. Un trabajo o el otro. Botero finalmente divulgó fotografías que tomó como periodista cuando su función era otra. Conflicto de intereses.
Lo de Morris tiene matices menos claros, más grises. Es natural que un periodista tiene la noción de la urgencia, la espontaneidad y de la primicia para reportar de inmediato. En situaciones como éstas, sin embargo, entrevistar a alguien después de años de prisión, casi bajo de esclavitud y torturas permanente, y hacerlo sorpresivamente (los rehenes pidieron que no se publiquen sus declaraciones porque se sintieron que las hicieron bajo presión) no parece algo muy humano de hacer. Desde el punto de vista de un periodista independiente es probable que alguien se sienta compelido a hacerlo, pero desde un punto de vista del editor, lo más probable que al periodista se le pida prudencia y que no interfiera en una situación tan delicada como ésta, donde la vida y la muerte pueden ser alcanzadas indistintamente por un pequeño detalle o traspié.
febrero 05, 2009
Salarios e impuestos
Tiene razón Barack Obama en presumir sobre que el voto popular respaldó su promesa de crear un paquete de estímulo por lo que ahora siente que es obligación del Congreso actuar en consecuencia y votar a su favor.
A los votos a su favor se suma ahora el resultado de una encuesta del 26 de enero hecha por Gallup, entre más de tres mil personas, en la que el Presidente obtuvo una aceptación popular aún mayor, del 69%, convirtiéndose en el segundo mandatario - después de John Kennedy con el 72% - de mayor popularidad.
Tal vez lo que más levantó roncha por estos días, es que Obama, fiel a lo que dijo en su campaña, obligó a los bancos que recibieron ayuda a no pagar salarios de más de quinientos mil dólares a sus ejecutivos, lo que es una cifra insignificante para ejecutivos que cobraban hasta cuarenta millones al año en salario e incentivos.
No es bueno que el Estado se entrometa a regular los salarios de la actividad privada, ya que luego querrá hacer lo mismo con otras disciplinas, como las deportivas, donde los sueldos son aún más suculentos. Pero la diferencia, claro está, es que esta regulación alcanza a aquellas compañías bancarias financieras que obtuvieron dineros o asistencia de parte del Estado, es decir de nosotros, los contribuyentes. Por lo tanto, como “stockholders” tenemos derecho – posición que delegamos en Obama – a exigir condiciones de cómo se debe usar ese dinero o, al menos, de cómo no se debe malgastar.
En otro orden, aunque algunos quieran ver y tal vez pueda ser una equivocación garrafal atribuible a Obama haber nominado a funcionarios que tuvieron que declinar debido a que estaban manchados por no haber pagado al fisco, creo que aquí el gobierno – sus instituciones todas – nos dieron otra buena lección sobre la equidad del sistema.
Nadie, por más importante que sea, o por más palanca política que tenga está por arriba de nosotros, los ciudadanos de a pie, que debemos pagar
los impuestos a sabiendas de que si no lo hacemos tendremos un castigo que es equitativo para todos.
A pesar de que el sistema tiene imperfecciones y limitaciones, la aplicación de incentivos y castigos es un ejemplo de equidad para todos por igual. Y eso es muy satisfactorio.
A los votos a su favor se suma ahora el resultado de una encuesta del 26 de enero hecha por Gallup, entre más de tres mil personas, en la que el Presidente obtuvo una aceptación popular aún mayor, del 69%, convirtiéndose en el segundo mandatario - después de John Kennedy con el 72% - de mayor popularidad.
Tal vez lo que más levantó roncha por estos días, es que Obama, fiel a lo que dijo en su campaña, obligó a los bancos que recibieron ayuda a no pagar salarios de más de quinientos mil dólares a sus ejecutivos, lo que es una cifra insignificante para ejecutivos que cobraban hasta cuarenta millones al año en salario e incentivos.
No es bueno que el Estado se entrometa a regular los salarios de la actividad privada, ya que luego querrá hacer lo mismo con otras disciplinas, como las deportivas, donde los sueldos son aún más suculentos. Pero la diferencia, claro está, es que esta regulación alcanza a aquellas compañías bancarias financieras que obtuvieron dineros o asistencia de parte del Estado, es decir de nosotros, los contribuyentes. Por lo tanto, como “stockholders” tenemos derecho – posición que delegamos en Obama – a exigir condiciones de cómo se debe usar ese dinero o, al menos, de cómo no se debe malgastar.
En otro orden, aunque algunos quieran ver y tal vez pueda ser una equivocación garrafal atribuible a Obama haber nominado a funcionarios que tuvieron que declinar debido a que estaban manchados por no haber pagado al fisco, creo que aquí el gobierno – sus instituciones todas – nos dieron otra buena lección sobre la equidad del sistema.
Nadie, por más importante que sea, o por más palanca política que tenga está por arriba de nosotros, los ciudadanos de a pie, que debemos pagar
los impuestos a sabiendas de que si no lo hacemos tendremos un castigo que es equitativo para todos.
A pesar de que el sistema tiene imperfecciones y limitaciones, la aplicación de incentivos y castigos es un ejemplo de equidad para todos por igual. Y eso es muy satisfactorio.
febrero 04, 2009
Phelps y la marihuana
Como le suele suceder a muchos famosos, celebridades y personajes que cumplen el papel de modelos de comportamiento social, siendo especialmente muy jóvenes y estando en el candelero, el nadador Michael Phelps terminó metiendo la pata, siendo sorprendido con una pipa de marihuana en la mano, foto que recorrió el mundo desde que la publicó un tabloide británico.
La marihuana ya a esta altura no es noticia, especialmente después que le dio viso de normalidad el presidente Braack Obama quien admitió haberla fumado e inhalado el humo, alejándose de Bill Clinton que había “confesado” haberla fumado pero sin inhalar.
Desgraciadamente para Phelps, el hecho de que haya sido quien consumía o tenía parafernalia para consumir sí es noticia. No tanto porque batió el récord con sus ocho oro olímpicos, sino porque era parte del “branding” de varias marcas como Speedo, Kellogs y Visa entre otras compañías, que no lo contrataron sólo por ser un recordman, sino por la imagen positiva y el modelo que él representa para los más jóvenes.
Dentro de todo no le fue tan mal. Después de sus disculpas las marcas le ratificaron su confianza y aceptaron que fue una conducta momentánea. Lo que habría que ver ahora es que pasará con esos contratos si se le presentan cargos como han estado amagando algunas autoridades, lo que si bien no son multas ni un castigo de cárcel muy elevado – no alcanza a 30 días – podrían cortar de cuajo un contrato con cláusulas de rescisión en caso de delito.
Puede ser muy exagerado que lo procesen, pero el hecho de que no lo hagan, por otro lado, podría ser un mal antecedente social, ya que significaría que la justicia no es equitativa y se aplica con menor firmeza para quienes tienen aura de celebridad.
La situación se le ha puesto difícil para algunos padres que tendrían que tener excusas en caso de que algún hijo lo tome desprevenido preguntándoles por qué este muchacho cuya imagen resplandece en las cajas de cereales puede fumar marihuana sin ser amonestado, cuando a cualquier otro amiguito le podría valer la expulsión de la escuela.
No es tan fácil ser modelo y actuar en consecuencia pueden pensar muchos y tal vez aquí el delito no sea tan abominable socialmente como si por ejemplo se lo hubiera encontrado en una situación de “shop lifting”, un delito tal vez menor, aunque más condenable socialmente en este contexto actual.
De una u otra forma, existe sobre Phelps la expectativa que actúe de una forma determinada y debe colmar esa expectativa. Ahora fue perdonado, pero los contratos se le caerán si volviera a tropezar con la misma piedra.
La marihuana ya a esta altura no es noticia, especialmente después que le dio viso de normalidad el presidente Braack Obama quien admitió haberla fumado e inhalado el humo, alejándose de Bill Clinton que había “confesado” haberla fumado pero sin inhalar.
Desgraciadamente para Phelps, el hecho de que haya sido quien consumía o tenía parafernalia para consumir sí es noticia. No tanto porque batió el récord con sus ocho oro olímpicos, sino porque era parte del “branding” de varias marcas como Speedo, Kellogs y Visa entre otras compañías, que no lo contrataron sólo por ser un recordman, sino por la imagen positiva y el modelo que él representa para los más jóvenes.
Dentro de todo no le fue tan mal. Después de sus disculpas las marcas le ratificaron su confianza y aceptaron que fue una conducta momentánea. Lo que habría que ver ahora es que pasará con esos contratos si se le presentan cargos como han estado amagando algunas autoridades, lo que si bien no son multas ni un castigo de cárcel muy elevado – no alcanza a 30 días – podrían cortar de cuajo un contrato con cláusulas de rescisión en caso de delito.
Puede ser muy exagerado que lo procesen, pero el hecho de que no lo hagan, por otro lado, podría ser un mal antecedente social, ya que significaría que la justicia no es equitativa y se aplica con menor firmeza para quienes tienen aura de celebridad.
La situación se le ha puesto difícil para algunos padres que tendrían que tener excusas en caso de que algún hijo lo tome desprevenido preguntándoles por qué este muchacho cuya imagen resplandece en las cajas de cereales puede fumar marihuana sin ser amonestado, cuando a cualquier otro amiguito le podría valer la expulsión de la escuela.
No es tan fácil ser modelo y actuar en consecuencia pueden pensar muchos y tal vez aquí el delito no sea tan abominable socialmente como si por ejemplo se lo hubiera encontrado en una situación de “shop lifting”, un delito tal vez menor, aunque más condenable socialmente en este contexto actual.
De una u otra forma, existe sobre Phelps la expectativa que actúe de una forma determinada y debe colmar esa expectativa. Ahora fue perdonado, pero los contratos se le caerán si volviera a tropezar con la misma piedra.
febrero 03, 2009
Censura en Argentina
Como ocurre en forma ciclotímica en Argentina, el gobierno se las ingenia para censurar a los periodistas – en realidad al público en general – cortando de raíz a todo periodista que en forma independiente intente criticarlo y fiscalizarlo.
El método que emplea el gobierno argentino es bien sutil pero burdo a la vez. No hace las cosas en forma directa como Hugo Chávez, por ejemplo, que públicamente desafía o amenaza a periodistas y medios. Lo hace en una forma más solapada: trata de quedarse con el medio, comprarlo literalmente, y a partir de allí convierte a ese medio en una simple caja de resonancia de noticias insípidas e inofensivas.
La última muestra de intolerancia fue la compra de parte de la Radio del Plata por parte de la compañía Electroingeniería, muy allegada al gobierno, y a través de nuevas directivas canceló el contrato que tenía hasta fines de año uno de los periodistas más creíbles y críticos del gobierno argentino, Nelson Castro.
Muerto el perro, acabada la rabia dice el viejo adagio, y así el gobierno se deshace de los críticos más acérrimos. También utiliza la publicidad oficial para callar a los medios que no pueden controlar, como a varios periódicos, entre ellos La Nación y Perfil.
Castro corrió la misma suerte que Víctor Hugo Morales otro periodista a quien súbitamente le cancelaron un contrato y a Pepe Eliaschev, aunque este último caso fue aún peor, porque trabajaba para radio Nacional, emisora del Estado, que se supone que debe ser utilizada como un órgano de todos los argentinos y para lo cual su contenido debe estar basado en la pluralidad y diversidad de los puntos de vista de sus comentaristas y periodistas.
El método que emplea el gobierno argentino es bien sutil pero burdo a la vez. No hace las cosas en forma directa como Hugo Chávez, por ejemplo, que públicamente desafía o amenaza a periodistas y medios. Lo hace en una forma más solapada: trata de quedarse con el medio, comprarlo literalmente, y a partir de allí convierte a ese medio en una simple caja de resonancia de noticias insípidas e inofensivas.
La última muestra de intolerancia fue la compra de parte de la Radio del Plata por parte de la compañía Electroingeniería, muy allegada al gobierno, y a través de nuevas directivas canceló el contrato que tenía hasta fines de año uno de los periodistas más creíbles y críticos del gobierno argentino, Nelson Castro.
Muerto el perro, acabada la rabia dice el viejo adagio, y así el gobierno se deshace de los críticos más acérrimos. También utiliza la publicidad oficial para callar a los medios que no pueden controlar, como a varios periódicos, entre ellos La Nación y Perfil.
Castro corrió la misma suerte que Víctor Hugo Morales otro periodista a quien súbitamente le cancelaron un contrato y a Pepe Eliaschev, aunque este último caso fue aún peor, porque trabajaba para radio Nacional, emisora del Estado, que se supone que debe ser utilizada como un órgano de todos los argentinos y para lo cual su contenido debe estar basado en la pluralidad y diversidad de los puntos de vista de sus comentaristas y periodistas.
febrero 02, 2009
¡Cartón lleno!
Si algo le faltaba a la tómbola o al bingo latinoamericano es que se sumara otro país al fenómeno reeleccionista, ansia política que como un virus se extiende por todo el continente.
Es una vergüenza que a solo seis meses de asumir, el presidente paraguayo, Fernando Lugo, ya se haya sumado a Hugo Chávez (el 15 de febrero va por su segundo cambio constitucional), Evo Morales (ya lo logró el 25 de enero), Rafael Correa (ya irá a votación con su reelección debajo del brazo), Alvaro Uribe (todavía no se definió) y Daniel Ortega (ya hizo el pacto Con Arnoldo Alemán a quien acaba de liberar), para hablar de reelección y cambiar la Constitución a su antojo.
El presidente Lugo es, en realidad, quien menos tardó en inclinarse por una reelección (asumió el 15 de agosto de 2008), ya que los demás, tanto en la campaña, como en los primeros años de Presidencia, dijeron, sostuvieron y confesaron que se irían a su casa apenas terminados sus mandatos. Uribe es el único que todavía está esperando a dar luz verde y tratar de ir por su tercer mandato.
¿Será que estos presidentes creen que la democracia es solo una cuestión de elecciones y de perpetuarse en el poder? ¿Cuándo aprenderán que la democracia no significa apoderarse del poder sino que también es necesaria la alternancia?
Es una vergüenza que a solo seis meses de asumir, el presidente paraguayo, Fernando Lugo, ya se haya sumado a Hugo Chávez (el 15 de febrero va por su segundo cambio constitucional), Evo Morales (ya lo logró el 25 de enero), Rafael Correa (ya irá a votación con su reelección debajo del brazo), Alvaro Uribe (todavía no se definió) y Daniel Ortega (ya hizo el pacto Con Arnoldo Alemán a quien acaba de liberar), para hablar de reelección y cambiar la Constitución a su antojo.
El presidente Lugo es, en realidad, quien menos tardó en inclinarse por una reelección (asumió el 15 de agosto de 2008), ya que los demás, tanto en la campaña, como en los primeros años de Presidencia, dijeron, sostuvieron y confesaron que se irían a su casa apenas terminados sus mandatos. Uribe es el único que todavía está esperando a dar luz verde y tratar de ir por su tercer mandato.
¿Será que estos presidentes creen que la democracia es solo una cuestión de elecciones y de perpetuarse en el poder? ¿Cuándo aprenderán que la democracia no significa apoderarse del poder sino que también es necesaria la alternancia?
febrero 01, 2009
Ortega y el Plan Semana Santa
El líder opositor al Frente Sandinista de Nicaragua, Eduardo Montealegre, quien viene despotricando con que le han robado las elecciones de noviembre pasada mediante un fraude inmenso, tiene razón ahora en denunciar que el presidente Daniel Ortega está obsesionado en hacerlo encarcelar.
En una visita que hice la semana pasada a Nicaragua con una delegación internacional de la SIP para investigar temas sobre libertad de prensa, una fuente de alto nivel me dijo que el gobierno de Ortega tendría entre manos el Plan Semana Santa, que consistiría en seguir apoltronándose en el poder.
Este plan tendría, entre otros objetivos, los siguientes: quitarle la inmunidad parlamentaria a Montealegre para procesarlo por el caso de los Certificados Negociables de Inversión (Cenis); sacaría a la jefa de Policía, Aminta Granera, ya que la ex guerrillera se ha vuelto demasiado independiente del gobierno y no respeta los órganos parapoliciales creados por Ortega, y lograría que la Corte Suprema – ocho integrantes sandinistas y ocho liberales – vote en contra de un recurso de inconstitucionalidad sobre la Ley Arce, la que dejaba sin efecto exoneraciones impositivas para insumos importados para los medios de comunicación.
Esta última medida, permitiría al gobierno recaudar dinero ante la aguda crisis económica, profundizada por la reducción de ayuda del gobierno estadounidense y de varios europeos, debido al fraude y al tono autocrático que está adoptando el “danielismo”.
En una visita que hice la semana pasada a Nicaragua con una delegación internacional de la SIP para investigar temas sobre libertad de prensa, una fuente de alto nivel me dijo que el gobierno de Ortega tendría entre manos el Plan Semana Santa, que consistiría en seguir apoltronándose en el poder.
Este plan tendría, entre otros objetivos, los siguientes: quitarle la inmunidad parlamentaria a Montealegre para procesarlo por el caso de los Certificados Negociables de Inversión (Cenis); sacaría a la jefa de Policía, Aminta Granera, ya que la ex guerrillera se ha vuelto demasiado independiente del gobierno y no respeta los órganos parapoliciales creados por Ortega, y lograría que la Corte Suprema – ocho integrantes sandinistas y ocho liberales – vote en contra de un recurso de inconstitucionalidad sobre la Ley Arce, la que dejaba sin efecto exoneraciones impositivas para insumos importados para los medios de comunicación.
Esta última medida, permitiría al gobierno recaudar dinero ante la aguda crisis económica, profundizada por la reducción de ayuda del gobierno estadounidense y de varios europeos, debido al fraude y al tono autocrático que está adoptando el “danielismo”.
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