Ya no se puede hablar de la “colombianización” de México, porque en realidad el crimen organizado, en especial el narcotráfico, ya ha hecho que en este país supere con creces lo que sucede en Colombia.
En esta etapa los carteles de la droga en México están creando una psicosis del terror para poder ganar y “gobernar” sus territorios a placer. La reacción del gobierno, que el año pasado envió a los militares a las calles, todavía no está dando resultados muy concretos. Lo que tampoco es una tarea fácil, porque el narcotráfico ha infiltrado y corrompido a las instituciones, incluyendo a las Fuerzas Armadas. Justamente, uno de los carteles más temidos es el de Los Zetas, conformado por ex militares desertores que los hacen por dos razones: para cuidar el propio pellejo y el de sus familias porque son continuamente amenazados si no saltan de bando, y porque traficando o protegiendo a los contrabandistas cobran tres, cuatro o cinco veces más su salario.
Esta tarde llegué a México y las sorpresas son espeluznantes. Ayer, un grupo comando del crimen organizado acribilló a siete policías en el estado de Michoacán, no muy lejos de la zona del Distrito Federal. En ese mismo estado ya hubo otras masacres de policías en semanas recientes, lo que lleva a una cifra de 197 uniformados asesinados este año, de un total de 3.051 personas acribilladas en todo el país a manos del crimen organizado.
Las noticias indican que en Sinaloa apareció decapitado un agente de tránsito que había sido secuestrado días pasados. Esta modalidad, morbosa, al estilo de aquellas guerras pasadas en que los vencedores mostraban como trofeo las cabezas de sus vencidos en sus picas, pretende crear un clima de terror y ansiedad colectiva.
En otro estado, en Tabasco, los militares capturaron a una banda de secuestradores compuesta de siete personas, y ya no causó sorpresa que tres de los maleantes hayan sido también militares en su pasado reciente. En Veracruz, la Procuraduría General de Justicia indicó que capturaron a los responsables de un veterinario y un ganadero: entre ellos, el comandante de la Policía Municipal de una localidad. El jefe policial confesó que participó del secuestro y que cobraba 5.000 pesos (unos 500 dólares) por “limpiar la carretera” (para que sus “cuates” pudieran emboscar a quienes plagiarían, y un porcentaje del rescate. Pero lo peor del caso, es que también confesó que le habían ofrecido desertar y ser integrante de la banda, pero prefirió quedarse porque dentro de la corporación “servía más”.
A diario explotan noticias en Perú, Argentina, Brasil, Centroamérica, por no citar a todos, sobre la participación de narcos mexicanos en numerosos delitos violentos, tratando de ganar sus territorios y negocios. México, que todavía sigue siendo un país de paso y no de producción de droga como los es Colombia, sin embargo, ya se ha convertido en un país consumidor. Y ese es el problema, ya que no solamente el narcotraficante mexicano está exportando violencia, sino consumo.
La “mexicanización” de muchos países ya hace rato que empezó. Y si los gobiernos siguen escépticos ante este fenómeno, no faltará mucho en que las calles se llenarán de decapitados y de militares y policías desertores.
Tras la publicación de esta novela que trata sobre la IA y la ética de la verdad y la libertad —se puede adquirir en Amazon—, estoy escribiendo el segundo libro de la trilogía Robots con Alma, sobre la creatividad. Blog por Ricardo Trotti
septiembre 08, 2008
septiembre 06, 2008
Hostilidad oficial contra la libertad
Existe un incremento de manifestaciones hostiles contra periodistas y medios, debido a la polarización política, incentivada especialmente por los poderes ejecutivos como en el caso de Argentina, Bolivia, Colombia, Cuba, Ecuador, Honduras, Nicaragua, Paraguay, Uruguay y Venezuela.
La intención es desacreditar a los reporteros, empujándolos hacia la diatriba y al terreno de la confrontación política. Los presidentes como Hugo Chávez, Cristina Kirchner, Manuel Zelaya, Rafael Correa, Alvaro Uribe, Evo Morales, entre otros, suelen llamar “opositores” a aquellos medios independientes y críticos para que les merme la confianza del público. Lo que sucede, peor aún, es que esas agresiones verbales suelen derivar en ataques físicos y amenazas contra periodistas y medios, una práctica que siempre utilizó el presidente venezolano.
A ello, se suma un incremento de medios de comunicación en manos del poder del Estado, en países como Bolivia y Venezuela o como en Ecuador, cuyo gobierno confiscó varias televisoras y un diario pero no los puso a disposición de la iniciativa privada como prometió.
De esta forma, los gobiernos cometen un doble ilícito. Utilizan recursos públicos para crear empresas cuya única intención es utilizarlas como agentes de propaganda gubernamental, no como medios públicos de información.
En Bolivia se instaló con el apoyo económico venezolano una cadena de 30 radioemisoras y en marzo pasado estaba prevista la instalación de una cadena de canales de televisión, financiada por el gobierno de Irán.
En Venezuela, el gobierno no contento con cerrar las trasmisiones de RCTV, también confiscó sus equipos, robándolos para iniciar su propia televisora oficial. Un estudio sobre medios de comunicación en ese país reveló que el gobierno controlaba, hasta marzo último, el 85 por ciento de las señales televisivas, 3.000 radioemisoras comunitarias y 100 portales en Internet.
La intención es desacreditar a los reporteros, empujándolos hacia la diatriba y al terreno de la confrontación política. Los presidentes como Hugo Chávez, Cristina Kirchner, Manuel Zelaya, Rafael Correa, Alvaro Uribe, Evo Morales, entre otros, suelen llamar “opositores” a aquellos medios independientes y críticos para que les merme la confianza del público. Lo que sucede, peor aún, es que esas agresiones verbales suelen derivar en ataques físicos y amenazas contra periodistas y medios, una práctica que siempre utilizó el presidente venezolano.
A ello, se suma un incremento de medios de comunicación en manos del poder del Estado, en países como Bolivia y Venezuela o como en Ecuador, cuyo gobierno confiscó varias televisoras y un diario pero no los puso a disposición de la iniciativa privada como prometió.
De esta forma, los gobiernos cometen un doble ilícito. Utilizan recursos públicos para crear empresas cuya única intención es utilizarlas como agentes de propaganda gubernamental, no como medios públicos de información.
En Bolivia se instaló con el apoyo económico venezolano una cadena de 30 radioemisoras y en marzo pasado estaba prevista la instalación de una cadena de canales de televisión, financiada por el gobierno de Irán.
En Venezuela, el gobierno no contento con cerrar las trasmisiones de RCTV, también confiscó sus equipos, robándolos para iniciar su propia televisora oficial. Un estudio sobre medios de comunicación en ese país reveló que el gobierno controlaba, hasta marzo último, el 85 por ciento de las señales televisivas, 3.000 radioemisoras comunitarias y 100 portales en Internet.
septiembre 05, 2008
Lima, muestra de la inseguridad urbana
La inseguridad pública es la preocupación mayor de los latinoamericanos. Desde México hasta la Argentina, pasando de Brasil a Ecuador, ningún ciudadano se siente a salvo de sufrir violencia, un atraco o un secuestro express. Todo ha cambiado para peor, incluso en aquellas ciudades, como Buenos Aires, que hasta hace unos años se enorgullecían por su tranquilidad.
En ese sentido, no hay ciudad más demostrativa que Lima. Cuando uno desembarca en el aeropuerto del Callao, y en el recorrido hacia los hoteles de los barrios más acomodados de la ciudad, como San Isidro y Miraflores, no se puede dejar de sorprender de las casas, edificios y comercios que parecen verdaderas fortalezas medievales, con doble rejas de lanzas bien puntiagudas, muros, guardias y hasta alambres electrificadas. Casa humilde o majestuosa da igual, todas están protegidas por una cultura que ha aprendido a desconfiar de la protección del Estado.
Ni el gobierno ni las instituciones de seguridad tienen un gran banco de confianza, aunque la floreciente economía peruana que ha sacado a muchos de la indigencia y de la informalidad laboral, se ha encargado de reducir los niveles de pobreza, y con ello los índices criminales. Sin embargo, no es suficiente todavía para caminar sin mirar de reojo o subir a un transporte público sin poner la billetera en el bolsillo delantero.
Lima es una ciudad rústicamente bella, colonial, arqueológica y con una gastronomía incomparable; pero sin la tranquilidad y la seguridad necesarias, ninguno de esos atributos puede saborearse a plenitud. Me pregunto cuánto debe estar perdiendo esta ciudad en ingresos por turismo, por no tener la visión de hacerla segura y confiable.
En ese sentido, no hay ciudad más demostrativa que Lima. Cuando uno desembarca en el aeropuerto del Callao, y en el recorrido hacia los hoteles de los barrios más acomodados de la ciudad, como San Isidro y Miraflores, no se puede dejar de sorprender de las casas, edificios y comercios que parecen verdaderas fortalezas medievales, con doble rejas de lanzas bien puntiagudas, muros, guardias y hasta alambres electrificadas. Casa humilde o majestuosa da igual, todas están protegidas por una cultura que ha aprendido a desconfiar de la protección del Estado.
Ni el gobierno ni las instituciones de seguridad tienen un gran banco de confianza, aunque la floreciente economía peruana que ha sacado a muchos de la indigencia y de la informalidad laboral, se ha encargado de reducir los niveles de pobreza, y con ello los índices criminales. Sin embargo, no es suficiente todavía para caminar sin mirar de reojo o subir a un transporte público sin poner la billetera en el bolsillo delantero.
Lima es una ciudad rústicamente bella, colonial, arqueológica y con una gastronomía incomparable; pero sin la tranquilidad y la seguridad necesarias, ninguno de esos atributos puede saborearse a plenitud. Me pregunto cuánto debe estar perdiendo esta ciudad en ingresos por turismo, por no tener la visión de hacerla segura y confiable.
septiembre 04, 2008
Los Republicanos cerraron en alza
John McCain no es tan buen orador como Barack Obama, pero esta noche tiró tantas ideas y definió tan bien la plataforma Republicana, que sus partidarios creyeron tocar el cielo con las manos y se sintieron en la Casa Blanca. Su discurso sirvió para diferenciarse de Obama pero también del propio Bush. Prometió que con él llega el cambio a Washington.
No hubo tema con el cual no haya neutralizado la promesa de los Demócratas, desde energía alternativa, mejor economía, salud, educación, mercados libres, seguridad pública, antiterrorismo y liderazgo mundial. Como héroe de guerra defendió la paz mundial y que trabajará sobre ella. Y prometió mayor transparencia y rendición de cuentas en asuntos gubernamentales. Confieso que esto último es de lo que más me gustó de su alocución.
Una de sus prioridades de la noche fue defender a Sarah Palin, que a esta altura, y después del discurso del miércoles no necesita defensa alguna. Ella es de “armas tomar”, y lo demostró con toda la parafernalia que le tiró a Obama, a Biden, e incluso a los medios y periodistas, robándoles a ambos sus líneas de crítica. Su belleza y elegancia, su femineidad y honestidad para decir las cosas, hacen creer que podrá combatir el “establishment” de Washington.
McCain cerró con su experiencia personal. Heroica. Siendo el hijo de un almirante y a quien le ofrecieron la libertad, prefirió quedarse cinco años en un campo vietcong para no abandonar a sus soldados colegas. Dijo que esa misma determinación por luchar por su país, es la experiencia y el amor que trae a la Casa Blanca. “Peleen conmigo”, pidió al final y cerró con una frase muy republicana y nacionalista: “We never hide from history, we make history”. La gente aplaudió a rabiar.
En cuanto a mi intención de voto… el martes dije que me inclinaba por Obama, pero esta noche McCain me hizo pensar diferente. Y cuando la ví a Sarah más aún. Y bueno, el voto no siempre es razonado, también es sentimental.
No hubo tema con el cual no haya neutralizado la promesa de los Demócratas, desde energía alternativa, mejor economía, salud, educación, mercados libres, seguridad pública, antiterrorismo y liderazgo mundial. Como héroe de guerra defendió la paz mundial y que trabajará sobre ella. Y prometió mayor transparencia y rendición de cuentas en asuntos gubernamentales. Confieso que esto último es de lo que más me gustó de su alocución.
Una de sus prioridades de la noche fue defender a Sarah Palin, que a esta altura, y después del discurso del miércoles no necesita defensa alguna. Ella es de “armas tomar”, y lo demostró con toda la parafernalia que le tiró a Obama, a Biden, e incluso a los medios y periodistas, robándoles a ambos sus líneas de crítica. Su belleza y elegancia, su femineidad y honestidad para decir las cosas, hacen creer que podrá combatir el “establishment” de Washington.
McCain cerró con su experiencia personal. Heroica. Siendo el hijo de un almirante y a quien le ofrecieron la libertad, prefirió quedarse cinco años en un campo vietcong para no abandonar a sus soldados colegas. Dijo que esa misma determinación por luchar por su país, es la experiencia y el amor que trae a la Casa Blanca. “Peleen conmigo”, pidió al final y cerró con una frase muy republicana y nacionalista: “We never hide from history, we make history”. La gente aplaudió a rabiar.
En cuanto a mi intención de voto… el martes dije que me inclinaba por Obama, pero esta noche McCain me hizo pensar diferente. Y cuando la ví a Sarah más aún. Y bueno, el voto no siempre es razonado, también es sentimental.
García Márquez se agarrará la cabeza
Gabo tiene una preocupación notable por el buen periodismo y suele criticar a menudo la falta de calidad. Esta semana, desde Monterrey, donde su Fundación Nuevo Periodismo realizó un seminario sobre el tema, dijo que “sufre como un perro” por la mala calidad de los periódicos. Acusó que el periodismo actual se hace muy de prisa, con lo que los periodistas no pueden pensar mejor lo que escriben.
Digo que se agarrará la cabeza porque el periodismo también es negocio y a veces esa vertiente hace que la calidad desmejore o se pierda a propósito. Mientras el Premio Nobel decía esas palabras, en Bogotá, anoche, el diario de referencia, El Tiempo, lanzaba el periódico gratuito ADN, cuya marca la heredó de la empresa española
Planeta que este año compró al líder del periodismo colombiano.
Hasta ahí la historia va bien. ADN será un diario de éxito, gratuito, como se distribuye en Europa, de 24 a 32 páginas, y tendrá una tirada de 300 mil ejemplares por día que circularán en Bogotá, Cali, Medellín y Barranquilla a partir del 15 de septiembre. Sin embargo, El Tiempo tiene una estrategia diferente para su diario popular, “Hoy”, al que desde ayer lo han convertido en un diario más amarillista de lo que era, casi goteando sangre, con la idea de que compita en un segmento mucho más popular para restarle mercado a un nuevo periódico, “QuiHubo”, que entrará el 1 de octubre en Bogotá, un diario propiedad de un conglomerado de periódicos del interior del país.
La mala noticia para la calidad del periodismo es que desde que “Hoy” se transformó en un diario más amarillo, de un día para el otro, su circulación pagada trepó de 11.000 a 24.000 ejemplares. No habrá mejor periodismo, pero sí un mejor negocio y no se puede culpar a una empresa que trate de hacer dinero con lo que el mercado pida, siempre dentro de la ley, más aún cuando no claudica su calidad en su periódico de referencia.
Es una difícil ecuación. Lamentablemente la no calidad también es un buen negocio y la calidad muchas veces es mal negocio. Los diarios están creando o alcanzando nuevos segmentos porque sus lectores tradicionales están desapareciendo, sus empresas se debilitan, y no por un problema de calidad sino por una cuestión de costos de producción, menores índices de lectura y mayor penetración de las nuevas tecnologías.
En Estados Unidos el problema es aún mayor. Los periódicos se están resistiendo porque para sobrevivir están recortando costos y lo primero que se ve afectado es la reducción de periodistas de las salas de redacción. (En posts anteriores di cifras sobre los principales diarios). Obviamente, la calidad se resentirá en el corto y mediano plazo arrastrando a los diarios – al menos en sus versiones impresas - a un callejón sin salida.
De todos modos, entiendo que Gabo se refiere a la calidad de los diarios de referencia, a los líderes, a los que crean opinión en cada ciudad. Y se preocupa con razón. El periodismo, para cumplir cabalmente su misión, debería tener mayor calidad que el contexto donde ejerce, pero rara vez sucede, está inmerso y mimetizado con su propio contexto. Hay mucha mediocridad cuando se habla de la técnica, la profesión y la ética periodística. Puede ser que sea una cuestión del poco tiempo que tienen los periodistas para hacer buen periodismo, como dice Gabo, pero creo que es un tema más profundo, es una cuestión de formación, de liderazgo y de estrategia dentro de los medios.
Digo que se agarrará la cabeza porque el periodismo también es negocio y a veces esa vertiente hace que la calidad desmejore o se pierda a propósito. Mientras el Premio Nobel decía esas palabras, en Bogotá, anoche, el diario de referencia, El Tiempo, lanzaba el periódico gratuito ADN, cuya marca la heredó de la empresa española
Planeta que este año compró al líder del periodismo colombiano.
Hasta ahí la historia va bien. ADN será un diario de éxito, gratuito, como se distribuye en Europa, de 24 a 32 páginas, y tendrá una tirada de 300 mil ejemplares por día que circularán en Bogotá, Cali, Medellín y Barranquilla a partir del 15 de septiembre. Sin embargo, El Tiempo tiene una estrategia diferente para su diario popular, “Hoy”, al que desde ayer lo han convertido en un diario más amarillista de lo que era, casi goteando sangre, con la idea de que compita en un segmento mucho más popular para restarle mercado a un nuevo periódico, “QuiHubo”, que entrará el 1 de octubre en Bogotá, un diario propiedad de un conglomerado de periódicos del interior del país.
La mala noticia para la calidad del periodismo es que desde que “Hoy” se transformó en un diario más amarillo, de un día para el otro, su circulación pagada trepó de 11.000 a 24.000 ejemplares. No habrá mejor periodismo, pero sí un mejor negocio y no se puede culpar a una empresa que trate de hacer dinero con lo que el mercado pida, siempre dentro de la ley, más aún cuando no claudica su calidad en su periódico de referencia.
Es una difícil ecuación. Lamentablemente la no calidad también es un buen negocio y la calidad muchas veces es mal negocio. Los diarios están creando o alcanzando nuevos segmentos porque sus lectores tradicionales están desapareciendo, sus empresas se debilitan, y no por un problema de calidad sino por una cuestión de costos de producción, menores índices de lectura y mayor penetración de las nuevas tecnologías.
En Estados Unidos el problema es aún mayor. Los periódicos se están resistiendo porque para sobrevivir están recortando costos y lo primero que se ve afectado es la reducción de periodistas de las salas de redacción. (En posts anteriores di cifras sobre los principales diarios). Obviamente, la calidad se resentirá en el corto y mediano plazo arrastrando a los diarios – al menos en sus versiones impresas - a un callejón sin salida.
De todos modos, entiendo que Gabo se refiere a la calidad de los diarios de referencia, a los líderes, a los que crean opinión en cada ciudad. Y se preocupa con razón. El periodismo, para cumplir cabalmente su misión, debería tener mayor calidad que el contexto donde ejerce, pero rara vez sucede, está inmerso y mimetizado con su propio contexto. Hay mucha mediocridad cuando se habla de la técnica, la profesión y la ética periodística. Puede ser que sea una cuestión del poco tiempo que tienen los periodistas para hacer buen periodismo, como dice Gabo, pero creo que es un tema más profundo, es una cuestión de formación, de liderazgo y de estrategia dentro de los medios.
septiembre 03, 2008
Colombia es un país de contrastes
Colombia tiene fuertes contrastes. Es un país en guerra y en paz; de violencia y de esperanza; con un Poder Judicial fuerte pero con una impunidad cabalgante. Todo se vive en los extremos. Llegué este lunes a Bogotá y me sorprendieron dos noticias, cuyos mensajes neutralizaban los sentimientos que destilaban los medios, la gente, los taxistas.
Por un lado, el mensaje de violencia de las narco guerrillas de las FARC en el atentado del domingo frente al Palacio de Justicia de Cali que dejó cuatro muertos, decenas de heridos y destrucción de infraestructura; y por el otro, el de paz y esperanza que Ingrid Betancourt ofreció después de visitar al Papa en Castelgandolfo, cuando les dijo públicamente a los dirigentes de las Farc: “Quiero creer que en sus corazones hay espacio para el amor y el perdón, como hay en mi corazón, hay que cortar el círculo de la venganza y el odio”.
Los esfuerzos de las instituciones públicas, que todavía están salpicadas por el paramilitarismo y que han provocado grandes grietas entre el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial, mantienen una dura lucha para terminar con más de 40 años de guerrilla y narcotráfico. Esa mano fuerte es la que le está dando a Alvaro Uribe una altísima popularidad que lo sigue mareando con la posibilidad de una tercera reelección.
En un país en guerra, Uribe ha sido el único que en la práctica le está dando al país la esperanza de la paz. De ahí su aceptación mayoritaria. Ha sabido unir los extremos.
Sobre las elecciones presidenciales estadounidenses:
Miré la Convención Republicana. Me alegré ayer de que la hicieran a medias pensando en los estragos de Gustav. El mensaje de hoy fue demasiado nacionalista y patriótico para mi gusto, enfocado en la heroicidad de McCain y en la seguridad que pregonó Bush, su esposa y los demás invitados, como el demócrata Liberman. Apelan a la fórmula de que el país está sobre el partido, y funciona especialmente para los Republicanos. Hoy me hicieron sentir más Demócrata, y me inclino por Obama.
Por un lado, el mensaje de violencia de las narco guerrillas de las FARC en el atentado del domingo frente al Palacio de Justicia de Cali que dejó cuatro muertos, decenas de heridos y destrucción de infraestructura; y por el otro, el de paz y esperanza que Ingrid Betancourt ofreció después de visitar al Papa en Castelgandolfo, cuando les dijo públicamente a los dirigentes de las Farc: “Quiero creer que en sus corazones hay espacio para el amor y el perdón, como hay en mi corazón, hay que cortar el círculo de la venganza y el odio”.
Los esfuerzos de las instituciones públicas, que todavía están salpicadas por el paramilitarismo y que han provocado grandes grietas entre el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial, mantienen una dura lucha para terminar con más de 40 años de guerrilla y narcotráfico. Esa mano fuerte es la que le está dando a Alvaro Uribe una altísima popularidad que lo sigue mareando con la posibilidad de una tercera reelección.
En un país en guerra, Uribe ha sido el único que en la práctica le está dando al país la esperanza de la paz. De ahí su aceptación mayoritaria. Ha sabido unir los extremos.
Sobre las elecciones presidenciales estadounidenses:
Miré la Convención Republicana. Me alegré ayer de que la hicieran a medias pensando en los estragos de Gustav. El mensaje de hoy fue demasiado nacionalista y patriótico para mi gusto, enfocado en la heroicidad de McCain y en la seguridad que pregonó Bush, su esposa y los demás invitados, como el demócrata Liberman. Apelan a la fórmula de que el país está sobre el partido, y funciona especialmente para los Republicanos. Hoy me hicieron sentir más Demócrata, y me inclino por Obama.
septiembre 02, 2008
Lo inhumano de los huracanes
Lo único humano que tienen los huracanes son nombres: Gustav, Andrew, Katrina, Mitch. El resto es inhumano más allá de su sexo. Todos dejaron secuelas enormes en lo económico, pero mucho más en lo anímico, en el comportamiento social. Basta recordar Katrina hace tres años que sumergió a Nueva Orleans y a Andrews en 1992 que borró a Miami. Devastación, desesperación, angustia, ansiedad e incertidumbre.
Todo huracán, más allá de su categoría, tiene el potencial de ser destructivo. Gustav no pegó tan fuerte como se pronosticaba en Louisiana y Nueva Orleans se salvó de lo peor; pero dejó decenas de muertes en Haití, Jamaica y Cuba. Hanna llegará a la Florida en dos o tres días, pero por suerte, según el pronóstico hasta hoy, el cono de proyección de su paso no es el Sur de la Florida.
Es difícil entender lo que es un huracán si uno no lo experimenta o vive bajo su trayectoria potencial. Por más que no se sufra uno en forma directa en una temporada, siempre existe la incertidumbre y los preparativos y los cambios de planes cada vez que se avizoran en el Atlántico y enfilándose hacia el Caribe y la Florida.
La devastación y la desesperación la sufren quienes lo viven en forma directa, y el resto, en solidaridad, se angustia sabiendo que tiene la viabilidad de ser víctima también en los próximos días. Los preparativos son esquizofrénicos, acarrean ansiedad e incertidumbre. Hay que ir aterrorizado al supermercado en busca de agua, pilas y enlatados que ya desaparecieron; pensar en cuál será el refugio más adecuado para dejar su casa y pertenencias a la deriva; sacar fotos y filmaciones para justificarse ante el seguro, incluso de las oficinas donde todo se paraliza y los planes quedan en suspenso; abandonar a las mascotas; seguir de cerca y con titubeos el pronóstico del tiempo y comunicarse con todos los amigos y familiares para saber sus planes. El estrés es mayúsculo.
Los huracanes traen lo peor, aunque se los soporta un poco mejor en Estados Unidos donde hay una mejor percepción de que el gobierno puede y tiene la capacidad de hacer más (a pesar de Katrina) que en cualquier otro país pobre del Caribe o Centroamérica, donde todas las consecuencias se elevan a la enésima potencia.
Todo huracán, más allá de su categoría, tiene el potencial de ser destructivo. Gustav no pegó tan fuerte como se pronosticaba en Louisiana y Nueva Orleans se salvó de lo peor; pero dejó decenas de muertes en Haití, Jamaica y Cuba. Hanna llegará a la Florida en dos o tres días, pero por suerte, según el pronóstico hasta hoy, el cono de proyección de su paso no es el Sur de la Florida.
Es difícil entender lo que es un huracán si uno no lo experimenta o vive bajo su trayectoria potencial. Por más que no se sufra uno en forma directa en una temporada, siempre existe la incertidumbre y los preparativos y los cambios de planes cada vez que se avizoran en el Atlántico y enfilándose hacia el Caribe y la Florida.
La devastación y la desesperación la sufren quienes lo viven en forma directa, y el resto, en solidaridad, se angustia sabiendo que tiene la viabilidad de ser víctima también en los próximos días. Los preparativos son esquizofrénicos, acarrean ansiedad e incertidumbre. Hay que ir aterrorizado al supermercado en busca de agua, pilas y enlatados que ya desaparecieron; pensar en cuál será el refugio más adecuado para dejar su casa y pertenencias a la deriva; sacar fotos y filmaciones para justificarse ante el seguro, incluso de las oficinas donde todo se paraliza y los planes quedan en suspenso; abandonar a las mascotas; seguir de cerca y con titubeos el pronóstico del tiempo y comunicarse con todos los amigos y familiares para saber sus planes. El estrés es mayúsculo.
Los huracanes traen lo peor, aunque se los soporta un poco mejor en Estados Unidos donde hay una mejor percepción de que el gobierno puede y tiene la capacidad de hacer más (a pesar de Katrina) que en cualquier otro país pobre del Caribe o Centroamérica, donde todas las consecuencias se elevan a la enésima potencia.
septiembre 01, 2008
La impotencia frente a la inseguridad
Como en muchos países del mundo, la gente se está rebelando en contra de los gobiernos debido a la falta de ineficacia del poder público para combatir la inseguridad. Este fin de semana, los mexicanos, cansados de la impotencia que significa vivir en medio de la violencia, salieron a las calles de todo el país hastiados por la ola de violencia y de un gobierno incapaz de neutralizarla.
Siempre recordaré a mi amigo Jesús Blancornelas, director del semanario Zeta de Tijuana, y quien tuvo que soportar el asesinato de tres de sus periodistas y un atentado en su contra, cuando me dijo: “Lo que sucede en México es que el crimen está organizado y la policía desorganizada”, una manera de adjudicarle su condición de corrupta, infiltrada y vendida al narcotráfico.
Los mexicanos están cansados del crimen y dijeron ¡basta ya! después de que esta semana se encontraron más de una quincena de personas decapitadas y continuó en forma rampante el número de secuestros. El sábado por la noche, los mexicanos cantaron el himno nacional y pidieron a gritos que se vayan todos los encargados de Seguridad Pública del gobierno, incluyendo el presidente Felipe Calderón, que por más que sacó a los militares a las calles en la zona fronteriza con Estados Unidos para combatir el narcotráfico, todavía no ha podido producir una sola victoria.
La inseguridad es un tema que, hoy por hoy, las encuestas la sitúan como la epidemia mayor de América Latina, especialmente porque ataca al ciudadanos común y porque utiliza y corrompe a los jóvenes, el segmento poblacional más vulnerable, como queda demostrado en México. Quinientos diez mil seiscientos estudiantes de un total de 3.700.000, el 13.8 por ciento, dijo haber sido víctimas de secuestros, violaciones, robos o asaltos, riñas o peleas, incidentes de tránsito y detenciones.
Pero el mismo sondeo, el primero de nivel nacional sobre Exclusión, Intolerancia y Violencia en Escuelas Públicas de Educación Media Superior, realizada por el Instituto Nacional de Salud Pública entre jóvenes de 15 a 19 años de edad, muestra que 481.000 estudiantes dijeron formar parte de una pandilla.
Los países que no saben proteger a sus jóvenes, comprometen el desarrollo.
PD: Si hoy fueran las elecciones presidenciales en Estados Unidos:
Votaría por los Republicanos. La nominación de Sarah Palin me gustó. No sé por qué todavía, pero me basta para inclinarme a favor de los Republicanos.
Siempre recordaré a mi amigo Jesús Blancornelas, director del semanario Zeta de Tijuana, y quien tuvo que soportar el asesinato de tres de sus periodistas y un atentado en su contra, cuando me dijo: “Lo que sucede en México es que el crimen está organizado y la policía desorganizada”, una manera de adjudicarle su condición de corrupta, infiltrada y vendida al narcotráfico.
Los mexicanos están cansados del crimen y dijeron ¡basta ya! después de que esta semana se encontraron más de una quincena de personas decapitadas y continuó en forma rampante el número de secuestros. El sábado por la noche, los mexicanos cantaron el himno nacional y pidieron a gritos que se vayan todos los encargados de Seguridad Pública del gobierno, incluyendo el presidente Felipe Calderón, que por más que sacó a los militares a las calles en la zona fronteriza con Estados Unidos para combatir el narcotráfico, todavía no ha podido producir una sola victoria.
La inseguridad es un tema que, hoy por hoy, las encuestas la sitúan como la epidemia mayor de América Latina, especialmente porque ataca al ciudadanos común y porque utiliza y corrompe a los jóvenes, el segmento poblacional más vulnerable, como queda demostrado en México. Quinientos diez mil seiscientos estudiantes de un total de 3.700.000, el 13.8 por ciento, dijo haber sido víctimas de secuestros, violaciones, robos o asaltos, riñas o peleas, incidentes de tránsito y detenciones.
Pero el mismo sondeo, el primero de nivel nacional sobre Exclusión, Intolerancia y Violencia en Escuelas Públicas de Educación Media Superior, realizada por el Instituto Nacional de Salud Pública entre jóvenes de 15 a 19 años de edad, muestra que 481.000 estudiantes dijeron formar parte de una pandilla.
Los países que no saben proteger a sus jóvenes, comprometen el desarrollo.
PD: Si hoy fueran las elecciones presidenciales en Estados Unidos:
Votaría por los Republicanos. La nominación de Sarah Palin me gustó. No sé por qué todavía, pero me basta para inclinarme a favor de los Republicanos.
agosto 30, 2008
La neutralización de la política
Demócratas y Republicanos pusieron toda la carne al asador y se están sacando chispas. Ahora sí, se puede decir que comenzó la carrera que terminará el 4 de noviembre con un nuevo Presidente en la Casa Blanca. La estrategia por neutralizar al oponente se puso en evidencia al cierre de la Convención Demócrata en Denver esta semana y al comienzo de la Republicana en Minneapolis este lunes. Barack Obama y John McCain hicieron movidas estratégicas eligiendo a sus compañeros de fórmula para equilibrar las críticas a la falta de experiencia y a la demasiada edad para gobernar, respectivamente.
Fue McCain quien golpeó último sorprendiendo a partidarios e incluso a los medios de comunicación con la elección de una mujer joven que a sus 44 años solo tiene dos como gobernadora de Alaska, el estado más joven y menos poblado de la nación. Sarah Palin, cuya estampa podría ser tapa de Hola y Vogue que de Times o Newsweek, derrochando belleza por sobre juventud e inexperiencia, es una jugada para atraer a los jóvenes que McCain estaba perdiendo con Obama y para robarle a los Demócratas lo que desaprovecharon: Hillary Clinton, la primera mujer al frente de la Casa más codiciada del país.
Obama golpeó en forma excelente al principio de esta semana. Eligió al experimentado senador Joseph Biden de 65 años, de un estado igualmente desconocido, Delaware, pero con un incomparable récord en materia de política internacional y sobre temas de energía, dos aspectos que neutralizan las críticas más acérrimas de McCain y sus Republicanos, y contrarresta en algo los 18 millones de votos que obtuvo Hillary abriendo una grieta que todavía Obama, ni su exitosa Convención, pudieron cerrar. En disputa interna todavía no hay certeza sobre los votos de Hillary, ya que el 50 por ciento (mujeres en su mayoría) está indeciso si dejarán sus votos en el partido o emigrarán hacia los Republicanos. Y en ese punto es donde la figura de la vice Miss Alaska tiene sentido.
En realidad, Biden y Palin, más allá de sus aciertos políticos sirven para sumar o restar las fortalezas y debilidades de los dos nominados a Presidente. La juventud de Obama, 47, es suplida por los 65 del senador de Delaware; mientras que la excesiva experiencia de McCain, 72, por la extraordinaria jovialidad que aportan los 44 de la gobernadora de Alaska. La prueba es contundente, lo que antes parecía una brecha generacional incuestionable, ahora, si se suman las edades de los respectivos compañeros de fórmula, todo queda neutralizado: 116 años para los republicanos contra 112 para los Demócratas.
Ya quedaron lejos aquellos días en que se vislumbraba una batalla despareja y en la que Obama aventajaba con su lema de “cambio” por más de 25 puntos porcentuales a McCain. Incluso antes de la Convención, Obama, según una encuesta de Gallup llevaba la delantera sólo por cuatro puntos, algo no muy alentador si se entiende que McCain personifica la continuidad de la política de George Bush, el más impopular Presidente de la historia. Hoy, según otra encuesta de Gallup, aunque sin considerar la sorpresiva nominación de Palin, Obama sacó mayor ventaja, algo que está en los cálculos para quien termina una Convención y obtiene el rédito político de la propaganda mediática que significa estar en la tapa de los diarios y en el “prime-time” de la televisión por tres días y tres noches seguidas.
Si hasta ahora las batallas fueron intensas, se augura una guerra frontal como nunca, además de global. Las nuevas tecnologías que han achicado al mundo, además de los conflictos internacionales en los que EE.UU. es protagonista, para bien o para mal, hace que todo el mundo esté pendiente y se hagan apuestas hasta en la India, para ver si el liderazgo quedará en las manos del primer negro o del más viejo de la historia. Las dos nominaciones vicepresidenciales agregan condimentos fascinantes para los expertos y desacomodan los sondeos, las expectativas y los pronósticos.
McCain ya se aprovechó de lo que parece un feliz desliz para los Republicanos. Sus spots propagandísticos comenzaron a pegar fuerte esta semana y varios de sus partidarios como el popular ex intendente neyorkino, Rudolph Guliani, adularon a Hillary tratando de seguir dividiendo a los demócratas que buscan dejar las divisiones desde las internas. Para McCain y su campaña, Biden les cae como anillo al dedo, ya que es un demócrata conocido por “bocón” que ha calificado a Obama de inexperto y de “negro limpio” durante la interna con Hillary, aspectos que usarán a ultranza para corroer la fórmula. Para los demócratas, la selección sirve para morigerar las críticas de que Obama, inexperto en política internacional, no sabría cómo lidiar con temas nuevos, como el conflicto Rusia-Georgia o los más añejos como el retiro de tropas de Irak o el influjo en Afganistán. Después de todo, Biden es a Obama lo que Dick Cheney fue a George Bush, a quien también se calificaba de inexperto en asuntos foráneos.
Hasta hace unos días, si uno se guiara por la opinión de los amigos y de lo dicen los medios de comunicación, Obama ganaría fácilmente la elección presidencial, debido a su discurso anti-establishment washingtoniano que no supo hacer nada en los últimos ocho años por controlar la inflación, el costo de la energía, atrapar a Bin Laden y dialogar con gobiernos extranjeros.
Pero ahora la batalla es más pareja. El precio del crudo algo más estable, una población estadounidense que cuatro a uno apoya las intenciones del candidato republicano para perforar las plataformas submarinas en las costas, una Rusia envalentonada y un Irán que provoca con energía nuclear, le sirvieron a McCain para emparejar los sondeos. Eso sin contar lo que la gobernadora Palin trae a la fórmula: una mirada más conservadora que la del propio McCain que tiene bastante descrédito en el interior de su partido, contraria al aborto (neutralizando la posición Católica de Biden), al casamiento entre homosexuales y a favor de un sistema de salud más socialista y que el país mantenga el derecho a la portación de armas de fuego.
Palin es una pieza de ajedrez bien jugada si se piensa en lo importante del voto femenino, en especial el de la Florida, estado que si es ganado, asegura la Presidencia, como quedó demostrado en la elección del 2000 cuando Al Gore perdió este estado por 237 votos, y así la Casa Blanca. Tres de cada cuatro mujeres en la Florida sufragaron a favor de Hillary Clinton en las internas, aunque la intención de voto femenino a nivel nacional se inclina todavía a favor Obama por arriba de McCain.
La verdadera carrera presidencial recién empezará el jueves próximo cuando termine la Convención Republicana. Seguramente empezará de cero, aunque hay un elemento natural que puede conspirar contra la fuerza de Palin, y a la que Obama supo explotar en su discurso de cierre. Se llama Gustav, y no es otro candidato, sino un huracán que está llegando adonde llegó Katrina hace tres años y hace recordar no solo el desastre de Nueva Orleans sino la ineficacia del gobierno más poderoso del planeta para ayudar a su propia gente. Este puede ser el talón de Aquiles de los Republicanos.
No hay seguridad todavía quien desembocará en la Casa Blanca, y así como los nombramientos de Biden y Palin fueron sorpresas políticas agradables, también pudieran sucederse otros hechos inesperados que podrían torcer al electorado como por ejemplo que se capture a Bin Laden o que ocurra un ataque terrorista de envergadura, no solo en el país sino en cualquiera de sus aliados. La agresión a los cuatro trenes de Madrid el 11 de marzo de 2004, además de la catástrofe nacional que significó, fue una desastre para el conservador Partido Popular que vio desvanecidas sus aspiraciones a cuatro días de ganar unas votaciones que parecían segurísimas.
Aunque ya llegamos a casi un año de tiro y aflojes entre los dos partidos más populares del país, la carrera presidencial recién empieza.
Fue McCain quien golpeó último sorprendiendo a partidarios e incluso a los medios de comunicación con la elección de una mujer joven que a sus 44 años solo tiene dos como gobernadora de Alaska, el estado más joven y menos poblado de la nación. Sarah Palin, cuya estampa podría ser tapa de Hola y Vogue que de Times o Newsweek, derrochando belleza por sobre juventud e inexperiencia, es una jugada para atraer a los jóvenes que McCain estaba perdiendo con Obama y para robarle a los Demócratas lo que desaprovecharon: Hillary Clinton, la primera mujer al frente de la Casa más codiciada del país.
Obama golpeó en forma excelente al principio de esta semana. Eligió al experimentado senador Joseph Biden de 65 años, de un estado igualmente desconocido, Delaware, pero con un incomparable récord en materia de política internacional y sobre temas de energía, dos aspectos que neutralizan las críticas más acérrimas de McCain y sus Republicanos, y contrarresta en algo los 18 millones de votos que obtuvo Hillary abriendo una grieta que todavía Obama, ni su exitosa Convención, pudieron cerrar. En disputa interna todavía no hay certeza sobre los votos de Hillary, ya que el 50 por ciento (mujeres en su mayoría) está indeciso si dejarán sus votos en el partido o emigrarán hacia los Republicanos. Y en ese punto es donde la figura de la vice Miss Alaska tiene sentido.
En realidad, Biden y Palin, más allá de sus aciertos políticos sirven para sumar o restar las fortalezas y debilidades de los dos nominados a Presidente. La juventud de Obama, 47, es suplida por los 65 del senador de Delaware; mientras que la excesiva experiencia de McCain, 72, por la extraordinaria jovialidad que aportan los 44 de la gobernadora de Alaska. La prueba es contundente, lo que antes parecía una brecha generacional incuestionable, ahora, si se suman las edades de los respectivos compañeros de fórmula, todo queda neutralizado: 116 años para los republicanos contra 112 para los Demócratas.
Ya quedaron lejos aquellos días en que se vislumbraba una batalla despareja y en la que Obama aventajaba con su lema de “cambio” por más de 25 puntos porcentuales a McCain. Incluso antes de la Convención, Obama, según una encuesta de Gallup llevaba la delantera sólo por cuatro puntos, algo no muy alentador si se entiende que McCain personifica la continuidad de la política de George Bush, el más impopular Presidente de la historia. Hoy, según otra encuesta de Gallup, aunque sin considerar la sorpresiva nominación de Palin, Obama sacó mayor ventaja, algo que está en los cálculos para quien termina una Convención y obtiene el rédito político de la propaganda mediática que significa estar en la tapa de los diarios y en el “prime-time” de la televisión por tres días y tres noches seguidas.
Si hasta ahora las batallas fueron intensas, se augura una guerra frontal como nunca, además de global. Las nuevas tecnologías que han achicado al mundo, además de los conflictos internacionales en los que EE.UU. es protagonista, para bien o para mal, hace que todo el mundo esté pendiente y se hagan apuestas hasta en la India, para ver si el liderazgo quedará en las manos del primer negro o del más viejo de la historia. Las dos nominaciones vicepresidenciales agregan condimentos fascinantes para los expertos y desacomodan los sondeos, las expectativas y los pronósticos.
McCain ya se aprovechó de lo que parece un feliz desliz para los Republicanos. Sus spots propagandísticos comenzaron a pegar fuerte esta semana y varios de sus partidarios como el popular ex intendente neyorkino, Rudolph Guliani, adularon a Hillary tratando de seguir dividiendo a los demócratas que buscan dejar las divisiones desde las internas. Para McCain y su campaña, Biden les cae como anillo al dedo, ya que es un demócrata conocido por “bocón” que ha calificado a Obama de inexperto y de “negro limpio” durante la interna con Hillary, aspectos que usarán a ultranza para corroer la fórmula. Para los demócratas, la selección sirve para morigerar las críticas de que Obama, inexperto en política internacional, no sabría cómo lidiar con temas nuevos, como el conflicto Rusia-Georgia o los más añejos como el retiro de tropas de Irak o el influjo en Afganistán. Después de todo, Biden es a Obama lo que Dick Cheney fue a George Bush, a quien también se calificaba de inexperto en asuntos foráneos.
Hasta hace unos días, si uno se guiara por la opinión de los amigos y de lo dicen los medios de comunicación, Obama ganaría fácilmente la elección presidencial, debido a su discurso anti-establishment washingtoniano que no supo hacer nada en los últimos ocho años por controlar la inflación, el costo de la energía, atrapar a Bin Laden y dialogar con gobiernos extranjeros.
Pero ahora la batalla es más pareja. El precio del crudo algo más estable, una población estadounidense que cuatro a uno apoya las intenciones del candidato republicano para perforar las plataformas submarinas en las costas, una Rusia envalentonada y un Irán que provoca con energía nuclear, le sirvieron a McCain para emparejar los sondeos. Eso sin contar lo que la gobernadora Palin trae a la fórmula: una mirada más conservadora que la del propio McCain que tiene bastante descrédito en el interior de su partido, contraria al aborto (neutralizando la posición Católica de Biden), al casamiento entre homosexuales y a favor de un sistema de salud más socialista y que el país mantenga el derecho a la portación de armas de fuego.
Palin es una pieza de ajedrez bien jugada si se piensa en lo importante del voto femenino, en especial el de la Florida, estado que si es ganado, asegura la Presidencia, como quedó demostrado en la elección del 2000 cuando Al Gore perdió este estado por 237 votos, y así la Casa Blanca. Tres de cada cuatro mujeres en la Florida sufragaron a favor de Hillary Clinton en las internas, aunque la intención de voto femenino a nivel nacional se inclina todavía a favor Obama por arriba de McCain.
La verdadera carrera presidencial recién empezará el jueves próximo cuando termine la Convención Republicana. Seguramente empezará de cero, aunque hay un elemento natural que puede conspirar contra la fuerza de Palin, y a la que Obama supo explotar en su discurso de cierre. Se llama Gustav, y no es otro candidato, sino un huracán que está llegando adonde llegó Katrina hace tres años y hace recordar no solo el desastre de Nueva Orleans sino la ineficacia del gobierno más poderoso del planeta para ayudar a su propia gente. Este puede ser el talón de Aquiles de los Republicanos.
No hay seguridad todavía quien desembocará en la Casa Blanca, y así como los nombramientos de Biden y Palin fueron sorpresas políticas agradables, también pudieran sucederse otros hechos inesperados que podrían torcer al electorado como por ejemplo que se capture a Bin Laden o que ocurra un ataque terrorista de envergadura, no solo en el país sino en cualquiera de sus aliados. La agresión a los cuatro trenes de Madrid el 11 de marzo de 2004, además de la catástrofe nacional que significó, fue una desastre para el conservador Partido Popular que vio desvanecidas sus aspiraciones a cuatro días de ganar unas votaciones que parecían segurísimas.
Aunque ya llegamos a casi un año de tiro y aflojes entre los dos partidos más populares del país, la carrera presidencial recién empieza.
agosto 29, 2008
Regalo de cumpleaños: un tipo preso
Los mejores regalos de cumpleaños son las sorpresas. Esta vez me la dio el Poder Judicial de Colombia, algo que no esperaba. Después de cinco años de trabajar para que se esclarezca el crimen impune del periodista Nelson Carvajal, asesinado en 1998, y casi al borde de la desesperanza, finalmente la Justicia tomó cartas en el asunto.
El jueves pasado, la Fiscalía General - después de que con algunos colegas negociamos varias veces con el gobierno mediante la intervención de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos – apresó al presidente de la Asamblea de Diputados del Huila, Carlos Augusto Rojas Ortiz, como presunto autor intelectual; ordenó la captura de dos guerrilleros de las Farc; pidió a la Corte Suprema de Justicia revisar absoluciones que beneficiaron a dos condenados y ordenó un proceso disciplinario interno por irregularidades en la administración de justicia.
No puedo cantar victoria todavía; el caso no está esclarecido, pero el hecho de que se haya reabierto es ya una señal de esperanza. El crimen había sido archivado en el 2002 y corría el riesgo de quedar olvidado.
En estos años, mientras trabajábamos en post de la resolución del caso, fui testigo de cómo dos hermanas del periodista, su viuda y dos hijas tuvieron que abandonar el país debido a amenazas; una periodista que investigó el caso, está hoy con fuerte custodia policial; y, en mi caso, tuve numerosos altercados con una persona que había sido acusada.
Esclarecer este crimen será sin dudas un canto de esperanza. Creará antecedentes a favor de que se resuelva más de un centenar de asesinatos en este país, y algunos de los otros 334 crímenes de periodistas perpetrados en los últimos 20 años en el continente americano.
El jueves pasado, la Fiscalía General - después de que con algunos colegas negociamos varias veces con el gobierno mediante la intervención de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos – apresó al presidente de la Asamblea de Diputados del Huila, Carlos Augusto Rojas Ortiz, como presunto autor intelectual; ordenó la captura de dos guerrilleros de las Farc; pidió a la Corte Suprema de Justicia revisar absoluciones que beneficiaron a dos condenados y ordenó un proceso disciplinario interno por irregularidades en la administración de justicia.
No puedo cantar victoria todavía; el caso no está esclarecido, pero el hecho de que se haya reabierto es ya una señal de esperanza. El crimen había sido archivado en el 2002 y corría el riesgo de quedar olvidado.
En estos años, mientras trabajábamos en post de la resolución del caso, fui testigo de cómo dos hermanas del periodista, su viuda y dos hijas tuvieron que abandonar el país debido a amenazas; una periodista que investigó el caso, está hoy con fuerte custodia policial; y, en mi caso, tuve numerosos altercados con una persona que había sido acusada.
Esclarecer este crimen será sin dudas un canto de esperanza. Creará antecedentes a favor de que se resuelva más de un centenar de asesinatos en este país, y algunos de los otros 334 crímenes de periodistas perpetrados en los últimos 20 años en el continente americano.
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