Las vidas de un periodista en Honduras, la esposa de un legislador en Ecuador, un sindicalista en Colombia y un médico en Panamá han tenido un fin común en semanas recientes a manos de asesinos a sueldo, una modalidad criminal que ha crecido raudamente en América Latina y que desafía los sistemas nacionales de seguridad pública.
El sicariato o asesinato por encargo ya es un fenómeno regional que desvela no solo a presidentes como Alvaro Uribe, Felipe Calderón o Alan García. También es tema relevante en los discursos de Rafael Correa, Laura Chinchilla, Porfirio Lobo y Ricardo Martinelli; así como foco de editoriales en La Nación de Buenos Aires o Listín Diario en Santo Domingo.
La expansión del crimen organizado y sus delitos conexos, como el narcotráfico, ha aumentado la demanda por matones a sueldo, servicio que se oferta por internet hasta con tarifas de promoción. En Honduras un Observatorio de la Violencia contó 1.719 víctimas de sicariato en 2009; en la ciudad colombiana de Cartagena, donde se inauguró una línea telefónica para denunciar homicidios por encargo, se registró esta semana la víctima número 60; mientras el gobierno estatal de Táchira en Venezuela, ya contabilizó 285 casos de sicariato este año.
El desafío mayor es que la violencia y la falta de una respuesta eficaz del Estado, no solo amenazan la seguridad ciudadana, sino también la gobernabilidad democrática de la región, como argumentó un informe reciente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), tras destacar que Latinoamérica posee los índices de criminalidad más altos del mundo.
Esto es justamente lo que busca evitar el gobierno de Correa en Ecuador, desafiado a actuar tras el aumento del sicariato en ciudades importantes como Guayaquil, donde el 63% de la gente teme ser víctima de sicarios según sondeos recientes. No solo se está reglamentando el uso de motocicletas – vehículo típicamente usado por sicarios - como en Honduras, sino también creando unidades élites de policía, buscando cooperación con Francia y Colombia, a la vez que se promueve una reforma legal para tipificar el delito agravado de sicariato en el Código Penal, suprimir la reducción de penas y disminuir la edad de imputabilidad de menores de 18 años.
Sin embargo, estas políticas más rígidas, que también figuran como estrategia del gobierno panameño, y que aparentan ser medidas disuasivas contra los violentos, están reñidas con estándares interamericanos de derechos humanos. En su informe de mayo sobre Seguridad Ciudadana, la CIDH pide pasar de políticas públicas represivas a preventivas para combatir el crimen, advirtiendo que la presión punitiva o aplicar el derecho penal de adultos a niños y púberes, son medidas de ineficacia histórica.
Las evidencias también muestran que el uso de fuerza militar para combatir el crimen suele acarrear violaciones a los derechos humanos, como se denuncia en México, Colombia o El Salvador. Y se cree que medidas más punitivas pondrían en jaque a los frágiles sistemas carcelarios, como el de Guatemala, que colapsaría en caso de tener que absorber más reos, aun considerando solo una pequeña porción de los 150 mil pandilleros en el país.
La encrucijada no es fácil. El desafío para muchas naciones es qué hacer con tantos delincuentes, cómo evitar que sus cárceles sean escuelas del crimen; o qué hacer con las leyes, porque las que se tienen no sirven y las que se quieren promulgar no se recomiendan.
Lo que sí va quedando claro es que debido a la globalización del crimen, no puede haber reacciones individuales, sino respuestas integrales basadas en la cooperación internacional. En el primer diálogo sobre seguridad a fines de mayo entre EEUU y los países de la Cuenca del Caribe se habló de responsabilidad compartida, medidas preventivas más allá de la respuesta policial y militar, además de intercambio de información, inteligencia, entrenamiento policial y propuestas para reformar sistemas judiciales.
Sin embargo, para que sea viable este nuevo enfoque de cooperación internacional contra la delincuencia y el sicariato, se deben enmendar las relaciones diplomáticas rotas o débiles en un continente que todavía está jironado y dividido por las ideologías de turno. Y esto, en particular, constituye un monumental desafío para los gobiernos latinoamericanos.
Tras la publicación de esta novela que trata sobre la IA y la ética de la verdad y la libertad —se puede adquirir en Amazon—, estoy escribiendo el segundo libro de la trilogía Robots con Alma, sobre la creatividad. Blog por Ricardo Trotti
junio 11, 2010
Mundial clásico
La TV muestra todavía a Shakira sacudiendo sus caderas, toda la fiesta sudafricana, los analistas la inseguridad y los temas irresueltos del apartheid en ese país que estamos aprendiendo a conocer, los periodistas deportivos se lamentan de los lesionados y los no convocados, pero lo que nos importan a los fanáticos, esos que tenemos cultura de fútbol en las venas y que es capaz de infartar el corazón con las alegrías y desazones, queremos el puntapié inicial y que empiecen los goles.
No hay dicha más grande que ver un partido bueno y lleno de golazos, el resto es pura parafernalia que terminará pronto en el olvido. La esencia del Mundial, lo que perdurará en el tiempo y convertirá a un Mundial en clásico son los goles, las jugadas, los resultados y obviamente la corona. Si un país africano la obtendrá, será lo único que se recuerde por siglos. El primer Mundial, el primer título.
Ojala, por el bien del fútbol y de Africa, que este sea un Mundial que se transforme en clásico.
No hay dicha más grande que ver un partido bueno y lleno de golazos, el resto es pura parafernalia que terminará pronto en el olvido. La esencia del Mundial, lo que perdurará en el tiempo y convertirá a un Mundial en clásico son los goles, las jugadas, los resultados y obviamente la corona. Si un país africano la obtendrá, será lo único que se recuerde por siglos. El primer Mundial, el primer título.
Ojala, por el bien del fútbol y de Africa, que este sea un Mundial que se transforme en clásico.
junio 10, 2010
Correa y la anti libertad
El presidente Rafael Correa está siempre inquieto en contra de la SIP organización a la que califica de estar en contra de los periodistas por tratarse de una agrupación de dueños de periódicos que explota a sus periodistas. Es siempre la misma cantaleta que tienen en contra de la libertad de prensa y de empresa los nuevos magnates de la prensa latinoamericana, esos gobernantes como los Kirchner en Argentina, el propio Correa en Ecuador, Hugo Chávez en Venezuela, Evo Morales en Bolivia y Daniel Ortega en Nicaragua, que en los últimos dos años se han adueñado de medios de comunicación en sus países, ya sea expropiándolos, creando nuevos o comprando viejos.
De esto lo saben muy bien un grupo de más de 15 periodistas del diario oficial ecuatoriano El Telégrafo que se alejó de ese diario oficial, expropiado tiempo atrás, porque el gobierno de Correa les estaba imponiendo una línea editorial propagandista en lugar de permitir, que como medio público tuviera una línea plural y diversa para todos los ecuatorianos, como manda la Constitución, y no solo para quienes idolatran al gobierno.
Correa tiene esa verborragia arrogante y dañina propia de los autoritarios, habiéndose disgustado con la SIP porque le envió una carta a la jefa de la cancillería estadounidense, Hillary Clinton, para que pida a Correa frenar el ímpetu gubernamental frente a la nueva Ley de Comunicación, una legislación que directamente pone al Gobierno por sobre todas las cosas, con el peligro de convertirlo en el gran censor del derecho del ecuatoriano a buscar y difundir información. Correa usa los mismos artilugios que usó Chávez cuando justificó la ley de Responsabilidad Social, al decir que lo que realmente no quieren muchos es que se regule la pornografía a través de los medios, cuando en realidad las leyes ya disponibles establecen condicionamientos para este tipo de información.
“Estamos proponiendo una Ley de Comunicación en la que haya mayoría ciudadana en el Consejo. Pero creemos necesario un Consejo que diga: ‘Señores, ustedes no pueden presentar pornografía en horas que los niños están viendo televisión’, dijo Correa. Bueno justamente esta fue la forma en que empezó a defender Chávez aquella ley que luego con los años le permitió cerrar RCTV, emisoras de radios, perseguir a los periodistas y un puñado de atrocidades más en contra de la libertad de empresa y de prensa.
De esto lo saben muy bien un grupo de más de 15 periodistas del diario oficial ecuatoriano El Telégrafo que se alejó de ese diario oficial, expropiado tiempo atrás, porque el gobierno de Correa les estaba imponiendo una línea editorial propagandista en lugar de permitir, que como medio público tuviera una línea plural y diversa para todos los ecuatorianos, como manda la Constitución, y no solo para quienes idolatran al gobierno.
Correa tiene esa verborragia arrogante y dañina propia de los autoritarios, habiéndose disgustado con la SIP porque le envió una carta a la jefa de la cancillería estadounidense, Hillary Clinton, para que pida a Correa frenar el ímpetu gubernamental frente a la nueva Ley de Comunicación, una legislación que directamente pone al Gobierno por sobre todas las cosas, con el peligro de convertirlo en el gran censor del derecho del ecuatoriano a buscar y difundir información. Correa usa los mismos artilugios que usó Chávez cuando justificó la ley de Responsabilidad Social, al decir que lo que realmente no quieren muchos es que se regule la pornografía a través de los medios, cuando en realidad las leyes ya disponibles establecen condicionamientos para este tipo de información.
“Estamos proponiendo una Ley de Comunicación en la que haya mayoría ciudadana en el Consejo. Pero creemos necesario un Consejo que diga: ‘Señores, ustedes no pueden presentar pornografía en horas que los niños están viendo televisión’, dijo Correa. Bueno justamente esta fue la forma en que empezó a defender Chávez aquella ley que luego con los años le permitió cerrar RCTV, emisoras de radios, perseguir a los periodistas y un puñado de atrocidades más en contra de la libertad de empresa y de prensa.
junio 09, 2010
Chávez y la comida
Si hay algo de bizarro en este mundo, Hugo Chávez lo trata de captar y multiplicar con creces. En medio de uno de los escándalos históricos más grandes de la política venezolana en la que el sistema hizo gala de ineficiencia y negligencia al dejar pudrir miles de toneladas de alimentos en cientos de contenedores sin explicación racional, el Presidente venezolano arreció como nunca en contra de la propiedad privada ahondando potencialmente aún más la precaria situación económica actual y comprometiendo el futuro.
Esas cosas inexplicables de Chávez de pensar en popularidad y mano fuerte para llegar tonificado a las elecciones legislativas de setiembre pero que embarran el futuro. Una posición desafiante ante la propiedad privada, con un anuncio de expropiación de empresas privadas, entre las que se cuentan 18 empresas distribuidoras de alimentos acusadas de acaparamiento, pero a las que no se les podría achacar la de pudrir los alimentos. Y uno se pregunta: ¿si el castigo es expropiar y nacionalizar empresas, cuál es el castigo para aquellas empresas corruptas que ya son del Estado? Serán re-nacionalizadas o privatizadas tal vez; porque la verdad que en este relajo y zafarrancho que ha armado Chávez y que no sabe detener, cualquier cosa es posible.
Chávez ya viene expropiando no solo distribuidoras, sino campos, haciendas, gasolineras, bancos y todo aquello que considera que atrae ventajas a sus dueños, como a la Polar - la mayor fabricante de alimentos que se está salvando todavía por la resistencia de sus trabajadores - lo que en otros lados es considerado lo que genera el empleo real y hace funcionar a la economía. Chávez como fascista y comunista, una buena combinación que está consolidando día tras día, cree que tiene poderes monárquicos y le encanta decidir no solo sobre el futuro de Venezuela sino el de cada uno de sus ciudadanos, a los que obliga a vivir de una determinada manera. No pueden olvidarse aquellos momentos cuando al salir por las calles de Caracas señalando edificios y preguntando con sorna sobre a quiénes pertenecían decía con voz endiosada: “exprópiese”.
Chávez es hoy un payaso en el circo inmenso de la política donde está lleno de bufones y equilibristas. Habrá que ver qué fuerzas utilizará para mantener a raya a los ciudadanos y así mantener su equilibrio. Antes de cerrar su función, claro está, pareciera que quiere apagar la luz e irse bien lejos - a la isla de Cuba quizás – donde la justicia de próximos gobiernos tendrá dificultad para alcanzarlo.
Esas cosas inexplicables de Chávez de pensar en popularidad y mano fuerte para llegar tonificado a las elecciones legislativas de setiembre pero que embarran el futuro. Una posición desafiante ante la propiedad privada, con un anuncio de expropiación de empresas privadas, entre las que se cuentan 18 empresas distribuidoras de alimentos acusadas de acaparamiento, pero a las que no se les podría achacar la de pudrir los alimentos. Y uno se pregunta: ¿si el castigo es expropiar y nacionalizar empresas, cuál es el castigo para aquellas empresas corruptas que ya son del Estado? Serán re-nacionalizadas o privatizadas tal vez; porque la verdad que en este relajo y zafarrancho que ha armado Chávez y que no sabe detener, cualquier cosa es posible.
Chávez ya viene expropiando no solo distribuidoras, sino campos, haciendas, gasolineras, bancos y todo aquello que considera que atrae ventajas a sus dueños, como a la Polar - la mayor fabricante de alimentos que se está salvando todavía por la resistencia de sus trabajadores - lo que en otros lados es considerado lo que genera el empleo real y hace funcionar a la economía. Chávez como fascista y comunista, una buena combinación que está consolidando día tras día, cree que tiene poderes monárquicos y le encanta decidir no solo sobre el futuro de Venezuela sino el de cada uno de sus ciudadanos, a los que obliga a vivir de una determinada manera. No pueden olvidarse aquellos momentos cuando al salir por las calles de Caracas señalando edificios y preguntando con sorna sobre a quiénes pertenecían decía con voz endiosada: “exprópiese”.
Chávez es hoy un payaso en el circo inmenso de la política donde está lleno de bufones y equilibristas. Habrá que ver qué fuerzas utilizará para mantener a raya a los ciudadanos y así mantener su equilibrio. Antes de cerrar su función, claro está, pareciera que quiere apagar la luz e irse bien lejos - a la isla de Cuba quizás – donde la justicia de próximos gobiernos tendrá dificultad para alcanzarlo.
junio 08, 2010
Goles son amores
Los de España dan miedo. Le metieron hoy seis pepas a los polacos y de todos los colores y sabores. No por nada esta España que juega como la “naranja mecánica” holandesa del 78 o el Barcelona actual, es el gran favorito de este Mundial. Tiene toque, furia, elegancia y mucho gol.
Entre los seis goles españoles, los tres portugueses, los cinco brasileños de ayer, los seis holandeses… pareciera que este Mundial estará lleno de gritos. No es para menos, como en ninguna otra competencia anterior, las duplas goleadoras de muchos equipos vienen precedidas de un año extraordinario. Y hay equipos que no son muy nombrados, como Uruguay y Holanda, que pueden fácilmente entreverarse en lo más alto del podio.
Goles son amores dice el dicho y ojalá los goleadores hagan gala de ellos en un mundial donde me parece que habrá grandes selecciones y selecciones a secas. Habrá grandes y chicos. No medianos. Las goleadas mostrarán esa diferencia.
Argentina tiene varias esperanzas goleadoras. Messi con 34 y todos los elogios, Higuain con algunos menos en la liga española, Milito con 22 en la italiana y Tévez con 12 en la inglesa muestran la artillería más selecta y precisa, claro está… por separado. Los portugueses tienen a Ronaldo que metió 26 en la liga española, mientras los ingleses cuentan con Rooney con la misma cantidad de goles en la Premier. Pero Italia, a quienes pocos le dan crédito, pero siempre está presente en las finales, y a solo una estrella de Brasil, tiene a Antonio di Natale con 29 goles en el Calcio. España mostró hoy que Torres, Pedro, Alonso, Fábregas, Villa, Xavi o Iniesta la pueden empujar; mientras que los uruguayos tienen una dupla demoledora con Forlán goleador de la última competencia que ganó el Atlético de Madrid, mientras que su compañero, el poco conocido Luis Suárez, es el goleador máximo de los países europeos, con 35 goles en Holanda, y la mejor apuesta de los celestes.
Luis Fabiano con 15 goles en España y Robinho son temibles en el ataque siempre ganador de Brasil; mientras que Oscar Cardozo de Paraguay, con 24 goles en Portugal y el argentino nacionalizado paraguayo, Lucas Barrio, con 19 goles en la liga alemana, ya están dando de qué hablar; mientras que Cuauhtémoc Blanco en México es la apuesta longeva de varios nuevos goleadores aztecas. Claro, en Africa están el camerunés Samuel Eto’o y el marfileño Didier Drogba, que si se recupera de la lesión para el tercer partido, pueden llevar bien alto al continente africano.
Muchos de estos jugadores poco hicieron en el Mundial anterior, pero ahora están cargados de experiencia y sus alforjas llenas de goles. Todos tienen hambre y quieren el botín de oro. Ojalá nos regalen muchos amores.
Entre los seis goles españoles, los tres portugueses, los cinco brasileños de ayer, los seis holandeses… pareciera que este Mundial estará lleno de gritos. No es para menos, como en ninguna otra competencia anterior, las duplas goleadoras de muchos equipos vienen precedidas de un año extraordinario. Y hay equipos que no son muy nombrados, como Uruguay y Holanda, que pueden fácilmente entreverarse en lo más alto del podio.
Goles son amores dice el dicho y ojalá los goleadores hagan gala de ellos en un mundial donde me parece que habrá grandes selecciones y selecciones a secas. Habrá grandes y chicos. No medianos. Las goleadas mostrarán esa diferencia.
Argentina tiene varias esperanzas goleadoras. Messi con 34 y todos los elogios, Higuain con algunos menos en la liga española, Milito con 22 en la italiana y Tévez con 12 en la inglesa muestran la artillería más selecta y precisa, claro está… por separado. Los portugueses tienen a Ronaldo que metió 26 en la liga española, mientras los ingleses cuentan con Rooney con la misma cantidad de goles en la Premier. Pero Italia, a quienes pocos le dan crédito, pero siempre está presente en las finales, y a solo una estrella de Brasil, tiene a Antonio di Natale con 29 goles en el Calcio. España mostró hoy que Torres, Pedro, Alonso, Fábregas, Villa, Xavi o Iniesta la pueden empujar; mientras que los uruguayos tienen una dupla demoledora con Forlán goleador de la última competencia que ganó el Atlético de Madrid, mientras que su compañero, el poco conocido Luis Suárez, es el goleador máximo de los países europeos, con 35 goles en Holanda, y la mejor apuesta de los celestes.
Luis Fabiano con 15 goles en España y Robinho son temibles en el ataque siempre ganador de Brasil; mientras que Oscar Cardozo de Paraguay, con 24 goles en Portugal y el argentino nacionalizado paraguayo, Lucas Barrio, con 19 goles en la liga alemana, ya están dando de qué hablar; mientras que Cuauhtémoc Blanco en México es la apuesta longeva de varios nuevos goleadores aztecas. Claro, en Africa están el camerunés Samuel Eto’o y el marfileño Didier Drogba, que si se recupera de la lesión para el tercer partido, pueden llevar bien alto al continente africano.
Muchos de estos jugadores poco hicieron en el Mundial anterior, pero ahora están cargados de experiencia y sus alforjas llenas de goles. Todos tienen hambre y quieren el botín de oro. Ojalá nos regalen muchos amores.
junio 07, 2010
Maradona no; Argentina tampoco
Diego Maradona es la gran excusa de muchos no argentinos (y algunos connacionales) para expresar sus deseos profundos de que Argentina no gane el Mundial. Es que más allá de que la albiceleste nunca es bien vista, casi todos prefieren a Brasil, el eterno favorito. Como siempre, a la gente le gusta apostar por el potencialmente ganador y por quien, además, le da al fútbol una singular alegría.
Pero volvamos a Maradona. “No me importa Argentina, lo que no quiero es tener que soportar a un Maradona ganador” es la excusa de muchos y en realidad debe ser bien valorada. Maradona tiene una personalidad arrogante, eruptiva, desafiante, resentida, lo que ha demostrado varias veces y confirmó después del partido por las eliminatorias contra Uruguay, cuando recriminó a los periodistas y a sus críticos pidiéndoles que se metan con sus genitales antes que opinar. Esa personalidad estilo “Chávez”, chúcara, irreverente, irrespetuosa es por la que Maradona es mal visto o desconsiderado para merecer cualquier tipo de suerte o los máximos honores de ahora en más en la vida. El deseo de muchos es que por todas las malas acciones que ha producido o han producido sus palabras a lo largo de su carrera y en forma posterior, Maradona pase por el purgatorio en esta vida, no en la próxima.
Lo que encoleriza de Maradona es su personalidad, no su vida. Porque a decir verdad, otros futbolistas o deportistas pasaron por la misma cosa, fueron drogadictos, anduvieron de parranda y festicholas, los agarraron consumiendo anabólicos, polemizaron con el público y con los periodistas o no pasaron los exámenes antidoping. Si Maradona tuviera una personalidad menos intempestiva sus pecados se habrían perdonado de fácil forma, como sucedió con muchos jugadores manchados o no estaría sufriendo la misma condena social.
En realidad, si uno mirara la historia desde otro ángulo, casi como trama de telenovela, lo de Maradona es hoy una historia de éxito que podría inspirar a millones, aunque la FIFA lo siga viendo como a un atorrante. Es decir, es un tipo que vino desde la máxima privacidad de Villa Fiorito, se convirtió en el mejor (o segundo mejor) jugador de la historia y en plena fama derrumbó su vida a base de drogas e indisciplina, estuvo a punto de la muerte física y la que le asignaron los medios de comunicación, resucitó a base de cirugías de alto riesgo, se rearmó, llegó a ser seleccionador de unos de los seleccionados más importantes del mundo y está (como cualquier otro de los 31 técnicos, equipos y países) con potencial de subirse al carro del triunfo máximo del fútbol.
Es realmente una trama impresionante de vida. Tiene todos los componentes: fama, éxito, fracaso, recuperación y superación al mismo tiempo, lo que le ha valido hasta ahora ser el jugador de fútbol más mediático de todos los tiempos más allá de que sus gambetas endemoniadas terminaron más de una década atrás. La pregunta que cabe entonces: ¿Por qué desearle el mal a una persona en esas condiciones?
Reitero. Creo que el seleccionador argentino es solo una excusa, permitiéndole a todos justificarse elegantemente de un deseo mucho más profundo y que va más allá de Maradona: que Argentina no gane el Mundial.
Pero volvamos a Maradona. “No me importa Argentina, lo que no quiero es tener que soportar a un Maradona ganador” es la excusa de muchos y en realidad debe ser bien valorada. Maradona tiene una personalidad arrogante, eruptiva, desafiante, resentida, lo que ha demostrado varias veces y confirmó después del partido por las eliminatorias contra Uruguay, cuando recriminó a los periodistas y a sus críticos pidiéndoles que se metan con sus genitales antes que opinar. Esa personalidad estilo “Chávez”, chúcara, irreverente, irrespetuosa es por la que Maradona es mal visto o desconsiderado para merecer cualquier tipo de suerte o los máximos honores de ahora en más en la vida. El deseo de muchos es que por todas las malas acciones que ha producido o han producido sus palabras a lo largo de su carrera y en forma posterior, Maradona pase por el purgatorio en esta vida, no en la próxima.
Lo que encoleriza de Maradona es su personalidad, no su vida. Porque a decir verdad, otros futbolistas o deportistas pasaron por la misma cosa, fueron drogadictos, anduvieron de parranda y festicholas, los agarraron consumiendo anabólicos, polemizaron con el público y con los periodistas o no pasaron los exámenes antidoping. Si Maradona tuviera una personalidad menos intempestiva sus pecados se habrían perdonado de fácil forma, como sucedió con muchos jugadores manchados o no estaría sufriendo la misma condena social.
En realidad, si uno mirara la historia desde otro ángulo, casi como trama de telenovela, lo de Maradona es hoy una historia de éxito que podría inspirar a millones, aunque la FIFA lo siga viendo como a un atorrante. Es decir, es un tipo que vino desde la máxima privacidad de Villa Fiorito, se convirtió en el mejor (o segundo mejor) jugador de la historia y en plena fama derrumbó su vida a base de drogas e indisciplina, estuvo a punto de la muerte física y la que le asignaron los medios de comunicación, resucitó a base de cirugías de alto riesgo, se rearmó, llegó a ser seleccionador de unos de los seleccionados más importantes del mundo y está (como cualquier otro de los 31 técnicos, equipos y países) con potencial de subirse al carro del triunfo máximo del fútbol.
Es realmente una trama impresionante de vida. Tiene todos los componentes: fama, éxito, fracaso, recuperación y superación al mismo tiempo, lo que le ha valido hasta ahora ser el jugador de fútbol más mediático de todos los tiempos más allá de que sus gambetas endemoniadas terminaron más de una década atrás. La pregunta que cabe entonces: ¿Por qué desearle el mal a una persona en esas condiciones?
Reitero. Creo que el seleccionador argentino es solo una excusa, permitiéndole a todos justificarse elegantemente de un deseo mucho más profundo y que va más allá de Maradona: que Argentina no gane el Mundial.
junio 06, 2010
Mucho fútbol, muchas lesiones
Como nunca antes de un Mundial hubo tantas estrellas lesionadas. No es para menos, se les fue la mano con los partidos amistosos momentos antes de la competencia, lo que pone una doble exigencia sobre los jugadores. Existen en esta Copa cosas tan insólitas como la de Brasil jugando mañana e Italia el martes, tres días antes de la competencia, lo que pareciera ser una reverenda estupidez, exponiendo innecesariamente a sus astros.
Muchos equipos llegan con notas altas, como México que dio su sorpresa en contra de Italia, pero con la mala suerte de haberse lesionado Guillermo Franco, quien junto al chileno Humberto Suazo, el italiano Andrea Pirlo y el estadounidense Jozy Altidore, todavía no se sabe si se recuperan a tiempo o jugarán después de la primera ronda.
El caso peor es el del delantero millonario y referente de Costa De Marfil, Didier Drogba. Inglaterra se quedó sin su capitán, Rio Ferdinand; mientras que Honduras perdió una ficha fundamental, su mediocampista, Wilson Palacios. Nigeria perdió con John Obi Mikel a uno de sus mejores, mientras que si se confirma que realmente el delantero Arjen Robben se lesionó, Holanda estará perdiendo a su mejor carta de triunfo. El eslovaco Martin Skrtel también quedó fuera por su tobillo. También en la lista que no están muy seguros sobre sus lesiones está el argentino Diego Milito, pieza fundamental desde el banco.
Entre los lesionados, este Mundial tendrá cosas muy insólitas, como el referente paraguayo Salvador Cabañas que no asistirá porque se recupera de una herida de bala en la cabeza y de David Beckam, el inglés que si asistirá pero no jugará al fútbol, después de lesionarse el talón de Aquiles cuando ya se había ilusionado con la convocatoria.
Muchos equipos llegan con notas altas, como México que dio su sorpresa en contra de Italia, pero con la mala suerte de haberse lesionado Guillermo Franco, quien junto al chileno Humberto Suazo, el italiano Andrea Pirlo y el estadounidense Jozy Altidore, todavía no se sabe si se recuperan a tiempo o jugarán después de la primera ronda.
El caso peor es el del delantero millonario y referente de Costa De Marfil, Didier Drogba. Inglaterra se quedó sin su capitán, Rio Ferdinand; mientras que Honduras perdió una ficha fundamental, su mediocampista, Wilson Palacios. Nigeria perdió con John Obi Mikel a uno de sus mejores, mientras que si se confirma que realmente el delantero Arjen Robben se lesionó, Holanda estará perdiendo a su mejor carta de triunfo. El eslovaco Martin Skrtel también quedó fuera por su tobillo. También en la lista que no están muy seguros sobre sus lesiones está el argentino Diego Milito, pieza fundamental desde el banco.
Entre los lesionados, este Mundial tendrá cosas muy insólitas, como el referente paraguayo Salvador Cabañas que no asistirá porque se recupera de una herida de bala en la cabeza y de David Beckam, el inglés que si asistirá pero no jugará al fútbol, después de lesionarse el talón de Aquiles cuando ya se había ilusionado con la convocatoria.
junio 05, 2010
Fútbol a partir de ahora
Más allá de que escribiré otras cosas que me molestan, no puedo obviar, como les pasa a la mayoría de ustedes, empezar a calentar los motores por el Mundial de Sudáfrica y desahogar las penas y alegrías por esta gran pasión. La ansiedad es mucha y a seis días de que Sudáfrica enfrente a México, el tiempo parece detenido, no pasa, no llega.
Claro está que voy por cualquier equipo de las Américas en caso de que mi querida Argentina se quede en el camino. Lloraré como otras veces. Tendré pesadillas. No quiero que Brasil salga campeón porque haciendo cálculos matemáticos, en mi vida la “celeste-y-blanca” no alcanzaría a igualar el record de la “verdeamarela” ni por las tapas, de seis copas contando la posible actual. Pero preferiría Brasil antes que Inglaterra, sin dudas. Prefiero a Honduras antes que a México o a Chile, aunque me entusiasma Bielsa, así como Martino el otro técnico argentino que dirige a Paraguay, pero antes que a paraguayos y también uruguayos, prefiero a mis adoptivos estadounidenses.
Del resto me da igual, pero iría por España por mi hermano y su familia, aunque traicionaría a mis ancestrales italianos; por lo que con Holanda me sentiría muy cómodo si el triunfador sería un europeo. Por el resto, si ganara un africano o un asiático sentiría como que el Mundial no fue importante, como se sentiría un brasileño si su equipo pierde en primera ronda o pierde la clasificación para entra a una Copa del Mundo.
Aunque algunos crean que en el Mundial solo hay 32 equipos, en realidad en las dolorosas eliminatorias de los últimos tres años participaron los 208 países miembros, lo que hace a la FIFA y a la práctica del fútbol un proceso muy democrático. Distinta, claro está, es la apreciación que uno puede hacer de esta competencia en caso de que su país esté o no como finalista.
Claro está que voy por cualquier equipo de las Américas en caso de que mi querida Argentina se quede en el camino. Lloraré como otras veces. Tendré pesadillas. No quiero que Brasil salga campeón porque haciendo cálculos matemáticos, en mi vida la “celeste-y-blanca” no alcanzaría a igualar el record de la “verdeamarela” ni por las tapas, de seis copas contando la posible actual. Pero preferiría Brasil antes que Inglaterra, sin dudas. Prefiero a Honduras antes que a México o a Chile, aunque me entusiasma Bielsa, así como Martino el otro técnico argentino que dirige a Paraguay, pero antes que a paraguayos y también uruguayos, prefiero a mis adoptivos estadounidenses.
Del resto me da igual, pero iría por España por mi hermano y su familia, aunque traicionaría a mis ancestrales italianos; por lo que con Holanda me sentiría muy cómodo si el triunfador sería un europeo. Por el resto, si ganara un africano o un asiático sentiría como que el Mundial no fue importante, como se sentiría un brasileño si su equipo pierde en primera ronda o pierde la clasificación para entra a una Copa del Mundo.
Aunque algunos crean que en el Mundial solo hay 32 equipos, en realidad en las dolorosas eliminatorias de los últimos tres años participaron los 208 países miembros, lo que hace a la FIFA y a la práctica del fútbol un proceso muy democrático. Distinta, claro está, es la apreciación que uno puede hacer de esta competencia en caso de que su país esté o no como finalista.
Chávez oficializa la censura
Hugo Chávez oficializó la censura en Venezuela, con un reciente decreto presidencial por el cual creó el Centro de Estudio Situacional de la Nación (CESNA), un organismo que estará encargado de “recopilar, procesar, analizar e integrar” informaciones de interés nacional provenientes del Estado y la sociedad.
Es decir, continuará, pero ahora oficialmente, centralizando la información, posición contraria a la tendencia generalizada en Latinoamérica de países que están promulgando leyes sobre acceso a la información pública, lo que obliga a los estados a ser más transparentes y compartir la información que administran pero que no les pertenece.
De esta forma, este nuevo instrumento será el que tendrá el poder de “declarar el carácter de reservada, clasificada o de divulgación limitada a cualquier información, hecho o circunstancia”. Lo que obviamente, por la experiencia de lo que viene demostrando el chavismo, de no dar información pero sí hacer propaganda, no es difícil imaginar que este será un órgano dedicado a establecer la censura de lo que el régimen no quiere compartir.
Una ley de acceso a la información pública no solo obliga al Estado a ofrecer lo que no es suyo, sino que además permite que los funcionarios que niegan la información sean castigados, asegurando de esa forma que sea un instrumento de servicio al pueblo y no de protección de los funcionario.
Esta es otra vuelta de tuerca de un régimen que se sigue consolidando como autoritario.
Es decir, continuará, pero ahora oficialmente, centralizando la información, posición contraria a la tendencia generalizada en Latinoamérica de países que están promulgando leyes sobre acceso a la información pública, lo que obliga a los estados a ser más transparentes y compartir la información que administran pero que no les pertenece.
De esta forma, este nuevo instrumento será el que tendrá el poder de “declarar el carácter de reservada, clasificada o de divulgación limitada a cualquier información, hecho o circunstancia”. Lo que obviamente, por la experiencia de lo que viene demostrando el chavismo, de no dar información pero sí hacer propaganda, no es difícil imaginar que este será un órgano dedicado a establecer la censura de lo que el régimen no quiere compartir.
Una ley de acceso a la información pública no solo obliga al Estado a ofrecer lo que no es suyo, sino que además permite que los funcionarios que niegan la información sean castigados, asegurando de esa forma que sea un instrumento de servicio al pueblo y no de protección de los funcionario.
Esta es otra vuelta de tuerca de un régimen que se sigue consolidando como autoritario.
junio 04, 2010
Bicentenarios y libertad
Cristina Kirchner, Rafael Correa y Hugo Chávez declamaron discursos ideológicos trillados durante los actos del Bicentenario argentino esta semana, empleando como sinónimos los significados de independencia y libertad.
En realidad se trata de dos valores muy diferentes. Un país puede ser independiente, pero no necesariamente libre. El caso de Cuba así lo demuestra. La independencia es una acción circunstancial, en cambio la libertad es un derecho natural; cuando el Estado lo subvierte, se desnaturaliza a sí mismo.
Esta confusión dialéctica es una vieja coartada de la izquierda latinoamericana. Usa de chivo expiatorio la dependencia externa o la opresión del imperio, al tiempo que internamente aprovecha para coartar las libertades públicas y los derechos civiles. Chávez es el caso típico. Mientras en Argentina reclamaba “independencia plena” frente a la nueva Galería de los Patriotas Latinoamericanos de la Casa Rosada – donde insolentemente equiparaba a San Martín con el Che Guevara - en su Caracas se proscribía mediante ley a varios opositores para las elecciones de setiembre y se expropiaban más empresas.
El cansino llorisqueo contra el colonialismo, como el de Correa, quien reclamó al llegar a Buenos Aires que “nos falta alcanzar la independencia económica, social, cultural, liberarnos de todo el imperialismo”, no es más que una cortina de humo para esconder la ineficiencia frente a la inseguridad, la pobreza, la falta de educación y el desempleo, carencias que no están tan atadas a la dependencia de potencias foráneas, como sí ligadas a la incapacidad doméstica.
El ex presidente costarricense, Oscar Arias, ya venía desnudando estos pretextos en cumbres presidenciales. En su recordado discurso de Cancún en febrero, pedía que “ni el colonialismo español, ni la falta de recursos naturales, ni la hegemonía de Estados Unidos, ni ninguna otra teoría producto de la victimización eterna de América Latina”, se deben utilizar para justificar los gastos en armamentismo en detrimento del presupuesto para educación; el talón de Aquiles de una región que 30 años atrás era más rica que el ahora potentado sudeste asiático.
La falta de educación y libertad no solo afecta los resultados económicos, sino también es responsable de la pobreza cívica, como es evidente en el socialismo chavista. De ahí que muchos gobiernos latinoamericanos hayan tenido éxito con reformas constitucionales y electorales, que les permiten gobernar solo para las mayorías mientras aniquilan cada vez más a la oposición.
El retroceso de las libertades internas y no la dependencia foránea es el verdadero factor de atraso en América Latina. Una medición reciente de la organización no gubernamental, Freedom House, muestra este preocupante declive y describe con alarma como los estados autoritarios en el mundo, incluida Venezuela junto a Rusia e Irán, no solo son más represivos, sino también, más influyentes en la arena internacional.
En nuestro continente, el informe ve un retroceso en los últimos cuatro años, remarcando menos libertades democráticas en Honduras, Guatemala y Nicaragua, al tiempo que descalifica como plenas democracias a Ecuador, Colombia, Bolivia y Paraguay. A Cuba, el único país no libre del hemisferio, le atribuye además, junto a Bielorrusia y Myanmar, ser el más represivo del mundo en materia de libertad de prensa.
La disminución de la libertad carcome el sistema político y degrada la confianza de los ciudadanos. Y aunque en Argentina la presidenta Kirchner haya capitalizado las celebraciones populares y los 27 años de proceso democrático ininterrumpido, debería prestar más atención a las encuestas más recientes, donde los argentinos creen en la democracia, pero desconfían de las instituciones y de la dirigencia política, así como a lo interno aborrecen la escasa independencia entre los poderes republicanos.
La desconfianza democrática – salvo notables excepciones como Chile y Brasil - es moneda común en varios países latinoamericanos, alimentada por declaraciones irresponsables como las del presidente nicaragüense Daniel Ortega, quien dijo preferir gobernar con Congreso cerrado.
Esta falta de independencia de poderes y de contrapesos y balance, son las características más relevantes del autoritarismo actual, y las que amenazan nuestro derecho sagrado a la libertad. La dependencia foránea es solo la excusa en este juego dialéctico.
En realidad se trata de dos valores muy diferentes. Un país puede ser independiente, pero no necesariamente libre. El caso de Cuba así lo demuestra. La independencia es una acción circunstancial, en cambio la libertad es un derecho natural; cuando el Estado lo subvierte, se desnaturaliza a sí mismo.
Esta confusión dialéctica es una vieja coartada de la izquierda latinoamericana. Usa de chivo expiatorio la dependencia externa o la opresión del imperio, al tiempo que internamente aprovecha para coartar las libertades públicas y los derechos civiles. Chávez es el caso típico. Mientras en Argentina reclamaba “independencia plena” frente a la nueva Galería de los Patriotas Latinoamericanos de la Casa Rosada – donde insolentemente equiparaba a San Martín con el Che Guevara - en su Caracas se proscribía mediante ley a varios opositores para las elecciones de setiembre y se expropiaban más empresas.
El cansino llorisqueo contra el colonialismo, como el de Correa, quien reclamó al llegar a Buenos Aires que “nos falta alcanzar la independencia económica, social, cultural, liberarnos de todo el imperialismo”, no es más que una cortina de humo para esconder la ineficiencia frente a la inseguridad, la pobreza, la falta de educación y el desempleo, carencias que no están tan atadas a la dependencia de potencias foráneas, como sí ligadas a la incapacidad doméstica.
El ex presidente costarricense, Oscar Arias, ya venía desnudando estos pretextos en cumbres presidenciales. En su recordado discurso de Cancún en febrero, pedía que “ni el colonialismo español, ni la falta de recursos naturales, ni la hegemonía de Estados Unidos, ni ninguna otra teoría producto de la victimización eterna de América Latina”, se deben utilizar para justificar los gastos en armamentismo en detrimento del presupuesto para educación; el talón de Aquiles de una región que 30 años atrás era más rica que el ahora potentado sudeste asiático.
La falta de educación y libertad no solo afecta los resultados económicos, sino también es responsable de la pobreza cívica, como es evidente en el socialismo chavista. De ahí que muchos gobiernos latinoamericanos hayan tenido éxito con reformas constitucionales y electorales, que les permiten gobernar solo para las mayorías mientras aniquilan cada vez más a la oposición.
El retroceso de las libertades internas y no la dependencia foránea es el verdadero factor de atraso en América Latina. Una medición reciente de la organización no gubernamental, Freedom House, muestra este preocupante declive y describe con alarma como los estados autoritarios en el mundo, incluida Venezuela junto a Rusia e Irán, no solo son más represivos, sino también, más influyentes en la arena internacional.
En nuestro continente, el informe ve un retroceso en los últimos cuatro años, remarcando menos libertades democráticas en Honduras, Guatemala y Nicaragua, al tiempo que descalifica como plenas democracias a Ecuador, Colombia, Bolivia y Paraguay. A Cuba, el único país no libre del hemisferio, le atribuye además, junto a Bielorrusia y Myanmar, ser el más represivo del mundo en materia de libertad de prensa.
La disminución de la libertad carcome el sistema político y degrada la confianza de los ciudadanos. Y aunque en Argentina la presidenta Kirchner haya capitalizado las celebraciones populares y los 27 años de proceso democrático ininterrumpido, debería prestar más atención a las encuestas más recientes, donde los argentinos creen en la democracia, pero desconfían de las instituciones y de la dirigencia política, así como a lo interno aborrecen la escasa independencia entre los poderes republicanos.
La desconfianza democrática – salvo notables excepciones como Chile y Brasil - es moneda común en varios países latinoamericanos, alimentada por declaraciones irresponsables como las del presidente nicaragüense Daniel Ortega, quien dijo preferir gobernar con Congreso cerrado.
Esta falta de independencia de poderes y de contrapesos y balance, son las características más relevantes del autoritarismo actual, y las que amenazan nuestro derecho sagrado a la libertad. La dependencia foránea es solo la excusa en este juego dialéctico.
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