Fiel a su costumbre de confrontación y de contradecirse de todo lo que habla, Hugo Chávez comenzó a burlarse esta vez de Barack Obama y a reprocharle que debe visitarlo en Venezuela para hablar con él y que se rectifique de criticarlo por su forma autoritaria de gobernar y sus injerencias imperialistas. Aunque se había deshecho en elogios durante las elecciones estadounidenses a favor de Omaba para castigar al gobierno de George Bush, se sabía que era una cuestión de tiempo hasta que empezara a contradecirse y confrontar.
Desde que asumió en 1999 Chávez no ha hecho otra cosa que confrontar. Su estilo es dividir y polarizar, sin dejar, por supuesto, de dedicarle gran parte de su tiempo al proyecto personal de perpetuarse en el poder, para lo cual gasta millones en propaganda y en organizar muchedumbres para que lo vitoreen y rindan pleitesías debajo de afiches gigantescos con su imagen, ya ni siquiera la de Bolívar. Esta semana en Venezuela, “su” Asamblea Legislativa (sólo hay siete diputados que no son chavista o que dejaron el chavismo) sancionó la ley del cambio constitucional que le permitirá buscar la reelección indefinida, opción que le fue negada en diciembre de 2007 tras un referendo.
Tal como en aquellos días, Chávez dijo ayer que si el 15 de febrero pierde el “Sí” por la reelección hará las maletas y se irá. Obviamente no se irá y de nuevo en un año estará buscando lo mismo. Chávez no se cansa ni le importa contradecirse a sí mismo. En esta semana lo hizo con varias cosas sin un ápice de vergüenza. Dijo el lunes que cortaría la ayuda humanitaria a millares de estadounidenses pobres que se benefician con petróleo barato para la calefacción y el martes dijo que continuaría con ese programa, , todo como parte de una estrategia para recordar sus hitos de salvador. El domingo puso en dudas que Fidel Castro estaría vivo al decir que “ya no tendremos al guerrero de antes”, mientras que el miércoles alabó su salud y sus dotes intelectuales intactas. Días antes recordó que el petróleo de los venezolanos era para los venezolanos y el miércoles dispuso llamar a licitación para explotar la reserva del Orinoco a petroleras norteamericanas. Contradicciones y sin vergüenza.
Tras la publicación de esta novela que trata sobre la IA y la ética de la verdad y la libertad —se puede adquirir en Amazon—, estoy escribiendo el segundo libro de la trilogía Robots con Alma, sobre la creatividad. Blog por Ricardo Trotti
enero 17, 2009
enero 16, 2009
Esquivando zapatos
El presidente George Bush se despidió anoche después de ocho años en la Casa Blanca tratando de esquivar zapatos que le hubieran querido tirar, como el periodista iraquí, muchos estadounidenses y ciudadanos de todo el mundo.
Su imagen quedó por el suelo después de dos guerras muy impopulares y un descalabro económico para el cual los Republicanos son acusados de no haber regulado o controlado. Bush, a pocos meses de su mandato, y tras subir en el 2000 habiendo perdido las elecciones populares pero ganándole a Al Gore por el Colegio Electoral, había tenido los mejores ratings de popularidad que un presidente puede tener. Ello se debió a las simpatías que había despertado él y el país tras el atentado de Septiembre 11 de 2001.
Luego vinieron los infortunios que empezaron con grandes acusaciones sobre si había o no armas de destrucción masiva en Irak y la invasión a ese país que hasta ahora lleva una friolera de más de 60 mil víctimas iraquíes y casi 4 mil de soldados estadounidenses. En aquel entonces, sin embargo, los Demócratas que tanto acusaron a Bush y su partido, acogieron con unanimidad el tema de la invasión y otras políticas agresivas de la diplomacia estadounidense. Es decir, Bush no actuó solo y sin el consentimiento de la comunidad internacional aunque desoyó pedidos de la ONU en ese sentido.
El legado de Bush, de haber “actuado bajo mi conciencia”, no es muy popular, aunque en las elecciones pasadas John McCain sacó solo 7 millones menos de votos que Obama, lo que implica que el país siguió votando por los Republicanos y que tal vez piensen, como Bush, que sus políticas agresivas han protegido al suelo estadounidense de otros ataques terroristas.
Para muchos, el hecho de que no se haya atrapado a Osama Bin Laden y que se ha torturado a terroristas en Guatánamo sin proceso judicial, son cosas inauditas s para un gobierno norteamericano.
Bush dice que la historia sabrá acomodar el servicio que él brindó al país. Es verdad, el tiempo siempre acomoda las cosas. Especialmente podrá ser contrastado y observada su presidencia en perspectiva con lo que irá haciendo el próximo presidente Barack Obama. Si hay un nuevo ataque terrorista contra el país o algún otro reto de envergadura, todos compararán con lo que hizo Bush y de ahí podrán subirlo o bajarlo de un pedestal.
Su imagen quedó por el suelo después de dos guerras muy impopulares y un descalabro económico para el cual los Republicanos son acusados de no haber regulado o controlado. Bush, a pocos meses de su mandato, y tras subir en el 2000 habiendo perdido las elecciones populares pero ganándole a Al Gore por el Colegio Electoral, había tenido los mejores ratings de popularidad que un presidente puede tener. Ello se debió a las simpatías que había despertado él y el país tras el atentado de Septiembre 11 de 2001.
Luego vinieron los infortunios que empezaron con grandes acusaciones sobre si había o no armas de destrucción masiva en Irak y la invasión a ese país que hasta ahora lleva una friolera de más de 60 mil víctimas iraquíes y casi 4 mil de soldados estadounidenses. En aquel entonces, sin embargo, los Demócratas que tanto acusaron a Bush y su partido, acogieron con unanimidad el tema de la invasión y otras políticas agresivas de la diplomacia estadounidense. Es decir, Bush no actuó solo y sin el consentimiento de la comunidad internacional aunque desoyó pedidos de la ONU en ese sentido.
El legado de Bush, de haber “actuado bajo mi conciencia”, no es muy popular, aunque en las elecciones pasadas John McCain sacó solo 7 millones menos de votos que Obama, lo que implica que el país siguió votando por los Republicanos y que tal vez piensen, como Bush, que sus políticas agresivas han protegido al suelo estadounidense de otros ataques terroristas.
Para muchos, el hecho de que no se haya atrapado a Osama Bin Laden y que se ha torturado a terroristas en Guatánamo sin proceso judicial, son cosas inauditas s para un gobierno norteamericano.
Bush dice que la historia sabrá acomodar el servicio que él brindó al país. Es verdad, el tiempo siempre acomoda las cosas. Especialmente podrá ser contrastado y observada su presidencia en perspectiva con lo que irá haciendo el próximo presidente Barack Obama. Si hay un nuevo ataque terrorista contra el país o algún otro reto de envergadura, todos compararán con lo que hizo Bush y de ahí podrán subirlo o bajarlo de un pedestal.
enero 15, 2009
Legitimando a La Habana
Habiendo hecho gala de respetar los derechos humanos y combatir durante su mandato y el anterior de su marido los crímenes atroces de la dictadura militar de Argentina, la presidenta Cristina de Kirchner tiene ahora la oportunidad de reivindicar su lucha cuando viaje este fin de semana a Cuba.
Ayer Human Rights Watch pidió públicamente a la presidenta que hable con los disidentes, a lo que se sumó una carta que dejó en la embajada argentina en La Habana, una delegación de las Damas de Blanco, esposas de los disidentes que fueron apresados durante la “primavera negra” de marzo de 2003, pidiéndole una audiencia.
Seguramente Cristina de Kirchner no se reunirá con nadie en disenso al gobierno de Raúl Castro, justificándose y aliviada de que se lo prohíben a todo político extranjero que pise suelo cubano. De esa forma desestimará que existen en la isla 267 presos políticos, que muchos presentan graves estado de salud y dará la espalda a un pueblo que ha sufrido la falta de libertad y que esta semana, en una encuesta clandestina de Cubabarómetro en la isla, pide a gritos democracia, siendo que el 77.2 por ciento considera que el sistema de elección general debe ser cambiado por un sistema de voto directo de todos los ciudadanos. (Ver resultados completos en El Nuevo Herald de Miami).
Lamentablemente, la Presidenta argentina irá a La Habana a legitimar una dictadura a la que combate en su país y que critica en otras latitudes como la ex chilena de Pinochet. Se trata en sí de una posición ideológica oportunista.
Ayer Human Rights Watch pidió públicamente a la presidenta que hable con los disidentes, a lo que se sumó una carta que dejó en la embajada argentina en La Habana, una delegación de las Damas de Blanco, esposas de los disidentes que fueron apresados durante la “primavera negra” de marzo de 2003, pidiéndole una audiencia.
Seguramente Cristina de Kirchner no se reunirá con nadie en disenso al gobierno de Raúl Castro, justificándose y aliviada de que se lo prohíben a todo político extranjero que pise suelo cubano. De esa forma desestimará que existen en la isla 267 presos políticos, que muchos presentan graves estado de salud y dará la espalda a un pueblo que ha sufrido la falta de libertad y que esta semana, en una encuesta clandestina de Cubabarómetro en la isla, pide a gritos democracia, siendo que el 77.2 por ciento considera que el sistema de elección general debe ser cambiado por un sistema de voto directo de todos los ciudadanos. (Ver resultados completos en El Nuevo Herald de Miami).
Lamentablemente, la Presidenta argentina irá a La Habana a legitimar una dictadura a la que combate en su país y que critica en otras latitudes como la ex chilena de Pinochet. Se trata en sí de una posición ideológica oportunista.
enero 14, 2009
Desestabilizadores de la democracia
El presidente Alvaro Colom de Guatemala no pudo celebrar mejor su primer año de gobierno que sumándose a otros mandatarios latinoamericanos para acusar a periodistas, columnistas, medios, líderes de la oposición o de sindicatos y asociaciones civiles de “desestabilizar la democracia”.
Colom se sumó así a otros que denuncian frecuentemente conjuras y conspiraciones como especialmente lo hace Hugo Chávez, además de Evo Morales, Manuel Zelaya, Alvaro Uribe, Cristina de Kirchner, Rafael Correa, etc.
Colom aludió esta vez a críticas que el diario más importante de Guatemala, Prensa Libre, hizo sobre la labor de su gobierno y la de su esposa, tal vez para tapar problemas graves de su Presidencia que no está pudiendo conciliar, como es la creciente inseguridad pública y la pobreza. Ya en diciembre había denunciado planes para asesinarlo. En ambos casos, como ocurre con la mayoría de los presidentes, no aportó pruebas ni sobre la conspiración ni sobre la desestabilización.
Es una vieja treta que usa continuamente Hugo Chávez - ha detectado casi una docena de planes para asesinarlo, muy al estilo a los que detectaba Fidel Castro en su contra cuando todavía reinaba sobre la isla – quien ahora criticó de desestabilizador a un ex diputado que lo denunció por entregar más de 53.000 millones de dólares a otros países, a costa de su propio pueblo.
Seguramente en estos días, Chávez se despachará con la Corte Interamericana de Derechos Humanos que emitió una sentencia a favor de jueces venezolanos que fueron expulsados del Poder Judicial por haber declarado inconstitucional el trabajo de médicos cubanos en territorio venezolano sin la reválida necesaria. Como ya hizo en otras oportunidades el Estado venezolano, imitando al gobierno de Fujimori-Montesinos, desconocerá por completo la sentencia del tribunal interamericano, un desacato que sigue rasgando los valores democráticos.
Volviendo a Guatemala, tal vez Colom está descontento con lo que piensa la gente y por eso ataca a los diarios que han estado publicando encuestas de opinión sobre su mandato y alínea s sus periodistas con los intereses del crimen organizado. El diario El Periódico canalizó un sondeo reciente en que el 78.8 por ciento señaló que en la actualidad el país ha empeorado en relación con el gobierno anterior, el 16 por ciento opinó que sigue ''igual'' y sólo el 5.2 por ciento consideró que ha ``mejorado''. Esa percepción negativa se repite en el 74.1 por ciento de guatemaltecos que cree que el país ''va por el rumbo equivocado'', frente al 20.3 por ciento que piensa que ``va por el camino correcto''.
Colom se sumó así a otros que denuncian frecuentemente conjuras y conspiraciones como especialmente lo hace Hugo Chávez, además de Evo Morales, Manuel Zelaya, Alvaro Uribe, Cristina de Kirchner, Rafael Correa, etc.
Colom aludió esta vez a críticas que el diario más importante de Guatemala, Prensa Libre, hizo sobre la labor de su gobierno y la de su esposa, tal vez para tapar problemas graves de su Presidencia que no está pudiendo conciliar, como es la creciente inseguridad pública y la pobreza. Ya en diciembre había denunciado planes para asesinarlo. En ambos casos, como ocurre con la mayoría de los presidentes, no aportó pruebas ni sobre la conspiración ni sobre la desestabilización.
Es una vieja treta que usa continuamente Hugo Chávez - ha detectado casi una docena de planes para asesinarlo, muy al estilo a los que detectaba Fidel Castro en su contra cuando todavía reinaba sobre la isla – quien ahora criticó de desestabilizador a un ex diputado que lo denunció por entregar más de 53.000 millones de dólares a otros países, a costa de su propio pueblo.
Seguramente en estos días, Chávez se despachará con la Corte Interamericana de Derechos Humanos que emitió una sentencia a favor de jueces venezolanos que fueron expulsados del Poder Judicial por haber declarado inconstitucional el trabajo de médicos cubanos en territorio venezolano sin la reválida necesaria. Como ya hizo en otras oportunidades el Estado venezolano, imitando al gobierno de Fujimori-Montesinos, desconocerá por completo la sentencia del tribunal interamericano, un desacato que sigue rasgando los valores democráticos.
Volviendo a Guatemala, tal vez Colom está descontento con lo que piensa la gente y por eso ataca a los diarios que han estado publicando encuestas de opinión sobre su mandato y alínea s sus periodistas con los intereses del crimen organizado. El diario El Periódico canalizó un sondeo reciente en que el 78.8 por ciento señaló que en la actualidad el país ha empeorado en relación con el gobierno anterior, el 16 por ciento opinó que sigue ''igual'' y sólo el 5.2 por ciento consideró que ha ``mejorado''. Esa percepción negativa se repite en el 74.1 por ciento de guatemaltecos que cree que el país ''va por el rumbo equivocado'', frente al 20.3 por ciento que piensa que ``va por el camino correcto''.
enero 13, 2009
Piden a Obama garantías para la prensa
Se reconoce que en EE.UU. se respeta y garantiza la libertad de expresión de cada ciudadano, sin embargo cierto es también, que se cometen abusos de parte de los poderes públicos por lo que es necesaria una vigilancia permanente de parte de las instituciones dedicadas a la defensa de esa libertad.
En este trabajo muchas veces tuvimos que reclamar al Poder Judicial por el trato discriminatorio, la detención y encarcelamiento injustificado de periodistas y escritores que prefieren desafiar la ley valiéndose de la ética profesional para proteger sus fuentes informativas; y, últimamente, desde Septiembre 11 varias leyes promovidas por el Poder Ejecutivo han permitido a las fuerzas militares estadounidenses detener y encarcelar sin proceso judicial a muchos periodistas extranjeros. Por otro lado se reclama al Pentágono que no haya hecho esfuerzos para esclarecer las muertes de los reporteros durante la cobertura de los conflictos bélicos en Irak y Afganistán.
El Comité Para la Protección de los Periodistas (CPJ, siglas en inglés) envió ayer una carta a Barack Obama reprochando que “la detención sin juicio de periodistas ha desprestigiado a los Estados Unidos en el mundo y puede haber contribuido al aumento global del número de periodistas encarcelados al animar a los muchos autócratas que buscan pretextos o justificaciones para encarcelar a periodistas críticos”.
Aliados y amigos cercanos de los Estados Unidos como Azerbaiján, Egipto, Etiopía, Marruecos y Pakistán están dentro de los 10 países dónde la libertad de prensa se ha deteriorado más. Otros países como Túnez figuran entre los mayores censores en el mundo.
CPJ señala que catorce periodistas han sido detenidos por lapsos prolongados sin debido proceso en Irak, Afganistán y Guantánamo. Uno sigue tras las rejas. Los 13 restantes han sido liberados sin cargos después de pasar semanas, meses o años en prisión. Esta práctica viola el propio compromiso de las fuerzas militares de los Estados Unidos a revisar los casos de periodistas dentro de las primeras 36 horas de detención, dijo la organización.
CPJ, con sede en Nueva York y dedicada a la protección de periodistas en todo el mundo, pidió también a Obama que inicie la investigación “a fondo” de las muertes de cualquier periodista en manos de tropas estadounidenses. Desde 2003, por lo menos 16 periodistas han caído y otros han sido heridos de gravedad bajo fuego de las fuerzas de los Estados Unidos en Irak. “Hasta donde sabemos, las autoridades militares de los Estados Unidos han llevado a cabo investigaciones en menos de un puñado de casos. Las investigaciones exoneraron a los soldados involucrados en cada uno de estos casos”.
“El Pentágono - reclamó CPJ - debería llevar a cabo una investigación oportuna y rigurosa sobre las muertes de todos los periodistas bajo fuego estadounidense. Los resultados de dichas averiguaciones deben hacerse públicos y las lecciones aprendidas deben ser incorporadas dentro de los procesos operativos”.
En este trabajo muchas veces tuvimos que reclamar al Poder Judicial por el trato discriminatorio, la detención y encarcelamiento injustificado de periodistas y escritores que prefieren desafiar la ley valiéndose de la ética profesional para proteger sus fuentes informativas; y, últimamente, desde Septiembre 11 varias leyes promovidas por el Poder Ejecutivo han permitido a las fuerzas militares estadounidenses detener y encarcelar sin proceso judicial a muchos periodistas extranjeros. Por otro lado se reclama al Pentágono que no haya hecho esfuerzos para esclarecer las muertes de los reporteros durante la cobertura de los conflictos bélicos en Irak y Afganistán.
El Comité Para la Protección de los Periodistas (CPJ, siglas en inglés) envió ayer una carta a Barack Obama reprochando que “la detención sin juicio de periodistas ha desprestigiado a los Estados Unidos en el mundo y puede haber contribuido al aumento global del número de periodistas encarcelados al animar a los muchos autócratas que buscan pretextos o justificaciones para encarcelar a periodistas críticos”.
Aliados y amigos cercanos de los Estados Unidos como Azerbaiján, Egipto, Etiopía, Marruecos y Pakistán están dentro de los 10 países dónde la libertad de prensa se ha deteriorado más. Otros países como Túnez figuran entre los mayores censores en el mundo.
CPJ señala que catorce periodistas han sido detenidos por lapsos prolongados sin debido proceso en Irak, Afganistán y Guantánamo. Uno sigue tras las rejas. Los 13 restantes han sido liberados sin cargos después de pasar semanas, meses o años en prisión. Esta práctica viola el propio compromiso de las fuerzas militares de los Estados Unidos a revisar los casos de periodistas dentro de las primeras 36 horas de detención, dijo la organización.
CPJ, con sede en Nueva York y dedicada a la protección de periodistas en todo el mundo, pidió también a Obama que inicie la investigación “a fondo” de las muertes de cualquier periodista en manos de tropas estadounidenses. Desde 2003, por lo menos 16 periodistas han caído y otros han sido heridos de gravedad bajo fuego de las fuerzas de los Estados Unidos en Irak. “Hasta donde sabemos, las autoridades militares de los Estados Unidos han llevado a cabo investigaciones en menos de un puñado de casos. Las investigaciones exoneraron a los soldados involucrados en cada uno de estos casos”.
“El Pentágono - reclamó CPJ - debería llevar a cabo una investigación oportuna y rigurosa sobre las muertes de todos los periodistas bajo fuego estadounidense. Los resultados de dichas averiguaciones deben hacerse públicos y las lecciones aprendidas deben ser incorporadas dentro de los procesos operativos”.
enero 12, 2009
Franja de Gaza: prejuicios y pasiones
El conflicto israelí-palestino es difícil de entender, así como los sentimientos históricos que existen en la región que se hunden en las tradiciones judaicas, cristianas y musulmanas.
Es difícil no simpatizar en forma apasionada con uno u otro sector. Se han escrito ríos de tinta a favor y en contra del derecho de Israel de utilizar la política de “ojo por ojo, diente por diente” y muchos ven una desproporción del militarismo israelí sobre el grupo terrorista de Hamas.
Muchos gobiernos se valen de la situación. Hugo Chávez, ajeno al conflicto, aprovecha para servirse de su estrategia anti estadounidense y simpatizar así con su nuevo aliado, el gobierno iraní que siempre ha negado el Holocausto.
Los medios informan, opinan y generan justificaciones y excusas, despertando en todos, pasiones según lo que leemos o escuchamos. En Estados Unidos la mayoría de los medios justifica la decisión judía de atacar a Hamas como método de defensa; en Europa, por una cuestión de mayor cercanía y por las comunidades de inmigrantes musulmanas y judías que alberga al mismo tiempo, se pide mesura, cese al fuego y reiniciar procesos de paz; en el mundo Árabe la condena a Israel es unánime; mientras que en América Latina, a pesar de que haya países como Argentina con la tercer colonia de judíos del mundo, los medios reflejan posturas parecidas a las encarnadas por Chávez, lo que demuestra el sentimiento anti estadounidense y, en algunos casos, un antisemitismo que preocupa.
Las opiniones que tenemos parecieran que están muy alejadas de lo que es el conflicto en sí y más apegadas a prejuicios y pasiones que tenemos o a los que fuimos adhiriendo según los medios que consumimos, o los que culturalmente se fueron tejiendo en la sociedad. Según esos prejuicios nos manifestamos a favor o en contra del derecho a la defensa, a las represalias, al ataque proporcional, al territorio, a bombardear o destruir túneles, al embargo económico. Todo ello difícil de entender.
Deambulando por los medios de aquellos países para ver que decían, me quedé con una frase de uno de los diarios más importantes de Israel, el Haaretz, de Tel Aviv, en cuyo editorial del 9 de enero titulado "Just Get Out", expresó: “Israel debe retirarse de la tira de Gaza y buscar un acuerdo que asegure un alto el fuego a largo plazo y prevenga el rearme de Hamas”.
Es difícil no simpatizar en forma apasionada con uno u otro sector. Se han escrito ríos de tinta a favor y en contra del derecho de Israel de utilizar la política de “ojo por ojo, diente por diente” y muchos ven una desproporción del militarismo israelí sobre el grupo terrorista de Hamas.
Muchos gobiernos se valen de la situación. Hugo Chávez, ajeno al conflicto, aprovecha para servirse de su estrategia anti estadounidense y simpatizar así con su nuevo aliado, el gobierno iraní que siempre ha negado el Holocausto.
Los medios informan, opinan y generan justificaciones y excusas, despertando en todos, pasiones según lo que leemos o escuchamos. En Estados Unidos la mayoría de los medios justifica la decisión judía de atacar a Hamas como método de defensa; en Europa, por una cuestión de mayor cercanía y por las comunidades de inmigrantes musulmanas y judías que alberga al mismo tiempo, se pide mesura, cese al fuego y reiniciar procesos de paz; en el mundo Árabe la condena a Israel es unánime; mientras que en América Latina, a pesar de que haya países como Argentina con la tercer colonia de judíos del mundo, los medios reflejan posturas parecidas a las encarnadas por Chávez, lo que demuestra el sentimiento anti estadounidense y, en algunos casos, un antisemitismo que preocupa.
Las opiniones que tenemos parecieran que están muy alejadas de lo que es el conflicto en sí y más apegadas a prejuicios y pasiones que tenemos o a los que fuimos adhiriendo según los medios que consumimos, o los que culturalmente se fueron tejiendo en la sociedad. Según esos prejuicios nos manifestamos a favor o en contra del derecho a la defensa, a las represalias, al ataque proporcional, al territorio, a bombardear o destruir túneles, al embargo económico. Todo ello difícil de entender.
Deambulando por los medios de aquellos países para ver que decían, me quedé con una frase de uno de los diarios más importantes de Israel, el Haaretz, de Tel Aviv, en cuyo editorial del 9 de enero titulado "Just Get Out", expresó: “Israel debe retirarse de la tira de Gaza y buscar un acuerdo que asegure un alto el fuego a largo plazo y prevenga el rearme de Hamas”.
enero 11, 2009
Justicia "premial"
El gobierno de Colombia tiene numerosos méritos en el restablecimiento de la confianza pública sobre la funcionalidad de la democracia y los avances en materia de seguridad pública. Es por ello que el presidente Alvaro Uribe es el mandatario latinoamericano con mayor apoyo popular.
Sin embargo, considero un desacierto muy grande que daña (o al menos seguro que dañará a largo plazo) las instituciones democráticas del país, los incentivos jurídicos y económicos (incluido su derecho de migrar a otro país) que ofrece a aquellos guerrilleros que desertan de sus grupos, como este caso de la guerrillera Zenaida Rueda Calderón, alias ''Miryam'', que pasó 18 años en las FARC, más de la mitad de su vida que alcanza a 35 años.
El fin tal vez es loable, porque en realidad se trata de incentivar a los guerrilleros a que escapen con secuestrados y cortar así a las FARC un instrumento de extorsión política y económica valioso, con el que siempre ha sabido poner en jaque al gobierno y al pueblo colombiano. Sin embargo, esta especie de justicia “premial”, brinda un mensaje muy contraproducente a la sociedad, ya que muchos que siempre se han comportado bien sin cometer ningún delito podrían llegar a pensar que es mejor cometerlos y luego arrepentirse porque de esa forma algún día podrían tener el incentivo de un Estado que les paga, los exonera de ese delito, les ofrece inmunidad o los premia arreglando su salida del país para ir a vivir a Paris, como en el caso anterior.
La justicia “premial”, es decir aquella que otorga beneficios penales a quienes deben cumplir una condena, ha sido lamentablemente utilizada en Colombia y otros países para liberar a asesinos de periodistas, como en el caso del reportero gráfico argentino José Luis Cabezas, el periodista Tim Lopes de Brasil y Orlando Sierra de Colombia. En esos tres casos – luchas que mantenemos a través de organizaciones de libertad de prensa como en el caso de la SIP – se ha liberado antes de tiempo a los condenados por asesinato, quedando los casos mencionados en un estado de parcial impunidad.
Sin embargo, considero un desacierto muy grande que daña (o al menos seguro que dañará a largo plazo) las instituciones democráticas del país, los incentivos jurídicos y económicos (incluido su derecho de migrar a otro país) que ofrece a aquellos guerrilleros que desertan de sus grupos, como este caso de la guerrillera Zenaida Rueda Calderón, alias ''Miryam'', que pasó 18 años en las FARC, más de la mitad de su vida que alcanza a 35 años.
El fin tal vez es loable, porque en realidad se trata de incentivar a los guerrilleros a que escapen con secuestrados y cortar así a las FARC un instrumento de extorsión política y económica valioso, con el que siempre ha sabido poner en jaque al gobierno y al pueblo colombiano. Sin embargo, esta especie de justicia “premial”, brinda un mensaje muy contraproducente a la sociedad, ya que muchos que siempre se han comportado bien sin cometer ningún delito podrían llegar a pensar que es mejor cometerlos y luego arrepentirse porque de esa forma algún día podrían tener el incentivo de un Estado que les paga, los exonera de ese delito, les ofrece inmunidad o los premia arreglando su salida del país para ir a vivir a Paris, como en el caso anterior.
La justicia “premial”, es decir aquella que otorga beneficios penales a quienes deben cumplir una condena, ha sido lamentablemente utilizada en Colombia y otros países para liberar a asesinos de periodistas, como en el caso del reportero gráfico argentino José Luis Cabezas, el periodista Tim Lopes de Brasil y Orlando Sierra de Colombia. En esos tres casos – luchas que mantenemos a través de organizaciones de libertad de prensa como en el caso de la SIP – se ha liberado antes de tiempo a los condenados por asesinato, quedando los casos mencionados en un estado de parcial impunidad.
enero 10, 2009
Ahorrar o consumir: ¿en qué quedamos?
A diferencia de la fábula de Jean de la Fontaine que enseña a prevenir y ahorrar como la hormiga para un futuro feliz; los gobiernos piden que vivamos como la cigarra, opíparamente y despilfarrando, convencidos que el consumo desenfrenado generará mayor producción, empleos y estabilizará la economía.
Desde que la crisis económica se fue expandiendo y ningún gobierno la pudo negar o disimular, se han instrumentado varias medidas para remediarla: rescates millonarios de bancos fundidos; estatización de empresas; reducción de tasas de interés; así como devolución de impuestos e incentivos para comprar automóviles y otros bienes, con la intención de que la circulación de efectivo provoque el saneamiento de la economía y restaure la confianza del consumidor, el bien más volátil.
Las medidas - desalentadas además por el subibaja de las bolsas, la inflación, el desempleo y el desenlace de atajos piramidales fraudulentos como el colombiano o el estadounidense de Bernard Madoff - todavía no engendraron grandes cambios ni beneficios, sino mayor incertidumbre. En EE.UU., la economía más grande y consumista, se registró este fin de año un índice de desconfianza récord, precipitando las ventas generales en un 8%; mientras que disminuyó el ingreso y aumentó la pobreza en casi todas las ciudades del país, según estableció el nuevo censo que midió la economía de esta última década.
Como el panorama no cambió, las autoridades se vieron obligadas a ser más creativas. Muchas imitaron a las australianas ofreciendo mejores garantías a los depósitos para captar ahorros y generar crédito, y otras cambiaron políticas de consumo cortoplacistas, por otras de más alcance como la construcción de obras públicas para generar empleos. Así, Barack Obama anunció planes de recuperar tres millones de puestos de trabajo mediante infraestructura, tanto para construir autopistas de cemento como virtuales, dejando en segundo plano políticas de George Bush para fomentar consumo mediante devolución de impuestos, lo que no surtió efectos deseados.
En América Latina, Brasil fue uno de los primeros países en incentivar el consumo con una campaña pública, un error que según la agencia Bloomberg, tuvieron antes EE.UU., Gran Bretaña y Canadá, que aconsejaron lo mismo tras el 11 de septiembre, lo que finalmente derivó en la burbuja y la mayor crisis desde 1929.
Tal vez esa experiencia fue la que motivó, después de negar la crisis y en menos de lo que canta un gallo, a Luiz Inacio Lula da Silva, Cristina de Kirchner, Michelle Bachelet, Felipe Calderón, Alan García y otros presidentes latinoamericanos, anunciar mega planes de obras públicas y pedir a los ciudadanos que gasten en autos, casas y viajes. India, China, Rusia y la Comunidad Europea también mostraron las mismas iniciativas tras rescatar a sus empresas, reducir impuestos, incentivar el gasto y tratar de mantener las exportaciones.
Más allá de todas las fórmulas, la crisis actual ha demostrado a los ciudadanos y sus gobiernos que consumir o gastar en abundancia sin el respaldo suficiente es, en definitiva, generar deuda y ruina segura. Vivir mejor hoy, como la cigarra, es hipotecar el futuro. Una regla básica muestra que lo que se gasta en bienes de consumo, si bien se disfruta, se desperdicia; mientras lo que se ahorra, termina en inversión.
Los gobiernos no han motivado aún la cultura del ahorro, tal vez porque necesitan beneficios repentinos. Sin embargo, economistas menos exitistas defienden la función trascendente del ahorro en la economía, ya que no se trata del mero acaparamiento del dinero o sacarlo de circulación, sino una trasferencia de poder de compra del ahorrista a otros individuos, mediante la generación de crédito. El ahorro genera así consumo a corto plazo y mantiene el potencial de la inversión a la larga, por lo que es un capital doblemente beneficioso. En realidad, ahorrar es una forma saludable de gastar.
En el 2008, en cuestión de meses, hemos pasado de un marcado crecimiento a una profunda depresión, por lo que sería prudente tomar el 2009 con calma, previniendo y ahorrando como la hormiga. El hombre más rico del planeta, Carlos Slim, lo aconsejó así en una carta a sus empleados: gasten menos, ahorren lo más posible, mantengan el dinero en los bancos y desactiven las tarjetas de crédito.
Desde que la crisis económica se fue expandiendo y ningún gobierno la pudo negar o disimular, se han instrumentado varias medidas para remediarla: rescates millonarios de bancos fundidos; estatización de empresas; reducción de tasas de interés; así como devolución de impuestos e incentivos para comprar automóviles y otros bienes, con la intención de que la circulación de efectivo provoque el saneamiento de la economía y restaure la confianza del consumidor, el bien más volátil.
Las medidas - desalentadas además por el subibaja de las bolsas, la inflación, el desempleo y el desenlace de atajos piramidales fraudulentos como el colombiano o el estadounidense de Bernard Madoff - todavía no engendraron grandes cambios ni beneficios, sino mayor incertidumbre. En EE.UU., la economía más grande y consumista, se registró este fin de año un índice de desconfianza récord, precipitando las ventas generales en un 8%; mientras que disminuyó el ingreso y aumentó la pobreza en casi todas las ciudades del país, según estableció el nuevo censo que midió la economía de esta última década.
Como el panorama no cambió, las autoridades se vieron obligadas a ser más creativas. Muchas imitaron a las australianas ofreciendo mejores garantías a los depósitos para captar ahorros y generar crédito, y otras cambiaron políticas de consumo cortoplacistas, por otras de más alcance como la construcción de obras públicas para generar empleos. Así, Barack Obama anunció planes de recuperar tres millones de puestos de trabajo mediante infraestructura, tanto para construir autopistas de cemento como virtuales, dejando en segundo plano políticas de George Bush para fomentar consumo mediante devolución de impuestos, lo que no surtió efectos deseados.
En América Latina, Brasil fue uno de los primeros países en incentivar el consumo con una campaña pública, un error que según la agencia Bloomberg, tuvieron antes EE.UU., Gran Bretaña y Canadá, que aconsejaron lo mismo tras el 11 de septiembre, lo que finalmente derivó en la burbuja y la mayor crisis desde 1929.
Tal vez esa experiencia fue la que motivó, después de negar la crisis y en menos de lo que canta un gallo, a Luiz Inacio Lula da Silva, Cristina de Kirchner, Michelle Bachelet, Felipe Calderón, Alan García y otros presidentes latinoamericanos, anunciar mega planes de obras públicas y pedir a los ciudadanos que gasten en autos, casas y viajes. India, China, Rusia y la Comunidad Europea también mostraron las mismas iniciativas tras rescatar a sus empresas, reducir impuestos, incentivar el gasto y tratar de mantener las exportaciones.
Más allá de todas las fórmulas, la crisis actual ha demostrado a los ciudadanos y sus gobiernos que consumir o gastar en abundancia sin el respaldo suficiente es, en definitiva, generar deuda y ruina segura. Vivir mejor hoy, como la cigarra, es hipotecar el futuro. Una regla básica muestra que lo que se gasta en bienes de consumo, si bien se disfruta, se desperdicia; mientras lo que se ahorra, termina en inversión.
Los gobiernos no han motivado aún la cultura del ahorro, tal vez porque necesitan beneficios repentinos. Sin embargo, economistas menos exitistas defienden la función trascendente del ahorro en la economía, ya que no se trata del mero acaparamiento del dinero o sacarlo de circulación, sino una trasferencia de poder de compra del ahorrista a otros individuos, mediante la generación de crédito. El ahorro genera así consumo a corto plazo y mantiene el potencial de la inversión a la larga, por lo que es un capital doblemente beneficioso. En realidad, ahorrar es una forma saludable de gastar.
En el 2008, en cuestión de meses, hemos pasado de un marcado crecimiento a una profunda depresión, por lo que sería prudente tomar el 2009 con calma, previniendo y ahorrando como la hormiga. El hombre más rico del planeta, Carlos Slim, lo aconsejó así en una carta a sus empleados: gasten menos, ahorren lo más posible, mantengan el dinero en los bancos y desactiven las tarjetas de crédito.
enero 09, 2009
Procesión circense a La Habana
Rafael Correa, presidente del Ecuador, se sumó a la procesión circense que en estas semanas se está produciendo hacia La Habana para celebrar 50 años de dictadura y de opresión.
Este domingo le seguirá Cristina de Kirchner, más tarde Michelle Bachelet, Evo Morales, además de que ya fueron a rendir pleitesía el presidente de Panamá, Martín Torrijos, esta semana, y con anterioridad Hugo Chávez, Luiz Inacio da Silva. Lo más lamentable, es que no se han reunido – el gobierno no se los permite - ni osado hacerlo, con los miles de disidentes a los que las autoridades siguen acosando día tras día.
Correa dio un discurso muy bonito – y si bien comparto sus ideas de que EE.UU. debería tener otros métodos para incentivar la democracia más allá del embargo – en el que dijo que “demandamos y exigimos el fin del criminal bloqueo, genocidio premeditado por los poderes de siempre''. Lo que llama la atención es el doble discurso de Correa, así como de Morales y Chávez que siempre se llenan la boca para hablar contra el “imperio” y plegarse al lema de Fidel “socialismo, patria o muerte”, mientras que insultan a quienes critican sus acciones objetándoles de que no permitirán “injerencias sobre la soberanía nacional”.
Más allá de las simpatías o críticas ideológicas que se puedan tener sobre el régimen de La Habana, es lamentable que todavía se siga alabando a un sistema que le ha quitado y le sigue quitando la libertad a su pueblo. ¿Los logros de la dictadura? Salud y educación justifican muchos, aunque no dicen que el mayor componente de la educación se basa en el adoctrinamiento y que el sistema de salud rara vez da a los cubanos las medicinas que consiguen los extranjeros. El atraso del sistema comunista de la isla en materia de derechos humanos no se puede ocultar ni justificar.
Si Correa y los otros presidentes latinoamericanos cometerían el 5% de las atrocidades del gobierno cubano, sus pueblos le reclamarían el sillón y los lincharían. No se entiende, entonces, que lleguen en procesión a La Habana a vanagloriar lo que no podrían o se les permitiría hacer.
Este domingo le seguirá Cristina de Kirchner, más tarde Michelle Bachelet, Evo Morales, además de que ya fueron a rendir pleitesía el presidente de Panamá, Martín Torrijos, esta semana, y con anterioridad Hugo Chávez, Luiz Inacio da Silva. Lo más lamentable, es que no se han reunido – el gobierno no se los permite - ni osado hacerlo, con los miles de disidentes a los que las autoridades siguen acosando día tras día.
Correa dio un discurso muy bonito – y si bien comparto sus ideas de que EE.UU. debería tener otros métodos para incentivar la democracia más allá del embargo – en el que dijo que “demandamos y exigimos el fin del criminal bloqueo, genocidio premeditado por los poderes de siempre''. Lo que llama la atención es el doble discurso de Correa, así como de Morales y Chávez que siempre se llenan la boca para hablar contra el “imperio” y plegarse al lema de Fidel “socialismo, patria o muerte”, mientras que insultan a quienes critican sus acciones objetándoles de que no permitirán “injerencias sobre la soberanía nacional”.
Más allá de las simpatías o críticas ideológicas que se puedan tener sobre el régimen de La Habana, es lamentable que todavía se siga alabando a un sistema que le ha quitado y le sigue quitando la libertad a su pueblo. ¿Los logros de la dictadura? Salud y educación justifican muchos, aunque no dicen que el mayor componente de la educación se basa en el adoctrinamiento y que el sistema de salud rara vez da a los cubanos las medicinas que consiguen los extranjeros. El atraso del sistema comunista de la isla en materia de derechos humanos no se puede ocultar ni justificar.
Si Correa y los otros presidentes latinoamericanos cometerían el 5% de las atrocidades del gobierno cubano, sus pueblos le reclamarían el sillón y los lincharían. No se entiende, entonces, que lleguen en procesión a La Habana a vanagloriar lo que no podrían o se les permitiría hacer.
enero 08, 2009
Constituciones y reelecciones
Grandes cambios se avecinan en el mapa político latinoamericano para este 2009, ya que el continente está plagado de procesos electorales, incluidos los consabidos y acostumbrados referendos constitucionales.
Tanto el presidente de Venezuela, y sus pupilos de Bolivia y Ecuador, estarán en febrero, enero y abril respectivamente enfocados en sus procesos constitucionales, sobre el que Chávez está esperanzado de lograr una repuesta positiva del público para quedarse en el poder 10 años más o en forma indefinida. Ello, a pesar que ayer en Venezuela tres encuestadoras divulgaron resultados de sondeos que indican que perdería su postura por un margen más amplio del que hubo en el referendo de diciembre del 2007.
El referendo de Bolivia para aprobar la Constitución será el 25 de enero mientras el adelanto de las presidenciales se hará en diciembre, un año antes de cuando se debían realizar originalmente, y en las que Morales buscará su reelección.
La otra Constitución aprobada en 2008 fue la de Ecuador, lo que le permitirá a Correa el 26 de abril ser reelegido, cuando él ya había ganado su mandato en el 2006 y debía dejarlo en el 2011 sin la posibilidad de reelección, así que de esta forma se asegura desde el vamos dos años de Presidencia, algo que el argentino Carlos Menem había hecho acortando el mandato pero permitiendo la reelección con lo cual su truco le sirvió para mandar por dos años adicionales.
También este año se darán elecciones presidenciales bien controvertidas. En marzo en El Salvador, donde se espera que triunfe la izquierda, en Panamá en mayo, en Honduras y Chile en noviembre y en Uruguay en octubre.
Por otra parte, en Argentina y México habrá elecciones legislativas donde se podrán medir fuerzas entre kirchneristas y opositores, y entre el oficialista panista y los priistas que nuevamente amenazan con ganar terreno; de cara a las elecciones presidenciales que los argentinos tendrán en el 2011 y los mexicanos en el 2012.
No nos aburriremos y como dije en un par de posts anteriores, es probable que el péndulo de la política latinoamericana donde se conciben tantas constituciones al año y donde se pasa de izquierda a derecha por todos los espectros del centro, vuelva a menearse hacia la derecha.
Tanto el presidente de Venezuela, y sus pupilos de Bolivia y Ecuador, estarán en febrero, enero y abril respectivamente enfocados en sus procesos constitucionales, sobre el que Chávez está esperanzado de lograr una repuesta positiva del público para quedarse en el poder 10 años más o en forma indefinida. Ello, a pesar que ayer en Venezuela tres encuestadoras divulgaron resultados de sondeos que indican que perdería su postura por un margen más amplio del que hubo en el referendo de diciembre del 2007.
El referendo de Bolivia para aprobar la Constitución será el 25 de enero mientras el adelanto de las presidenciales se hará en diciembre, un año antes de cuando se debían realizar originalmente, y en las que Morales buscará su reelección.
La otra Constitución aprobada en 2008 fue la de Ecuador, lo que le permitirá a Correa el 26 de abril ser reelegido, cuando él ya había ganado su mandato en el 2006 y debía dejarlo en el 2011 sin la posibilidad de reelección, así que de esta forma se asegura desde el vamos dos años de Presidencia, algo que el argentino Carlos Menem había hecho acortando el mandato pero permitiendo la reelección con lo cual su truco le sirvió para mandar por dos años adicionales.
También este año se darán elecciones presidenciales bien controvertidas. En marzo en El Salvador, donde se espera que triunfe la izquierda, en Panamá en mayo, en Honduras y Chile en noviembre y en Uruguay en octubre.
Por otra parte, en Argentina y México habrá elecciones legislativas donde se podrán medir fuerzas entre kirchneristas y opositores, y entre el oficialista panista y los priistas que nuevamente amenazan con ganar terreno; de cara a las elecciones presidenciales que los argentinos tendrán en el 2011 y los mexicanos en el 2012.
No nos aburriremos y como dije en un par de posts anteriores, es probable que el péndulo de la política latinoamericana donde se conciben tantas constituciones al año y donde se pasa de izquierda a derecha por todos los espectros del centro, vuelva a menearse hacia la derecha.
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