diciembre 15, 2010

Acertada decisión de Time


La controversia fue grande. El público hubiera preferido que Julian Assange, el fundador de Wikileaks, hubiera tenido que ser elegido por la revista Time como el “personaje del año”. Tuvo la mayor cantidad de votos, más de 380 mil.
Pero Los editores de la revista Time escogieron a Mark Zuckerberg, el fundador de Facebook, por haber creado una red social que ha conectado a 500 millones de personas, prácticamente creó uno de los “países” más grandes del planeta, después de China e India.
Mark Zuckerberg, el fundador de Facebook no es tan controversial como Assange, pero su figura no deja de crear polémicas y críticas, como se relata en la película “La Red Social”, que de paso está compitiendo por los Globos de Oro.
Hubiera sido más justo que ambos fueran el personaje del año, porque contribuyeron a la sociedad, aunque desde perspectivas diferentes. Facebook por crear una nueva forma de comunicación que derribó fronteras y Wikileaks por demostrarnos que las nuevas tecnologías pueden usarse para presionar por mayor transparencia.
Pero como hay que elegir uno, me inclino por la elección acertada de Time.
Porque creo que la trascendencia de Facebook es que se trata de una herramienta interactiva que mejora las relaciones interpersonales y la comunicación entre personas, habiendo transformado a la comunicación tradicional en horizontal.
Lo de Wikileaks es simplemente el aprovechamiento del internet como un medio emisor más, pero termina siendo una comunicación de una sola vía, como si se tratara de un medio tradicional.
En Facebook lo importante es que independiente del mensaje que se transmite, lo trascendente es el mensajero, cada usuario. En Wikileaks lo importante es solo el mensaje.

diciembre 14, 2010

USA, Wikileaks y libertad


Este fue un día especial para el internet, no tan solo porque la Asamblea Nacional en Venezuela prosigue con sus intentos de restringirlo, ni tampoco porque Julian Assange fue liberado por un juez británico bajo fianza para volver a ser encarcelado tras un pedido de la justicia sueca, sino más bien porque se supo que las Fuerza Aérea de EEUU admitió haber bloqueado el acceso desde sus computadoras a las páginas webs de los diarios New York Times, The Guardian y otras 23 webs, en represalia por la filtración de los cables diplomáticos.

Un episodio lamentable y repudiable, comparable a los bloqueos que practican gobiernos que no son democráticos.

Tal vez lo mejor que ocurrió hoy, fue que un grupo de profesores de la prestigiosa Columbia University de Nueva York, le escribió al presidente Barack Obama y al fiscal general del país, Eric Holder, para que desistan de procesar penalmente a Wikileaks, por lo que se crearía un nefasto antecedente en contra de la libertad de expresión y del periodismo libre.

Ojalá que prevalezca el sentido común en el gobierno estadounidense y no se le sigan brindando excusas formidables a gobiernos poco democráticos que siempre han esperado la oportunidad de censurar, restringir, filtrar o bloquear al temido internet. EEUU debe permanecer fiel a sus principios de libertad de prensa que emanan de la Primera Enmienda.

diciembre 13, 2010

Chávez: ¿La última estocada?

Con Hugo Chávez uno se pregunta si cada acción con la que arremete contra los medios de comunicación, los periodistas y el derecho del público a la información se trata de la última estocada en contra de la libertad de prensa y de expresión.

Siempre existe la esperanza de que calme sus ansias de poder y dominarlo todo. Pero cada semana que pasa esa esperanza se diluye. A la presión ejercida en los últimos meses con Globovisión, de la que ya se apropió de un 20% de sus acciones, ahora se le suman las reformas de las leyes de Responsabilidad Social de Radio y Televisión y la de Telecomunicaciones.

Ambas están destinadas no solo a coartar la libertad de prensa de los medios y periodistas, y terminar de derribar a Globovisión, sino que también van derecho al corazón de los usuarios del internet, atenazando el derecho del público a decidir dónde informarse. Se trata de una nueva estocada del Gobierno del presidente Chávez en contra de la libertad de expresión.

Como comenté en el post anterior, sabiendo que le quedan pocas semanas para gobernar despóticamente y sin oposición, Chávez está apurándose a pasar cualquier tipo de leyes aprovechando que todavía no se integra hasta mediados de enero la nueva Asamblea Nacional.   

De ahí que con la excusa de la seguridad nacional y la defensa de su revolución, apunte sus cañones ahora contra el internet buscando mil y una formas de restringirlo y controlarlo, como lo hacen otros países nada democráticos en el mundo tal los casos de Cuba y China, que bloquean, filtran y censuran el flujo informativo digital.

Tal como dijo la SIP en un comunicado esta tarde, la reforma a Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión prohíbe el uso libre de Facebook, Twitter y otras redes sociales y especifica severos castigos cuando la información de los medios o de los usuarios “puedan constituir manipulaciones mediáticas”, induzcan el magnicidio, promuevan el desorden público, difundan mensajes contrarios a la seguridad nacional o divulguen imágenes y sonidos de contenido sexual.

La modificación también establece que “los proveedores de servicios de internet, deberán establecer mecanismos que permitan restringir, sin dilaciones, la difusión de mensajes y acceso a portales divulgados a través de ésta u otros medios electrónicos”. Además reduce la concesión de las licencias a los medios de comunicación de 25 a 15 años y no permite la inversión extrajera “en radio difusión sonora, televisión abierta y producción nacional audiovisual”.

Esta reforma también incluye restricciones para el uso de internet. En su artículo 212 establece que “el Estado creará un punto de interconexión o punto de acceso a la red de los proveedores de servicios de Internet en Venezuela con la finalidad de manejar el tráfico con destino y origen en Venezuela, con el objeto de utilizar de manera más eficiente las redes del país dado el carácter estratégico del sector”.

Sin embargo, las mayores restricciones, que se entienden están destinadas a seguir minando a Globovisión, consigna que será el Presidente quien fije los “estándares” para promover la evolución de la radio y la televisión digital en el país. En su Art. 203, la nueva legislación prohíbe la posesión de más de una emisora radial o televisora y la difusión “de la señal de las estaciones de radio o TV abiertas en zonas de cobertura distintas a las autorizadas en dichas estaciones en sus respectivos título jurídicos”.

diciembre 12, 2010

Chávez: La tercera no es la vencida


Hugo Chávez hasta para destrozar los dichos sirve. Aquel adagio que dice que “la tercera es la vencida” no corre en Venezuela. El Presidente venezolano anunció que necesita gobernar por decreto, por eso está pidiendo de nuevo una ley habilitante, que le ha servido en tres oportunidades anteriores.

Chávez es el gobernante que no solo gobernó más veces sin Congreso, sino por la mayor cantidad de tiempo; la vez anterior lo hizo aproximadamente por nueve meses cuando el Congreso le dio carta blanca.

Ahora, con la excusa de tener que dictar decretos con rapidez para ayudar a las víctimas de las inundaciones, Chávez tiene la excusa perfecta para gobernar por decreto, y lo hará un mes antes de que asuman 67 diputados de oposición, de los 165 que serán instalados. Obviamente que de ahí es su premura.

Esta es la primera vez desde 2005 que habrá diputados distintos al oficialismo.

diciembre 10, 2010

Anarquía cibernética


La detención de Julian Assange esta semana provocó innumerables protestas de ciberactivistas, principalmente del grupo de agitadores denominado Anonymous que hace meses se dio a conocer después de atacar varios sitios en el mundo dedicados a la protección de los derechos de propiedad intelectual y dirigidos por la industria literaria, discográfica y cinematográfica para contrarrestar la piratería.
Los hackers de Anonymous que creen que todo debe ser libre en el internet, incluso las descargas de música, libros y película, comenzaron una cruzada a favor de Assange esta semana aunque el fundador de Wikileaks no la solicitó.
El perfil del grupo de agitadores fue cancelado en Facebook y Twitter, donde tenía su principal centro de operación además del sitio de chat 4chan desde donde se formaron.
Anonymous defiende la causa de la libertad de expresión pero se la niega a las compañías como Amazon, Visa, Mastercard, PayPal, entre otras, por haber desenchufado a Wikileaks de sus sistemas. En realidad, se trata de un grupo que está produciendo una peligrosa anarquía en el internet y cuya influencia se irá haciendo notar cada día más.

diciembre 09, 2010

De Osama a Julian


Así como con el derribo de las torres gemelas de Nueva York, Osama Bin Ladem demolió los paradigmas de la seguridad mundial y logró que nos sintiéramos revisados y demorados en cada aeropuerto, las filtraciones de cables confidenciales de la diplomacia estadounidense por Julian Assange en Wikileaks, tendrán un impacto negativo no solo para las relaciones de confianza entre países, sino para el flujo informativo internacional y la libertad de prensa.
El problema es complejo y fascinante. El “cablegate” hizo colisionar varios derechos de similar valor. El del público a saber y el del gobierno a reservar información sensible; el de la intimidad y el de ventilar actos privados de personas públicas; el del secreto y el de la seguridad nacional; y el de la libertad de expresión para publicar la verdad, a pesar de haberse obtenido mediante delito o coacción.
Caso enredado, también, porque el carácter de secreto transforma en verdad y vedette cualquier material como los chismes y opiniones diplomáticos de los cables, que dolieron más a la comunidad internacional que los abusos cometidos en las guerras de Irak y Afganistán, ventilados por Wikileaks meses atrás.
Enmarañado, además, porque Assange tiene ahora una imagen de Robin Hood de la información obstinado en robar y desenmascarar solo a los ricos; cuando la verdad se complementaría mejor con los secretos de gobiernos opresores y tiranos, documentación que también procesa Wikileaks, pero que poco publica.
Lo peor de todo es que la información clandestina publicada por Assange les sirve en bandeja a los gobiernos, democráticos o tiranos, un enemigo común. Tienen la coartada perfecta para dictar normas que hagan más secretos sus secretos, crear más organismos de control y limitar o castigar a periodistas y medios que quieran sacarlos a la luz.
Es un caso difuso porque no se sabe a ciencia cierta qué son o hacen Assange y Wikileaks. Si se trata de periodismo que está protegido, de espionaje condenado o de un híbrido. Lo que sí está claro es que Wikileaks no es transparente ni periodismo. Se trata de una excelente oportunidad tecnológica para difundir un volumen extraordinario de información sin ningún tipo de responsabilidad legal.
Wikileaks, como medio abstracto, no cumple con preceptos periodísticos sobre rigurosidad, confrontación y confirmación de fuentes. Publica textos que fueron obtenidos ilegalmente, mientras el periodismo requiere responsabilidad jurídica;  por ejemplo, para obtener información clasificada debe entrar en un proceso judicial tormentoso, como el que enfrentó el New York Times para acceder a los Papeles del Pentágono, o esperar 30 años a que esos datos sean desclasificados.
Pero tampoco Wikileaks es enemigo del periodismo, sino complemento. Los cinco medios – NYT, El País, The Guardian, Le Monde y Der Spigel - que desde esta semana comenzaron a publicar los cables lo pudieron hacer en forma responsable por la irresponsabilidad de Assange. Aunque los puedan acusar de megáfono de un supuesto delito, hicieron lo que debían hacer, informar, y lo hicieron consultando a las embajadas, a los gobiernos y dejando de lado nombres y temas que pudieran afectar la vida de los involucrados.
Los medios crearon así su atajo informativo y no tuvieron otra opción que publicar, en el entendido de que su servicio es fiscalizar y mantener a los ciudadanos informados en asuntos de interés público, en especial cuando los gobiernos tienen una alta predisposición a calificar de secreta o clasificada cualquier información.
Wikileaks, como instrumento, es entonces un aliado interesado del periodismo y del público. Y nada justifica censura o ataques; solo respuestas ante la ley.
Pero el gobierno no debería preocuparse tanto por el mensajero sino sobre cómo procesa su información confidencial y cómo castigar a quienes la infringen o motivan su robo. La nueva fuerza de tarea creada por el presidente Barack Obama para evitar nuevas filtraciones, debe asegurar que persigue el delito, no la libertad de expresión.
Además de mejorar sus comunicaciones diplomáticas, EEUU tiene ahora la responsabilidad de actuar de forma apropiada para que cualquiera acción en contra de las filtraciones no se transforme en un boomerang en contra de la libertad de prensa en el mundo y la libertad en el internet, que tanto pregona defender y promueve.

La ficción para denunciar la mentira y la coacción

Agradezco al profesor Arturo Corona de la Universidad de Anahuac en México, y varios de sus estudiantes, por la entrevista sobre Robots con ...