Tuve el privilegio de presentar
esta semana Robots con Alma en el Colegio Universitario Politécnico (CUP) de Córdoba,
donde estudié Periodismo en mi juventud. Cómo la inteligencia artificial afectará
al Periodismo en el futuro fue el tema principal de la charla con los alumnos y
un grupo de profesores liderados por Florencia y José Pérez Gaudio.
Hace más de
40 años tenía más dudas que certezas sobre la profesión que abrazaba. Escribíamos
con máquinas de escribir y copiábamos con papel carbónico. Hoy contamos con
herramientas avanzadas, internet, redes sociales, IA generativa, pero los dilemas
son los mismos. ¿Para qué servimos? ¿Cómo educamos, orientamos y provocamos
reflexión? ¿Sobrevivirá nuestro trabajo en el futuro de la superinteligencia?
La respuesta
está en lo esencial. Las herramientas cambian, los principios permanecen. Así
fue con la imprenta, la radio o internet, y así será ahora. Lo importante no
son las tecnologías que usamos, sino los principios que nos guían. Buscar la
verdad, defender la libertad, practicar la bondad y desplegar la creatividad.
Las
tecnologías son pasajeras; los principios, atemporales. Y en tiempos de
algoritmos que nos vigilan, de burbujas que refuerzan prejuicios y de máquinas
que hasta ponen a prueba nuestra creatividad, necesitamos reforzar nuestros valores.
En mi propio
recorrido he encontrado tres verbos que sintetizan un periodismo con alma, que
se alinean a los principios del Periodismo Idea, filosofía de Miguel Pérez
Gaudio, fundador del CUP, basados en educar, orientar y hacer pensar, entre
otros.
·      
Defender la libertad como garante de la democracia y el bien
común.
·      
Descubrir la verdad para iluminar los que se quiere mantener
oculto.
·      
Inspirar con creatividad y bondad para fortalecer la conciencia
ciudadana.
Los principios, y no las herramientas, son los que
hacen que el periodismo prevalezca en el tiempo. Son la brújula frente a cada
revolución tecnológica y el alma de la profesión. Y no deben ser solo
declarativos. Aristóteles nos recuerda que los principios se practican hasta
convertirlos en hábito.