mayo 07, 2013

Dinero, libertad y felicidad


El dinero sí hace a la felicidad, tanto de los individuos como de los países, según un nuevo estudio que reabre el debate sobre los parámetros con los que se mide nuestro bienestar.

El informe de la Universidad de Michigan, publicado por la revista American Economic Review, concluye que más dinero conduce a mayor felicidad, en contradicción a otros estudios que afirmaban que no existe relación entre ingresos económicos y dicha personal.

Desde una perspectiva, se trata de una obviedad. Una persona en el país más rico del mundo, Quatar, debe ser más feliz que otra de Somalia, donde la hambruna mató a 260 mil en 2011, la mitad menores de cinco años.

Pero las mediciones pueden ser engañosas, ya que el dinero también es fuente de corrupción y abusos. La encuesta mundial de Gallup, por ejemplo, detectó que Paraguay y Colombia son los países más felices en las Américas, con índices superiores a Canadá y EE.UU. Estos resultados, basados en la apreciación de la propia gente, fueron bien obtenidos, pero son parciales.
Paraguay y Colombia tienen otros graves problemas que deberían influir en el ánimo de la gente. Paraguay no solo es uno de los países más pobres y con mayor desigualdad, sino que está en el puesto 150 de 176 en el índice de percepción de la corrupción de Transparencia Internacional. Mientras que Colombia es el peor país americano en el Índice de Paz Global 2012, que se establece sobre variables de violencia, criminalidad y gastos militares, ubicándose en el puesto 144 de 158 países.
A nivel de EE.UU., Gallup hace una mejor encuesta para medir la felicidad en los estados. Cruzando datos sobre hábitos alimenticios, nivel de educación, apreciación y seguridad laboral, ejercicio físico, salud física y mental, y expectativa de vida, entre otros, calificó a Hawái como el paraíso donde vivir.

Pero el problema del dinero no es tanto su cantidad, sino cómo se usa, si se ahorra, despilfarra o se pide prestado sin control, así sea en el caso de individuos o naciones. Poco o mucho, quienes mejor lo manejan tienen mejores posibilidades de felicidad. No por nada los países escandinavos - con altos impuestos pero con políticas públicas de bienestar social con las que erradicaron la pobreza y la desigualdad - son los países que descuellan en los índices de felicidad, honestidad y de fortaleza democrática.

En América Latina se pueden observar dos tipos principales de países que, aunque tienen la misma ideología de izquierda, optaron por caminos diferentes en busca de la felicidad. Gracias a los altos precios de las materias primas, todos han implementado políticas de bienestar social importantes para los pobres, incluyendo al sector informal de la economía, pero con resultados diferentes. Son, Brasil y Chile, por un lado; y Argentina y Venezuela, por el otro.

En Brasil y Chile los últimos gobiernos supieron ahorrar y no despilfarrar. El fondo con las exportaciones de cobre creado por el ex presidente Ricardo Lagos, permitió la creación de sistemas de salud y previsión para los pobres, a través de los planes Chile Solidario y Plan Auge. En Brasil, el programa Bolsa Familia iniciado por el ex presidente Lula permitió que 21 millones de personas se incorporaran a la clase media.
Venezuela y Argentina con ingresos similares por petróleo y soja, malgastaron posibilidades y no tomaron previsiones a futuro. Si bien se hicieron planes sociales importantes, mucho dinero se malgastó en clientelismo, propaganda y política, no se ahorró ni se invirtió en infraestructura e industrialización, como si el precio del crudo y las buenas cosechas persistirán o China seguirá comprando.
En estos dos países, la caja grande, también ha influido para que los gobiernos se sientan más invencibles y arrogantes, habiendo trepado malamente en índices sobre corrupción, estándares democráticos y libertad de prensa, como señala el informe de Freedom House del 1 de mayo.
Los datos del informe son relevantes, si se considera que otro estudio comparativo de la Universidad de Missouri, estableció una correlación directa entre felicidad y libertad de prensa. Detectó que la libertad de expresión ayuda a las personas a mejorar su calidad de vida, a vivir más comprometidas con sus comunidades y a bregar por soluciones y más beneficios económicos y sociales. 

mayo 03, 2013

Dia mundial de la libertad de prensa

Comparto la presentación que di esta mañana en la Escuela de Periodismo de Columbia University en Nueva York en la conferencia Press Freedom, Press Standards and Democracy in Latin America.

No hay mucho para celebrar este 3 de mayo.

El reciente informe del Freedom House indica que estamos en el quinto año de retrocesos. Que Ecuador y Paraguay cayeron en la categoría de países No Libres. Están junto a Cuba, Honduras, México y Venezuela.

Pero prefiero ver la situación desde otra perspectiva. El informe de la Universidad de Missouri del año pasado observó una relación directa entre libertad de prensa y felicidad, esa búsqueda constante del ser humano.

El informe comprobó que en países donde hay más respeto por la libertad de prensa, la gente vive mejor, más feliz. La libertad de prensa sirve para mejorar la calidad de vida. La gente puede mejorar la calidad ambiental, el accountability del gobierno, exigir más beneficios y mejores servicios públicos.

La libertad de prensa también es buena para el desarrollo económico. El ex presidente del Banco Mundial, James Wolfenshon, dijo que para reducir la pobreza, es necesario acceso a la información e información de calidad. La información empodera, y gente empoderada toma mejores decisiones.

Si hacemos un escenario mental de América Latina, lo veremos claramente. En los países donde no se respeta la libertad de prensa, existen mayores problemas económicos. La gente está polarizada políticamente, dividida, descontenta, enojada, infeliz.

Anoche Lee Bollinger nos recordaba la importancia de la Primera Enmienda.

La mayoría de las constituciones de América Latina y el Caribe tienen principios similares. Pero el problema es que con tantas reformas, casi un deporte nacional, los principios constitucionales nunca se pudieron establecer como parte de la cultura.

En nuestros países la libertad de prensa parece una disputa entre gobiernos y periodistas.

Para ser justos, existen grandes avances también en el campo legal.

En varios países se eliminó el desacato o leyes de insulto, en algunos se descriminalizó la difamación y en muchos se han creado leyes de acceso a la información. En algunos países se eliminaron requisitos de colegiación obligatoria y en otros se sancionaron leyes para proteger a los periodistas.

Todavía falta mucho para tener el marco legal adecuado, pero mucho más para que haya una mejor cultura de libertad de prensa.

En realidad si bien es malo que la difamación sea una ofensa criminal, peor es que un juez, presionado por el poder público, quiera encarcelar al periodista. O que un funcionario crea que tiene privilegios ante la crítica. A este escenario lo vimos con Rafael Correa.

El problema en América Latina no es tanto un problema legal, como la falta de independencia de la justicia.

No obstante lo que dicen las constituciones y un marco legal positivo (y que será cada vez más positivo), existen problemas más graves.

Desde hace tiempo un grupo de gobiernos readaptó el viejo concepto “democratización de la comunicación” del fallido Nuevo Orden Mundial de la Comunicación de la década de los 80.  Con esa excusa tratan de crear un estatuto especial para controlar a los medios privados. Esto es más notable en Argentina, Ecuador, Honduras, Nicaragua y Venezuela.

Esto implicó nuevas leyes de prensa con controles desmedidos del Poder Ejecutivo que aparecieron primero en la Ley de Responsabilidad Social de Venezuela; restricciones a la propiedad privada de medios y a la información pública.

En Ecuador y Honduras las leyes de Comunicación que lideran Correa y Porfirio Lobo están diseñadas para sus propios intereses. Los proyectos de ley distribuyen las licencias en 33 por ciento para medios estatales, comunitarios y privados. Es decir, 66 por ciento estará en manos del Poder Ejecutivo.

Creo que hay nuevos problemas que han superado los desafíos de otras épocas en materia legal.

Antes nos concentramos en difamación, desacato, acceso a la información, todavía temas importantes.

Pero ahora la libertad de prensa está más amenazada ante la ausencia de reglas para los gobiernos.

Los gobiernos están aumentando considerablemente los gastos públicos en propaganda política, usando la publicidad oficial para discriminar y, lo que es peor, creando grandes redes de medios gubernamentales, que no tienen nada de público.

Estas son tres categorías de propaganda, que si las sumamos a la debilidad de las instituciones y la debilidad de la oposición, disminuyen la democracia.


Creo que mientras los periodistas debemos mejorar la calidad informativa para mantener la accountability de los gobiernos, a las universidades seguir generando espacios de discusión y a las ONGs seguir bregando por libertad de prensa, también hay otros actores importantes y responsabilidades.

Se necesita crear una cultura de libertad de prensa y de expresión por fuera de nuestro ámbito político / periodístico. Programas de media literacy y media development.

Antes de dejar el Banco Mundial, recuerdo que Wolfenshon creyó posible discutir sobre si los organismos internacionales podrían condicionar la ayuda financiera, a aquellos gobiernos que violen flagrantemente la libertad de prensa. Algo que la Ley Daniel Pearl permitiría al gobierno de EE.UU. pero que todavía no se ha puesto en práctica.

Creo que no puede haber apoyo a programas de desarrollo de medios de comunicación en América Latina si no se piensa en la sustentabilidad económica de los mismos, en hacer que haya reglas de juego claro, leyes que obliguen a los gobiernos a ser más transparentes en políticas que afectan a los medios.

Ayer un editorial del diario La Nación de Buenos Aires, mostraba preocupación por la escasa oposición social a la prohibición a la publicidad que impuso el gobierno a supermercados y comercios de electrodomésticos. Decía que resulta un “preocupante reflejo de cómo una sociedad puedeacostumbrarse progresivamente a un régimen que flagrantemente viola libertades y al que de ninguna manera debiéramos silenciosamente someternos”.

mayo 02, 2013

Ecuador y Paraguay caen


En un buen informe del Freedom House sobre libertad de prensa en el 2012, publicado ayer y en vísperas de este 3 de mayo cuando se celebra el Día Mundial de la Libertad de Prensa, Ecuador y Paraguay han pasado a integrar un grupo selecto de países con poca libertad de prensa, en el que están Cuba, Honduras, México y Venezuela.

En Ecuador se destacan los airados golpes del presidente Rafael Correa contra periodistas y medios, muchas de las cuales se han revestido de legalidad y aplicado multas, penas y castigos a través de un sistema judicial muy dependiente del Poder Ejecutivo.

En Paraguay se destacan las agresiones contra periodistas del sistema público de televisión después de golpe parlamentario mediante el cual fue destituido el presidente Fernando Lugo.

El informe hace una revisión sobre la situación de la libertad de prensa en el mundo, y en América, especialmente, señala que el ambiente de libertad de prensa sigue en franco retroceso. Se remarca que la situación viene empeorando desde hace cinco años consecutivos.

mayo 01, 2013

Video deslegitima al chavismo

Nicolás Maduro sigue deslegitimando su gobierno con las acciones violentas que continúan en la Asamblea Legislativa, donde los diputados chavistas volvieron a agredir a los legisladores de la oposición luego de que se trancaron las puertas y ante las risas del presidente del Congreso, Diosdado Cabello. Video en la Asamblea

Las agresiones contra diputados de la oposición son una muestra clara de que las instituciones democráticas en Venezuela siguen débiles y que este gobierno continuará profundizado el legado del anterior, recurriendo hasta la violencia para mantenerlas bajo su arbitrio y antojo.

Según Cabello, los opositores deben reconocer a Maduro como presidente, aunque denuncien que hubo fraude, de lo contrario no podrán hablar, se les seguirá atemorizando a golpes, se les quitará el salario y no podrán ejercer la presidencia de ninguna de las comisiones parlamentarias. El próximo paso de la escalada, no debería extrañar, será la de no permitirles más la entrada al hemiciclo.

Esta violencia en la Asamblea es solo un síntoma más de la poca democracia en el país. El reconteo de votos, un acontecimiento que favorece el 70 por ciento de los venezolanos, ha comenzado en forma parcializada, ya que la CNE no tuvo en cuenta los criterios de la oposición y, además, antes de comenzar el proceso, su presidenta indicó que este proceso no cambiará en nada el resultado de las elecciones.

Es decir, que en el supuesto caso de que se detecte fraude y que el ganador no haya sido Maduro, no habrá nuevas elecciones, sino que Venezuela tendrá un gobierno ilegítimo. 

abril 28, 2013

Descabellado Cabello


El presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Diosdado Cabello, sigue comportándose como dictador monárquico irrespetando a los votantes de su país que han elegido a legisladores de la oposición para que los representen.

Al irrespeto original, el de haberse sometido a las presiones partidarias por sobre la Constitución que indicaba que él debía ser el presidente encargado en lugar de Nicolás Maduro tras la muerte de Hugo Chávez, se suman ahora dos amenazas proferidas contra la oposición y que debieran ser causal de juicio político.

En su primera descabellada intervención, amenazó a los diputados de la oposición de no darles la palabra si antes no aceptaban las votaciones del 14 de abril y reconocían a Maduro como presidente. Lejos de callar a la oposición con amenazas y golpes de puño que otros oficialistas repartieron por doquier, Cabello volvió este viernes con un golpe más fuerte aún, amenazando a los legisladores opositores que no cobrarán el salario si continúan con su tesitura de no reconocer al nuevo gobierno.

Difícilmente puede haber muestra tan clara y transparente de cómo se ejerce el poder en Venezuela. A excepción, claro, de la decisión de la Comisión Nacional Electoral sobre que revisará los votos de una forma superficial desoyendo los pedidos de Henrique Capriles y sus acusaciones sobre fraude.

Bombas cibernéticas

RICARDO TROTTI: Bombas cibernéticas - Opinión - ElNuevoHerald.com

abril 27, 2013

Arrogancia kirchnerista


Es difícil catalogar al gobierno de Cristina Kirchner. No se trata de un gobierno populista, porque a diferencia de los demás en la región, está supeditado a un partido político tradicional, al peronista, no al propio; pero es obvio que actúa como si se tratara de su propio partido.

Tampoco es un gobierno totalitario, porque no maneja todas las instituciones, la oposición tiene fuerza en el Congreso y la sociedad civil está conformada por organizaciones que tienen condiciones para maniobrar. Además porque los métodos de persecución política todavía son muy sutiles, sin llegar al escarnio de lo que representaría el encarcelamiento de opositores y críticos del gobierno.

Se trata, sin embargo, de un gobierno autoritario, testarudo, arrogante, irrespetuoso de la pluralidad política y manipulador del sistema para disfrazar legalmente todos sus intereses, estirando a las leyes y a la Constitución a punto de romperlas.

La actitud arrogante de los funcionarios no existiría si el liderazgo de Cristina Kirchner fuera diferente;  respetuoso de las diferencias, calmado, sincero y visionario. Mucho no se puede esperar de un gobierno que miente sobre los índices de inflación, que insulta públicamente a los jueces cuando los fallos no son a su favor, denigra a los opositores y medios de comunicación cuando critican o señalan hechos flagrantes de corrupción, que no sabe entender el porqué de los cacerolazos en protesta o que está inventando reclamos de las bases para reformar la Constitución con el único objetivo de mantenerse en el poder mediante reelección indefinida.

La reforma de la justicia, bajo el argumento de que se quiere “democratizar”, es solo una muestra más de la arrogancia del kirchnerismo, de querer gobernar a sus anchas, sin democracia.

Nunca nadie dijo que la democracia es fácil. Se trata de un sistema de balances, chequeos y equilibrio de poderes, es decir trabas para que el gobierno no cometa abusos, obligando a respetar a los demás poderes del Estado, la libertad de prensa, pero sobre todo la voluntad del pueblo al que no se le puede engañar mediante procesos fraudulentos que van más allá de las elecciones.

La perfección del sistema democrático se basa en que puede ponerle coto a las aspiraciones arrogantes de un gobierno. Cuando este trata de coartar esos controles democráticos, indudablemente, se comienza a caer en la tentación de entender a la democracia como el sistema al que deben supeditarse los intereses y beneficios propios.

Es ahí, en ese punto, cuando la arrogancia se transforma en autoritarismo.  

abril 25, 2013

Maduro debe transparencia


Nicolás Maduro y su gobierno no pueden seguir tildando a Henrique Capriles de asesino y fascista, o anunciar que ya tienen una celda lista para su ingreso, sin responder fehacientemente a las acusaciones en su contra.

Capriles es cada vez más contundente en sus acusaciones sobre fraude e irregularidades en unas elecciones que perdió por un ínfimo porcentaje. Ese ínfimo porcentaje es el que legitima sus denuncias, porque cualquier  irregularidad podría desequilibrar la balanza electoral.

Esa legitimación es la que Maduro no tiene, por muchas razones; entre las principales, porque no se mostró jamás convencido de que un conteo de votos es necesario, porque sigue ejerciendo presiones sobre el poder electoral hasta el punto que este dijo que una auditoría de los votos no cambiará el rumbo de la elección y, entre otras, porque con todo el aparato gubernamental manipulado a su favor, tuvo un margen escaso de ganancia.

Difícilmente el gobierno podrá silenciar a Capriles, ya que destituir políticamente al gobernador y líder de la oposición, atraería mayor inestabilidad.

Mientras a Capriles el único camino que le queda es seguir con sus denuncias para que el gobierno se sienta obligado a rendir cuentas, a Maduro, como gobernante, no le queda más que legitimar su gobierno con transparencia.

Si Maduro no permite mayor transparencia, su gobierno se verá condenado al fracaso y cada vez más inmovilizado para adoptar las medidas económicas adecuadas para superar la crisis.

La transparencia es su única opción. A no ser que quiera profundizar el autoritarismo del ex presidente Hugo Chávez y convertir a Venezuela en un estado totalitario.   

abril 24, 2013

Redes sociales, Boston y Caracas


El acto extremista en la maratón de Boston y el pedido de que se recuenten los votos en Venezuela, demuestran la relevante complementariedad entre el periodismo y las redes sociales, y la potencialidad de los ciudadanos de convertirse en periodistas.

Pero lo que podría ser una buena noticia, tal vez no lo sea tanto, si se considera que el proceso de comunicar también requiere asumir responsabilidades. Los periodistas ya no son los únicos a quienes achacar errores, falta de precisión o violar normas éticas y de buenas costumbres. Los usuarios de redes sociales, asumidos como periodistas cívicos, también están expuestos a violar normas y cometer abusos.

La tragedia de Boston mostró lo negativo y positivo de las redes sociales. Mientras los medios tradicionales como el Boston Globe, CNN, AP y Univisión informaban con cautela, evitaban mostrar primeros planos de las víctimas y debatían diferencias entre terrorismo internacional o extremismo doméstico, los usuarios, sin ningún tipo de cuidado, subían a Twitter, Facebook o YouTube videos, imágenes y comentarios explícitos y sensacionalistas que se hicieron virales en cuestión de segundos.

En lo positivo, los usuarios no solo deglutieron noticias a través de los sitios de medios tradicionales, sino que los fiscalizaron, señalándoles errores y exigiéndoles coberturas más moderadas. Y como no había sucedido en los atentados de Nueva York, Londres o Madrid, las imágenes captadas con teléfonos móviles sirvieron de testimonio y evidencia en las investigaciones policiales que dieron con los responsables este viernes, así como para contactar amigos en el medio del espanto, expresar solidaridad a la distancia y advertir sobre mayores peligros.

Quedó demostrado que en eventos espontáneos, las redes sociales cumplen un papel valioso y hasta los periodistas las usan como herramientas para mejorar su trabajo, como la nueva aplicación Vine de Twitter para recopilación y distribución de videos cortos. Pero cuando se trata del debate público sobre temas complejos y polémicos, el terreno se vuelve fangoso.

La discusión sobre control de armas o la reforma migratoria en EE.UU., la “democratización” de la justicia que pretende el gobierno argentino y las recientes elecciones de Venezuela, mostraron a las redes sociales convertidas en una gigantesca cloaca por donde pasaron insultos, ataques y amenazas.

En Venezuela, Twitter sirvió de campo de batalla y para disparar las tensiones. Henrique Capriles pidió que se contaran de nuevo los votos de una elección que huele a fraude, calificando a Nicolás Maduro de ilegítimo. Este le contestó que lo encarcelaría por fascista y por llamar a la insurrección. Los usuarios de un bando subieron fotos con cajas de votos quemándose, pero de elecciones pasadas, con la intención de azuzar y confundir, mientras que del otro, los cibermilitantes oficialistas amenazaron defender con armas la revolución.

Estos hechos muestran que así como las redes sociales han democratizado la comunicación y generado una importante cultura de la denuncia, también ayudan a generar caos. En este mundo de híper información resulta cada vez más difícil distinguir entre fuentes confiables o activismo militante, entre verdades y mentiras, entre periodistas y mercenarios, entre usuarios honestos y quienes se escudan en el anonimato con evidente cultura bipolar, como queriendo separar su vida personal de la virtual.

La gran discusión ahora alrededor de las redes sociales y de las compañías que manejan estas plataformas, es sobre qué tipo de estándares pueden adoptarse para orientar una conversación pública más respetuosa y positiva, así como la que los medios tradicionales fueron adoptando en su historia. Las mejores propuestas implican métodos para la autorregulación y, en especial, programas de alfabetización sobre cultura digital e impacto de las comunicaciones.

Pese a todo lo negativo, a la desinformación, la polarización y la invasión de la privacidad que las redes sociales pueden generar, es evidente que es mucho mejor vivir con ese libertinaje a convivir con el silencio. Es preferible el griterío a tener que soportar a gobiernos como los de Cuba, China o Irán, que prohibiendo las redes sociales y encarcelando a sus usuarios, buscan controlar la conversación.

abril 21, 2013

La UNASUR parcializada


La OEA no es una institución que se haya destacado por su eficiencia, pero al menos ha mantenido cierta coherencia frente a otras instituciones hemisféricas, como la UNASUR, que se ha destacado por su parcialidad.

Creada bajo la influencia de Hugo Chávez, esta organización demostró esta semana ser totalmente parcial favoreciendo al presidente electo de Venezuela, Nicolás Maduro, durante la reunión de emergencia de presidentes en Lima, que sirvió para avalar una elección sin reparar que el proceso electoral fue denunciado por graves vicios.

Se sabía que la discusión de UNASUR tendría resultado previsible, por cuanto hasta Maduro estuvo presente, habiéndose tenido que disculpar para no generar presiones en sus miembros y para que no haya siquiera apariencia de conflicto de interés. Pero a Maduro no le importan mucho las apariencias.

El año pasado esta organización se expresó muy fuerte contra la destitución de Fernando Lugo en Paraguay, favoreciendo el pedido de Venezuela y de Argentina para que Paraguay fuera apartado del Mercosur. Se trató de una medida que le vino a Chávez como anillo al dedo, justamente por el Senado paraguayo era el único escollo que bloqueaba la entrada de Venezuela a esa entidad comercial.

En esos días UNASUR tampoco recriminó que Maduro estuviera en los cuarteles militares paraguayos tratando de convencerlos de que se levantaran en armas ante el inminente juicio político contra Lugo.

Tampoco se puede esperar que UNASUR vaya a decir algo ahora que el gobierno de Evo Morales está haciendo una intrincada interpretación de la Constitución para volver a intentar su reelección. Hacerlo, claro, sería intervenir en los asuntos internos de un país por lo que irónicamente esa será la excusa para su silencio.

UNASUR es un club de conveniencias y parcializado.     

Cambalache digital y la desinformación

  Les comparto una entrevista que me hizo el periodista Pedro Gómez de ABC Revista de ABC Color, periódico de Paraguay. Agradezco también al...