febrero 07, 2013

Obama y los drones


Las papas le queman a Barack Obama como en ningún otro momento de su Presidencia. Por primera vez estuvo obligado a ponerse a la defensiva y lo hizo ordenándole al Ministerio de Justicia que de inmediato envié al Congreso un documento que justifica legalmente que como presidente puede ordenar el asesinato de un terrorista  cuando represente una amenaza para los intereses del país, pudiéndolo hacer mediante el uso de drones o aviones no tripulados piloteados a distancia.

La controversia no es tanto el debate sobre la legalidad de sus decisiones en un período que todavía el gobierno considera estar en guerra contra el terrorismo, sino además por la falta de transparencia y de rendición de cuentas al público sobre este tipo de estrategia. Obama y sus funcionarios han negado constantemente que exista un documento como el que ahora se está enviando al Congreso, y solamente salió a relucir luego de que el lunes la cadena NBC publicara otro informe que no se conocía hasta ahora, en el que se hace una interpretación sobre el documento secreto, respaldando en forma ética y legal la decisiones de Obama para ordenar los asesinatos selectivos.

Lo que ha increpado el debate en los medios de comunicación, es que Obama siempre ha declamado transparencia pero poco ha hecho para cumplir ese precepto. De ahí hasta que se le tilde de hipócrita que haya criticado y dispuesto mayor transparencia sobre la tortura, vuelos y cárceles clandestinas, prácticas ejecutadas durante la administración de su antecesor George W. Bush, cuando no lo está haciendo durante su Presidencia.

En mi columna de semanas pasadas justamente decía que el gobierno de Obama deja mucho que desear en materia de transparencia y que incluso, después de tanto declamarla, es el gobierno que más escollos ha puesto en materia de acceso a la información y que más persigue a los soplones o a quienes desde dentro del gobierno tratan de denunciar abusos y corrupción.

Es probable que el debate y la conversación pública sobre este tema caiga en cuestiones de abuso de poder del Presidente, en la posible exageración de toma de decisiones al margen del Congreso y del Poder Judicial en materia de seguridad nacional o la rápida evolución de la tecnología de los drones que ha revolucionado la manera de hacer la guerra. Lo importante, más allá de estos conceptos válidos, es que el debate se centre en la necesidad de la mayor transparencia y rendición de cuentas gubernamental y entender que las medidas que se adopten servirán de antecedentes en el mundo cuando otros gobiernos – democráticos y autoritarios - también comiencen a utilizar su tecnología (o la compren) para hacer este tipo de guerras. Y ni hablar – claro – que también la podrán aprovechar los terroristas.
  

Periodismo superficial


Las recientes denuncias sobre corrupción en la FIFA y el dopaje del ciclista Lance Armstrong, muestran las debilidades de un periodismo deportivo superficial, más dedicado a entretener y comentar, que a investigar y a asumir la responsabilidad de informar.
El periodismo deportivo se asume casi como espectador de tribuna. Ofrece testimonio de lo que ocurre, pero no profundiza. De ahí que ofrezca récords, resultados o escándalos con la misma resonancia que intensidad. En esa escala, vale igual que a Lionel Messi le otorguen un cuarto Balón de Oro, que a Manny Pacquiao le arrebaten la corona mundial o que se gasten millones en arreglos de partidos y peleas. Tampoco se distinguen pecados de delitos ni crímenes de discriminación, da lo mismo las infidelidades de Tiger Woods que el dopaje de Armstrong o la violencia de las barras bravas que el racismo irascible en los estadios.
Es inexplicable como el periodismo especializado no investiga ni anticipa, contentándose solo con recoger y comentar las denuncias de los afectados. Una falta de protagonismo que menosprecia tanto la relevante misión de la prensa, como la confianza depositada por el público.
El caso de Armstrong revela esa incapacidad. Es difícil comprender como este ídolo universal, ganador de siete Tours de Francia, se pasó más de una década haciendo de víctima, negando denuncias sobre dopaje y amenazando a sus compañeros de equipo para que mantengan los secretos, sin que una  investigación periodística lo haya desenmascarado con antelación.
Si el periodismo hubiera cumplido con averiguar las denuncias de los últimos años, ni Armstrong habría ganado tantas competencias a base de mentiras, ni el público se hubiera sentido lastimado. Pero hubo que esperar un informe reciente de la agencia antidopaje estadounidense que calificó este caso como el “más sofisticado, profesionalizado y exitoso en la historia del deporte” y a que Armstrong confesara sus adicciones en el show de Oprah Winfrey, para que el periodismo también dejara de creer en el héroe.
El caso de Armstrong es una grave omisión de la prensa especializada, pero no la única. La reciente investigación de la revista France Football revela la corrupción enquistada dentro de la FIFA. Acusa al ex presidente francés, Nicolás Sarkozy, y a las autoridades del fútbol mundial y de varias federaciones africanas, latinoamericanas y caribeñas, por haber favorecido a Qatar para que consiga la sede de la Copa Mundial de 2022, a cambio de millones de dólares y favores a futuro.
Las denuncias no son nuevas, datan de 2010 cuando el pequeño Qatar le ganó la pulseada a EE.UU. y Rusia se quedó con la sede del 2018, arrebatándole el privilegio a Inglaterra. La prensa inglesa de aquella época despedazó con titulares de corrupción al presidente de la FIFA, Joseph Blatter, pero careció de fuerza y credibilidad. Es que no investigó, solo se hizo eco de las denuncias de la federación inglesa que, sabiendo de irregularidades desde hace años, recién las filtró a los medios cuando supo que no tenía chances ante Rusia. De haber conseguido la sede, seguramente hubiera mantenido silencio.
De esa trama oscura de premios y favores dentro de la FIFA ya hablaba Diego Maradona, quien acusó de mafioso a Joao Havelange, el ex rector por 24 años de la entidad. Pero a diferencia de Maradona, la revista France Football goza de credibilidad. Su investigación puede ayudar a que por fin el Comité de Ética de la FIFA deje de resolver toda acusación como simple conflicto de interés y a que intervenga la justicia.
Respecto a los medios, la superficialidad no solo es debilidad del periodismo deportivo. La crisis económica obligó a muchos a recortar gastos y personal, lo que derivó en una reducción general de calidad informativa. Sin embargo, esta debilidad puede resultar en una gran oportunidad. Siendo la sección deportiva muy atractiva para los anunciantes y la potencialmente más rentable, podría ser el sitio ideal por donde reinvertir en reporteros y periodistas de investigación.
Un periodismo deportivo menos espectador, más profundo y comprometido, preocupado en descubrir hechos no solo en cubrir eventos, ayudaría a mejorar el deporte, a elevar la credibilidad de la prensa y a aumentar la confianza del público. 

febrero 05, 2013

Las fotos de Uribe


Este parece un mundo al revés. Periodistas de varios medios de comunicación de Colombia y funcionarios del gobierno de ese país criticaron al ex presidente Alvaro Uribe por publicar una foto en Twitter de dos policías masacrados por las narco guerrillas de las FARC en la zona de La Guajira, con la frase “policías de la patria asesinados”.

Las reacciones el fin de semana no se hicieron esperar. Según lo publicado por el diario El Tiempo, varios directores de noticias de otros medios consideraron que se trató de una sobredosis de amarillismo político y una forma de Uribe para buscar rédito político, en momentos que quiere defenestrar a las FARC que mantienen negociaciones con el gobierno de Juan Manuel Santos para llegar a la paz.

Incluso el experto en ética periodística, el renombrado periodista Javier Darío Restrepo declaró a la página electrónica del diario El Tiempo, de Bogotá, que se trató de una “violación de la intimidad, no solo de los policías víctimas sino de sus familias”. Mientras tanto, el ministro colombiano del Interior, Fernando Carrillo, aseguró que “la sangre de nuestros policías es nuestra sangre. No puede exhibirse como trofeo de guerra contra la paz”.

Creo que más allá de las intenciones de Uribe, la publicación de su parte no fue desacertada. La responsabilidad de los medios y del gobierno – que achacan Restrepo y Carrillo - en este caso es muy diferente a la que tiene Uribe, de la misma forma que su responsabilidad era diferente cuando era él el Presidente y seguramente no hubiera publicado algo así o hubiera criticado a quien lo hubiera hecho. Pero ahora, como ha cambiado el contexto, y él está en la oposición y en otro partido político, tiene mayor libertad para fiscalizar la acción de gobierno o mayor libertad para expresarse. Me parece que es una buena forma de hacer ver las atrocidades de las FARC, y demostrar que las guerrillas no están apegadas a la negociación, tanto por los asesinatos como por el secuestro de otros policías y militares.

Uribe por su calidad de ex presidente, su relevancia y sentido de servicio público y fiscalización, tiene mayor libertad para publicar. Creo que las críticas de Restrepo, de Carrillo y otros periodistas sobre intimidad, responsabilidad patriótica y amarillismo respectivamente contra Uribe, están enfocadas como si el ex presidente fuera un medio de comunicación independiente y apegado a ciertas reglas éticas periodísticas, sin considerar que se trata de un simple emisor político, interesado en una causa particular.

Aunque no sea agradable lo que hizo, tampoco se puede correr el riesgo de endilgarle a él un mayor delito por publicar fotos que el que le corresponde a los responsables materiales e intelectuales por asesinar a los policías. 

febrero 04, 2013

Chavismo: golpes son golpes


El chavismo sigue demostrando su alto nivel de autoritarismo. Festejó hoy, 4 de febrero, el 21 aniversario del fallido golpe de Estado que el presidente Hugo Chávez dio en 1992 contra el presidente constitucional de la época, Carlos Andrés Pérez (1989-1993), golpe en el que murieron 17 militares y más de 80 civiles, y decenas de heridos.

Chávez y el chavismo hacen bien en deplorar el golpe de Estado de 2002 que atribuyen a la oligarquía. Pero uno se pregunta con qué vara debe medir la moralidad de estos actos, un gobierno que se vanagloria de haber aplicado el mismo remedio. Es más o menos lo mismo cuando Evo Morales suprimía las revueltas sociales y condenaba las barricadas en las calles, cuando él subió a la presidencia justamente por ese tipo de prácticas.

El vicepresidente Nicolás Maduro justificó el golpe de 1992 como el segundo acto de relevancia en el país después de los hechos del 19 de abril de 1810 cuando comenzó el movimiento independentista.
Obviamente Maduro, así como las huestes del chavismo, tiene mucha imaginación. Que haya mejores golpes que otros es otro más de los absurdos del autoritarismo del gobierno.
Con o sin Chávez, el chavismo gobernante sigue siendo puro circo.

febrero 02, 2013

Las mentiras de Argentina


Finalmente alguien tenía que ponerle el cascabel al gato. El gobierno de Cristina Fernández de Kirchner se ha vuelto tan autoritario que se cree con el poder de manipular la información oficial o adecuarla a sus propios intereses desobedeciendo mandatos de sus propios decretos, como el firmado por el ex presidente Néstor Kirchner que obliga al Poder Ejecutivo a generar y dar información oficial en forma veraz y en término.

El FMI acaba de sancionar al oficial Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, INDEC (intervenido por el Poder Ejecutivo desde 2007) por manipular información y estadísticas sobre inflación.

Las denuncias no son nuevas, son las que por años las propias entidades argentinas, la oposición y la prensa vienen sosteniendo. El gobierno, en lugar de haber rectificado rumbos, prefirió prohibir a las consultoras privadas que hagan mediciones y a los medios que las divulguen, lo que ha llevado al Congreso - al menos al sector de la oposición – a llevar sus propias estadísticas sobre la inflación.
Como era de esperar, Cristina no demoró mucho en reaccionar y se despachó con decenas de tuits contra el FMI, acusando a la entidad de todas las crisis en el mundo y de la historia.
Sin embargo, lo que Cristina no dijo es si cumplirá con lo que se le pidió al gobierno respecto a que en siete meses debe generar mejores y más creíbles estadísticas o de lo contrario correrá el riesgo de no poder conseguir asistencia financiera o ser expulsada de la entidad.
Cristina no deja de tener razón en sus críticas al FMI, pero su reacción en nada invalida que su gobierno sí manipula las estadísticas, para mostrar una realidad diferente a la real, desde los índices de pobreza, de empleo formal e informal, del precio de la canasta familiar, por citar los datos más elementales.
Hay cosas que no se entienden de este entuerto. Por un lado, si las estadísticas sirven para crear políticas públicas, como hará el gobierno para hacer las más acertadas cuando no le queda otra que usar datos propios sobre los que ni siquiera puede confiar.
Y por otro lado, cada vez es más evidente que en el país se necesita una Ley de Acceso a la Información Pública y Transparencia, la única forma que el público podrá obligar al gobierno a entregarle no solo información, sino la metodología que utiliza para generarla.
Una ley de este tipo puede ser la única forma para fiscalizar a este gobierno.

Curas pedófilos; herida abierta


La herida sigue abierta. Desde que hace años atrás la Arquidiócesis de Boston se vio obligada a actuar en contra de los abusos de menores por parte de sus sacerdotes a raíz de investigaciones de los diarios Boston Globe y Boston Phoenix, las denuncias sobre este problema de la pederastia se extendieron por todas las diócesis del país y del mundo entero.
Ahora la justicia de California, en una pelea de más de un lustro, finalmente pudo obligar a la Arquidiócesis de Los Ángeles a que revele 12 mil páginas de documentos en los que se reflejan, con nombre y apellido, los nombres de 122 curas supuestamente pedófilos que han abusado de menores de edad.
El arzobispo, José Gómez, entre otras medidas, consternado  por los crímenes sobre los que ahora le toca responder, prohibió al ex arzobispo y cardenal jubilado, hablar en público y asumir tareas eclesiásticas como celebrar misa por haber ocultado durante su término el problema y no haber tomado las medidas adecuadas contra los curas pedófilos.
Lamentablemente hasta entonces, la Iglesia veía a este como un conflicto interno solucionable mediante el traslado de los curas pedófilos a otras diócesis para tapar las evidencias. Pero como sucede con los abusadores, esa política permitió que se esparza aún más el problema.
Sobre este tema he repetido en este blog que las autoridades de la Iglesia han pecado por acción y omisión y se han confundido tratando de disfrazar crímenes de pecados. La Iglesia, como la de Los Ángeles, no debiera esperar a ser intimada por la justicia para revelar los nombres de los abusadores o las denuncias reiteradas y sistemáticas que pesan contra algunos de sus miembros.
Para ganar credibilidad y autoridad y para cerrar este capítulo – tan negro en su historia como el de la Inquisición – la Iglesia debería presentarse ante la justicia y desenmascarar a todos los criminales que se cobijan en su seno.
No valen arrepentimientos ni excusas ni penitencias. Se necesita justicia tanto para alivianar la carga de las víctimas como para sanear a una Iglesia en descrédito.

febrero 01, 2013

Duro y parejo informe de HRW


Human Rights Watch (HRW) pegó parejo para todo el mundo. En su informe 2013 sobre el estado de los derechos humanos en 14 países de las Américas que reveló este jueves, demostró que en todos lados se cuecen habas, tanto en Venezuela como en EE.UU.

HRW acusa a Cuba de ser el régimen más represivo de América Latina, al estado de México lo acusa de mantener un grado altísimo de impunidad, al gobierno de Hugo Chávez de acosar a la oposición y a Rafael Correa de ir en contra de la libertad de prensa. Sobre EE.UU. el informe es más tajante aún. Acusa al gobierno de Barack Obama de ser el que más encarcela en el mundo, de detener a inmigrantes no peligrosos, miembros de minorías raciales y étnicas, mantener la pena de muerte y continuar con “prácticas abusivas” en la cárcel de Guantánamo.
Revela que en EE.UU. en 2010 había 1.6 millones de personas, y que tiene la tasa de encarcelamiento más alta del mundo, con 500 reclusos por cada 100 mil habitantes.
En coincidencia con el informe de HRW, el Observatorio Venezolano de Prisiones, sacó a relucir el jueves otro informe que da cifras dantescas. Un total de 591 presos fallecieron en las 34 cárceles venezolanas el año pasado, una cifra récord, según el informe anual de la organización que sitúa el hacinamiento en las prisiones por arriba del 200 por ciento. En 2011, la cifra de muertos fue de 560.

HRW insiste que en Venezuela uno de los mayores problemas es “la acumulación de poder en el ejecutivo y el deterioro de las garantías de derechos humanos que han permitido que el gobierno intimide, censure y enjuicie”. Chávez “y sus partidarios – agrega - han abusado de su poder en una gran variedad de casos que han afectado al poder judicial, los medios de comunicación y defensores de derechos humanos”.

No todo es negro en el horizonte para HRW. Destaca avances en tres países. A Cristina de Kirchner y Dilma Rousseff por los avances a favor de los derechos humanos que fueron violados en el pasado y a Juan Manuel Santos por sus esfuerzos en lograr la paz con las negociaciones entre su gobierno y las guerrillas de las FARC.

Seguramente los gobiernos más afectados por el informe, como lo han hecho siempre, desconocerán todos estos hechos.

enero 30, 2013

EEUU: promoción de la democracia


Cada uno de los discursos inaugurales de los presidentes estadounidenses de las últimas seis décadas incluyó políticas para promover la democracia alrededor del mundo. El mensaje del lunes de Barack Obama frente al Capitolio no fue diferente, pero dio la impresión que quiere cambiar de estrategia.

Desde Roosevelt hasta Clinton o de la Alianza para el Progreso de Kennedy a la Estrategia de Seguridad Nacional antiterrorista de Bush, las tácticas para la promoción de la democracia tuvieron matices diferentes según la época y el contexto, siempre guiadas por el pragmatismo estadounidense para defender sus intereses y mantener el liderazgo.

Esa estrategia consistió, muchas veces, en asistencia humanitaria, formación electoral y empoderamiento de la sociedad civil. Otras veces, la promoción no fue más que imposición, mediante intervenciones militares, presiones económicas y operaciones encubiertas de la CIA para apoyar golpes de Estado o a gobiernos amigos. Así, desde el exterior, la promoción de la democracia, no se vio como la aspiración de un país para inculcar libertad y libre mercado, sino como la intervención de una potencia extranjera para implantar gobiernos que defendieran sus intereses estratégicos. Irak es evidencia cercana.

Todas estas estrategias tradicionales de la diplomacia estadounidense tuvieron poco o relativo éxito. Tal vez por esa realidad, Obama prefirió mirar hacia adentro, enfocarse en la perfección de la democracia propia, consciente de que el buen ejemplo puede ser un agente de mercadeo más barato y eficiente.

En su mensaje inaugural, pese a que no abandonó la lucha anti terrorista ni el apoyo a las “democracias en todas partes”, Obama se alejó de las perspectivas patrioteras de sus predecesores. Se enfocó en las obligaciones internas más que en las externas, tanto del gobierno como de sus ciudadanos. Habló de sanear la economía, de procurar más trabajos y prosperidad, de ampliar la clase media y de continuar con los sueños incumplidos de Abraham Lincoln y de Martin Luther King, para que toda persona sea igual y tenga las mismas posibilidades, sin diferencias respecto a su origen migratorio, color de piel u orientación sexual.

Sin dudas el mensaje de Obama fue introspectivo, tan íntimo como aquellas palabras desafiantes de John Kennedy: “No te preguntes que puede hacer tu país por ti, sino lo que tú puedes hacer por tu país”. Por eso cuando llamó a la paz, a continuar bregando por la seguridad y a responder a la amenaza del calentamiento global, no lo hizo echando culpas hacia los de afuera, al terrorismo u a otros gobiernos enemigos como en el pasado. Lo hizo con sentido de autocrítica, pidiendo a todos los estadounidenses a trabajar unidos.

Pidió mayor compromiso ante un camino de prosperidad, igualdad y felicidad que consideró incompleto. Pidió más conciencia para evitar tragedias como la de Newtown, así como para desarrollar energías renovables; pidió mayor innovación tecnológica y más maestros de matemáticas; y adjudicó a la libertad, como regalo de Dios, y a la iniciativa privada, el carácter de la nación.

Obama acertó en este nuevo enfoque de responsabilidad interior. Pero también sabe que son muchas las obligaciones que le caben al gobierno para mejorar la democracia, ya que con cuatro años a cuestas, no tiene margen para seguir adjudicando todos los males a su antecesor. La cárcel de Guantánamo, las denuncias sobre tortura en la lucha contra el terrorismo, el contrabando de armas, la epidemia de la drogadicción, los derechos de los inmigrantes, la poca transparencia en el manejo de información gubernamental o la persecución contra quienes filtran la información, son temas a resolver antes de que se transformen en manchas de su legado.

El discurso de Obama apuesta a que la disciplina y la prosperidad internas  pueden ser las mejores embajadoras de la democracia. Michael Mandelbaum, experto en política exterior, decía que los países son como los individuos, aprenden lo que observan y que el éxito inspira ser imitado.

Quizás la estrategia hacia adentro que propone Obama no conseguirá imitadores entre gobiernos autoritarios y populistas, pero seguramente empoderará a los ciudadanos de esos países para que exijan libertad y cambios democráticos. 

enero 29, 2013

“Qatarstrofe para el fútbol”


Hace pocos días en este blog hablé sobre la falta de responsabilidad de la que se puede acusar al periodismo deportivo debido a que solo parece interesado en entretener y comentar, dos aspectos que son naturales a la disciplina deportiva, pero que son insuficientes en la tarea periodística.
Lamentablemente los medios periodísticos, como otras empresas sacudidas por las crisis económicas, han venido desmantelando sus unidades de investigación, lo que consume muchos recursos y tiempo para construir buenas historias que ayuden al público a entender las características complejas de las tramas deportivas.
El caso de Lance Armstrong es una de las grandes omisiones del periodismo investigativo estadounidense que solo se ha limitado a respetar lo que Armstrong o los protagonistas han dicho sobre este caso histórico y apabullante de dopaje.
Hoy se supo, por suerte, sobre la investigación de la revista francesa France Football – patrocinadora  junto a la FIFA el Balón de Oro – que mancha a los principales jefes de la FIFA y al ex presidente francés Nicolás Sarkozy, por ayudar al pequeño y riquísimo país árabe, Qatar, a conseguir la sede del Mundial de Fútbol para el 2022 a expensas de otras buenas candidaturas como la Inglaterra, Australia y Corea, y de la de Estados Unidos, país al que venció en la última ronda de votaciones en 2010.
Desde entonces se vienen escuchando rumores sobre que los jeques qataríes compraron o sobornaron voluntades a diestra y siniestra con tal de quedarse con la sede y poner a su país en el mapa mundial. Pero no fue hasta ahora que la revista francesa, haciendo gala de buen periodismo de investigación, da nombres de sospechosos de haber estado en esa trama y cómo se fueron tejiendo los entuertos.
Es probable que no suceda nada como ocurre muchas veces con las denuncias periodísticas, pero es evidente que la FIFA tendrá que ser más transparente y dar explicaciones de lo que pasó. Se trata de un organismo muy oscuro y que muchas veces hasta parece inmune a los tentáculos de la justicia o de aquellos fiscales que quisieran trabajar de oficio.
Si esto llegara a comprobarse, creo que vendría muy bien aquel titular de una editorial de una publicación alemana que en 2010 tras la decisión de la FIFA a favor de Qatar tituló con inventiva: “Qatarstrofe para el fútbol”.

La ficción para denunciar la mentira y la coacción

Agradezco al profesor Arturo Corona de la Universidad de Anahuac en México, y varios de sus estudiantes, por la entrevista sobre Robots con ...